The good to come back, is the reunion. ||Rose&Lily.

Suspiró la pequeña Potter mientras terminaba de doblar su última playera y la acomodaba debidamente donde debía ir. Se quito con la mano las pequeñas gotas de sudor que le comenzaban a surcar la frente haciendo que su pelirrojo cabello se pegara a ella. Camino de regreso a su cama y se dejo caer sobre ella mientras soltaba otro suspiro. Si bien podría hay usado un hechizo para que eso se hiciera sólo, a ella le encantaba hacerlo manual, ya que así no se sentiría una inútil, además de que claramente no tenía nada mejor que hacer, sus compañeras de habitación no estaban, la mayoría había usado un hechizo para hacer guardar sus cosas y otras lo habían dejado para después ordenar sus cosas; así que prácticamente estaba sola en la habitación y no tenía con quien platicar... al menos que su gatito contara como tal, pero no creía que se viera demasiado bien, el hablar con su mascota, aunque ultimadamente nadie la vería hablar con "Zeus".

Negó con la cabeza mientras, se levanto de su cama con cierta pereza y comenzó a caminar hacía afuera, no sin antes tomar un abrigo, ya que lo último días había comenzado a hacer un frío atroz, ya sea tanto dentro como fuera del colegio. Mientras caminaba pensaba que tal vez se podría encontraría con alguien conocido y podrían dar una vuelta por el colegio o tal vez platicar de como habían ido las vacaciones a la otra persona; le suplicaba a Merlín, que por lo menos se encontrará con alguna de sus mejores amigas, ya sea "Vero" o "Rose", ya que así sería mejor forma de pasar el tiempo, ¿¡Qué mejor forma, que con tus mejores amigas!?

Salió de la sala común y comenzó a caminar, buscando a sus amigas, cuando un chico de primer grado o tal vez segundo de la casa de las víboras, se le acerco y le entrego una nota; tomo la nota y le dio las gracias al chico, vio como este se alejaba déjandole sola, frunció el ceño mientras desenvolvía la nota mientras pensaba quien podría ser, conocía y se llevaba bien con unos cuantos de esa casa, pensó que podría ser su hermano Albs, pero no lo tenía tan seguro. Cuando comenzó a leer la nota, sonrió de lado, "Claro, ¿Cómo no se me ocurrió que podría ser Ver?" se dio un golpe mental, al caer en cuenta que no había pensado que su amiga le podría mandar algo. La nota decía lo siguiente:

"Rose, Lily las he extrañado y sí, probablemente tanto cariño en estás palabras les parezca raro pero creo que debemos vernos lo antes posible. Las espero hoy en la noche cerca del Bosque prohibido, en el lugar de siempre."

Tenía mucho tiempo que no veía a su verdosa amiga, y realmente no se había dado cuenta de lo importante que se había convertido en su vida hasta que la dejo de ver un tiempo y dejo de saber de ella, extrañaba las locuras que hacían y que graciosamente solo ellas entendían, suspiro con nostalgia. También había extrañado a su Amarillenta amiga, pero a ella le había visto hasta el final del pasado curso y se habían mandado lechuzas contando más o menos cosas que les pasaba en las vacaciones, pero eso no impedía que también le extrañara.

Comenzó a caminar en dirección del Bosque Prohibido, intentando ir lo más rápido posible aunque era imposible por tanta gente con la que se cruzaba, mientras que en el transcurso saludaba a uno que otro viejo amigo, o viejo amor, también de esos tenía la pequeña Potter, que tan inocente le veían sus hermanos, y cuando no se daban cuenta ella hacia un par de travesuras, nada que lamentar y ni de las cuales arrepentirse, hasta el momento; de igual ignoraba o por lo menos intentaba no seguir el juego a los que le odiaban pensando que por ser hija de una leyenda se creía superior a los demás, cuando en realidad no tenían idea de que estaban demasiado alejados de la realidad y eso era lo que hacía enfadar a la no tan pacifica Lily.

Cuando estaba cerca del punto en el que pensaba que podría encontrarse sus amigas, mientras pisaba las secas hojas de los árboles y brincaba algún que otro árbol caído, comenzó a escuchar un ruido de pisadas, se mantuvo quieta para de esa manera desechar la idea de que ese ruido lo hacía ella, y al confirmar que las pisadas eran de alguien más comenzó a caminar despacio sin hacer mucho ruido, mientras se acercaba a lo zona donde se encontraba el culpable o la culpable de dicho ruido. Agradeció que desde que salió de su habitación se pusiera el abrigo, ya que fuera hacía frío y aumentaba conforma se adentraba a la noche. Pudo ver una sombra, entrecerró un poco los ojos intentando lograr una mejor vista, escucho que aquella persona tarareaba alguna canción desconocida para la pelirroja, descubrió por el timbre de voz que era una de sus amigas, sonrío mientras un plan se le pasaba por la mente.

Comenzó a caminar de la misma manera que antes, intentando no hacer tanto ruido, hasta la pelinegra intentando acercase lo más posible. Estando a una distancia considerada, ni tan cerca ni tan lejos, sólo lo suficiente para que la chica le escuchase sin que tuviera que gritar, pero también para que en el caso de ser necesario pudiera dar la vuelta y echar a correr mientras intentaba salvar su vida, de buena mano, sabía que aquella idea era una muuuy mala idea, pero su verdosa amiga tenía que pagar todas aquellas preocupaciones que había tenía por su culpa al no saber nada sobre lo que le había pasado y del porque había faltado tanto tiempo al colegio estando ya casi al final del curso. .-¡BUUUUU!-. Grito lo más que su garganta le permitía. Sabía que había sido patético gritar aquello, cualquiera se le hubiera ocurrido gritar alguna otra cosa, pero sabía que el grito con el contraste de lo silencioso que se encontraba el bosque, le asustaría. Tenía preparada su varita en el caso de tener la necesidad de defenderse, esperaba que no tuviera que usarla, pero con su amiga no sabía la manera en la que reaccionaría.

Si....esto era a lo que yo llamaba descanso pre-estrés escolar. Nada de ruido, nada de tareas pendientes o exámenes a la vuelta del día, tan solo yo y mi delicioso tiempo con las flores, el pasto y un clima del todo adorable. Aunque una pequeña y zumbante parte de mi trasero me recordaba constantemente que debería estar dentro, en mi habitación, ordenando mis pertenencias como cada año y así tener todo bien dispuesto para el primer día de clases. Pero claro, por mucho que zumbara aquella advertencia en mi cabeza, me negaba rotundamente a abandonar este pequeño placer, pues estaba segura que este año tendría poco tiempo para relajarme tanto como ahora, pues este curso presentaba mis TIMOs y si bien sabía que no era una bruja precisamente ignorante, por algo me habían condecorado con el honor-responsabilidad de ser prefecta de mi casa este año, la cosa era que sentía la presión. A Edward le había ido bien en la mayoría de las materias y a Dylan y Derek ¡bueno! una lista de calificaciones llenos de Extraordinarios, si había un Supera las Expectativas entre lo demás era mucho y yo...y yo no sabía aun a qué dedicarme ¡en verdad! ¿qué era lo que me interesaba? ¿cuál era mi vocación?

Andaba en tales circunstancias y tan perdida en mis pensamientos que me asustó la repentina voz de una niña de cabello negro arreglado en dos colitas. Portaba el uniforme de Slytherin y sería una falacia decir que no me miraba con cierto desdén y despreció ¿qué había conducido a esta chuiquilla hasta este lado del jardín? pocos pisaban este suelo pues decían que gozaba tanto de los rayos solares como una cueva oscura, y era verdad, a este lado del jardín pocas veces daba de lleno el Sol...seguro por eso amaba este espacio, odiaba quemarme. La chica continuó parada frente a mi, con el ceño fruncido sin decir palabra alguna - y bien...¿hay algo en lo que pueda ayudarte? - pregunté dedicándole una sonrisa que no estaba del todo segura mereciera. La niña bufó y yo fruncí el cejo sin decir mas... hasta que la niña mas bien con gesto indignado me tendió una cartita y sin mas se fue - ¡pero que educación! seguro ni las manos te lavas antes de comer - expresé mas bien molesta, apreciando todo su andar hasta que desapareció de mi vista.

Aun tirada sobre el cesped alcé sobre mi rostro la dichosa cartita ¿de quien era? ¿si era una de esas bromitas típicas de los de 7mo? rasqué el sobre con cierto recelo, desconfiando en todo momento del contenido hasta que pude dar con una hoja y una breve texto escrito, momento justo en que todas mis sospechas se marcharon, yo conocía bastante bien esa letra...sería mucho que no la reconociera ¡con tanto tiempo! era de Veronika. Con una sonrisa risueña y entusiasta sobre mis labio acerqué más la carta y leí enternecida y animada cada letra y cada renglón. Yo también había extrañado horrores a Vero y a Lily, aunque con ésta última había guardado un contacto más cercano que con la primera. Con Lily eran lechuzas, sino diarias, si constantes...por cualquier cosa nos escribíamos...anécdotas, experiencias, aburrimiento...escribir solo por escribir. Pero la cosa con Vero era pero bien diferente, era como si la tierra se la hubiera tragado desde el lamentable acontecimiento con mi hermano: ambos había terminado una bella relación tras haberse comprometido...tras haber...pasado por una serie de circunstancias mas bien importantes. No la juzgaba, tampoco la culpaba, las relaciones en ocasiones funcionaban y en otras no lo hacían, aunque no dejaba de sentir su rompimiento, en mi mente siempre había sido "Edward & Veronika: Una historia de amor" pero aquello se había quedado solo para el recuerdo.

Guardé la carta nuevamente en el sobre y me puse en pie, si iba a ver a mis super amigas en la noche era mejor que en verdad me pusiera a ordenar mis pertenencias. Me incorporé de un salto y anduve hasta mi sala común, lugar donde, no sólo me puse con mis labores personales, sino también comencé a buscar un buen abrigo para la noche. Se supone que era delito ir al Bosque Oscuro en cualquier hora del día, mas si era una prefecta, es decir ¿dónde quedaba el ejemplo? pero nadie se enteraría ¿verdad? además pedí a Aya y a Cee que me cubrieran la retaguardia, no les especifiqué a donde iban pero no dudaron en echarme una mano.

Llegué al bosque encantado justo a la hora convenida, y cuando decía "llegar al bosque" me refería a la entrada del mismo mas no a nuestro lugar habitual, para eso aun necesitaba de otros diez minutos de caminata. Asi que, sabiendo que era ya un poco tarde no detuve la marcha y andaba mas bien apresurada, detestaba llegar tarde, eso sin duda alguna, no lo toleraba en mi ni en otros, así que cuando por fin encontré a Vero y a Lily resoplé casi de forma teatral sintiéndome interiormente avergonzada - Bien dicen que "dime de que presumes y te diré de qué careces" pero saben que usualmente no me retraso..no tanto, mil y un disculpas - y sin mayor preámbulo me lancé a ambas para dedicarles mi saludo especial: el abrazo de oso.