Podemos intentarlo, si lo deseas (con Lilu Potter)

Eran cerca de las cuatro de la tarde, el período en el que me quedaba libre, sin una materia a la cual asistir. Momentos antes me había encontrado con un par de compañeros y se trataba de esos a los que la verdad es mejor evitar, de esos que se creen que por el solo hecho de tener un poco de poder son mucho mas que uno; si bien yo era prefecto no me creía mucho mas que los demás, al contrario, siempre trataba de ponerme en la piel del otro y dar lo mejor de mi para entenderlo y sacar el mejor provecho de la situación; pero existían otras personas a las que sinceramente no se les podía decir nada porque salían con que ellos tenía el poder y tu debías de hacer lo que ellos quisieran o simplemente te evitaban con el mayor encanto que podían tener, simplemente.... mejor de hablar de ellos, son personas que realmente no necesitan si quiera ser nombradas. El período libre era uno de los que se me hacía una eternidad. era como sie le tiempo se congelara y no avanzara mas, por mas que me pusiera a hacer cosas, el tiempo se detenía y no me dejaba en paz, me ponía un tanto histérico cuando eso ocurría.

En fin, algo se me había cruzado por la cabeza y era pasar a buscar a cierta pelirroja que hace tiempo no veía y con la que quería pasar un poco de mi tiempo, saber que era de su vida, de la de su familia, en general, lo que uno hace con todo aquel que realmente le interesa. Lilu Potter era esa persona, esperaba que coincidiéramos en el horario para proponerle que me acompañe al laberitno, uno de los lugares mas enigmáticos de Hogwarts y que siempre habían llamado mi atención, pero que en estos cinco años dentro de la institución, jamás se me había cruzado por la cabeza, ni siquiera tenido el deseo, de adentrarme en este y saber si realmente uno se puede perder, aunque hoy en día, lo veía un tanto difícil a que eso suceda, pero nunca hay que decir nunca y tener todas las posibilidades, habidas y por haber, dentro de la cabeza de uno...

Como no sabía con exactitud cual era la última clase que tenía Lilu, entonces es que me dirigí al gran comedor, seguramente pasaría por ahí a tomar algún snack o simplemente por pasar por el lugar; esperaba no equivocarme en mi corazonada y verla por ahí. En mi espera se me cruzó por la cabez algo que hace rato no sucedía y era que mi jefe de casa era uno de los hombres mas lindos de todo Hogwarts, a pesar de saber que era mi jefe de casa y de que le tenía que tener un respeto inmenso, el cual tenía, la verdad es que me daban muchas ganas de estar muy cerca de él y de aprender de alguien con su porte, un profesor como pocas veces se puede ver y la verdad es que no se por qué, pero siempre termino pensando en ese profesor, siento algo que nunca me había pasado, tal vez sea algo ams que adoración... esperaba que esto no se convirtiera en uan obsesión, esas cosas no son buenas, y le hacen mal al cuerpo, al alma, al corazón y a la mente... todo tu ser puede ser afectado por eso.

Con mis libros en mano y mi mochila al hombro, esperé en la entrada, acomodé mi túnica y luego mi corbata, debía de lucir bien, mi escudo estaba un poco chueco, de lado, por lo que lo acomodé también para que se viera mejor y apoyando mi cabeza sobre la entrada del gran comedor, esperé por ver pasar a la pelirroja Lilu.

.-Bien, bueno eso es todo por el día de hoy, guarden sus cosas después de terminar de anotar, y pueden comenzar a salir-. Dijo aquel profesor dando por concluida la clase. La pelirroja suspiro de alivio, definitivamente en esa clase tenía un problema, ya que por más que intento poner atención en la clase no entendió ni la mitad, estaba más segura que lo único que había entendido de aquella clase era el "Buenos días" y lo último que había dicho el profesor. Soltó un suspiro de nueva cuenta, pero ahora un poco más largo mientras juntaba todas sus cosas, "Será mejor que me consiga un tutor de la materia, si no estoy segura que reprobaré" pensó con una mueca mientras salía del aula sola. Por extraño que pareciera, esa era la única clase que no cursaba con algún familiar, amigos si, pero ningún familiar o mejor amigo, con el que le gustaría salir de aquella clase platicando sobre lo aburrida que fue la clase, así que camino sola esperando encontrarse con algún primo o algún de sus mejores amigos, aunque lo dudaba ya que estaba segura de que a ellos les tocaba en otro piso.

Mientras baja los escalones de las escaleras sintió como su estómago gruñía por que tenía hambre, fue en ese momento en que la pequeña Potter, cayo en cuenta que no había desayunado nada, ya que, como siempre le pasaba se despertó un poco tarde, sólo le dio el tiempo necesario para arreglarse y salir corriendo hacía el aula de clase y después como sus clases les tocaba en pisos superiores ya no le había dado tiempo si quiera de acercarse al gran comedor, ni para tomar algo de rápido y continuar con las clases; así que, tomando en cuenta que la pelirroja ya no tenía más clases por el resto del día, decidió que pasaría a comer algo antes de irse a la sala común de su casa a terminar las tareas, y de pasada, a conseguir un tutor para "Runas Antiguas" que era la clase con la que tenía un "pequeño" problema para entenderla.

Termino de bajar las escaleras y con paso normal, camino hacía el gran comedor. Mientras caminaba iba pensando que es lo que comería, ya que al parecer su estómago no dejaba de gruñir por algo de atención, que en esté caso era la comida, la tan apreciada comida. La pelirroja no era de aquellas chicas, que dejaban de comer o eran muy selectivas respecto a su comida, ella había heredado el buen comer de la familia de su madre, y estaba orgullosa de eso, y más por que, por más que comiera, no engordaba, aunque claro, en parte era por que no se podía quedar quieta en un ningún lado, y ahí era donde toda la energía y demás cosas se gastaban.

Al estar fuera de las puertas dobles, del gran comedor vio a uno de sus mejores amigos, era un "Azulito", como ella llamaba a los de la casa de Ravenclaw, era Zac, el cual ya tenía un tiempo sin verle, exactamente, poco antes de terminar el curso pasado, así que ya tenían tiempo sin verse, se acerco un poco más a él, y aprovechando que le daba la espalda, se lo hizo sin hacer ningún ruido. Cuando estuvo lo suficientemente cerca. .- ¡Buu! -. susurro ya estando cerca de su oído, con la intensión de asustarle.

Un susto, un susto por detrás al escuchar un "Buu!" que venía de la parte detrás mía y es que eso te puede sacar de cualquier pensamiento en el que estés sumergido, eso había ocurrido y me sobresalté como el mas tonto, para darme vuelta y encontrarme con la epqueña pelirroja de la familia Potter; así es, Lilu había decidido asustarme de esa manera, si bien si fuera otra eprsona le podría haber caído a golpes o tan solo darle una mirada fulminante, decidí dejarlo pasar, solo porque era ella y la abracé bien fuerte, tanto que la alcé en mis brazos del suelo.

Hacía mucho nos nos veíamos, pero esa sensación de ver a una amiga estaba presente, el tiempo podía pasar pero ciertas personas siguen en tu vida y es por una razón, ambos se simpatizan y es que ambos compartimos momentos lindos, otros tal vez no tanto pero al fin y al cabo nos seguimos viendo, lo cual es muy bueno, o por lo menos eso creo yo, si se frecuentan como antes quiere decir que la relación de amistad funciona y es que a veces, pocas son las personas con las que puedes contar de esa manera.

La volví a bajar a la tierra y le deposité un beso tan fuerte y grande que le dejé su cachete blanco como la leche, bien marcado, creo que me había excedido o tal vez el hecho de que hacía dos días de que no me afeitaba me estaba afectando, era algo que a veces no me gustaba, el ser tan peludo, ya que la barba molesta a ciertas personas cuando las saludas, esperaba que no me dijera nada al respecto. Le acaricie la cabeza y luego la miré con cara de perrito mojado(?), ya que quería tener su atención de lleno, a pesar de que pasaba mucha gente en ese momento y todos saludando, vamos ella es una Potter, muy bein conocida en todo el colegio, pero ahora no importaban los demás... éramos solos los dos.

-cómo ha estado la pequeña pelirroja mas linda de todo hogwarts?- pregunté con un tono un tanto infantil para luego darme la vuelta y mirar a ambos lados, luego vuelvo la mirada a ella y me agacho un poquito para decirle al oído -no le digas a nadie pero ya todos saben que tu y yo somos novios- dice para luego largarse a reir -no tranquila, estoy jugando solamente- se acomoda la mochila para luego tomarla del brazo y comenzar a caminar -qué tal tu última clase? según tengo entendido te ha tocado Runas antiguas.... ufff unas de las materias que mas detesto, pero si quiero ser un gran mago en un futuro, debo de hacerme de "tripas corazón" y asistir a esa clase, no crees?- pregunté un tanto apenado por saber que a mi me tocaría pronto la primera clase, cosa que no me interesaba en lo mas mínimo...

La pequeña Potter no pudo evitar soltar una carcajada al ver como su amigo saltaba tras asustarle, pero al ver que él daba la vuelta para verle, tuvo un poco de miedo, ya que, a pesar de ser muy buenos amigos, a nadie la gustaba que le hicieran eso, que les asustaran; por lo que la pelirroja no dudo comenzó a dar un paso hacia atrás cuando unos calurosos, fuertes y un tanto musculosos brazos le atraparon en un abrazo, el cual la pelirroja no dudo ni un segundo en regresar. .-¡Lo siento! no pensé que te asustarías con eso-. le susurro mientras con una sonrisa intentaba aguantar la risa, al recordar el pequeño brinco que aquel chico había dado.

