Primera Clase de Aritmancia.

Estaba en realidad un poco decepcionado, porque tardé en enterarme que el profesor Blackburn había cambiado de materia. La verdad, de nuevo iba a saltármela, aunque la llevaba desde tercero. Al menos había podido llevar de nuevo Criaturas Mágicas gracias al profesor de Durmstrang que parece o marine o luchador profesional. Todo menos maestro y da hasta miedo. Para mí, tal vez nadie sería como el Sandaime Kuroda, pero me había gustado la clase. Y me aburría tener tanto tiempo libre. Tal vez también me sentía como que loser sólo por llevar Música, así que decido darle una oportunidad a Blackburn y me inscribo en su materia. La verdad no es una materia popular, tampoco aquí. Cuando la llevé en el templo éramos tres y los otros dos eran chicos Norte, por lo que tenían un montón de tiempo para meditaciones.

Entro al salón y sólo hay alguien, una chica de Ravenclaw que no conozco y que está sentada hasta adelante. Yo voy resignado hasta el equivalente de mi lugar habitual: la última fila, en medio.

Me siento como cuando decidí llegar temprano a la escuela muggle, aunque no me importaba mucho. Entrelazo las manos y esta vez no me tiro a dormirme en lo que empieza la clase. Al menos espero no tener un fiasco como el día del patronus, aún no supero eso. Aunque... tal vez estoy aquí justamente porque el profesor no me hizo ningún comentario hiriente esa vez como suelen hacerme los profesores. Ni siquiera me miró mal.

La clase comienza y tomo algunas notas... de hecho, traje el cuaderno que llevaba con Yankumi, como si me fuera a dar buena suerte. Cuando menciona las matemáticas murmuro...

- Sou janakute... (no es así)

A mí sí me gustan, aunque odiaba cuando en la escuela muggle, Yankumi buscaba la forma de no ponerme 10. No son tan malas, pero hay materias mucho mejores. Creo que en gran medida depende del maestro.

A medida que avanza la clase, pienso que lo que quiere que hagamos es sacar el número por nuestra fecha de nacimiento, pero no es así. Esto es una cosa muy occidental que no había visto antes, pero no está difícil. Copio la tabla y después de la explicación tomo un trozo de pergamino y hago la cuenta. Me quedo viendo mi nombre escrito, y pienso en el significado. No sé cómo escojan nombre los occidentales pero el mío es Shin, escrito con el kanji para "humildad", y Sawada escrito con el de pantano. Lo de pantano y la terminación "da", es porque mi apellido es antiguo y tiene que ver con que mi familia era de samurai que protegían un pantano, pero yo no sé si soy humilde. Simplemente no hablo sobre mí o si soy bueno en algo porque soy reservado.

Pero bueno, esto es sobre números, así que sólo pondré los números:

Crep que desde siempre, o más bien desde que estaba en hogwarts una de mis clases favoritas había sido, Aritmacia, quizás un gusto un tanto extraño si contamos que la clase es de números algo que no me agrada pero que por otro lado de me da a la perfección, otro punto a favor es que el profesor sea agradable, si quizás ese es el mayor punto que puede tener una clase, no me gustaba asistir a clases y ver la cara de profesores con más de dos metros de largo, por dios eso si que no lo soportaba y por lo mismo no asistía a la gran mayoría y buala ya había pasado varios cursos sin mayor esfuerzos. El que nos encontráramos en Beauxbaton me daba una especie de flojera al asistir a clases, pero hace mucho tiempo que no iba a una, por lo que hacerme de ánimos de ir no fue tanto trabajo. Al saber el día, o más bien al enterarme que hoy mismo el profesor Blackburn impartiría la clase , provoco que hiciera un repentino y brusco cambio de planes, teniendo que cancelar varias cosas que no hubiera querido realmente. Al terminar de reorganizarme en la habitación en la cual me estaba quedando la temporada que estuviéramos acá, busque el cuaderno, la pluma y unas cosas más necesarias, saliendo de la habitación en dirección al aula, ¿Pero que aula? pensé rápido en ese momento e hice un alto en el camino, mirando para todos lodos esperando el encontrar un alguien que pudiera guiarme mas o menos la dirección en dónde se estaba impartiendo, ¡Genial! no había nadie que se cruzara justamente por ese camino para poder preguntar, entonces en ese momento, mi cara se hizo una gran mueca de desgano, caminando a rastras por las instalaciones del colegio hasta poder dar con un alguien que sirviera de algo.

