Tendría que entrenar... (Con Albus Potter)

Eran más de las diez de la mañana y ya estaba siendo hora de que me pusiera a hacer algo, no sabía muy bien que podía ser pero a ver, uno ya tiene dieciseis años y se tiene que preocupar por ciertas cosas, un año mas dentro del colegio y ya nos graduamos para pasar a ser los nuevos "adultos", aunque bien sabemos que muchos de nosotros solo queremos seguir siendo niños. Si bien el Quidditch era algo que me apasionaba, la verdad era que necesitaba de practicar, por lo que intenté de hacer un gran esfuerzo por ponerme el uniforme e ir a entrenar al campo del colegio. Las cosas eran bastante distintas a como se hacían en Beauxbatons, pero no cambiaba este intercambio, ya que me estaba nutriendo de toda una cultura que si bien se parece a la francesa, tiene muchas cosas nuevas.

Después de terminar de desayunar, esta vez en la mesa de Slytherin, porque si bien amaba estar con mis compañeros de casa, a veces me gustaba compartir con otros chicos, de otras casas. No me había percatado que cerca mío estaba Albus sentado, o también podía ser que estaba tan consumido por mis pensamientos de si hacer lo que había dicho, que no me di cuenta de su presencia.

-Albus! oye, tengo que contarte algo, pero no puede ser acá ¿me acompañarías al campo de Quidditch? digo, si no tienes nada que hacer- Lo miré de reojo y avergonzado por ser un tanto grosero y ni siquiera preguntarle antes si podía, tan solo las palabras salieron de mi boca y no las calculé.

Siendo las nueve de la mañana el menor de los hombres Potter se levantaba sin ningún ánimo de existir en ese mismo momento, un bostezo se apodera de su expresión facial indicándole que podría seguir durmiendo o levantarse a hacer algo útil aquella mañana ¿Avanzar con sus estudios?¿Quizás entregar un rato?¿O buscar a Pius para molestarle un instante? A medida que una idea venía tras otra en su cabeza, se le hacía más atractivo el salir de su cama, por lo que agarra la primera camiseta verde y un pantalón negro, dándose una ducha rápida y colocandose finalmente el atuendo que tenía despreocupado para ese día. Sale del dormitorio de hombres de la común de Slytherin, siendo lo primero que veía la sala común, con la luz que primero era filtrada por el agua del lago negro y luego entraba al interior de la habitación por las ventanas. El rugir de su estomago delato el hambre que tenía, frente algunos de su compañeros de cursos menores, sus mejillas adquiriendo una ligera tonalidad roja por el rubor de la vergüenza.

Toma camino al gran comedor, saliendo de las mazmorras de Hogwarts en dirección a los pisos superiores. Cruzaba por la enorme puerta principal, recorriendo el pasillo central mientras saludaba con una cálida sonrisa a sus demás compañeros, siendo o no de su casa. Finalmente tomando asiento frente a una de las fogatas en la mesa que se encontraba por debajo de las banderas de una serpiente en verde y plateado. Agarrando con total confianza uno de los muffin de calabaza que se encontraba en una fuente cerca suyo, dandole los primeros mordiscos a la masa, saboreando el sabor de esta en su boca. Sorprendiendose por la aparición repentina de Ed al lado suyo ¿El chico ya habrá hecho el curso de aparición o qué?.

-Ofaaa!Si obfio fime, fanos fa´lla- Decía con un muffin atravesado en la boca, por lo que no podía modular mucho que digamos. Negando con la cabeza a la pregunta del Ravenclaw mientras que sentía como la masa del muffin pasaba por su garganta con una ligera dificultad.- Eh que tenía hambre, perdón. Ahora si.- dice, sonriendo dejando ver un poquito de masa en su canino superior, cerrando rápidamente la boca la darse cuenta de aquello. - No te preocupes, no tengo nada que hacer. Me vas contando en el camino.- Afirma, tomando un segundo muffin para llevárselo para el camino, levantándose del asiento y esperando que el chico le acompañara.

Él estaba comiendo y eso hizo que no se le entendiera casi nada de lo que salió de su boca, segundos después de que le formulara esa pregunta un tanto apresurada. Lo miré con los ojos bien grandes y una mueca de "no te estoy entiendiendo nada". El muffin que había tenido en su boca, se ve que ya se había diluido por completo y ahora si, se podía entender un poco mejor lo que me estaba diciendo. -Se nota- dije mientras observaba como este se relajaba y hablaba con claridad. -Creo que yo haré lo mismo- tomé un muffin y se lo enseñé -Para el camino- dije mientras comenzaba a caminar -Vamos- le hice un gesto con la mano para que me siguiera.