Le abrazo con un poco más de fuerza, le había extrañado bastante, y hasta ese momento estando en aquel abrazo había caído en cuenta de ellos, tal vez con toda la familia que había visto en esas vacaciones se le había pasado en alto, pero no era así, la pequeña Potter había extrañado el hablar con él al salir de cada clase o en alguna hora libre que tuvieran, ya sea por asuntos de lo difícil que eran las clases como cosas personales. A muchas personas se le hacía raro la relación que ambos llevaban y más por las cosas que ambos habían vivido juntos, ya sean momentos felices como tristes. .-¡Te he extrañado a horrores!-. le dijo después de un soltar un suspiro aun estando en aquel abrazo. Enseguida sintió como aquel chico le daba un beso en la mejilla bastante fuerte, dejando más que claro que también le había extrañado, la chica no pudo evitar soltar una risa por dos motivos, el primero era la efusividad del beso y la segunda era por que le había picado la cara con su barba, ya que al parecer el chico no se había rasurado en un corto tiempo, lo que había hecho el que su barba creciera, no tanto como para que pareciese un lobo, pero si lo suficiente como para que al dar un beso o al pasar la mano por la barbilla y las mejillas se sintiese, a la pelirroja eso no le molestaba en absoluto así que no hizo comentario alguno.

Al ver como aquel chico le miraba con cara de perrito triste bajo la lluvia y a su vez le acariciaba la cabeza, no pudo evitar el fruncir un poco el ceño, sonreír y mirarle con cierta ternura. .-¡Vamos! ¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara? ¿Ah pasado algo malo? o más bien, ¿he echo algo malo?-. dice ya que aunque, tal vez no lo aceptase, tenía un poco de miedo y el que aquel chico tuviera esa mirada le parecía en cierta manera rara. En aquel momento sólo eran ellos dos, todo lo que estaba a su al rededor se había desaparecido desde el momento en el que le había abrazado, así que lo único que lograba escuchar a su al rededor eran puros murmullos, pero no le interesaba el descifrar lo que decían y ni para quien iban dirigidos.

Al escuchar que el morocho le preguntaba algo en tono un poco infantil, hizo que el poco miedo que había comenzado a sentir al verle su cara se fuera y sea desplazado por un sentimiento de alegría, aquel era el chico que ella había conocido. .- Pues, no sé, tendrías que buscar a esa "pequeña pelirroja más linda del mundo" y tal vez te pueda decir el como esta-. bromea un poco mientras le enseña su lengua; había entendido bastante bien que aquella pregunta iba para ella, pero ella nunca se había visto de aquella manera y aunque muchos no lo supieran o se lo imaginaran, la pequeña Potter tenía un pequeño complejo con eso, tenía claro que no era como los muggles decían, "toda una Top Model", sabía que no tenía un cuerpo de ensueño y que de cara no era lo más linda, ya que al sonrojarse, ya sea por que se avergüence o porque le hicieran enojarse, la había parecer del mismo color que su cabello, y eso era algo que odiaba más; pero, a pesar de eso, cada vez que le hacían un cumplido ella lo tomaba en broma, ya que para ella eso no era cierto.

Cuando vio que el morocho veía a ambos lados del pasillo, con la intención de decirle algo en secreto y que nadie más se enterase, hizo que la pelirroja frunciera el ceño y le mirara con cierta diversión, después sin que ella se moviese, él se acerco a ella, para ser más exactos a su oído y mientras escuchaba lo que decía no pudo evitar hacer lo que más odiaba en el mundo, antes del chocolate blanco, era el sonrojarse. Abrió la boca mientras volteaba la mirada y le veía con cierta sorpresa impregnada en todo su rostro, pero al escuchar el como reír, suspiro de alivio, escucho como decía que sólo estaba jugando y una idea un poco maquiavélica se le cruzo por la mente. .-¡Oh Por Merlín! ¿Cómo se han enterado, cariño? Juro que yo no le he dicho a nadie, supongo que haz sido tu, que se lo habeís dicho a alguien.-. le guiño el ojo derecho mientras le seguía la broma y esperaba ver hasta donde él aguantaba aquella broma.

Ve como él se acomoda su mochila, para después sentir como le toma del brazo y comienza a caminar, al instante le sigue el ritmo de sus pasos mientras le escucha, hace una mueca y asiente con la cabeza. .-Bueno, ¿te digo la verdad?-. dice mientras voltea a verle y sin esperar a que diga o haga algo el chico continua. .- Lo único que le he entendido al profesor ha sido el "Buen día" y el "pueden retirarse"-. dice mientras suelta una pequeña risa nerviosa. -. En ese caso, se me hace que no somos nosotros los que no entendemos la clase, es la clase la que no nos entiende-. dice un poco divertida y después hace una pequeña mueca, ya que aquello realmente no tenía nada de divertido, y menos por que en poco tiempo tendría que hacer los TIMOS, y como tal no le gustaría sacar un ineficiente en aquella materia. Soltó un suspiro .- Pues eso si, tenemos que hacer tripa corazón y asistir a las clases, pero... ¿Cómo es que algo tan genial, puede ser tan difícil de entender?-. pregunto, aunque la pregunta no iba directamente hacía aquel chico, si no que había sido una pregunta retorica. Cuando sintió como algo en su estomago se movía recordó el por que es que iba hacía el gran comedor, pero cayó en cuenta que continuaban caminando así que se volteo un poco hacía él. .-Por cierto... ¿A dónde vamos? Por que tengo un hambre y espero que ahí haya-. dijo mientras reía un poco.