-¡Hey! .. de casualidad, sabes en donde están haciendo las, ¿clases de Aritmacia?.- me apresure a preguntarle a un alguien que no podía saber que rango tenía, solo podía distinguir que estudiante no era; Sonreí lo más amable posible, esperando a su respuesta solo que su cara no me terminaba de convencer del todo, ¿Me habrá entendido algo? me pregunte para si misma, y como por inercia le hice un gesto con la mano algo así como para que despabilara un poco y entendiera que tenía prisa y claro con el ahí como helado no me servía para nada. ¿Ya? ¿Lo había dicho?, si con una voz muy pausada aquella persona al fin se había dignado a pronunciar palabras, solo volví a sonreír ya sin ánimos y tome la dirección que me había dado, ahora si que ya no me perdería.

Al llegar al Aula, antes de entrar, acomode por última vez la ropa que traía y sonriendo abrí la puerta, mirando rápidamente a las personas que se encontraban dentro y notando que el profesor aún no llegaba, suspire por ello y camine entre las mesas hasta llegar al fondo. Aquel era mi lugar, mi rincón, donde me sentía bien y no sentía que nadie me molestaba, estuviera acá o en cualquier otro lado el rincón era parte de mis estudios. Me senté, dejando las cosas que traía sobre la mesa, entonces fue cuando vi llegar al profesor, haciendo un leve gesto con la cabeza en señal de saludo correspondido. Apoye los codos en la mesa y entre mis manos, apoye el mentón ya estando cómoda me puse a escuchar todo lo que decía él, poniendo atención a como iba a desarrollarse la clase hasta el momento, todo lo entendía a la perfección pero por un no sé que, que había ocurrido en mi pequeña e inocente mente, el nombre de una persona se me había cruzado, logrando que dejase de escucharlo, de entender y de poder concentrarme en una de mis clases favoritas; Pero como era posible que aquella persona justamente ahora viniera a mi, será que¿ estaba en problemas? no, no lo creo pero entonces no comprendía porqué justo ahora. En uno de mis momentos de lucidez, moví ligeramente la cabeza, más bien la sacudí para que se me esfumara de mi mente, entonces puse atención nuevamente pero ya el profesor había explicado muchísimo más y de seguro con mi suerte que tenía a veces me había perdido la parte más importante de su habladuría. Alcance a entrecerrar al ojos al escuchar su "hora que saben la diferencia de ambas cosas, vamos a tratar de juntarlas" ¿la diferencia de que cosas, se suponía que estaba hablando?, rasque mi cabeza e hice el amago de querer levantar la mano y preguntarle como si nada al profesor a ver si podía repetir lo que había dicho, pero no, para que sería una perdida de tiempo, perfectamente podía mirar a uno de los que tenía sentados a los lados y con solo un vistazo podría entender a lo que el se estaba refiriendo, por lo que lo deje pasar y solo suspire, esperando a que diera la tarea que había que hacer.

Mire atenta la explicación de la tarea, no era difícil y creo recordar que eso lo había visto antes por lo que, mi confusión de antes no era de tal importancia si sabía perfectamente a o que se refería el profesor. Tome algunos apuntes, para no olvidar algún detalle, y cuando el acabo por explicar, me puse a escribir de inmediato mi nombre, y comencé a separarlo, colocándole a cada letra su numero correspondiente, corrigiendo que no me hubiera equivocado, mientras escuchaba a medias, de que trataría la siguiente clase, bien seguiríamos con lo mismo. Deje de prestarle atención por completo, centrándome en la pequeña tarea, que al cabo de unos minutos ya tenía completamente acabada, mi nombre no era tan largo así que mucho no demoraba en hacer experimentos con el. Ordene mis cosas, colocándolas en uno de mis brazos y me levante, tomando con la mano libre el pergamino con la tarea; Camine hasta adelante y al llegar, deje sobre el escritorio la tarea, sonreí al profesor y con la mano le dije adiós.

