"A que no te atreves a..." [Cédric]

La mayor parte del día había sido un poco... aburrida, por decirlo de algún modo. Scorpius tenía un par de amigos de confianza, gente con la que se llevaba realmente bien, personas con las que pasar todo el tiempo del mundo y le habría sonado a poco. Pero de un modo u otro había tenido que separarse de ellos ese día, no quería culpar a nadie, pero las parejas siempre eran las culpables, y aunque no iba a quejarse de ello en voz alta comenzaba a odiar que sus amigos prefieran un polvo (o no, vete a saber que hacían) antes que echar un rato en su compañía.

Por suerte había cambiado un poco su perspectiva del día tras haberse encontrado con una persona con la que jamás pensó que podría llegar a agradecer cruzarse. No es que tuviera nada en contra de él, simplemente nunca se habían aproximado lo suficiente como para decir que tenían una relación, menos aún como para estar en una situación como la que nos encontraríamos si mirásemos a través del cristal de la taberna, cualquiera juraría que esos dos no eran Cédric ni Scorpius, compartiendo algo más que una simple cerveza de mantequilla, y es que todo había sido como una serie de coincidencia ligeramente catastróficas, juraría Malfoy.

El Slytherin había comido fuera ese día, como casi todos los alumnos, sus amigos, justo después del almuerzo habían decido que tenían cosas mejores que hacer, lo ya mencionado, y él se había quedado solo, aprovechó para hacer algunas compras y tardó menos de diez minutos en aburrirse, se quedó por un rato leyendo en la librería y después fue a la taberna de siempre, al entrar se le cayó el mundo al suelo porque el único lugar que veía vacío era en una mesa bastante alejada de la puerta donde Lemoine hablaba con algunas personas conocidas también por él pero no del todo gratas. Pidió una bebida y se sentó allí, era solitario pero prefería estar mal acompañado antes que solo. Saludó y tras un rato de aburrida formalidad se quedó en silencio oyendo las tonterías del reto, bebiendo de su vaso -libre de alcohol por supuesto-.

Para su suerte, o en realidad desgracia, aquello no duró mucho, los dos chicos que hacían compañía en la mesa se marcharon, al parecer era su plan desde el principio pero no querían dejar a Céd solo, o eso intuyó Malfoy según su forma de hablar y de irse apresuradamente mientras aún le quedaba el final del vaso. La conversación se tornó algo seria y muy formal, discutieron sobre ciertas cosas y para pasar el rato Cédric no tardó en notar que el Slytherin era un blanco fácil para apuestas y juegos de “a que no puedes” ya que es incapaz de negarse a un reto abierto. Hicieron un par de tontearías, tales como molestar a un viejo que había en la barra diciéndole un par de obscenidades indebidas que les hizo reír porque el hombre estaba tan borracho que casi ni se le entendían los insultos posteriores y todo terminó cuando el Hufflepuff le dijo las palabras claves “a que no puedes dejar de ser tan rígido con todo y tomarte tres chupitos sin saber que son”. Su interés, al parecer, iba más allá de esas simples bebidas, porque tenía la fuerte intuición de que Malfoy sería más divertido con algunas copas de más. El rubio tardó un rato en aceptar un juego como ese, desconfiaba...

-Que no lleven mucho alcohol, no estoy acostumbrado, y tenemos que volver realmente pronto a la escuela - dijo aquello mirando su reloj de reojo, era raro, se lo estaba pasando bien y eso lo desconcertaba, entonces notó la mirada del otro, no estaba siendo “menos rígido” -está bien, dame lo que sea, aceptaré cualquieeer cosa, lo juro, a cambio... bueno, a cambio a ti te toca beber exactamente lo mismo, y si dices que no, se acabó el juego.

