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AÑO 2019 Vivimos en una época donde hay pocos que se hacen llamar: Sangre Limpia. Y esto no es por una extinción de los mismos, sino más bien porque nadie se reprocha que tipo de sangre son. La igualdad ha avanzado ampliamente en cuando a los derechos de los nacidos de Muggles. Hasta ahora no existe ningún movimiento conocido en contra de los hijos de seres no mágicos, por supuesto a excepción de uno que otro vándalo racista como comúnmente han existido por siglos. Sin embargo el que la gente se confié de la paz es un error: ¿Quién sabe cuando moverán la reina roja y harán un Jaqué Mate inesperado? {Leer más}
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If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
2 participantes
Hogwarts y Tú :: Exteriores :: Jardines
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Estaba caminando muy relajado y tranquilo por el patio de aquel lugar, la verdad era que no tenía ni la más mínima gana de estar allí, eso era así de simple y no era muy difícil de entender o de asimilar. Si me preguntaban el porqué, básicamente podría decirles que es la poca familiaridad con aquel lugar, además no era mucho de mi agrado todo aquel genterio de desconocidos que iban de un lado para otro, no es que molestara mucho la gente en general, sino mas bien algunas de sus reacciones o actitudes. Pero también porque entre tanta multitud uno no podía conseguir aunque fuera un mínimo de tranquilidad, ni siquiera en las habitaciones porque estaban sobre pobladas de estudiantes, por eso del gran evento y toda la palabrería, todos pensaban muchas cosas pero evidentemente a nadie se le pasaba por la cabeza el tema de la comodidad de todos nosotros, total eso era lo de menos, nos amontonaban a todos y ya. Quizás podía ser que en algunas cosas me pusiera un poco más pesado que en otras, me gustaban las fiestas, me gustaba divertirme y evidentemente frente a todo lo del torneo y demás cosas como esas no faltaban en ningún momento, ningún dia, había que ser sinceros en que ese podía ser uno de los lados positivos. Pero yo no solamente tenía ese tipo de visión de las cosas, también tenía mis momentos en los que quería estar solo, quería relajar, quería ser simplemente yo con tranquilidad sin nadie que estuviera jodiendo al mi alrededor y casos como estos eso era bastante complicado. De suerte por tanto andar de un lado para otro en aquel lugar, caminar y caminar, hablar con algunos otros o otras de las estudiantes de allí, fui conociendo lugares un tanto menos recorridos por el resto del alumnado porque bueno, los visitantes no los conocían y porque para los de allí les resultaba lejos o se olvidaban en su mayoría, entonces en momentos solía usar esa información para mi beneficio y no terminar mal.
Una vez había escuchado a alguien o algunas varias personas decir algo así como que todos los colegios eran iguales, definitivamente el que había dicho eso estaba en un muy mal estado o tenía ganas de decir puras gansadas, algo así como hablar por hablar ya que es gratis. Evidentemente eso no era para nada así, podrías llegar a encontrarle una pequeña, pero eso muy diminuta similitud en algunos aspectos entre colegio y colegio, pero iguales no es más las similitudes las sacabas después de estar días allí. Nunca hasta esos momentos pensé que diría por mi cabeza se pasarían tantas ganas de volver a Hogwarts, extrañaba mi cama, mis lugares, hasta porque no la cara de viejos pero conocidos profesores y todas esas cosas que estando años allí uno ya sentía tan familiar. Era algo así como que nuestra casa, porque pasábamos la mayor parte del año allí y si los que recién estaban en los primeros años podían llegar a decir algo como eso, ni hablar yo que ya estaba en mis últimos o más bien ultimo, pero bueno eso no lo veía desde ese punto de vista antes, cuando estaba allá quería que terminaran rápidamente las clases y ahora que estaba en otro lugar quería volver a allá. Esos arranques se me daban solo de momentos, en esos ratos que buscaba la tranquilidad, relajarme y esas cosas, porque tampoco iba a mentir en los momentos de fiesta o de diversión o así la pasaba muy bien. El ser alguien prácticamente anónimo entre tanta multitud te dejaba abiertas muchas oportunidades o libertades de hacer montones de cosas desde ese lugar; con los chicos podíamos salir a molestar tranquilos, a hacer bromas divertidas y todas esas cosas total después nos perdíamos entre la multitud y ya ni nos encontraba, otro punto bueno era el plantel femenino, con el cual yo en esta ocasión prefería guardar un poco de distancia en algunos aspectos y así, pero lo hacía sin problema alguno, porque consideraba tener cosas más importantes. Si era muy raro pensar y analizar eso varias veces porque era como espera, que me hicieron o bueno que le hicieron a parte de mi cabeza y mis pensamientos que yo podía llegar a ese tipo de conclusiones así, sin mucho más. Pero bueno es básicamente como dice, en la vida todo tiene un porqué y si uno encuentra ese motor de respuestas, ese porque tan fuerte, lo demás sí que quedaba completamente perdido y aislado, no había otra cosa en esos momentos que te hiciera cambiar de parecer cuando tenias con tanta claridad cuál era el porqué, que te movía a llevar a hacer tantas cosas.
Seguía caminando por esa especie de parque o patio que tenía el colegio, esquivando a la gente pero al mismo tiempo era que bloqueaba mi cabeza o más bien mis oídos para que todo los murmullos de la gente que estaba por los alrededores no me terminara dando un dolor de cabeza, además me fastidiaba. No encontraba muchas caras conocidas entre todo aquel genterio y estaba un poco aburrido, porque necesitaba hacer algo para distraerme, despejarme y ese tipo de cosas para no seguir con esos ánimos. A unos cuantos metros de donde yo estaba, había una chica tirada en el medio del pasto, estaba media moribunda llegue a pensar en algunos momentos y observe como el resto de las personas que estaban allí la miraban, con la cercanía pude ver que evidentemente era una chica Hogwarts por sus ropas y todo eso, pero eso no era lo que más me llamaba la atención, algo en ella me era familiar y no hizo ni falta ni verle la cara para saber de quién era que se trataba. Di un par de empujones a alguno que otro, que andaba mirando de más y me acerque hasta donde estaba ella por uno de los costados, por lo que note ya se había sentado, pude notar que estaba mirando la rosa y medio sonreí de lado, me acerque un poco mas y le mordí la mejilla todo divertido.
Una vez había escuchado a alguien o algunas varias personas decir algo así como que todos los colegios eran iguales, definitivamente el que había dicho eso estaba en un muy mal estado o tenía ganas de decir puras gansadas, algo así como hablar por hablar ya que es gratis. Evidentemente eso no era para nada así, podrías llegar a encontrarle una pequeña, pero eso muy diminuta similitud en algunos aspectos entre colegio y colegio, pero iguales no es más las similitudes las sacabas después de estar días allí. Nunca hasta esos momentos pensé que diría por mi cabeza se pasarían tantas ganas de volver a Hogwarts, extrañaba mi cama, mis lugares, hasta porque no la cara de viejos pero conocidos profesores y todas esas cosas que estando años allí uno ya sentía tan familiar. Era algo así como que nuestra casa, porque pasábamos la mayor parte del año allí y si los que recién estaban en los primeros años podían llegar a decir algo como eso, ni hablar yo que ya estaba en mis últimos o más bien ultimo, pero bueno eso no lo veía desde ese punto de vista antes, cuando estaba allá quería que terminaran rápidamente las clases y ahora que estaba en otro lugar quería volver a allá. Esos arranques se me daban solo de momentos, en esos ratos que buscaba la tranquilidad, relajarme y esas cosas, porque tampoco iba a mentir en los momentos de fiesta o de diversión o así la pasaba muy bien. El ser alguien prácticamente anónimo entre tanta multitud te dejaba abiertas muchas oportunidades o libertades de hacer montones de cosas desde ese lugar; con los chicos podíamos salir a molestar tranquilos, a hacer bromas divertidas y todas esas cosas total después nos perdíamos entre la multitud y ya ni nos encontraba, otro punto bueno era el plantel femenino, con el cual yo en esta ocasión prefería guardar un poco de distancia en algunos aspectos y así, pero lo hacía sin problema alguno, porque consideraba tener cosas más importantes. Si era muy raro pensar y analizar eso varias veces porque era como espera, que me hicieron o bueno que le hicieron a parte de mi cabeza y mis pensamientos que yo podía llegar a ese tipo de conclusiones así, sin mucho más. Pero bueno es básicamente como dice, en la vida todo tiene un porqué y si uno encuentra ese motor de respuestas, ese porque tan fuerte, lo demás sí que quedaba completamente perdido y aislado, no había otra cosa en esos momentos que te hiciera cambiar de parecer cuando tenias con tanta claridad cuál era el porqué, que te movía a llevar a hacer tantas cosas.
Seguía caminando por esa especie de parque o patio que tenía el colegio, esquivando a la gente pero al mismo tiempo era que bloqueaba mi cabeza o más bien mis oídos para que todo los murmullos de la gente que estaba por los alrededores no me terminara dando un dolor de cabeza, además me fastidiaba. No encontraba muchas caras conocidas entre todo aquel genterio y estaba un poco aburrido, porque necesitaba hacer algo para distraerme, despejarme y ese tipo de cosas para no seguir con esos ánimos. A unos cuantos metros de donde yo estaba, había una chica tirada en el medio del pasto, estaba media moribunda llegue a pensar en algunos momentos y observe como el resto de las personas que estaban allí la miraban, con la cercanía pude ver que evidentemente era una chica Hogwarts por sus ropas y todo eso, pero eso no era lo que más me llamaba la atención, algo en ella me era familiar y no hizo ni falta ni verle la cara para saber de quién era que se trataba. Di un par de empujones a alguno que otro, que andaba mirando de más y me acerque hasta donde estaba ella por uno de los costados, por lo que note ya se había sentado, pude notar que estaba mirando la rosa y medio sonreí de lado, me acerque un poco mas y le mordí la mejilla todo divertido.
Santiago I. Vranken- Slytherin
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Sabía que algo, alguna repercusión iba a traer en ella el que la mordiera y no precisamente de las buenas para ser concretos, quizás por culpa de eso me ganaba algunos “golpes” o cosas así, porque si había que hablar con sinceridad ella tenía la mano un poco suelta, ante todo ya aprovechaba y te metía alguno que otro golpe. Tenía que estar con la guarda en alto esperando a cualquier cosa, pero también tenía que reconocer que era divertido chicanearla un poco para que saltara y así, porque por lo que la conocía siempre salía con alguna locura y era de verdad genial, hacia pasar un momento bien divertido. Sabía todo esto porque ya lo había pasado otras veces, porque solía molestarla de esa forma, porque fue así desde un primer momento y no tan solo desde mi lado, sino también del de ella, porque algunas veces era ella la que empezaba con todo y otras la que lo seguía, por eso me animaba a jugar de esa forma. Y justamente fue así como yo me lo esperaba vino el golpe por parte de ella, pero en esta ocasión no había sido con la mano sino con una especie diario o algo así, al sentir la tapa me sobe un poco la cabeza y luego le di un golpe flojo en el hombro. – Si, pero el “hola” va después y a vos los tunos no te enseñaron a no dar de diariazos en la cabeza de la gente? – Se ríe divertido sentándose a la par de ella, volviéndose a pasar la mano por donde ella le había dado con el diario hacia unos pocos momentos atrás. Me resulto un poco cómico que sacara un espejito de la nada para verse como le había quedado, pero bueno sabía que eso era algo que solían llevar consigo las mujeres. – Gracias, no es la primera vez que me lo dicen, aunque suelo escucharlo en otro contexto, y si lo sé, además de eso cada que nos vemos vos te encargas de resaltarlo, solo que tendríamos que ver si nos hacen dos por uno o algo así. – Rodé los ojos e hice una mueca de lado divertida, claro si ella me mandaba a mí a que me revisara, ella perfectamente podría venir conmigo, no era que los dos estuviésemos muy alejado el uno del otro en nuestros niveles de locura, más bien todo lo contrario. Por lo que yo había aprendido de ella o por lo que ella me había mostrado, los dos teníamos varias cosas en común éramos súper impulsivos, en varias ocasiones porque no un tanto chistosos, no nos molestaba decir algo por más que al otro le molestara escucharlo y que no nos importaba lo que dijera el resto. Si uno se ponía a analizar todas aquellas cosas y algunas que otras más, era en verdad interesante, pero la verdad era que no era el momento para detenerme a pensar en cosas como esas. Al verla hacer todas aquellas cosas me quede mirándola y me pregunte por unos segundos, con qué cara era que ella me mandaba a analizar y por pensar esto solté una leve risa y casi al mismo momento me mordió, para luego salir corriendo, era una locura total.
Me pase la mano por la nuca y la mire levantando una de mis cejas sorprendido por su comentario y luego sonreí de lado de una forma quizás un tanto maliciosa, porque unas ideas hermosas habían venido a mi mente, me encantaba cuando me decías con las cuales yo podría retrucar ante sus palabras y esperar a ver cuál sería su reacción ante estas. - ¿Novia? No, para nada, y bueno lo otro no parecía cuando nos fuimos de viaje, a no espera cierto que vos escapaste así como que muy rápidamente, ¿acaso tuviste miedo? –Volví a reírme por sus comentarios, es que era imposible no hacerlo frente a salidas como esas, por eso era que me encantaba tener este ida y vuelta de salidas con ella, porque eran muy divertidas y porque podían decirse cualquier cosa. – Conste que por tus salidas yo llego a estas conclusiones, pero bueno buscare la manera menos mmm… “animal” de decirlo… a ver acércate un poco así te digo. – Me mordí un poco el labio inferior y rodé los ojos, al mismo tiempo como que medio sonreía, eso solía pasar, a veces uno pensaba algunas cosas y creía que sonarían en verdad geniales, pero terminaba siendo algo erróneo y nada que ver cuando lo terminaba diciendo. Pero bueno esos solían ser los riesgos que uno corría en estos idas y vueltas tan rápidos que solíamos tener nosotros. – Son cosas que pasan, bien todo bien, yendo y viniendo tranquilo, como siempre y vos que tal? – Dije un tono más relajado y distendido.
Me pase la mano por la nuca y la mire levantando una de mis cejas sorprendido por su comentario y luego sonreí de lado de una forma quizás un tanto maliciosa, porque unas ideas hermosas habían venido a mi mente, me encantaba cuando me decías con las cuales yo podría retrucar ante sus palabras y esperar a ver cuál sería su reacción ante estas. - ¿Novia? No, para nada, y bueno lo otro no parecía cuando nos fuimos de viaje, a no espera cierto que vos escapaste así como que muy rápidamente, ¿acaso tuviste miedo? –Volví a reírme por sus comentarios, es que era imposible no hacerlo frente a salidas como esas, por eso era que me encantaba tener este ida y vuelta de salidas con ella, porque eran muy divertidas y porque podían decirse cualquier cosa. – Conste que por tus salidas yo llego a estas conclusiones, pero bueno buscare la manera menos mmm… “animal” de decirlo… a ver acércate un poco así te digo. – Me mordí un poco el labio inferior y rodé los ojos, al mismo tiempo como que medio sonreía, eso solía pasar, a veces uno pensaba algunas cosas y creía que sonarían en verdad geniales, pero terminaba siendo algo erróneo y nada que ver cuando lo terminaba diciendo. Pero bueno esos solían ser los riesgos que uno corría en estos idas y vueltas tan rápidos que solíamos tener nosotros. – Son cosas que pasan, bien todo bien, yendo y viniendo tranquilo, como siempre y vos que tal? – Dije un tono más relajado y distendido.
Santiago I. Vranken- Slytherin
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Bueno efectivamente si es que le habían enseñando todas esas cosas, ella fuera por el motivo que fuera no lo había aprendido o bien si es que si lo había aprendido, no había decidido incorporarlo en su actitud, en su forma de ser y a su estilo de vida. Pero eso era cuestión de cada uno, yo estaba totalmente de acuerdo con que si bien cada familia, más que nada padres y mayores tenían que transmitir eso de las cosas básicas y toda la cosa, pero también estaba en uno elegir qué cosas era que iba a incluir y a adaptar a su estilo. Eso era parte de lo que nos hacia ser tan particular a cada uno de nosotros que teníamos la capacidad de decir que cosas éramos las que queríamos y cuales las que no. Cada personalidad era distinta había desde mi punto de vista algunas que eran mejores que otras, por sobre todo las de las personas que eran distintas, y ella tenía eso, ese carácter tan particular, tan especial y distinto que era tan llamativo, eran de las cosas que me podían de ella. Además fuera por lo que fuera ella siempre encontraba la forma en sobre saltar ante cualquier circunstancia y tratar también de quedar de la mejor forma posible aunque contra todo pronóstico eso fuera prácticamente imposible, no importaba él como siempre encontraba la forma de zafar y por más que uno no creyera mucho en esas cosas, ella seguía con la corriente de que tenia la razón y que las cosas eran tal cual como ella las decía, no había forma de cambiar eso. Era súper cabeza dura, pero tampoco podía decir y quejarme mucho con respecto a eso porque a mí me pasaba lo mismo, porque simplemente yo era igual en ese aspecto, súper cabezón cuando tenía algo en mente era muy difícil por no decir prácticamente imposible que cambiara de opinión o parecer con respecto a lo que tenía en mente. Por eso era que siempre entrabamos en disputa y teníamos esas “peleas” tan particulares en las que ninguno de los dos quería dar el brazo a torcer y seguíamos con la nuestra hasta el final entonces era una cosa de nunca acabar en la que siempre salían temas nuevos sobre los que teníamos temas distintos. – Claro, eso me consta sos de agredir fácilmente con lo que quiera que tengas a mano, soy una víctima bastante frecuente de esos impulsos violetos tuyos. Hasta he recibido amenazas con cucharitas de plástico, atentados con bolitas de papel y demás. – Dije en un tono de broma y victimizando todo un poco más de la cuenta, porque si bien era verdad lo que yo había dicho que ella siempre que tenía la posibilidad me golpeaba como lo primero que tuviera a mano y no solo una vez, tampoco era que me importara o me sintiera lastimado, solamente hacia todo ese “show” para molestarla un poco y también para jugar con ella, porque era por demás divertido. Ni hablar cuando lograba aunque fuera por unos pocos segundos sacarla de sus casillas o hacerla enojar un poco, eso en verdad que era divertido y valía la pena ver, por mas golpes que me ganara por este motivo eso era lo de menos, eran detalles si es que se tenían en cuenta los resultados y lo gracioso que podría llegar a ser todo como en la mayoría de los casos. Ella era una locura, toda ella era una gran locura andante, que iba y venía haciendo lo que quería o lo que aparentaba querer, porque en más de una ocasión me había tocado constatar que no lo que sentía, quizás en ocasiones trataba de tapar algunas cosas para auto convencerse ella misma de que era eso lo que quería y no lo que sentía. Esa era otra de las grandes batallas que teníamos entre nosotras, porque yo siempre le decía lo mismo que ella se mostraba tan decidida pero había cosas en las que era evidente que no se arriesgaba, que no demostraba verdaderamente lo que quería, que no luchaba por eso y cosas bastante similares.
Allí estaba de nuevo tratando de escapar a lo que yo le estaba diciendo, tratando de librarse, de encontrar una salida los mas diplomáticamente posible o no para salir de todo aquello, no importara lo que fuera con tal de que la librara de aquello, así era ella y siempre había tenido las mismas reacciones desde que la había conocido aquella tarde en la heladería. Pensar en todo eso me trajo muchos recuerdos de aquella vez, todo había empezado cuando se me adelanto en la fila para hacer el pedido y yo por salvarla, porque algo dentro mío me indico que tenía que hacerlo para que no la matara la gente, algo raro en mi pero bueno ese día lo había sentido así y por eso la había ayudado. Luego de todo eso fue el recordado hecho de la cucharita de plástico, las bolitas de papel, todo lo que se comió y demás; pero por sobre todo el beso que por más que luego de que se hubiera separado me pegara, yo sabia y ella en lo más profundo también que me había seguido el beso, por más que no quisiera reconocerlo por todo el tema de su súper orgullo y toda la cosa de siempre, pero bueno, yo sabía perfectamente que era lo que había pasado y con eso me bastaba. – Si claro que tenias miedo, a que pasaran cosas que vos no queres reconocer que queres hacer, que tu cuerpito siente pero bueno yo reconozco que hay gente cobarde eso no es ninguna novedad, porque una cosa es aparentar y otra muy distinta cumplir del todo con la imagen que se muestra, hay mucha gente así. – Si ella quería guerra, guerra era lo que íbamos a tener usando todas las armas que tenia para su favor, yo también usaría las que tenia para ayudarme, además eso haría que la cosa sea mucho mas pareja y justa, además de más entretenida también. Sabía que con lo que le había dicho saltaría rápida y automáticamente a la defensiva tratado de atajarse, protegerse buscar otra cosa con la cual poder atacarme y demás que fuera a dolerme o molestarme tanto como lo que yo le había dicho, por más que fuera verdad, su orgullo era mucho más fuerte que todo eso. La estaba esperando para que viniera, para que se acercara y así poder ver si es que hacia algo que pusiera más interesante las cosas, tenía varios planes en mente pero tendría que hacer una buena lectura de toda la situación para ver cuál era la mejor de todas. Cuando la tuve en frente de mí mientras seguía escuchando todas sus amenazas y advertencia, la agarre para arrinconarla contra el árbol más cercano y mirarla fijo a los ojos. – Ya no hables tanto mujer, que conozco perfectamente de todo lo que sos capas…
Allí estaba de nuevo tratando de escapar a lo que yo le estaba diciendo, tratando de librarse, de encontrar una salida los mas diplomáticamente posible o no para salir de todo aquello, no importara lo que fuera con tal de que la librara de aquello, así era ella y siempre había tenido las mismas reacciones desde que la había conocido aquella tarde en la heladería. Pensar en todo eso me trajo muchos recuerdos de aquella vez, todo había empezado cuando se me adelanto en la fila para hacer el pedido y yo por salvarla, porque algo dentro mío me indico que tenía que hacerlo para que no la matara la gente, algo raro en mi pero bueno ese día lo había sentido así y por eso la había ayudado. Luego de todo eso fue el recordado hecho de la cucharita de plástico, las bolitas de papel, todo lo que se comió y demás; pero por sobre todo el beso que por más que luego de que se hubiera separado me pegara, yo sabia y ella en lo más profundo también que me había seguido el beso, por más que no quisiera reconocerlo por todo el tema de su súper orgullo y toda la cosa de siempre, pero bueno, yo sabía perfectamente que era lo que había pasado y con eso me bastaba. – Si claro que tenias miedo, a que pasaran cosas que vos no queres reconocer que queres hacer, que tu cuerpito siente pero bueno yo reconozco que hay gente cobarde eso no es ninguna novedad, porque una cosa es aparentar y otra muy distinta cumplir del todo con la imagen que se muestra, hay mucha gente así. – Si ella quería guerra, guerra era lo que íbamos a tener usando todas las armas que tenia para su favor, yo también usaría las que tenia para ayudarme, además eso haría que la cosa sea mucho mas pareja y justa, además de más entretenida también. Sabía que con lo que le había dicho saltaría rápida y automáticamente a la defensiva tratado de atajarse, protegerse buscar otra cosa con la cual poder atacarme y demás que fuera a dolerme o molestarme tanto como lo que yo le había dicho, por más que fuera verdad, su orgullo era mucho más fuerte que todo eso. La estaba esperando para que viniera, para que se acercara y así poder ver si es que hacia algo que pusiera más interesante las cosas, tenía varios planes en mente pero tendría que hacer una buena lectura de toda la situación para ver cuál era la mejor de todas. Cuando la tuve en frente de mí mientras seguía escuchando todas sus amenazas y advertencia, la agarre para arrinconarla contra el árbol más cercano y mirarla fijo a los ojos. – Ya no hables tanto mujer, que conozco perfectamente de todo lo que sos capas…
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Era verdad que yo había exagerado con eso de sus golpes y ataques, pero solo en la parte de la victimización porque de verdad que le gustaba eso de la agresión hacia mi persona y su típico comentario de feminista que no aguanta para salir a flote era la prueba más que justa para eso. Cualquier persona podría llegar a creer que yo era masoquista y ahora que me lo ponía a pensar, podría ser que en eso hubiera un poco de razón, ya que si a mí me gustaba pasar tiempo con ella y a ella andar repartiendo golpes la mayoría del tiempo, aunque fuera en un grado mínimo algo tenía que haber. Por otra parte era como yo decía siempre ella tenía algo que la hacía muy parecida a mi pero en versión femenina claro y eso quizás era lo que tanto me gusta. Además de que el hecho de fastidiarla era algo que no tenía precio para mí, era todo pura diversión, preferí no decir nada al respecto y dejar ese tema así nomas.
Aun me sorprendían las vueltas y excusas que ella quería ponerle al tema para justificarse, para restarle importancia, básicamente para quedar bien parada y sin que nada mostrara que lo que yo le estaba diciendo era totalmente verdadero, por más que supiera que yo tenía razón ella tardaría mucho tiempo en reconocerlo o hasta quizás nunca lo haría. Era tan testaruda que quizás esa última opción era la correcta, en eso tenía que darle la derecha porque yo era del mismo pensamiento, la mayoría de las veces prefería morir en la mía a dar el brazo a torcer por más que me diera cuenta de que no era como yo lo decía, a no ser que fuese para mi beneficio. – Resulta Molly Miedosa Weasley que para ser una chica roja eres bastante mentirosa, por lo que siempre me terminas dando la razón de que seguro eras verde y te condeno el apellido, vaya herencia. – Hice una mueca de lado, me gustaba molestarla con eso, cada que podía se la tiraba, pero en verdad era que yo pensaba que ella tenía mucho de verde para ser una roja y que todo era porque su apellido la condenaba a aquel color, de otra forma no hubiese estado allí a mi entender. – Por más que me lo niegues se perfectamente que escapaste para no seguir lo que sentías, sinónimo de cobardía. – Sabía que se había escapado porque había sentido lo mismo que yo y como yo no podía huir, me había ido a acostar más temprano, para tratar de controlarme y manejar mejor lo que sentía, quería encontrar el momento justo, pero fue cuando ella escapo en la primera oportunidad que tuvo. En un principio eso de su huida me había enojado muchísimo y también dolido en algún punto porque me había tomado el trabajo de diagramar las cosas para que ella hiciera eso, no me había gustado para nada.
Tenerla arrinconada contra el árbol, prácticamente sin salida o escapatoria de allí era en verdad algo genial, se sentía más que bien, me gustaba mucho no solamente por la reacción de ella, sino también por el hecho de todas las cosas que podía sentir al tenerla así. Cosas que de un modo me gustaban y que de otro no, porque el que me gustara era como reconocer que me pasaban cosas que yo siempre había dicho que no me pasarían o no por lo menos hasta que fuera lo bastante grande como para haber disfrutado por muchos años, aunque no me quejaba de la vida que había llevado hasta ahora consideraba que aun me quedaba mucho resto por delante. Pero ella tenía ese algo que me hacia hacer o más bien pensar en cosas que jamás me había planteado todos estos años, o quizás si hablando con mi hermana pero como cosas totalmente a futuro, nada parecido a lo que pasaba ahora y esto en verdad que sobre pasaba todos mis planes. Me había costado muchísimo asimilar eso, pero bueno supongo que es como esa frase que si no puedes tienes que unirte, bueno acá yo hacia mi adaptación y decía que si no podía resistirlo o cambiarlo, por lo menos tenía que intentarlo y eso era lo que haría. Después de todo ella me pegaría de cualquier forma, la conocía como para saber eso perfectamente, es decir que si yo no hacía nada y me alejaba, seguro recibiría un golpe o mas aunque ella dijera que y si avanzaba y hacia lo que yo sentía también me golpearía, pero la diferencia es que en una me quedaba con las con las ganas y en la otra hacia lo que quería, por lo que no había mucho que pensar o analizar era obvio lo que haría. Allí estaba ella con toda su pataleta y berrinche, diciendo que haría no sé cuantas cosas con tal de que la soltara, prometiendo que si la soltaba no me golpearía cuando yo sabía a la perfección que si lo haría. Tenía que reconocer que eso de mi nombre completo había sido un buen detalle, pero nada más que eso y no me haría cambiar de parecer, eso estaba claro para mí. – Tu misma lo dijiste me creo ese mismo que nombras y con eso me alcanza. – Comente con un tono más que divertido y chistoso sin moverme a ningún lugar, más bien todo lo contrario, pegue mi cuerpo al de ella, manteniendo un poco de distancia por ahora solo con su cara. Cuando por fin sentí que dejo de darme aquellos golpes en el pecho, que la verdad eran lo de menos, pegue mi frente con la de ella y esto hizo que mi nariz también rozara la suya. ¿Mi problema? Medio reí bastante divertido por como sonaba eso, de verdad que ella era muy chistosa, claro que yo era muy Slytherin en la mayoría de las cosas, pero evidentemente ella no entendía nada del momento y por un lado eso era bueno. – No puedo negar que muchas de esas cosas son ciertas pero, creo que vos no estás entendiendo el porqué de las cosas. – Sobre todo en la parte de hacerla salir de sus casillas, eso era verdad, pero es que era muy divertido, casi que no podía evitarlo, además ella había resultado ser mecha corta algo mas tentador aun, saltaba por todo rápidamente y sin necesidad de mucho tiempo. Yo lo usaba para mi beneficio, ya que con unas pocas palabras podría lograr que ella se transformara rápidamente, le di un beso en la comisura de sus labios y luego los rose solo un poco.
Aun me sorprendían las vueltas y excusas que ella quería ponerle al tema para justificarse, para restarle importancia, básicamente para quedar bien parada y sin que nada mostrara que lo que yo le estaba diciendo era totalmente verdadero, por más que supiera que yo tenía razón ella tardaría mucho tiempo en reconocerlo o hasta quizás nunca lo haría. Era tan testaruda que quizás esa última opción era la correcta, en eso tenía que darle la derecha porque yo era del mismo pensamiento, la mayoría de las veces prefería morir en la mía a dar el brazo a torcer por más que me diera cuenta de que no era como yo lo decía, a no ser que fuese para mi beneficio. – Resulta Molly Miedosa Weasley que para ser una chica roja eres bastante mentirosa, por lo que siempre me terminas dando la razón de que seguro eras verde y te condeno el apellido, vaya herencia. – Hice una mueca de lado, me gustaba molestarla con eso, cada que podía se la tiraba, pero en verdad era que yo pensaba que ella tenía mucho de verde para ser una roja y que todo era porque su apellido la condenaba a aquel color, de otra forma no hubiese estado allí a mi entender. – Por más que me lo niegues se perfectamente que escapaste para no seguir lo que sentías, sinónimo de cobardía. – Sabía que se había escapado porque había sentido lo mismo que yo y como yo no podía huir, me había ido a acostar más temprano, para tratar de controlarme y manejar mejor lo que sentía, quería encontrar el momento justo, pero fue cuando ella escapo en la primera oportunidad que tuvo. En un principio eso de su huida me había enojado muchísimo y también dolido en algún punto porque me había tomado el trabajo de diagramar las cosas para que ella hiciera eso, no me había gustado para nada.
Tenerla arrinconada contra el árbol, prácticamente sin salida o escapatoria de allí era en verdad algo genial, se sentía más que bien, me gustaba mucho no solamente por la reacción de ella, sino también por el hecho de todas las cosas que podía sentir al tenerla así. Cosas que de un modo me gustaban y que de otro no, porque el que me gustara era como reconocer que me pasaban cosas que yo siempre había dicho que no me pasarían o no por lo menos hasta que fuera lo bastante grande como para haber disfrutado por muchos años, aunque no me quejaba de la vida que había llevado hasta ahora consideraba que aun me quedaba mucho resto por delante. Pero ella tenía ese algo que me hacia hacer o más bien pensar en cosas que jamás me había planteado todos estos años, o quizás si hablando con mi hermana pero como cosas totalmente a futuro, nada parecido a lo que pasaba ahora y esto en verdad que sobre pasaba todos mis planes. Me había costado muchísimo asimilar eso, pero bueno supongo que es como esa frase que si no puedes tienes que unirte, bueno acá yo hacia mi adaptación y decía que si no podía resistirlo o cambiarlo, por lo menos tenía que intentarlo y eso era lo que haría. Después de todo ella me pegaría de cualquier forma, la conocía como para saber eso perfectamente, es decir que si yo no hacía nada y me alejaba, seguro recibiría un golpe o mas aunque ella dijera que y si avanzaba y hacia lo que yo sentía también me golpearía, pero la diferencia es que en una me quedaba con las con las ganas y en la otra hacia lo que quería, por lo que no había mucho que pensar o analizar era obvio lo que haría. Allí estaba ella con toda su pataleta y berrinche, diciendo que haría no sé cuantas cosas con tal de que la soltara, prometiendo que si la soltaba no me golpearía cuando yo sabía a la perfección que si lo haría. Tenía que reconocer que eso de mi nombre completo había sido un buen detalle, pero nada más que eso y no me haría cambiar de parecer, eso estaba claro para mí. – Tu misma lo dijiste me creo ese mismo que nombras y con eso me alcanza. – Comente con un tono más que divertido y chistoso sin moverme a ningún lugar, más bien todo lo contrario, pegue mi cuerpo al de ella, manteniendo un poco de distancia por ahora solo con su cara. Cuando por fin sentí que dejo de darme aquellos golpes en el pecho, que la verdad eran lo de menos, pegue mi frente con la de ella y esto hizo que mi nariz también rozara la suya. ¿Mi problema? Medio reí bastante divertido por como sonaba eso, de verdad que ella era muy chistosa, claro que yo era muy Slytherin en la mayoría de las cosas, pero evidentemente ella no entendía nada del momento y por un lado eso era bueno. – No puedo negar que muchas de esas cosas son ciertas pero, creo que vos no estás entendiendo el porqué de las cosas. – Sobre todo en la parte de hacerla salir de sus casillas, eso era verdad, pero es que era muy divertido, casi que no podía evitarlo, además ella había resultado ser mecha corta algo mas tentador aun, saltaba por todo rápidamente y sin necesidad de mucho tiempo. Yo lo usaba para mi beneficio, ya que con unas pocas palabras podría lograr que ella se transformara rápidamente, le di un beso en la comisura de sus labios y luego los rose solo un poco.
Santiago I. Vranken- Slytherin
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Mire de reojo como palmeo mi hombro y luego volví mi vista hacia ella, efectivamente había logrado lo que estaba buscando, la había molestado y seguía haciéndolo, porque era divertido ver como se ponía frente a unas pocas palabras mías; aunque ella siempre me había dicho que lo que también le molestaba era mi postura frente a todas las cosas, como que todo me resbalaba, me era ajeno por más que me estuviese pasando en esos mismos momentos. Con cada palabra que ella me decía era como que yo me fortalecía aun mas para seguir en mi postura, que no era de enojado, ni de molesto, ni de nada por el estilo. Lo que pasaba era lo siguiente, ya que había salido a tema todo eso del viaje y su escapada de allí, lo único que yo estaba haciendo era en una forma decirle en parte lo que había sentido y pensado, solo que con otra postura porque ya había pasado bastante tiempo de eso. Era evidente que con sus palabras lo único que estaba intentando era atacarme para que yo saltara como saltaba ella, me quería molestar, sacarme de mis casillas y no iba a lograrlo, porque yo estaba seguro de mi postura. Estaba convencido de que ella se había ido porque no había aguantado lo que sentía, porque sabía que si se terminaba quedando no iba a poder con eso y le causaba miedo no poder manejarlo y que las cosas se le fueran de las manos, por eso había huido. – Sos Molly Miedosa Weasley o eso es lo que me demostras con tus actos, y no es algo que me repito es lo que vos me dejaste ver. – La seguí con la mirada en todo momento, sin sacarle el ojo de encima, si era el momento de sincerarnos eso era lo que yo iba a hacer y sin pelos en la lengua, no tendría problemas de decirle mis puntos de vista, por más que a ella no le gustase escucharlos, tendría que atajarse a eso. Ella quería jugar, bueno está bien íbamos a jugar, pero los dos con las armas que tuviéramos, si ella quería ser picante estaba perfecto pero yo también iba a ser picante, si ella atacaba yo también iba a hacerlo y así con todo. – ¿Quizás no fue eso lo que te paso a vos?, que quisiste crear una realidad paralela para poder tapar lo que en verdad te había pasado y lo que sentías. – Esa teoría era una muy buena y me quede más que conforme cuando pude llegar a ella, decírsela de frente y sin vueltas, a veces me podía sorprender hasta a mí mismo y eso me gustaba, porque quería decir que no era tan predecible y podía encontrar más de una salida posible para las cosas, todo era parte del ingenio. – Huir es de cobardes, acá y en todos lados, los que huyen son las personas que tienen cosas que esconder, que ocultar y por eso se escapan. En cambio el que no tiene problemas y en este caso está seguro de como son las cosas no tiene porque escapar como un cobarde, perfectamente podrías haberme dicho me voy por x motivo y listo, pero no fue así. – Recordé que una vez había escuchado que huir era de ratas, pero no podía decirle eso a ella porque no tenía aspecto de rata por más de que había huido, si hablábamos de animales técnicamente ella vendría a ser una leona por el tema de su casa y todo eso, pero si lo relacionábamos con el tema de que se había escapado y todo eso no era la figura justa porque los leones no escapaban. Era algo bastante divertido esto de ponerse a plantear el tema de los animales y tratar de identificar con cual estaría más parecido, además como que era un tanto contradictorio ya que si tenía que si tenía que asignarle uno según lo que yo veía y creía seguramente era uno, pero si era relacionado con este tema era otro.
Gracias a la extrema cercanía que yo tenía con ella por tenerla arrinconada contra el árbol, a que nuestros cuerpos estuviesen pegados casi por completos, fue por eso que también pude sentir como su corazón aceleraba rápidamente su ritmo, era como sentir aquel golpeteo contra mi pecho. Eso para mí solamente quería decir una cosa, era como que con aquella reacción involuntaria o no, me estaba dejando el pase libre a que yo actuara como quisiera o como sentía que tenía que hacerlo. Yo también estaba un poco acelerado con toda la situación, con el momento, con las sensaciones mescladas, era una locura que la verdad me encantaba, por eso me tranquilice un poco más para poder seguir adelante con lo que yo quería y de alguna forma ella también, porque no hacía nada para resistirlo, al contrario inclino un poco mas su cabeza. Sonreí un poco de lado al escucharla, ya que evidentemente esa palabra no era para mí, quizás habría sido como una especie de acto involuntario, desde mi punto de vista estaba claro que ella trataba de resistirse, como lo venia haciendo siempre, pero lo que sentía terminaba siendo más fuerte que su autocontrol. Me termine de convencer por completo de que tenía que actuar, que tenía que dejarme llevar cuando sentí como una especie de descarga eléctrica recorrió por completo, de punta a punta mi cuerpo y al sentir que ella también quería aquello tanto o igual que yo. Entonces decidí actuar, ya sin importarme nada mas, le di un beso en la punta de la nariz, luego baje con un roce de labios para darle otro en el mentón y el mismo estilo de movimiento para besar a cada lado de la comisura de sus labios. En esos momentos la verdad que toda las situaciones anteriores quedaban por completo de lado, era como un simple detallito a comparación de lo que estaba pasando ahora. Puse mis manos sobre cada uno de sus brazos y se los recorrí con la punta de mis dedos de arriba hacia abajo y al revés como una especie de caricia lenta para poder sentirla de una forma mejor. Atrape su labio superior entre los míos dándole un pequeño beso, luego lo solté e hice lo mismo con el inferior, solo que al terminar le di una pequeña mordida.
Gracias a la extrema cercanía que yo tenía con ella por tenerla arrinconada contra el árbol, a que nuestros cuerpos estuviesen pegados casi por completos, fue por eso que también pude sentir como su corazón aceleraba rápidamente su ritmo, era como sentir aquel golpeteo contra mi pecho. Eso para mí solamente quería decir una cosa, era como que con aquella reacción involuntaria o no, me estaba dejando el pase libre a que yo actuara como quisiera o como sentía que tenía que hacerlo. Yo también estaba un poco acelerado con toda la situación, con el momento, con las sensaciones mescladas, era una locura que la verdad me encantaba, por eso me tranquilice un poco más para poder seguir adelante con lo que yo quería y de alguna forma ella también, porque no hacía nada para resistirlo, al contrario inclino un poco mas su cabeza. Sonreí un poco de lado al escucharla, ya que evidentemente esa palabra no era para mí, quizás habría sido como una especie de acto involuntario, desde mi punto de vista estaba claro que ella trataba de resistirse, como lo venia haciendo siempre, pero lo que sentía terminaba siendo más fuerte que su autocontrol. Me termine de convencer por completo de que tenía que actuar, que tenía que dejarme llevar cuando sentí como una especie de descarga eléctrica recorrió por completo, de punta a punta mi cuerpo y al sentir que ella también quería aquello tanto o igual que yo. Entonces decidí actuar, ya sin importarme nada mas, le di un beso en la punta de la nariz, luego baje con un roce de labios para darle otro en el mentón y el mismo estilo de movimiento para besar a cada lado de la comisura de sus labios. En esos momentos la verdad que toda las situaciones anteriores quedaban por completo de lado, era como un simple detallito a comparación de lo que estaba pasando ahora. Puse mis manos sobre cada uno de sus brazos y se los recorrí con la punta de mis dedos de arriba hacia abajo y al revés como una especie de caricia lenta para poder sentirla de una forma mejor. Atrape su labio superior entre los míos dándole un pequeño beso, luego lo solté e hice lo mismo con el inferior, solo que al terminar le di una pequeña mordida.
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
No siempre la realidad tenía que ser aburrida, es mas yo opinaba que en lo posible cuando uno menos aburrido mejor estaba, porque tenía que tratar de estar de la mejor forma posible y definitivamente estar aburrido/a no era estar de lo mejor. Uno para no aburrirse tenía que contar principalmente de todo su ingenio para ir planeando cosas para hacer para que el aburrimiento no llegara, aunque también estaba la posibilidad del error, algo así como que lo que uno pensaba o ideaba cuando era llevado a la práctica no tenia los resultados que se esperaban. En ese momento uno tenía que tener la capacidad de poder cambiar las cosas sobre la marcha y quizás era eso lo que había tratado de hacer ella, pero lo raro de todo aquello era que no me había dado tiempo, cuando en un principio se había mostrado súper entusiasmada por el viaje, eso era lo que no me cerraba. – Queda en uno hacer que las cosas no sean aburridas, pero como te decía yo no te estaba obligando a quedarte, solo quería, necesitaba o como quieras llamarle que me lo dijeras a la cara para poder tratar de entenderte. – No iba a obligarla a nada, ese no era mi estilo, si ella me hubiese comunicado que se quería ir, tampoco era que la iba a dejarse ir así como así, lo primero que me hubiese gustado saber era el porqué de su partida, algo de lo que me había quedado la duda y la espina; luego de eso tratar de ver si es que se podía hacer algo para que se quedase, para que se sintiera mucho más a gusto o alguna cosa así. Yo no veía tan complicadas las cosas como ella la ponía, para mí era simple decirme los motivos en la cara y ya, para tener que ahorrarnos todo esto, que en definitiva era evidente que no le gustaba a ninguno de los dos. – No tenias porque retrasar tu partida, solo bastaba con que me despertaras y me dijeras, si nada te importaba, el despertarme era lo de menos, mucho más importante era el que te fueras, por lo menos para mí lo era. Eras más importante vos que otra. – De eso no tenía ninguna duda, para mi estaba claro que ella era mucho más importante que cualquier otra cosa, pero parecía estar empecinada en no querer entender eso o es que quería que yo se lo repitiera o algo por el estilo. Era bastante raro como me sentía, porque yo no solía ser así, pero al parecer ella lograba que esa parte de mí en la que no me importaba casi nada, ella estaba dentro de las pocas cosas a las que le daba varadamente importancia, pero ella no quería verlo. - Lo que evidentemente no entendes es que todo eso y esto va más allá de mí, eso es lo que no podes ver. Eso suena a una persona ventajera y vos no sos así, vos no sos de ese estilo, por eso es que para mi tiene que haber algo mas detrás de todo eso. – Por el tiempo que habíamos pasado juntos, que quizás para algunos había sido poco, para mí no o quizás sí pero me había alcanzado para conocerla, para saber entender cosas de ella que eran rebuscadas pero que ya como que me había acostumbrado a ello. Pero es que de verdad podía entender algunas cosas que ni sabía cómo pero que las entendía así de simple era, y por eso era que sabía algo más detrás de todas sus palabras. – Te equivocas no es que no pude manejar lo que sos, es que no me dejaste, no me diste la oportunidad de intentarlo, simplemente fuiste y ya, sin una explicación razonable, sin un porque muy claro, solo que te ibas y ya. Si no me hubieses importado vos no te hubiese llevado a mi lugar, para que me conozcas de verdad, para mostrarte de mí lo que casi nadie conoce porque te considero alguien importante, con nadie había hecho algo así, ni lo haría. Y si habría cambiado, habría cambiado todo o casi todo con tal de que te quedares. – Me daba muchísima bronca eso, porque en verdad yo había tenido ganas de conocerla más de poder descubrir más cosas de las que no sabía, quería también que pasara un muy buen momento, que nos divirtiéramos estando juntos, pero ella se había cerrado demasiado y no me había dejado. Quizás por miedo a eso se había ido por miedo a que yo la conociera mas y puiera lastimarla de verdad, pero yo no quería lastimarla, sino que todo lo contrario, yo quería que se sintiera magníficamente, pero era evidente que no me había hecho entender. – Lo que quería más que una disculpa, era saber de verdad cual había sido el motivo por el cual te fuiste, para tratar de entenderlo y ver qué era lo que había hecho mal. Hablaras por vos porque yo no lo siento así. – Me acerque a ella y le agarre la cara para poder verla mejor, no podía verla mal, eso sí que no, quizás me había ablandado o que se yo que cosa, pero fuera lo que fuera quería que estuviera bien, porque verla mal en cierta forma era como que me ponía mal a mi también. Me gustaba molestarla si, hacerla enojar un poco también, pero no que se sin que se pusiera en verdad mal. - Yo no lamento para nada el haberte conocido aquella tarde, es mas podría no haberte hablado o prestado atención, pero lo que sentí adentro me indico que tenía que hacerlo por algo que no entendía muy bien en esos momentos. Y si, no puedo negarte que me dolió el que te fueras así, porque nunca me había empezado a abrir de esa forma con nadie y fue sentir como a vos no te importaba ni un poco aquello. – Le acaricie la mejilla y era verdad, yo no me arrepentía de haber hecho todas las cosas que había hecho esa tarde en la heladería, porque de no haber sido así no la hubiese conocido y a mí me había encantado conocerla. Bueno eso sí, me había dolido que se fuer no iba a negárselo, porque me había sentido un poco mal y pese a mi orgullo y toda la cosa, eso no me había molestado, ni costado decírselo, para que supiera la verdad de las cosas.
Pese a todo pronóstico de mi parte, ella había sido la que había dado el último paso para terminarme besando de una buena vez, evidentemente los dos teníamos las mismas ganas de aquel beso. Me acerque más a ella aunque eso me hubiese parecido prácticamente imposible y solamente me deje llevar por lo que sentía, por lo que en verdad quería hacer desde el primer momento que la había visto y era besarla, una y otra vez, con muchas ganas, con intensidad y deseo. Se sentía magníficamente bien la sensación que provocaba en mí aquel beso, el contacto de nuestros labios, tenía tiempo con querer hacerlo y al parecer por su reacción por su contestación ella también lo quería como yo. En verdad que no quería separarme y si no lo hubiese hecho ella, la verdad que yo no hubiese podido. ¿Qué? ¿De verdad ella había creído que estaba jugando? Eso no era verdad, yo si lo había sentido y no era para nada un juego. – No estoy jugando Molly, de verdad que no lo estoy haciendo, en lo mas mínimo esas son mis intenciones y si no me crees déjame que te lo demuestre. – Pero ella pareció como que no me prestó atención a lo que le dije, porque siguió caminando, entonces yo no podía dejar que se fuese así, me apure y corrí hasta donde ella poniéndome en frente y mirándola. – Sé que soy un desastre en muchísimas cosas y que tenes un montón de motivos por los que no me creerías pero te hablo de verdad. Una cosa más, no es “mí” beso, es nuestro y no quiero solamente uno, como se que vos tampoco. – Le dije con tal sinceridad, suspire y estire mis manos para agarrar una de las de ella.
Pese a todo pronóstico de mi parte, ella había sido la que había dado el último paso para terminarme besando de una buena vez, evidentemente los dos teníamos las mismas ganas de aquel beso. Me acerque más a ella aunque eso me hubiese parecido prácticamente imposible y solamente me deje llevar por lo que sentía, por lo que en verdad quería hacer desde el primer momento que la había visto y era besarla, una y otra vez, con muchas ganas, con intensidad y deseo. Se sentía magníficamente bien la sensación que provocaba en mí aquel beso, el contacto de nuestros labios, tenía tiempo con querer hacerlo y al parecer por su reacción por su contestación ella también lo quería como yo. En verdad que no quería separarme y si no lo hubiese hecho ella, la verdad que yo no hubiese podido. ¿Qué? ¿De verdad ella había creído que estaba jugando? Eso no era verdad, yo si lo había sentido y no era para nada un juego. – No estoy jugando Molly, de verdad que no lo estoy haciendo, en lo mas mínimo esas son mis intenciones y si no me crees déjame que te lo demuestre. – Pero ella pareció como que no me prestó atención a lo que le dije, porque siguió caminando, entonces yo no podía dejar que se fuese así, me apure y corrí hasta donde ella poniéndome en frente y mirándola. – Sé que soy un desastre en muchísimas cosas y que tenes un montón de motivos por los que no me creerías pero te hablo de verdad. Una cosa más, no es “mí” beso, es nuestro y no quiero solamente uno, como se que vos tampoco. – Le dije con tal sinceridad, suspire y estire mis manos para agarrar una de las de ella.
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Seguramente aquella confesión en cualquier otro momento o contexto me hubiese encantado oírla, es mas no hacía falta ir muy lejos, con el solo hecho de hacernos hacia unos pocos minutos atrás, unos 10 o 15 quizás, justo eso era precisamente buscando. Con aquella confesión seguramente me sentiría totalmente satisfecho, victorioso por haber logrado que ella confesara aquello, sin importar el tiempo que había pasado desde todo, pero era como sacarse la espina que había quedado clavada. Pero ahora no era así, para nada así, era como sentir un vacio y una mínima de esperanza a la vez, pero casi no pensaba en aquello, porque lo único que me importaba y en lo que estaba enfocado en esos momentos era en que ella me volviera a dedicar una sonrisa, aunque fuera una pequeña. Trataba de pensar y buscar la forma de lograr eso y no me importaba en lo mas mínimo si para eso tenía que aguantarme unos cuantos golpes porque en verdad que yo solo quería volver a verla bien o mejor de lo que estaba ahora. Cualquier signo de querer chicanearla para que saltara o algo por el estilo había desaparecido por completo y eso si que era una completa novedad en mi, ni yo mismo podía entender muy bien que era lo que me estaba pasando, solo sabia no que quería verla mal y con eso me bastaba para actuar tratando de cambiarlo. Todo era una locura, en todos estos años nunca, jamás una mujer había logrado algo como eso en mi, ni por asomo a tal extremo, había tenido alguna persona importante pero era distinto y Molly era la que hacía que fuera distinto, si me ponía a pensar un poco no me reconocía pero mi cabeza tenía tantas cosas para pensar que no podía terminar de analizar aquello. Ella había logrado eso, que no me importara nada mas, es decir yo siempre hacia lo que quería sin que nada me importara y ese estilo de cosas, pero ahora estaba dentro ella del grupo de cosas que quería y sentía que tenía que cuidar y proteger, era algo loco porque era como si tuviera que cuidarla y protegerla nada más y nada menos que de mí. Lo de la mano adolorida también capto mi atención, ella dijo que eso se debía a que había estado escribiendo mucho en su diario luego de llegar, ¿Qué podría ser aquello que escribió?, ¿Sobre qué o qué?, en verdad que me encantaría saber eso, si había algo sobre mi y si era así que era aquello. – ¿Se puede saber que fue eso que tanto escribiste?, digo para que te terminara por doler la mano seguramente a de haber sido mucho, digo porque tampoco es como que pasamos mucho tiempo como para yo pudiera encontrarle una explicación más razonable a aquello. Aunque yo también hubiese escrito muchas cosas por mas poco tiempo que hubiese sido, porque tenía mucho para descargar y aun hoy podría escribirlo porque lo tengo presente pero no hace falta. – Si, era verdad que podía escribir muchísimo sobre todo lo que había pasado aquella vez, desde el primer momento, todas mis expectativas, los planes que tenia hecho, las cosas que quería que hiciéramos, las que quería enseñarle y demás; hasta terminar por el desenlace que había tenido todo, con cómo me había sentido yo y cuales había sido mis impresiones al respecto, las cuales como le había dicho seguía teniendo tan frescas que podría escribirlo como si hubiese sido que había pasado hacia unos pocos días.
Era bueno que me dijera y que esa forma me hiciera saber que si le importaba y no solamente eso, sino que le importaba y mucho, eso era como una especie de alivio, era algo así como sentir que me quitaban una carga de encima. Si había pensado en mí, quizás tarde, quizás no, pero el hecho era que había pensado en mí, de solo pensar en aquello sentí un pequeño escalofrió que me recorría el cuerpo, entonces eso quería decir que no me había equivocado tanto con ella, que lo que sentía no era por puro masoquista, sino porque en verdad ella valía la pena. Me gustaba saber eso, me gustaba saber que no me había equivocado, que si era verdad que podría tener un millón de otros defectos pero que tenía lo importante. Fruncí un poco el ceño al pensar en eso, porque me di cuenta de cuan cambiado estaba, de cuan distinto podía lograr ella que actuar, pero era algo involuntario que salía y ya, así de simple. – Bueno si es por eso, nos pasa lo mismo, porque yo no puedo controlarme cuando te tengo cerca, porque si bien puedo molestarte y todas esas cosas de momento. Lo cierto es que no puedo verte mal, porque no me hace bien, porque no quiero hacerte daño, además cada que te veo siento como me tiembla todo por dentro, como los escalofríos me recorren entero y cuanto más cerca peor es, pero también es mejor porque me gusta esta con vos. – Era más que evidente que a los dos nos pasaban cosas bastante similares el uno con el otro por las cosas que ella me decía, y no era que yo me hacia toda una película que nada que ver y estaba totalmente mal de la cabeza. Aunque si podía ser que estuviera mal de la cabeza, pero ella sentía lo mismo, la conexión que teníamos no solo era algo que yo creía, sino que los dos nos percatábamos de eso y teníamos repercusiones. – Quizás es porque tenemos que tener una pero juntos, para que sea más fuerte, para que no estemos tan solos, para pode hacernos compañía y que todo lo que este afuera nos resbale, como veníamos haciendo normalmente pero ahora juntos, porque resulta que vos también hiciste un agujero en mi muralla. – Al terminar de hablar acaricie sus mejillas con mis pulgares, porque aun tenía entre mis manos su cara y también pensé en lo cursi que había sonado aquello, sentí como se me hizo un nudo de pensarlo, pero era el efecto que ella podía lograr y ya me estaba como que venciendo ante e ello, dejando que las cosas salieran para que ella se diera cuenta de que todo era verdad.
No podía dejarla ir, en verdad que no podía hacerlo y por eso era que hacía unos instantes me había apresurado para poder alcanzarla y ponerme por delante de ella, para poder verla a la cara y que la conversación se mas directa. ¿Por qué no?, ¿Cómo era que ella estaba tan segura de ello?, podía tener una idea si, como podía tenerla yo también y todo el resto de la gente, pero ya quedaba en nosotros y solo en nosotros ver qué era lo que iba a pasar y cómo íbamos a llevarlo para que no se estancara y que las cosas no salieran mal. – Y yo iré con vos hasta allí entonces, es algo incondicional y más fuerte que eso, ademas de que ya estamos un poco locos. Puede que seamos unos desastres y eso si que no te lo voy a negar o discutir, pero quedara en nosotros ver qué hacemos con esto que sentimos, que siento que me quema por dentro que me dice que quiere salir. – Si alguno de los dos enloquecía por completo, si es que ya no lo estábamos, seguramente el otro también, de eso casi estaba seguro, por más que fuera un poco exagerado. Ya no mas, ya no podía guardar eso que sentía, no podía controlar las ganas de besarla una y otra, y otra, y otra vez sin cansarme, que se me cansaran los labios de hacerlo. Sentí como luego de unos momentos por fin agarro mi mano, con eso pude sentir una conexión con ella verdaderamente impresionante y me dio el impulso necesario para liberar una mano, acariciar su mejilla, mirarla a los ojos y acercarme para besarla lentamente con todas esas ganas contenidas de hacerlo.
Era bueno que me dijera y que esa forma me hiciera saber que si le importaba y no solamente eso, sino que le importaba y mucho, eso era como una especie de alivio, era algo así como sentir que me quitaban una carga de encima. Si había pensado en mí, quizás tarde, quizás no, pero el hecho era que había pensado en mí, de solo pensar en aquello sentí un pequeño escalofrió que me recorría el cuerpo, entonces eso quería decir que no me había equivocado tanto con ella, que lo que sentía no era por puro masoquista, sino porque en verdad ella valía la pena. Me gustaba saber eso, me gustaba saber que no me había equivocado, que si era verdad que podría tener un millón de otros defectos pero que tenía lo importante. Fruncí un poco el ceño al pensar en eso, porque me di cuenta de cuan cambiado estaba, de cuan distinto podía lograr ella que actuar, pero era algo involuntario que salía y ya, así de simple. – Bueno si es por eso, nos pasa lo mismo, porque yo no puedo controlarme cuando te tengo cerca, porque si bien puedo molestarte y todas esas cosas de momento. Lo cierto es que no puedo verte mal, porque no me hace bien, porque no quiero hacerte daño, además cada que te veo siento como me tiembla todo por dentro, como los escalofríos me recorren entero y cuanto más cerca peor es, pero también es mejor porque me gusta esta con vos. – Era más que evidente que a los dos nos pasaban cosas bastante similares el uno con el otro por las cosas que ella me decía, y no era que yo me hacia toda una película que nada que ver y estaba totalmente mal de la cabeza. Aunque si podía ser que estuviera mal de la cabeza, pero ella sentía lo mismo, la conexión que teníamos no solo era algo que yo creía, sino que los dos nos percatábamos de eso y teníamos repercusiones. – Quizás es porque tenemos que tener una pero juntos, para que sea más fuerte, para que no estemos tan solos, para pode hacernos compañía y que todo lo que este afuera nos resbale, como veníamos haciendo normalmente pero ahora juntos, porque resulta que vos también hiciste un agujero en mi muralla. – Al terminar de hablar acaricie sus mejillas con mis pulgares, porque aun tenía entre mis manos su cara y también pensé en lo cursi que había sonado aquello, sentí como se me hizo un nudo de pensarlo, pero era el efecto que ella podía lograr y ya me estaba como que venciendo ante e ello, dejando que las cosas salieran para que ella se diera cuenta de que todo era verdad.
No podía dejarla ir, en verdad que no podía hacerlo y por eso era que hacía unos instantes me había apresurado para poder alcanzarla y ponerme por delante de ella, para poder verla a la cara y que la conversación se mas directa. ¿Por qué no?, ¿Cómo era que ella estaba tan segura de ello?, podía tener una idea si, como podía tenerla yo también y todo el resto de la gente, pero ya quedaba en nosotros y solo en nosotros ver qué era lo que iba a pasar y cómo íbamos a llevarlo para que no se estancara y que las cosas no salieran mal. – Y yo iré con vos hasta allí entonces, es algo incondicional y más fuerte que eso, ademas de que ya estamos un poco locos. Puede que seamos unos desastres y eso si que no te lo voy a negar o discutir, pero quedara en nosotros ver qué hacemos con esto que sentimos, que siento que me quema por dentro que me dice que quiere salir. – Si alguno de los dos enloquecía por completo, si es que ya no lo estábamos, seguramente el otro también, de eso casi estaba seguro, por más que fuera un poco exagerado. Ya no mas, ya no podía guardar eso que sentía, no podía controlar las ganas de besarla una y otra, y otra, y otra vez sin cansarme, que se me cansaran los labios de hacerlo. Sentí como luego de unos momentos por fin agarro mi mano, con eso pude sentir una conexión con ella verdaderamente impresionante y me dio el impulso necesario para liberar una mano, acariciar su mejilla, mirarla a los ojos y acercarme para besarla lentamente con todas esas ganas contenidas de hacerlo.
Santiago I. Vranken- Slytherin
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
El orgullo era algo que sin duda alguna era algo que nos podía totalmente a los dos, algo así como decir que por más que supiéramos o nos enteráramos en el transcurso que estábamos equivocados, íbamos a seguir con nuestra postura, la íbamos a mantener sin dar el brazo a torcer, éramos los típicos cabezas duras. El caso era que nos habíamos cruzado y que al ser los dos iguales, al poseer esta misma característica, era muy difícil que no nos peleáramos o que no tuviéramos roces cada que nos veíamos, para mí era algo como más parecido a una diversión pelearla o chicanearla, porque sabía cómo se ponía ella. Por otro lado también era verdad que por más que yo en ocasiones lo hiciera por diversión más que nada, estaba claro que no me gustaba perder bajo ningún punto de vista en esas chicanas que teníamos y a ella tampoco, entonces eran como pequeñas batallas que los dos seguíamos a toda costa. Pese a que me gustaba pelearme con ella porque se me hacia divertido, no me gustaba verla mal, mal de verdad, como había pasado hacia minutos atrás, eso bajo ningún punto de vista era algo de mi agrado porque pese a todo ello yo la quería en verdad y por ende si uno quiere a alguien no lo quiere ver sufrir. Si me gustaba todo el caso de molestarla y ese tipo de cosas para que se saltara, pero no para que se pusiera mal, era algo más o menos como la gran frase que decía “porque te quiero te aporreo”, más claro que eso imposible de explicar. La quería, me importaba y mucho, pero también a una parte de mi le costaba reconocer aquello, simplemente porque yo no era de ese estilo, no podía creer, ni entender que me estuviera pasando algo así, era demasiado raro. Por todo eso de nuestro orgullo y de las cosas que venía pensando era que me sorprendía y valoraba muchísimo sus palabras, cada una de ellas, por lo que me estaba queriendo decir, por lo que me estaba contando, que en verdad era importante, no solo para mí, sino que evidentemente para ella también lo era y eso me hacía sentir mucho mejor. Estaba reconociendo sus errores, en parte de sus palabras veía reflejado los míos también, por lo que terminaban por ser nuestros errores quizás, pero era súper valorable aquel gesto, en verdad que se había lucido con aquello. – A mí tampoco me va eso de “somos seres humanos y cometemos errores” porque todo el mundo cada que se manda alguna elije usar esa frase entonces como que no da. Creo que es de valiente reconocer los errores y como bien dijiste de ellos se aprende o hay que aprender, aunque no muchos se dan cuenta de eso, valoro muchísimo ese gesto de vos. – Era bueno, en verdad que si y como le había marcado las cosas malas como el escaparse y demás, también le marcaria las buenas y sin duda alguna que ello era una de las cosas buenas que había tenido el reconocer aquello como un error, quías no a la primera pero si lo había admitía y eso era lo que contaba al final.
Me reí por su comentario, ¿yo ponerle amortencia a su zumo de calabaza?, no claro que no, eso ya de solo pensarlo por si solo era algo sumamente gracioso y la verdad que no tenía sentido, más que nada porque no veía para que era que iba a hacer algo como eso. Sabía que era seguramente un chiste o humorada, por el tono en que lo había dicho, además no se notaba ninguno otro mensaje mezclado en el medio. La verdad que era sorprendente el hecho de que las cosas estuvieran así ahora tan bien, luego de la turbulencia que había sido todo hacia nomas unos pocos minutos atrás, pero bueno era mejor estar como ahora. – Yo no hice eso o ¿no será que eso fue lo que vos hiciste conmigo? – Mirándola con los ojos achinados para luego poner cara de sorprendido y terminar por soltar una carcajada, es que todo ese tema era en verdad divertido, además yo también lo estaba diciendo en forma de chiste. – La verdad es que cuando los sentimientos son así de fuertes, por más que uno trate de pasarlos por alto o cosas así, siempre terminan por salir a flote y generalmente en los momentos menos esperados. Me agrada saber que te doy esa sensación, que te hago sentir de esa forma, porque en verdad que a mí me pasan cosas muy parecidas a todas esas que dijiste. – Era bueno saber que compartíamos el mismo sentimiento, que ambos estábamos pasando por lo mismo, en verdad que eso era un alivio de no quedar en ridículo por decir algo y que ella no sintiera lo mismo, pero en este caso el sentimiento era compartido y eso era genial. Iba a hablar justo cundo escuche que dijo que me amaba, guau eso sí que me había dejado sin palabras porque no me lo esperaba aunque se sentía súper bien escuchar aquellas palabras de su boca, me había tomado por sorpresa. Lleve una de mis manos hasta su mejilla para acariciársela al tiempo que seguía con aquel beso que tanto había querido y esperado, por ningún modo quería separarme por eso con mi otra mano la acerque un poco más a mí agarrándola por la cintura. A medida que iba pasando el tiempo entre abrí un poco mi boca esperando por su reacción, ella sí que me podía, en esos momentos podía sentir un montón de cosas.
Me reí por su comentario, ¿yo ponerle amortencia a su zumo de calabaza?, no claro que no, eso ya de solo pensarlo por si solo era algo sumamente gracioso y la verdad que no tenía sentido, más que nada porque no veía para que era que iba a hacer algo como eso. Sabía que era seguramente un chiste o humorada, por el tono en que lo había dicho, además no se notaba ninguno otro mensaje mezclado en el medio. La verdad que era sorprendente el hecho de que las cosas estuvieran así ahora tan bien, luego de la turbulencia que había sido todo hacia nomas unos pocos minutos atrás, pero bueno era mejor estar como ahora. – Yo no hice eso o ¿no será que eso fue lo que vos hiciste conmigo? – Mirándola con los ojos achinados para luego poner cara de sorprendido y terminar por soltar una carcajada, es que todo ese tema era en verdad divertido, además yo también lo estaba diciendo en forma de chiste. – La verdad es que cuando los sentimientos son así de fuertes, por más que uno trate de pasarlos por alto o cosas así, siempre terminan por salir a flote y generalmente en los momentos menos esperados. Me agrada saber que te doy esa sensación, que te hago sentir de esa forma, porque en verdad que a mí me pasan cosas muy parecidas a todas esas que dijiste. – Era bueno saber que compartíamos el mismo sentimiento, que ambos estábamos pasando por lo mismo, en verdad que eso era un alivio de no quedar en ridículo por decir algo y que ella no sintiera lo mismo, pero en este caso el sentimiento era compartido y eso era genial. Iba a hablar justo cundo escuche que dijo que me amaba, guau eso sí que me había dejado sin palabras porque no me lo esperaba aunque se sentía súper bien escuchar aquellas palabras de su boca, me había tomado por sorpresa. Lleve una de mis manos hasta su mejilla para acariciársela al tiempo que seguía con aquel beso que tanto había querido y esperado, por ningún modo quería separarme por eso con mi otra mano la acerque un poco más a mí agarrándola por la cintura. A medida que iba pasando el tiempo entre abrí un poco mi boca esperando por su reacción, ella sí que me podía, en esos momentos podía sentir un montón de cosas.
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Es verdad en muchas ocasiones unas simples palabras no podrían remendar algunas de las acciones que uno cometía, pero eso como decían “lo mejor era pensar y luego actuar”, para saber bien las cosas, sus consecuencias y demás; eso estaba fácil decirlo de la boca para afuera, pero para personas impulsivas como lo éramos ella y yo, era súper difícil que pudiéramos lograr algo como eso, con gracias que una cada tanto solíamos hacerlo, pero generalmente nos dejábamos llevar por el impulso antes de pensar las cosas. Y como todo o así todo tenía sus momentos buenos como los malos también, era cuestión de suerte, de cómo encarar las cosas y de la magnitud del caso que se trataba. Entonces sentía como una gran contradictoria dentro mío, ya que una parte de mí sentía que por más que dijera cualquier cosas lo hecho, hecho estaba, como acababa de decir ella; pero también sentía que tenía que tomar esas palabras, ese agradecimiento como el comienzo de algo nuevo, algo distinto y darle el merito de que las haya dicho. – Es verdad que lo hecho, hecho esta y como no hay nada que pueda cambiar eso, bueno si el reloj pero creo que por algo pasan las cosas, entonces por eso es que te digo que lo mejor en esto es seguir adelante, ponerle el pecho a las cosas y tatar de hacer lo mejor, de mejorar. – Ya estaba, lo mejor era dejar que ese episodio quedara atrás, para de esa forma tratar de salir adelante, para que no fuera siempre un obstáculo en medio del camino, entonces lo mejor era saltarlo y seguir. – Por eso es que quiero decirte que por lo menos de mi parte yo voy a apostar y a meterle todo lo que pueda para que las cosan salgan mejor y que podamos manejar todo, en vez de dejar que las cosas nos superen a nosotros. [i]– Sin duda que sí, yo daría todo de mi parte para que las cosas entre nosotros mejoraran, claro que siempre iba a hacer un tira y afloja de chistes y bromas, porque éramos así; pero mis palabras iban mas enfocadas hacia el general, a que dejáramos de dar vueltas y fuéramos directos, sinceros con todas las cosa que sentíamos, que nos pasaban y que haríamos con eso.
Fue buena su respuesta, pero yo la mire fijamente levantando una de mis cejas como sorprendido o impresionado por sus palabras, sabía perfectamente que todo eso que me estaba diciendo era puramente parte de un chiste que seguía con el hilo que venía teniendo esta parte de nuestra conversación. – Ya decía yo que algo raro tenía que haber en todo esto, andas con problemas amorosos y tenes que recurrir a pócimas, me hubieses dicho y así yo me fijaba en que podía ayudar o darte una mano para que no se te complicara tanto. – Luego de terminar aquella frase pude reírme y dejar de contenerme porque en verdad que había estado bastante divertido, no hacía falta ser brillantes como para saber que ella no era de el estilo de chicas que solía usar pociones de amor, no daba para nada con ella. Si, no había duda que uno no podía manejar los sentimientos a su antojo, uno no elegía de quien enamorarse o a quien querer, eso era algo que se sentía y ya, y por más que en muchas ocasiones quisiéramos ocultarlas, tratar de que no se notara, era algo sin sentido porque siempre terminaban explotando las cosas por un lugar u otro. – Te entiendo perfectamente, uno no puede querer ignorar los sentimientos, querer taparlos, hacer como que no están, porque por más cosas que nosotros hagamos seguirán allí y es mas explotaran en el momento menos esperado. – Suspire sonriendo de lado y le acaricie la mejilla.
Otra vez podía sentir el contacto casi por completo de su cuerpo contra el mío, si bien era con ropa de por medio, la mantenía pegada lo máximo que podía contra mí, haciendo esto posible gracias a la mano con que la tenia sujetada por la cintura. No quería soltarla, bajo ningún punto de vista quería eso y mucho menos ahora después de todo lo que había pasado, después de todas las palabras que me había dicho, de todas sus confesiones, además quería esto hacía mucho tiempo como para echarlo a perder o desperdiciarlo. Es más tantas eran mis ganas de aquel beso, de todo eso que tanto se había demorado, que cada momento que pasaba, que transcurría, yo quería más, cada vez más, mi cuerpo entero me lo pedía, era como una necesidad, algo que sí o sí necesitaba. Sonreí levemente al sentir como ella abrió también sus labios y luego dejo paso a su lengua aunque algo lento, yo hice lo mismo con la mía y la entrelace con la de ella jugando un poco y aprovechando para poder recorrer cada rincón de su boca que me era posible. La mano que tenia sobre su mejilla la termine llevando hasta su nuca, para enredar un tanto mis dedos entre sus pelos, atrayendo así su cara, tratando de mantenerla aun más cerca, sin importarme en donde estábamos. Seguía besándola con ganas, con muchas ganas y deseo, aumentando un poco la intensidad del beso, haciéndolo crecer más a cada momento que iba pasando, porque tenía la necesidad de hacer eso.
Fue buena su respuesta, pero yo la mire fijamente levantando una de mis cejas como sorprendido o impresionado por sus palabras, sabía perfectamente que todo eso que me estaba diciendo era puramente parte de un chiste que seguía con el hilo que venía teniendo esta parte de nuestra conversación. – Ya decía yo que algo raro tenía que haber en todo esto, andas con problemas amorosos y tenes que recurrir a pócimas, me hubieses dicho y así yo me fijaba en que podía ayudar o darte una mano para que no se te complicara tanto. – Luego de terminar aquella frase pude reírme y dejar de contenerme porque en verdad que había estado bastante divertido, no hacía falta ser brillantes como para saber que ella no era de el estilo de chicas que solía usar pociones de amor, no daba para nada con ella. Si, no había duda que uno no podía manejar los sentimientos a su antojo, uno no elegía de quien enamorarse o a quien querer, eso era algo que se sentía y ya, y por más que en muchas ocasiones quisiéramos ocultarlas, tratar de que no se notara, era algo sin sentido porque siempre terminaban explotando las cosas por un lugar u otro. – Te entiendo perfectamente, uno no puede querer ignorar los sentimientos, querer taparlos, hacer como que no están, porque por más cosas que nosotros hagamos seguirán allí y es mas explotaran en el momento menos esperado. – Suspire sonriendo de lado y le acaricie la mejilla.
Otra vez podía sentir el contacto casi por completo de su cuerpo contra el mío, si bien era con ropa de por medio, la mantenía pegada lo máximo que podía contra mí, haciendo esto posible gracias a la mano con que la tenia sujetada por la cintura. No quería soltarla, bajo ningún punto de vista quería eso y mucho menos ahora después de todo lo que había pasado, después de todas las palabras que me había dicho, de todas sus confesiones, además quería esto hacía mucho tiempo como para echarlo a perder o desperdiciarlo. Es más tantas eran mis ganas de aquel beso, de todo eso que tanto se había demorado, que cada momento que pasaba, que transcurría, yo quería más, cada vez más, mi cuerpo entero me lo pedía, era como una necesidad, algo que sí o sí necesitaba. Sonreí levemente al sentir como ella abrió también sus labios y luego dejo paso a su lengua aunque algo lento, yo hice lo mismo con la mía y la entrelace con la de ella jugando un poco y aprovechando para poder recorrer cada rincón de su boca que me era posible. La mano que tenia sobre su mejilla la termine llevando hasta su nuca, para enredar un tanto mis dedos entre sus pelos, atrayendo así su cara, tratando de mantenerla aun más cerca, sin importarme en donde estábamos. Seguía besándola con ganas, con muchas ganas y deseo, aumentando un poco la intensidad del beso, haciéndolo crecer más a cada momento que iba pasando, porque tenía la necesidad de hacer eso.
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Me pase una de mis manos por la frente y suspire un poco tratando de aclarar mejor que era lo que iba a decir, ordenar de buena forma mis ideas en cuanto al armado de mis palabras para que no sonara mal o se malentendiera lo que estaba diciendo . Era claro que uno no tenia que olvidar por completos sus errores, porque el tenerlos presente era una forma de que se corrieran menos riesgos de tropezar con esa misma piedra que en un pasado había sido un problema, entonces había que tener presente cosas como esas. Pero a su vez también había que dejarlas un poco de lado porque sino uno iba a estar con la mentalidad negativa y eso no iba a llevar a nada bueno, a ningún avance, ya sea por miedo a que todo saliera mal o al quedarnos. – Esta bueno prevenir, porque uno tiene que tener memoria de los errores que comete para no caer nuevamente en ellos, pero también hay que ser consientes de que la vida sigue y que se tienen que dejar un poco de lado para que no arruinen el presente, con miedo o esas cosas. – Era bueno que ella pensara de esa forma, que no haría otra vez aquello, eso de verdad que ya era un buen avance, por lo menos desde mi punto de vista sí que lo era. Bueno en eso si tenía razón, no siempre estaríamos de acuerdo en todas las cosas, porque nuestras personalidades eran bastante marcadas y eso era lo que nos llevaba a que chocáramos muchas veces, pero sabríamos manejarlo, poco a poco lo iríamos controlando. Y si, también estaban esas personas a las cuales les gustaba arruinar la vida de los demás o meterse y dar sus puntos de vista, opiniones y demás, porque no estaban de acuerdo con como estábamos haciendo las cosas o porque esperaban otras cosas, pero esta vez no dejaría que algo así nos fuera a arruinar las cosas. – Si, eso lo tengo en cuenta, pero no voy a dejar que nadie ajeno arruine esto que tenemos, porque creo que es muy bueno y solo nuestro, los de afuera son de palo y con respecto a nuestros encontronazos toda pareja los tiene, solo tendremos que saber manejarlos y sin duda que eso con el tiempo lo iremos aprendiendo. – Deje mis manos sobre su pecho mirándola fijamente y le sonríe de lado, asintiendo. – Me enamore de vos antes de saber quien eras y un apellido no va a cambiar eso, es verdad que marca muchas cosas en uno por las costumbre y demás, pero así me encantas y jamás cambiaria eso por más que tuviera la oportunidad de hacerlo. – A estas alturas su apellido de verdad que era lo de menos, por más que fuese una “Weasley” o tuviera cualquier otro, yo ya estaba metido por completo en eso, la quería de verdad que si y eso era lo único que me importaba, por lo que no dejaría que nada, ni nadie lo arruinase, bajo ningún punto de vista iba a permitir algo como eso.
Sentía como mi temperatura había subido de una forma muy rápida, tanto era el calor que me había subido en esos momentos, era como sentir que la sangre que me corría por las venas, por todo mi cuerpo estaba hirviendo, era como una especie de fuego que estaba prendido dentro mío, el cual no podía contralar y a cada momento crecía más. Sus labios tenían una especie de imán que atraía fuertemente a los míos, que no dejaba que los despegara de ella ni siquiera un milímetro, bueno tampoco era que quisiera hacerlo, pero sentía es fuerte atracción y apego hacia ella. La verdad era que ya poco y nada me importaba el lugar en el que estábamos, aunque no sabía muy bien si es que en algún momento le había dado mucha importancia a todo el contexto. Lo que si tenía en claro es que prefería algo mucho más privado y cómodo, no por mí, ya que eso no era de tanta importancia si no por ella, para su comodidad, para que se sintiera mejor o quizás porque no un poco más cuidada. Con la mano que tenia sobre su cintura la levante un poco su camisa, solo lo suficiente como para poder agarrarla de la cintura haciéndole algunas caricias por debajo de la prenda y luego dejarla caer sobre mis manos. Ese contacto directo de mis manos contra su cintura, de un roce mucho más directo de nuestras pieles me dio una descarga que nuevamente me recorrió el cuerpo entero, era impresionante lo que ella podía causar en mí con tal solo un roce. Al pensar en eso fue casi inevitable dejar que mi cabeza volara sobre otras hipótesis un poco más arriesgadas, pensando en que si así eso lograba con aquel roce, las cosas que podía llegar en causar en mí con algo un poco mas jugado.
Sentía como mi temperatura había subido de una forma muy rápida, tanto era el calor que me había subido en esos momentos, era como sentir que la sangre que me corría por las venas, por todo mi cuerpo estaba hirviendo, era como una especie de fuego que estaba prendido dentro mío, el cual no podía contralar y a cada momento crecía más. Sus labios tenían una especie de imán que atraía fuertemente a los míos, que no dejaba que los despegara de ella ni siquiera un milímetro, bueno tampoco era que quisiera hacerlo, pero sentía es fuerte atracción y apego hacia ella. La verdad era que ya poco y nada me importaba el lugar en el que estábamos, aunque no sabía muy bien si es que en algún momento le había dado mucha importancia a todo el contexto. Lo que si tenía en claro es que prefería algo mucho más privado y cómodo, no por mí, ya que eso no era de tanta importancia si no por ella, para su comodidad, para que se sintiera mejor o quizás porque no un poco más cuidada. Con la mano que tenia sobre su cintura la levante un poco su camisa, solo lo suficiente como para poder agarrarla de la cintura haciéndole algunas caricias por debajo de la prenda y luego dejarla caer sobre mis manos. Ese contacto directo de mis manos contra su cintura, de un roce mucho más directo de nuestras pieles me dio una descarga que nuevamente me recorrió el cuerpo entero, era impresionante lo que ella podía causar en mí con tal solo un roce. Al pensar en eso fue casi inevitable dejar que mi cabeza volara sobre otras hipótesis un poco más arriesgadas, pensando en que si así eso lograba con aquel roce, las cosas que podía llegar en causar en mí con algo un poco mas jugado.
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
Trate de acomodar lo mas posiblemente mis ideas, para sonar lo más claro y entendible posible, para que ella pudiera comprenderme si problemas, ni muchas vueltas, tampoco era muy difícil de explicar que digamos pero en momentos de nervios uno quizás se terminaba haciendo nudos solito. Si, pensé estaba reconociendo que tenía un tanto de nerviosismo en esos momentos, suponía que era todo porque no sabía o más bien no estaba acostumbrado a pasar por situaciones como esas. Jamás me había tocado tener que pararme frente a una mujer y tener que preocuparme por sonar en verdad sincero con mis palabras, contarle como era que yo había vivido las cosas, como me había sentido, que era lo que me pasaba o me había pasado y demás, eran muchísimas cosas juntas mescladas. No sabía muy bien por donde era que tenía que empezar a hablar o decidir, era en verdad una locura pensar en que tenía que admitir todas aquellas cosas, que en su mayoría eran nuevas para mí y además tenía que decírselas, se sentía bastante raro porque una parte de mi estaba desesperado por hablar, pero otra parte no quería ni por asomo abrir la boca, entonces me encontraba en un gran dilema. Tenía un poco de miedo, si miedo a lo que podría llegar a pasar, a como ella podría reaccionar y a todos los factores que podrían influir en ello. Ella me podía totalmente, quebraba por completo mis ideales de vida, el tema de no tener una relación “amorosamente seria”, siempre me caracterizaba por decir y también por mantenerme en esa posición, que era lo que me llevaba a ser mas creíble en ese aspecto, pero bueno evidentemente ahora todo era más que distinto, estaba dispuesto a cambiar todo eso y nada más y nada menos que por ella. Se lo merecía, estaba más que seguro de eso, por era algo era que había logrado cambiar mi cabeza, mi forma de pensar y de actuar tan drásticamente, sin duda que era alguien especial, porque nunca había vivido, ni pasado por algo como eso. Me resultaba hasta un poco chistoso escucharme pensar aquellas cosas y tratar de explicarme en donde era que había quedado el mujeriego, el cero compromisos, el frio en cierto sentido, el que ni por asomo pensaba en una pareja y que ahora se había transformado en casi todo lo contrario y podría cambiar aun más por ella.– Básicamente y en pocas palabras algo más o menos así, como eso que dices. – Tome una bocanada de aire, para de esta forma tener algo más de impulso y soltarme más con las palabras, para poder explicarme con claridad, simpleza, practicismo y sin llegar a aburrirla, la mire fijamente a los ojos, como conectando nuestras miradas. – Te vi y desde ese momento supe que eras distinta, por eso fue que te ayude casi sin pensarlo mucho, porque lo sentí y ya. Luego fue pasando más tiempo y corrobore eso mismo que pensé y sentí la primera vez, me mueves completamente el piso, el mundo o como quieras decirlo, logras cosas en mí que nunca nadie las había logrado y por eso se que sos la persona indicada. – No fue tan difícil después de todo, las palabras salieron una a una, casi que sin problema alguno, se sintió bien, tanto así que incluso tenía un poco más de ganas de seguirle diciendo todo lo que pudiese y creyera correcto para el momento, pero para eso iba a esperara a su respuesta.
Sentía que en esto había entregado gran parte de mí, en el beso o más bien en toda la situación en general, por toda la mescla de sentimientos por las que estaba pasando podía saberlo, además era como si me hubiese quedado prácticamente desnudo frente a ella, como si le hubiese contado uno de mis mayores secretos a algo por el estilo. Así mismo también consideraba que ella había hecho lo mismo que yo, que ambos nos habíamos abierto el uno con el otro, porque sentíamos que la situación había llegado a un punto en el que era insostenible y teníamos que sincerarnos para poder avanzar, para ver qué era lo que se nos presentaba o nos deparaba. Sin duda que sería una etapa completamente distinta ha todo lo que veníamos estado teniendo entre nosotros, algo así como un cambio bastante radical, pero un cambio que estaba a hacer, además era algo que todo yo quería, sentía y también que necesitaba, entonces no dejaría pasar esta oportunidad por hacerme el tonto. Aproveche para poder tomar un poco de aire también, cuando ella se separo del beso, pero aun así se mantuvo prácticamente pegada a mí, por lo que no me moví. – Te amo también. – Sus palabras habían logrado que unos escalofríos me recorrieran el cuerpo varias veces, sentí que también tenía que decírselo y eso fue justamente lo que hice, si había un momento justo para decir aquellas palabras era ese, sin duda que lo era, y lo que más me extraño de todo es que no me sentí raro al decírselas, que todo fue como súper natural en mí, como si solo brotaran porque se trataba de ella, le di un pequeño beso luego de eso.
Sentía que en esto había entregado gran parte de mí, en el beso o más bien en toda la situación en general, por toda la mescla de sentimientos por las que estaba pasando podía saberlo, además era como si me hubiese quedado prácticamente desnudo frente a ella, como si le hubiese contado uno de mis mayores secretos a algo por el estilo. Así mismo también consideraba que ella había hecho lo mismo que yo, que ambos nos habíamos abierto el uno con el otro, porque sentíamos que la situación había llegado a un punto en el que era insostenible y teníamos que sincerarnos para poder avanzar, para ver qué era lo que se nos presentaba o nos deparaba. Sin duda que sería una etapa completamente distinta ha todo lo que veníamos estado teniendo entre nosotros, algo así como un cambio bastante radical, pero un cambio que estaba a hacer, además era algo que todo yo quería, sentía y también que necesitaba, entonces no dejaría pasar esta oportunidad por hacerme el tonto. Aproveche para poder tomar un poco de aire también, cuando ella se separo del beso, pero aun así se mantuvo prácticamente pegada a mí, por lo que no me moví. – Te amo también. – Sus palabras habían logrado que unos escalofríos me recorrieran el cuerpo varias veces, sentí que también tenía que decírselo y eso fue justamente lo que hice, si había un momento justo para decir aquellas palabras era ese, sin duda que lo era, y lo que más me extraño de todo es que no me sentí raro al decírselas, que todo fue como súper natural en mí, como si solo brotaran porque se trataba de ella, le di un pequeño beso luego de eso.
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Re: If I had to I would put myself right beside you (Popeye ♥)
No dije nada en esos momentos, solo me dispuse a escuchar con mucha atención exactamente todo lo que me estaba diciendo, para no perderme de nada, ni siquiera de algún mínimo detallecito que comentara, porque me importaba lo que me estaba contando, saber cómo se sentía ella o como era que vivía todo lo que nos pasaba; era algo así como saber la otra parte de la historia, esa historia que también era mía y que por eso quería saber todo lo que ella tenía para contarme – Yo te lo dije desde un primer momento, quizás no tomando la dimensión de lo fuerte que podía llegar a ser esto, pero siempre te dije que vos no eras una chica que me interesaba como amiga, que yo no te consideraba como tal porque sabía que te veía de una forma distinta. – Me pase la mano por la frente tratando de pensar una forma mejor para poder explicar eso y que sonara con más claridad o que se entendiera un poco mejor a que era a lo que me refería al decir aquello y que no era algo simplemente al voleo. – Y con distinta me refiero a que quizás, como vos decís no eras mi tipo, por la personalidad o por diferentes cosas que quizás no concordaban entre nosotros y con lo que nosotros buscábamos en otra persona, pero a su vez también te sentía distinta y por eso es que te advertí eso desde un primer momento. Me conozco y sé que cuando quiero algo no existe cansancio que pueda pararme, además a eso había que sumarle el hecho de que lo sentía de que dejaba de ser un capricho, sino que adentro mío algo me decía que no te tenía que dejar escapar, que así fuera llevándonos a los porrazos tenía que estar cerca de ti, necesitaba eso. – Estaba casi seguro a admitir que nunca había sido tan sincero con una persona en mi vida, como lo estaba haciendo con ella, estaba abriéndome, sincerándome, contándole todo lo que me pasaba y sentía, por ella desde el primer momento en que nos y habíamos visto hacia ya algún tiempo atrás. Lo más llamativo de todo esto era el hecho de que el contárselo me resultaba algo tan fácil que era de no creer, porque era algo totalmente extraño en mí hacer cosas como esas, pero ya la verdad como que nada me terminaba de sorprender por todo lo que me venía pasando con ella.
Ella quería saber ¿qué le había hecho?, la verdad que no sabía contestar muy bien con exactitud a esa pregunta, porque simplemente no tenía una respuesta en concreto, no había pensado, no había hecho conscientemente algo que vos digas “creo que fue esto”. Pero así como decía eso, también tenía que admitir que había tenido algunos “tips” que quizás desde mi punto de vista habían influido poco a poco en algo, claro está eso desde mi forma de ver las cosas. También creo que algo que ayudaba muchísimo a toda la situación era el hecho de que éramos distintos, pero a su vez también éramos muy parecidos en un montón de cosas, contradictorio escuchar eso sí, pero era la verdad. Teníamos esa chispa especial en nuestra relación, que era como una montaña rusa, con todas sus subidas y bajadas, que traducido era a momentos en los que podíamos estar hablando tranquilos y a los pocos segundos tirándonos con lo que tuviéramos al alcance de nuestra mano. Para mí eso era algo en verdad divertidísimo, porque no sabíamos que esperar porque era algo súper inestable, pero a su vez esa inestabilidad estaba traducida básicamente en que estábamos reprimiendo una buena parte de nuestros sentimientos y que no nos dejábamos llevar, entonces por ende la tensión era mucho mayor. Además de eso como ya había reconocido anteriormente a mí me gustaba bastante hacerla saltar, ver de la forma en que se transformaba cuando se enojaba o cuando algo no le gustaba, me era divertido y seguramente a ella le debería de pasar algo bastante parecido conmigo. Pero la verdad que lo único que me importaba ahora era tratar de disfrutar al máximo de ese momento, de eso tan fuerte que sentíamos, que ya nos brotaba prácticamente solo y a simple vista, y que por más que no fuera mi estilo y me costara reconocerlo por forma de ser me encantaba estar pasando esos momentos con ella. – No sé qué paso o mejor dicho no sé cómo, si sé que me encanta que pase, que siento que estoy en una montaña rusa de sentimientos pero que te amo y te quiero conmigo, creo que eso es lo único que tengo bien en claro ahora. – Agarre su cara con ambas manos y luego apoye mi frente sobre la suya para poder mirarla fija y directamente a los ojos, para que hubiera la mayor sinceridad posible en mis palabras y que ella notara que le hablaba casi que con el corazón en la mano. – Pero si vos sabes que me hiciste a mí, sería divertido escucharlo, porque me cambiaste por completo.– Empecé a acariciar lentamente sus mejillas con mis pulgares y luego me acerque un paso más a ella para darle pequeños besos por toda su cara y cada tanto rozar sus labios; al hacer eso sentía como toda mi piel se me erizaba, era impresionante como ella con unos pocos roces me podía poner de aquella forma, pero me encantaba y no me iba a cansar de decir y repetir cuanto me encantaba, no solamente la situación, sino ella también.
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