Bien hoy era uno de esos días en el que ni estaba de buen humor ni de malo, era simplemente un día como todos los demás, medio soleado, templado y algo aburrido por no decir monótono en alguno de sus sentidos. Pero bueno como siempre solía decir a los demás ¡tenia que echarle ganas! y encontrar un buen motivo para sobrevivir al día de buen humor y no de a secas, algo que era inusual en mí. Quizás lo único que hasta ahora encontraba reconfortante del día era la primera clase de aritmacia que el profesor Blackburn impartiría, aunque si considero que el profesor había impartido esa clase con anterioridad en Hogwarts entonces no sería la primera. De cualquier forma era alentador pensar en ello pues si algo que recordaba bien sobre esa clase es que me había perdido la primera dentro de Hogwarts por andar perdida en otros asuntos que por ahora parecían relegados a mi imaginación.

Tomé una manzana del comedor y feliz, me la fui comiendo hasta llegar al aula del profesor que se encontraba en el segundo piso, si aquella chica de Beauxbatons no me hubiera obsequiado el mapa de la academia seguro me hubiera parecido mucho más difícil encontrar el aula. Al entrar vi al profesor de espaldas, parecía muy concentrado en escribir algo en el pizarrón, así que no hice demasiado ruido y tomé asiento en una banca libre del frente. Cuando el profesor se giró para iniciar le correspondí una sonrisa amigable pero respetuosa, y es que no solo era que el profesor me caía excelente y era muy bueno impartiendo la clase que fuese si no que además era mi jefe de casa, solo un Hufflepuff podría llegar a comprender el nivel de respeto que sentía por él.

Fruncí un poco los labios cuando el profesor comenzó a explicar la diferencia entre las definiciones que daba, a mi me sonaban a lo mismo pero conforme lo que iba explicando encontré ciertas diferencias si bien a la hora de repensar en ellas me enredaba. Fui escribiendo lo que entendía sobre mi libreta, tomando conceptos básicos para dibujar un mapa mental, algo sencillo que quizas divaga un poco pero ¡es lo que entendí al fin de cuentas!. Dejo un leve espacio haciendo un coqueto margen con una mariposa al final para comenzar a escribir los números y las letras correspondientes a cada uno, haciendo todo con orden para que le pueda entender mejor. Suspiro y suelto el lápiz cuando el profesor comienza a explicar que esos números nos servirán para sacar el numero del corazón, carácter y social, recordaba haber hecho algo similar anteriormente pero no por ello me parece menos emocionante volver a hacer.

Asentí un poco con la cabeza a las instrucciones del profesor, saco un pergamino limpio colocándolo a lado de mis apuntes y comienzo a escribir mi nombre completo, que es bastante largo pero pensándolo mejor creo que pudo haber sido aun más largo...quien sabe pero me gusta, no me sentiría yo si le quitaran alguna parte a mi nombre. Posteriormente agarro mis apuntes y comienzo a escribir el número correspondiente a cada letra, hice la suma rápidamente haciendo lo más pequeño al numero hasta llegar a uno de una cifra. Repaso mi ejercicio quedando satisfecha con el orden, enrollo el pergamino, me levanto y se lo entrego al profesor, dándome cuenta hasta entonces de la presencia de mi cuñada y de Shin, vaya de haberlos visto seguro me sentaba junto a ellos - muchas gracias profesor ¡espero en la siguiente clase nos diga el significado de cada numero - le dediqué una sonrisa y salí del aula tomando antes que nada mis cosas.

Spoiler: