Casting para Candice Yvonne Pelletier.

Quizás no era el momento, si no la persona, pero la estaba pasando de maravilla. De palabra en palabra, risa entre risa, se había pasado la mitad de la tarde y no pensaba irme a dormir temprano el día de hoy. Le sonreí, demostrándole que de verdad la estaba pasando bien. Muy pocas veces podías verme reír de aquella manera, sonreír tan a menudo, y ahora sentía que el estómago se estaba saliendo de su cavidad. Punzadas de dolor pero al mismo tiempo de placer se esparcían por mi cuerpo, y eran de placer simplemente por el hecho de que era gracias a la risa. Esas clases de dolor que son simplemente por la contracción de músculos, por gestos exagerados. Negué suavemente con la cabeza, mientras pasaba una de mis manos por mis mejillas, mojadas a causa de las lágrimas causadas por la risa, a decir verdad, eso era nuevo, nuevo para quien quiera que me mirase, con la única persona que había compartido momentos como estos, era con mi hermano y nadie más, jamás alguien había logrado hacerme reír tanto.

Observé el rostro de mi compañero de casa, riendo de la misma manera que yo, pero al contrario de mi persona, él tenía una de esas sonrisas que contagiaban a todos. Dientes grandes y blancos, demostrando alegría casi todo el tiempo, algo que me agradaba de su persona, era difícil estar de mal humor o con mala onda cerca de él. Lo había conocido gracias a mi mejor amiga, a pesar de que al chico lo había visto varias veces anteriores, por el simple hecho de compartir casa, recién me había percatado de su existencia cuando había empezado a salir con Lauren. Los rulos castaños se movían al compás de su cabeza, de una manera divertida y traviesa. Lo miré a los ojos, riendo aún del chiste anterior y sonreí, sin poder evitar estallar en risas de nuevo. Lo más peculiar de su rostro no era ni su sonrisa, ni sus rulos divertidos, si no sus ojos. Poseía unos ojos extremadamente claros, de un color verdoso que a veces se podía confundir con celestes. Mi amiga no tenía mal gusto, pero tampoco podía decir que era de mi estilo, el chico tenía esa clase de rostro ‘tierno’, daba ternura, al igual que Lauren, ella te daba la misma sensación y por eso se me daba que eran una pareja perfecta.

– Está bien, entonces tú dices que no llevar ropa a un partido de Quidditch llamará más la atención de que … –no pude terminar la oración porque entré a reírme, sin sentido ya. – Que si me caígo? – ya era ese momento del día que ni sabía por qué nos reíamos, simplemente por el momento. No recordaba el por qué habíamos empezado la conversación, ni con qué tema, tampoco como habíamos llegado a esa idea de ir desnudos al partido de Quidditch, simplemente estábamos allí, en la sala común, hablando de incoherencias, riéndonos de todo y dejando que los demás compañeros nos miraran raro por el simple hecho de creer que estábamos locos de la cabeza. Eso era lo que me gustaba de la ‘relación’ que manteníamos con Luke, podía ser yo misma, o simplemente dejarme llevar por el momento sin pensar que la otra persona estuviera evaluando mis movimientos, mis palabras e inclusive mi forma de ser. Podía decir y hacer lo que se me antojase, sabiendo que jamás pasaría algo más que amistad de ninguno de los dos lados. Él no me gustaba de esa manera y sabía que yo no le gustaba a él tampoco. Había empezado como una relación simple de ‘seré tu amiga y te trataré bien porque tu novia es mi amiga’, para luego pasar a ser amigos de verdad.

–Yo creo que es mejor que vayamos vestidos con el traje de otro colegio – murmuré ya con la risa un poco más calmada. – Digo, por ejemplo con la túnica de Hogwats– comenté observando sus ojos. Levanté una ceja divertida. – ¿Se darían cuenta que no pertenecemos allí? – puse cara de concentración para luego estallar en risa de nuevo. Un alumno que pasó por nuestro lado se rió divertido de aquella situación. Lo miré y le guiñé un ojo mientras arreglaba mi cabello, el muchacho se paralizó por unos minutos. Volví la mirada a mi acompañante, aún riendo. Ya me dolían las mejillas de tanto sonreír.