Obviamente, aunque el Slytherin solía ser todo un aburrido y demás a veces era divertido pasar un rato en compañía, más cuando había podido comprobar que aquel tejón tenía unas ideas bastante entretenidas, pasarlo bien sin su compañía habitual era bueno, resultaba mucho mejor con el aliciente de que tenía ciertas cosas lejos de su mente.

-¡Ve ya! Si te retrasas no vendrán a buscar con las bebidas en la mesa y no quiero un castigo por alcohólico, cuando no lo soy - le hizo un gesto con la cabeza, mientras sonría un tanto altivo.

Era difícil pensar que luego de pasar casi toda la tarde deprimido y en soledad, la compañía de Rose le había alegrado lo suficiente para apuntarse al tres escobas a beber una cerveza de mantequilla con algunos grados de alcohol. No acostumbraba a hacerlo. No al menos en un tiempo pero ese día más que tener, debía hacerlo.  Así que ahí estaba el con aquella sonrisa cautivadora suya bromeando con algunos chicos, Céd se hacía conocer por ser abierto a la gente, extrovertido y bromista. Ver al rubio Slytherin sentarse en su mesa le hizo enarcar una ceja. Todos sabían que Malfoy era demasiado serio y rígido para adentrarse en el grupo que generalmente rodeaba al francés.  Sin embargo le hizo caso omiso, hasta que las amistades del Hufflepuff le dejaron a solas con el inglés. La situación se volvió más formal y Céd termino por aburrirse. No era de conversaciones tan serias y rectas. Ni siquiera con los compañeros de trabajo del tío Ethan se comportaba así.  Aún así la sostuvo por un rato, en el cual el intercambio de opiniones se había tornado a las clases. Eso le dio un dolor de cabeza terrible al más joven de los Lemoine. Estaba esforzándose por mejorar sus calificaciones, y suponía que lo estaba logrando, al menos medianamente mejor que antes. Se enfoco en Malfoy y su postura severa. Scorpius era de su mismo curso y aunque no le caia mal, le parecía demasiado solitario.  Tenía sus amigos si, pero no se trataba de quienes te rodean sino de la soledad que habitaba en sus ojos.  A veces se podía estar acompañado y sin embargo encontrarse totalmente solo. Pero solo era una opinión de Céd, él sabía lo que era estar acompañado y sentirse solo, quizás era por ello que le daba esa impresión pues se proyectaba en su acompañante inglés.

-A ver Malfoy, a que no puedes dejar de ser tan rígido con todo y tomarte tres chupitos sin saber que son. – retó bastante seguro de sí mismo. Él no era un gran bebedor, se burlaba de los alcohólicos de hecho, de aquellos que dejaban que la bebida les dominara era vergonzoso y a su pesar le hacían chiste.  Ahora su ideal no era emborrachar a su compañero de clases sino más bien convertirlo en alguien menos serio con quien pasar el rato.  Se echó el pelo hacia atrás y llamo al camarero que había aceptado darles alcohol. Sirvio los tres chupitos, y miro a Malfoy fijamente esperando a que los bebiera. Cuando lo hizo alzó ambas manos y manipulo su adn erizando su cabello a tiempo que cambiaba a color ceniza, igual que sus ojos y alzaba ambas manos, reacción de sorpresa al ver a Malfoy hacerlo.- Quien diría que Scorpius Malfoy se ha bebido tres chupitos. – bramo con diversión. – Juguemos: yo nunca nunca. –complemento esperando que aceptara- Te explico, dices algo que nunca haz hecho y si lo hice, tengo que beber un chupito. Así que comienzas. –se acomodo en su asiento un poco más relajado.

Él nunca decía que no a ningún reto, y además, le había molestado que le dijera aquello ¿como que rígido? Él no era eso, él era amigable -en realidad ni él mismo se lo creía, pero siempre lo había querido pensar- además de que alguna vez se había saltado alguna norma... pocas, y casi no había pisado el aula de castigo en seis años completos, pero aún así, no era rígido.
Se tomó los chupitos, uno a uno. Puso mala cara con los tres, sobre todo con el último que sabía bastante más amargo que el resto, que al menos habían tenido un toque dulce y agradable para la boca. Después vio el cambio que Lemoine había llevado a cabo con su cuerpo y enarcó una ceja, en señal de sorpresa, no tenía ni idea de que ese chico era metamorfomago.

-Eso que haces... seguro que tras beberte estas tres cosas no te sale tan bien - comentó, tratando de bromear, no quería ser visto así, tan serio. Normalmente durante las clases si que lo era, pero solo porque era su obligación, como la de cualquier otro, seguro que Cédric también era bastante serio durante las clases - y no es la primera vez que bebo... aunque me parece estúpido y contraproducente, cuando la gente se emborracha hace cosas tontas, al final todo les sale mal, se den cuenta o no - había pasado por ello, sin ir más lejos pasó la última vez antes del verano anterior, había bebido y desde entonces se pensaba “colado” por alguien, cosa sin sentido, estúpida y además ilógica, más sabiendo quien era él - pero quiero que sepas que no soy tan rígido, como tu dices, que ni sé en realidad que quieres decir con eso, suelo bromear, a veces.

Suspiró y miró la cerveza de mantequilla, era lo más parecido a algo con alcohol que bebía con frecuencia, y en realidad ni siquiera tenía graduación como para considerarse una bebida alcohólica, por eso lo vendían a menores. Aquellos tres tragos cortos que se había tomado de una sola sentada le habían mareado un poco y aunque podía sonar exagerado, ya le habían afectado a la mente, la falta de costumbre era un horror en casos como ese.

-Ay pero que juego más complicado ¿no sería mejor decir cosas que sí he hecho? Porque... si no las hice es porque no me interesan ¿no? - preguntó aquello dudoso, aunque en realidad es que no se le ocurría nada que decir, pero ya quería “vengarse” y hacerle beber - mmh yo nunca he... nunca he... en serio me siento estúpido - dijo aquello y soltó un par de carcajadas, apartándose un mechó de cabello que le caía por la frente, intentando que quedara atrás junto al resto - quiero que bebas, así que diré que nunca he besado a una chica. Todo el mundo ha hecho eso.

Por supuesto él no entendía del todo el funcionamiento del juego, pero hizo su mejor intento, al final se confundió y dijo algo que sí había hecho, pero ni cuenta se había dado.

Céd era serio en clase por una sola razón. No entendía nada, y es porque no se aplicaba a estudiar, sino mas bien a recordar que tenia clases y tareas una hora antes, por lo cual intentaba estar lo más quieto en clase para no llamar la atención de nadie en especifico. Sin embargo su vida personal era distinta, le encantaban las sonrisas hasta un punto obsesivo. Amaba ver la gente sonreír y como no hacerlo si es cuando expresan el mayor sentimiento que puede tener un ser humano. Era hermoso alabar una sonrisa, no era del tipo de chicos que miraba el culo, la entrepierna o cuan bonito tenía los ojos. Bueno si. Pero antes que todo eso se fijaba en la sonrisa y la mirada, la cual ciertamente no es la misma puntuación que el color de ojos.   Se rió sonoramente ante la expresión de su acompañante.

Choco levemente su puño con el hombro del Slytherin y le guiño un ojo. – Sigue apostando y te haré pasar vergüenza Scorpius, suelo dar sorpresas –añadió con una sonrisa amplia en su juvenil rostro.  No le gustaba fanfarronear de sus talentos, pero lo vio necesario, al menos advertirle lo difícil que sería.  – Claro que no es primera vez que bebes. – se masajeo el cuello mientras le escuchaba.  – A Scorpius Malfoy le importa la opinión de un hufflepuff. Menuda novedad – dijo en aquel tono divertido mientras servia dos  chupitos y colocaba uno justo al frente de Scopius y uno para él.  

Escucharle nuevamente fue música para sus oídos y al mismo tiempo deseo no haberlo echo era penoso y no sabía mentir - ¿No has besado a una chica? Tiene que ser chiste. –lo dijo suave como si fuera un secreto de estado. Tuvo muchísimas ganas de preguntarle si era gay. Perdón. ¿Había dicho tener ganas?. – ¿Eres gay? Bueno no es que me importe, o sea, ni siquiera eres mi tipo- bromeo y echo su chupito adelante – Nueva regla divertida. La idea principal es que el otro beba, pero si no bebe, te toca a ti por él. Como justo ahora. No puede pasar una ronda sin que alguno de los dos beba. – se ingenio de manera automática, tenia una creatividad fantástica cuando le parecía. – Y si no te ha quedado claro, no. No he besado a una chica nunca, si es que contar a mi madre sirve.  Y creeme que lo dudo. – Al cabo de un rato retorno el juego pensando en algo que Scorpius había hecho y él no. – Pues yo nunca, nunca pero nunca he ido a un partido de Quidditch. – le enseño la lengua, echando otro chupito repleto frente al rubio numero dos de la mesa. Scorpius era del equipo de Quidditch de los Slytherin. Había vuelto a apuntarse un punto y estaba encantado con aquel hecho. Echo un visitazo a su reloj y miro que faltaba poco para las cinco pero no le importo.

Bufó sobre su pequeña apuesta, él trataba de bromear y ser un poco amable y el otro lo tomaba como un reto personal, no iba a molestarse, porque realmente sabía lo que era tener orgullo, pero le respondió a su frase con una mueca de su rostro, no muy amigablemente.

Tras aquello fue cuando estuvo pensando y cometió ese fallo que, al parecer, tanta gracia le hacía al hufflepuff. Al principio no entendía nada, después llegó a la conclusión de que lo había dicho completamente mal. Su rostro, poco a poco, fue tornandose rojo, primero por la pura vergüenza de haberse confundido tan fácilmente y después continuó rojo pero por algo de furia, quizás, había sido un fallo, era obvio, NO era gay, aún con esos pensamientos raros que tenía últimamente.

-Creo que me confundí - dijo en el tono más tranquilo posible, viendo ese chupito que le acercaba, el cuarto de la tarde, y ni siquiera le gustaba beber. Lo dejó ahí donde lo había puesto - y no es justo que me hagas beber por esa norma que antes no existía. No soy gay, claro que he besado a chicas, a muchas - respondió un poco orgulloso pero exagerado. No había besado a tantas, solo lo había hecho un par de veces - además fue un error, no voy a beberme eso, queda para la próxima.

Había fruncido el ceño, pero suspiró, y arrastró el pequeño vaso hacía el centro, pensando en que realmente si era un poco amarguetas, cualquiera se habría tomado sus comentarios como meras bromas inofensivas, no como un ataque personal, como él parecía haber hecho, pero es que aquel tema con Potter lo tenía un poco puntilloso con el tema de su sexualidad.

-Voy a beberme eso... eres un tramposo, eso era obvio - dijo aquello aún ligeramente gruñón, pero algo más decidido a cambiar el chip. Suspiró y tomó el vaso corto, tomándolo de un solo trago. Suspiró tras aquello notando la quemazón en la garganta y lo dejó en la mesa de vuelta con un pequeño golpe - si sigo a este ritmo estaré borracho antes de llegar a Hogwarts - murmuró aquello en voz no muy alta, era el primer signo, apenas podía guardarse nada dentro cuando comenzaba a beber - esta vez no me voy a equivocar. Yo nunca he... oye ¿nunca has besado a una chica? - con el enfado ni tan siquiera se había dado cuenta de eso que él había dicho, o sea, él tenía que ser gay por no haber besado nunca y él otro tampoco lo había hecho eso significaba ¿en serio? - lo dije para que bebieras seguro, ¿como has hecho para no dar ni un solo beso? Tienes.. estás en séptimo ¿no? - se habría arrepentido de preguntar aquello de no ser porque ya estaba un poco más feliz de lo que estaría al natural, y porque además él había sido quien pidió que se soltara, claro, no iba a andarse con cuidado a la hora de hablar - aaaah ya me desvié del tema - se autointerrumpió y volvió a apartar pelo de la cara, hacía movimientos con la cabeza cuando bebía y se le revolvía todo - yo nunca he... fallado la entrega de un trabajo- puestos a decir cosas que eran fáciles de pensar el Slytherin no se rompió mucho la cabeza, él era un estudiante modélico, con notas medias, pero justo en las entregas, sabía de sobra que Lemoine no - pero antes de seguir dime como es que no has besado a ninguna chica, no eres un troll o algo así.

El se acomodo en su asiento luego de reírse tanto que le comenzó a doler la panza y hasta un par de lagrimas habían salido de sus ojos. No porque fuese gracioso sino por el tono de voz y la forma en la cual se había terminado excusando. No podía creer que el juego fuese tan complicado para confundirse de esa forma y aun asi Scorpius lo hizo y no le dolio admitirlo. Era un Malfoy no era fácil ver esas cosas, al menos no todos los días, porque hoy lo tenia al frente en vivo y en directo. Se llevó las manos a la barriga y miró al Slytherin con interés.  - ¿Cómo se supone que te confundiste hombre? – pregunto con curiosidad buscando la solución a la confusión.

Le miro beberse el chupito que le correspondía por lo del Quiddicth y no le reclamo el no beberse el otro. Porque tenía razón al decir que era injusto beber algo por unan regla recién inventada sin embargo céd seguita teniendo las de ganar en aquel juego. Céd y Scorpius eran muy distintos y eso apuntaba números solo al que supiese utilizarlos. – Es la idea, aunque ahora que lo pienso borracho no me convienes. – dijo con naturalidad bromista y prosiguió prestándole atención. 

 Chisteo en responder luego de tanta interrogante pero al final lo hizo. – No, jamás he besado a una chica y ciertamente aun no llega el momento en el cual me vea interesado en hacerlo. Quizas no ha aparecido la correcta. O simplemente soy gay – el no tenia nngun problema con expresar quien era, de donde venia, y como hacia. Era una persona que a veces se le podía tachar de debilidad su sinceridad ; la cual no era algo suave y tranquila, era una verdad ruda y fuerte la que siempre podrías encontrar en los labios del Francés.

Retomando la situación anterior, Céd tomo un pequeño vaso y se hizo con la botella en su mano para servirse su propio chupito. ¿Cómo no hacerlo si aquel Sltherin tenía razón? El era demasiado responsable y Céd bueno el era… un joven sonriente. – Yo nunca, pero nunca. He sacado un sobresaliente en clase. – le enseño la lengua nuevamente y se dedico a armarle su nuevo chupito para que Scorpius lo bebiese sin piedad ni retraso pues sabia que el rubio era un alumno ideal a diferencia del mismo francés. Quien se conformaba con notas comunes porque simplemente no ponía el esfuerzo necesario – Tu si has besado chicas cierto? – inquirió una vez más. Creia haber escuchado la respuesta cuando se estaba riendo hasta morir pero ya se le había olvidado.

-Me confundí, pensé que tenía que decir algo que tu nunca hubieras hecho, ¡yo qué sé! Te explicas muy mal - se excuso culpándolo a él, como siempre hacía. Un Malfoy no hacía algo mal si otros podían llevarse la culpa de ello, claro. Pero aún con todo siguió el juego, estaba bastante animado, el alcohol había hecho mella en él y tal y como el tejón había pedido hacía rato su seriedad se había ido un poco al traste ya.

-¿Porque dices que no te convengo borracho? Ni que me hubieras visto nunca así, me comporto muy natural, no es como si de pronto me volviera un psicópata sexual ni nada - tras decir aquello le dio la risa y se encogió de hombros ante su afirmación, si él quería ser gay que lo fuera, pero aún así no entendía como no había besado a nadie aún, era un chico atracti... ¿qué carajos estaba pensando? Dejó de reírse y trató de mantener la cabeza fría, no, no iba a dejarse ir por esos lares, ya sabía lo que pasaba cuando bebía y no iba a pasarle de nuevo, menos con aquel chico, era amistoso, pero no quería tener su mente ocupada por otro hombre (de algún modo raro y muy bizarro Malfoy estaba seguro de que era culpa del alcohol que no pudiera dejar de pensar en Potter...) - ya pues, tendrás que probar a besar a alguna antes de declararte gay, no hay que negarse a nada en esta vida.

Dejó aquel tema porque igual había dicho algo poco correcto. Él podía ser un poco cerrado de mente con determinadas cosas pero no tenía problema con la sexualidad de cada cual, no era de su incumbencia siempre que él no estuviera dentro de la ecuación.
Por supuesto frunció el ceño notablemente con su siguiente afirmación en el juego, suspirando y bebiendo su trago, ya iban demasiados, miró de reojo la hora. Quedaba nada pare tener que marcharse, si se quedaban ahí los verían bebiendo pero... se lo estaba pasando bien, en realidad no quería parar por el momento.

-Dices cosas demasiado obvias, capullo - dijo riendo un poco y miró la botella, aún demasiado entera pero más vacía de lo que jamás habría pensado que estaría cuando solo él estaba tomando casi todo - yo si he besado a chicas, claro que entendiste bien ¿porque lo preguntas? - enarcó una de las cejas, mirándolo muy curioso, y no se dio cuenta de que acababa de tomar un vaso que el francés había llenado y se lo acababa de tomar, estaba claro que aquello le estaba afectando muchísimo, y ni sabía que cuando se pusiera en pie estaría diez veces peor -oye, nos van a hacer volver a la escuela... ¿quieres verme rompiendo una bonita norma? Vamos a quedarnos aquí hasta más tarde, sería una pena tirar eso que te vendieron seguro que a precio de oro ¿no? - hizo un movimiento con la cabeza hacía la botella sonrió. Había bajado la voz porque había muchos estudiantes ahí como para andar gritando - y claro... yo nunca me he saltado la hora de vuelta a Hogwarts - sonrió de medio lado, quizás Céd si lo habría hecho, pero para él sería la primera vez, y de algún modo no solo quería hacerlo, si no que realmente lo haría, con o sin el huff.

Divago entre lo que iba a decir, tampoco es que siempre de los siempre dijera todo lo que se le venía a la cabeza en primera instancia como todo el mundo pensaba… Algunas si pensaba.  Malfoy le había echado la culpa de su confusión y Céd sabía que no era así pero para discutir por esas cosas no estaba hecho. Encima la estaba pasando muy bien y Malfoy parecía ser mejor persona de lo que aparentaba desde su mesa en clase.

– Por cierto. Estoy en Sexto, vemos clases juntos desde primero. Parece que he sido invisible eh… -  lo dijo en un tono bien amable y por supuesto con un toque de energía que le hacia ver destellante y divertido.  – No me convienes borracho porque no tengo suerte con los borrachos. Siempre termino llevandolos y bueno… No estoy muy fuerte – le mostro su bíceps con una buena flexión de brazo y arremangándose la manga para enseñarle mejor. No era muy fuerte pero tampoco muy débil, tenía un bíceps marcado pero no exagerado. – Y bueno tu estas grandote. – bromeo dejando que su puño chocara con el hombro izquierdo de Malfoy suavemente. – No si yo tampoco he dicho nada de eso, solo me antepongo a los hechos. –de pronto hizo un gesto como si acabase de recordar algo, chasqueo los dedos y miro a Malfoy – Cédric Lemoine dijo anteponerse a los hechos?  Que aburrido suena. Olvídalo – hablaba en serio aunque sonara como un chiste. Y se adentro en el tema de su orientación sexual. No era de ir por ahí diciéndoles a todos que era y que le gustaba, pero daba igual a veces. – Puede ser, pero no sé. –se acerco a Scorpius por encima de la mesa y los hombros en esta para apoyarse mejor. Y comenzó a susurrar.  – Es que me encanta apreciar el cuerpo de un hombre, su rostro, su barba, su … cuerpo. Ya sabes. Con una mujer no me pasa lo mismo, no me interesan tanto. Y creo fielmente que eso nace del interés del que carezco. –argumento esperando que fuese valido y sonrio, estaban muy cerca y fue capaz de apreciar muy de cerca el varonil rostro de Scorpius en el cual se perdió lo que parecieron unos minutos antes de volver a su posición anterior recobrando la compostura.