Nuestro camino hacia el campo de quidditch, si bien no era largo, tampoco era que debíamos llegar con mucha rapidez. Tomarnos nuestro tiempo, para poder saborear con tranquilidad de ambos muffin, era algo que no se debía dejar pasar. -Esto si que es vida, creo que una de las cosas que mas me gusta de Hogwarts, son sus comidas, en Beauxbatons no es igual, si nos hacen un gran banquete pero no se compara con este colegio, ustedes si que se dan una buena vida eh- dije mientras metía el segundo y último pedazo de muffin en mi boca, tragué, sin apurarme siquiera, para luego poder decirle -La verdad es que te invito a que me acompañes al campo de quidditch, mas que para decirte algo en concreto, no te molesta, o si?- le pregunté con un tanto de timidez, sabía que lo llevaba con una premisa un tanto falsa, pero bueno...

Albus era compañero de clase y me caía muy bien, por lo que hablar con él, no era de mi desagrado, y es que soy una persona un tanto especial, que no se suele dar con muchas personas... Tengo un carácter que muchos dicen es "adorable", mas suelo mostrarme un tanto raro con las personas, mas que raro, se podría decir que cerrado... una especie de mecanismo de "defensa"...

Pasito a pasito, suave suavecito... digo, paso a paso iban camino al campo de entrenamiento de Quidditch, dando mordiscos al muffin que se había llevado para el exterior del castillo mientras que escuchaba con atención al Ravenclaw, asintiendo de vez en cuando tenía la boca ocupada con el desayuno. - ¿Extrañas allá?.- Preguntaba alternando la vista entre sus pasos y la mirada del chico, siempre que podía distraerse sin chocar con algo, que todos sabemos los propenso que es Severus para terminar en San Mungo. -Si, lo mejor es que los elfos tienen una excelente mano para cocinar. Definitivamente Hogwarts es mucho mejor, a parte que estoy yo aquí para ti.- Dice, con una sonrisa de medio lado, antes de llevarse el último pedazo de muffin a la boca, masticando mientras seguía caminado al lado del moreno.

La planicie que se encontraba rodeado de muros, daba lugar al campo de entrenamiento, a pesar de ser su sexto año en el colegio de magia y hechicería seguía sorprendiendo por la arquitectura de aquel imponente castillo que se alzaba desde hace siglos. Su vista y atención regresan a su amigo cuando este le confiesa el porque quería hablar con tanta privacidad. - ¿Por qué me molestaría? Sabes que me puedes contar lo que quieras, Ed.- Comenta con una sonrisa sincera y aquel tono de voz que entregaba seguridad, confianza en las personas que le escuchaban. Y es que era de todo corazón lo que estaba diciendo, esperaba que el Ravenclaw supiera que Albus siempre se encontraría allí para lo que el necesitara, después de todo por algo en uno de las personas más cercanas que tiene en el colegio.

Y de pronto, entre tanto caminar y caminar, vino esa pregunta que si bien podía decirse, que no era incómoda, realmente lo era. No sabía bien como contestar a esa pregunta, porque es obvia la respuesta, pero a la vez se te vienen otras cosas a la cabeza, que al fin y al cabo, no la hacen tan evidente como uno cree. -Es algo raro de decir, si te soy sincero... Lo extraño porque es mi país y es mi "vida", por así decirlo, pero me gusta mucho estar en Hogwarts, creo que el cambio le hace bien a todos-.

Esperaba que Albus me haya entendido, ya que muchas veces me enredaba en mis palabras, y ni yo me terminaba entendiendo. Pero todo cambió radicalmente, cuando Albus dijo esas palabras, no pude hacer otra cosa que tirarme sobre él y abrazarlo con mi brazo sobre su cuello -Lo sé y es por eso que me gusta también estar en este colegio, encontré gente de extrema calidad, hasta te diría que son todos tan distintos acá que me podría quedar para terminar definitivamente el colegio- le esbocé una gran sonrisa de oreja a oreja.

Paso a paso íbamos llegando a nuestro destino y el colegio ya quedaba un tanto atrás, mas que nada se podía divisar que el campo de Quidditch ya estaba en nuestras narices prácticamente. Una sonrisa que se dibujaba en la cara de Albus era lo que necesitaba para que le hablase con total sinceridad -Debo de practicar algo de Quidditch y estoy necesitando un poco de práctica, si no quieres, voy a entenderlo y puedes regresar a lo que quieras hacer- le dije con un tono un tanto apesumbrado, ya que tal vez esos no eran sus planes y no querría darme algún que otro tip para que pueda seguir en el equipo de Quidditch, si bien en Beauxbatons ya jugaba, las cosas en cada escuela cambian un poco...

Tal vez había tocado una fibra sensible o no tuvo la oportunidad de meditar sobre lo que estaba sintiendo el chico. A veces simplemente no reflexionaba en las cosas que decía y la lengua era más rápida que su cerebro, definitivamente tenía algunos valores de la casa de Salazar y otros que escaseaban completamente en Albus. -Te entiendo, aunque tu estás mucho más lejos de tu casa. Y claro que los cambios son buenos, te sirven para aprender muchas cosas, no solo del colegio.- Afirma con mucha efusividad, sin esperarse el abrazo repentino que su mejor amigo le daba en ese momento. Respondiendo con la misma energía, en un principio también colocando su brazo por encima del hombro del Ravenclaw, sin embargo, el moreno le sobrepasaba unos cuantos centímetros de altura por lo que opta por seguir caminando junto con al chico, su brazo rodeando la cintura de Rousseau.

-Ojalá tuvieras la oportunidad de quedarte, habría que hablar con el director seguramente... o extender los papeles en el ministerio, tal vez mi papá pueda ayudarnos o quizás...- El pequeño Potter se estaba ilusionando con la idea de mantener al chico cerca suyo y en el castillo. Detiene su entusiasmo repentino, cambiando su expresión alegre a una más seria. Los labios del Slytherin formando una línea recta mientras que miraba sus pies avanzando junto con los de Ed, estaban sincronizados inconscientemente y aquello le divertía un poco, por lo que recupero levemente la sonrisa que lo caracteriza.- O quizás te puedo ir a ver una vez al mes.- dice, volviendo a fijar la mirada en los ojos del chico.

Claro que la mirada se le inunda de emoción al escuchar la propuesta del chico, asintiendo rápidamente. -Obvio que podemos entrenar juntos, considera que seré tu capitán durante esta tarde. Tendrás que hacer todo lo que yo te diga.- bromea, dejando escapar una risa antes de sacar la varita. -Accio Escobas.- dice, apuntando con la varita a dos escobas que se encontraban reposando sobre uno de los muebles donde los guardaban. Rápidamente acercándoselo estas y atrapándolas cada uno con una mano, no por algo era el guardián de su equipo.Se posiciona, dejando la escoba entre sus piernas y tomando con firmeza el palo de esta para comenzar a suspender en el aire a unos cuantos centímetros del suelo.- Venga, súbete y comenzamos a practicar. Cuando me castigaban, mi mamá me obligaba a jugar con ella Quidditch.- Decía mientras comenzaba a tomar algo más de altura, inconscientemente ubicándose frente a los tres aros, después de todo era costumbre en su posición dentro del juego.- ¿Qué posición juegas?¿O eres versátil, Ed?.- decía con una ligera risa, indicándole al chico con la mano que sacara la Quaffle del maletín, aprovechando que aun no había empezado a volar.

La idea de quedarse, estaba en mis planes y si bien lo que Albus me ofrecía era tentador, no hacía falta realmente. El tener padres que estaban involucrados en el ministerio de magia, por el intercambio de culturas, me "facilitaba" algunas cosas que tal vez a otros no. Un sonrisa se dibujó en mi boca, porque lo que decía el pequeño Potter, le agradaba mas de lo que se podía imaginar -Busi, te voy a decir la verdad, lo que me decís me alegra pero.... como no te imaginás, yo se que tienes una gran amistad con Scorpius y tal, además que se conocen desde que ingresaron en el colegio, aunque tenemos que tener en cuenta, que en este último tiempo estamos mas cerca de lo que nunca estuvimos, es una linda amistad que no quiero perder y por lo tanto hablaré con mis padres, para ver si es posible que me quede acá para terminar los estudios, porque ellos solo van a estar por este año trabajando en Inglaterra-.

Eso me hizo pensar por un momento que tal vez me iba a tener que separar de Hogwarts, de todas esas bellas amistades que encontré en dicho colegio y también de personas que sinceramente no qería que se fueran de mi vida.

Albus estaba listo para poder ayudarme con el Quidditch y yo también lo estaba; cuando llamó ambas escobas, tomo la mía y lo miro fijamente, algo serio sinceramente. Lo ví elevarse en el aire y antes de que yo pudiera empezar a hacer lo mismo, me pidió la Quaffle. LA tomé y la escoba comenzó a tomar vuelo. -Por lo general soy el buscador de Beauxbatons, pero es que también me gusta jugar en otras posiciones, pero siempre al ser el que mejor se encargaba de atrapar la Snitch dorada, pues es obvio que no me van a querer poner en otra posición, a menos que otro jugador falte, por lo que me gustaría, si es que puedes, enseñarme a moverme en otras posiciones- dije mientras jugaba con la Quaffle pasándola de mano en mano, esperando que Albus me diera algunas instrucciones.

-Soy todo tuyo Busi- dije mientras lo miraba desafiante, estaba listo para cualquier cosa que Potter me pudiera decir, al fin y al cabo, era a lo que íbamos...

¿Scorpius Malfoy? El rubio se estaba volviendo un recuerdo difuso en su cabeza, era verdad que lo consideraba dentro de una de sus amistades más cercanas... Podría decirse que había superado esa brecha y por lo mismo fue lo que precipito a Albus a tomar un pequeño paso atrás y darle la soledad de la cual disfrutaba el heredero de la familia Malfoy. Tocar aquel tema no era lo mejor para el pequeño Potter en ese mismo momento, algo que se pudo notar en su expresión al formarse una mirada sin el brillo que caracterizaba los ojos del chico, el único de sus hermanos que los había heredado de su padre y de su abuela. Desviando la mirada un instante para tener la oportunidad de inhalar aire y controlar un poco esa sensación de opresión en el pecho que no le dejaba respirar bien. -Si bueno... Scorpius esta algo enfocado en los EXTASIS y esas cosas, la última vez que hablamos no sabía bien que hacer luego del colegio entonces prefiere estudiar y tener todas las posibilidades abiertas.- dice sin más, con un aire de desinterés en su tono voz. -Pero lo importante es seguir hablando... o enviando lechuzas. Si te quedas aquí puedes venir a mi casa para las fiestas o nos quedamos juntos en Hogwarts.- Y soltaba y soltaba más ideas que atravesaban su mente en ese instante. Tendría que plantearse seriamente aplicarse a si mismo un Silencius.

Escuchaba atento al chico, mientras que meditaba lo que podrían practicar para que su amigo aprovechara de practicar todas las posiciones posibles (?). Tras una ligera lluvias de ideas que estaba teniendo en aquel momento, fue que se ilumino finalmente.- Ya sé que puedes intentar, mi papá lo ocupo algunas veces cuando era Buscador y mi mamá le encantaba hacerlo de cazadora.- Comenta, mientras que hacer fuerza en los brazos para tomar un ligero impulso inicial, poniendo ambos pies encima de la escoba, alzando los brazos y extendiendolos para conseguir equilibrio, finalmente quedando de pie encima de la escoba.- Te sirve para tener ambas manos disponibles para atrapar alguna Quaffle y tienes un poco más de libertad que quedarte sentado en la escoba, pero tienes que tener cuidado.- Dice, mientras va descendiendo lentamente para disminuir la distancia de caída en caso de que a alguno de los dos perdiera el equilibrio.

-Lo otro que también puedes prácticar y que yo ocupo mucho como guardián, es esto.- Dice, dando un ligero salto aun parado sobre la escoba, para que posteriormente sus piernas se engancharan de la escoba por la zona de los muslos, quedando colgado boca abajo como si de un mono de tratara.- Si vas a hacer esto tienes que intentar quedar lo más al centro de la escoba posible, porque o sino el desbalance de peso puedes hacer que te caigas.- comenta, todo mientras aun sigue boca abajo, sintiendo como la presión dentro de su cabeza aumentaba lentamente debido a la cantidad de sangre que llegaba por estar hacía abajo.- Venga, suelta la Quaffle e intenta la primera, yo estaré abajo por si te...- "caes", esa palabra tenía que terminar aquella frase, pero no esperaba sus piernas se resbalaran de la escoba y posterior, solo sentía ese vació en el estomago mientras descendía a gran velocidad había el suelo. Un sonido fuerte de un choque seguido de un quejido estruendoso, fue lo último que se alcanzó a escuchar. Ladeo su cuerpo en mitad de la caída para recibir el impacto en su brazo ¿Se habrá fracturado...? No sería Albus Severus Potter si no terminaba en San Mungo. -No, no, no.... No quiero una crecehuesos.- Que esa poción sabía peor que los primeros intentos de James de cocinar. ¿Gritar de dolor por el golpe? No, para ese año en Hogwarts estaba seguro que gran parte de su sangre se había vuelto poción revitalizante, con todas las incalculables veces que había terminado en la enfermería.

Lo que le había dicho, le tocó en cierto punto y eso no estaba bien, ahora ya era tarde para disculparse y creí que lo mejor, era seguirle el juego y no preguntarle más sobre el asunto, mejor callado que volver a meter la pata con algo que saliera de su boca y no fuera apropiado para el momento -Entiendo....- no dije mucho más y le asentí sobre el tema de las fiestas, era donde más melancólico me ponía ya que eran momentos para estar en familia, pero parte de mi crecimiento era el estar lejos de mi esta, separar esa brecha tan grande que uno forma desde pequeño -Sería divertido quedarnos en Hogwarts y disfrutar de lo que hacen en el colegio, no te parece? creo que enviaré una lechuza a mis padres para que envíen a mi hermana a visitarme para esas fechas y disfrutar los tres, con tus hermanos también- esperaba a ver resuelto ese tema que le incomodaba a mi amigo y que dejara de hablar también, ya que se notaba por demás que estaba nervioso.

Traté de imitar a la perfección los movimientos que me indicaba Albus, pero la verdad era que por una extraña razón que no entendía bien, ya que el Quidditch era algo que lo practicaba desde antes de ingresar al colegio, me sentía bastante inseguro y eso se reflejaba en mi rostro, notaba preocupación y a la vez algo de miedo. Las razones eran obvias, si bien en Beauxbatons estaba en el equipo, en Hogwarts era todo lo contrario, pero quería volver al ruedo y probarme para ver si quedaba dentro del equipo de mi casa, aunque fuera por uno o dos años siquiera.

Intentado que todo saliera bien y viendo como mi amigo se caía de la escoba sin remedio alguno, no lo pensé dos veces y descendí con esta para ir a ver como se encontraba. Bajé de esta a toda velocidad y me acerqué a su cuerpo. No quería moverle demasiado para no causarle dolor -¿Estás bien? prefieres que llame a alguien o te llevo yo mismo a la enfermería....- dije en tono de pregunta y luego le observé el brazo que estaba fracturado -Eso necesita de atención inmediata, así que tienes que decidir ahora- dije en tono de sentencia final, ó lo llevaba yo ó alguien más.

Movía con sutileza el brazo que había impactado con el suelo, sintiendo un ligero pinchazo en la zona del hombro cuando hacía determinados movimientos. El ligero dolor que experimentaba se demostraba en su expresión, cerrando los ojos y apretando la mandíbula para evitar tomar la decisión de amputarse el brazo en ese instante. Ve a Edmond descender rápidamente en la escoba. -Si, no te preocupes, suele pasar.- dice para intentar calmar la preocupación que tenía el Ravenclaw en ese momento, claro que ante un pequeño movimiento que hizo Ed, solo logró ahogar un quejido que no alcanzaba a disimular para el chico, por lo que deja escapar una ligera sonrisa como "Yo no rompí ningún plato... o hueso".

Nunca le había visto a Ed tener aquella actitud tan seguro, incluso llevaba a darle algo de nervios verlo con tal determinación, aunque no sabía si era lo mejor que el pequeño Slytherin tomará la decisión, debido a que ya se le había pasado la analgesia por la adrenalina del momento. - Yo... ehm... supongo que es mejor que me acompañes, no quiero hacer mucho show por esta tontería.- Que si, que fracturarse el brazo para él era bastante tonto. Se levanta del suelo, pidiendo la ayuda del chico para levantarse, levantando la varita para conjurar un Episkey en la lesión del brazo, para disminuir un poco la molestia.- Venga, vamos por una crece huesos, que es lo que mejor me hace.- Que si, el conocía como tratarse la millones de fracturas, golpes, hemorragias que recibía. No por algo tenía intención de volverse Sanador. Comienzan a caminar en dirección a la enfermería, con el Ravenclaw al lado suyo.