-¿Curiosidad no? La misma que has tenido tu al saber que yo no he besado chicas. – respondió básicamente a aquella respuesta. Y le presto atención maravillado con la propuesta que acababa de hacerle. No es que fuera un amante de romper las normas, pero aun así las rompía cuando le parecía algo que valiese la pena. Y está ocasión lo valía. – Pues yo voto por eso, y por salir de aquí. – añadió mirando a su alrededor.-Podemos ir a… Honeydukes, colarnos y llegar hasta el pasadizo. Hará calor, pero no sabrán de nosotros y podremos ir al colegio sin problemas- fue el mejor plan que se le ocurrió, ya estaban siendo las cinco y estaban reuniéndose seguramente en el umbral de la entrada de Hogsmeade. Céd se subió la capucha encima tomo la botella y los pequeños vasos y salió del bar, esperando que Scorpius le siguiera.

-En realidad no se te da bien ser invisible, solo que voy hablando con todo el mundo usualmente - dijo casual, porque no tenía motivos para dejarle claro que si se había fijado en él. Era muy observador así que simplemente casi nadie pasaba inadvertido para él - tienes buenos brazos, no seas idiota, pero no podrías conmigo, pararé de beber ya.

Tras aquello le sonrió de medio lado, hablaba sin pensar, realmente si que tenía intenciones de seguir bebiendo pero ni tan siquiera era consciente de ello. Ya estaba un poco tomado, no era tan él como usualmente.

-Creo que aburrido no es una palabra muy adecuada para definirte, pero si que sonó rar... - se quedó en silencio, porque estaba sonriéndole, y comportándose de una manera muy natural con él, para variar bastante de la mayoría de ocasiones, pero ahí estaba él, se le había quedado muy cerca, casi sobre la mesa. Lo puso nervioso o algo peor, porque sus palabras volaron desde su oído hasta su cerebro y sin quererlo tuvo que cavilar sobre aquello “apreciar el cuerpo de un hombre”, un rostro masculino, la marca de la barba, los rasgos más afilados, los brazos fuertes, los cuellos anchos. Tuvo que concentrarse muchísimo para no perderse en pequeños detalles que NO debía pensar, tanto del francés que tenía frente a él como del Slytherin que no abandonaba su mete. ¿Qué tenía Albus que había despertado ese interés en él? Por suerte el hufflepuff dejó el tema y habló de lo de siempre, relajándolo y volviendo a su posición, no más pensar en eso.

-Si, supongo que curiosidad - murmuró un poco mareado, era más complicado manejar su propia mente si estaba en ese molesto estado de casi borracho. Por supuesto, lo que no lo sorprendió fue que siguiera con su propuesta, él se puso en pie, notando como perdía el equilibrio por un segundo, la cabeza le dio una vuelta completa y todo su mundo estuvo a un segundo de venirse abajo, después... simplemente se arregló la capa y como si no hubiera pasado nada fue tras el tejón - Yo no tenía ni idea de eso de Honeydukes, pero está bien saber que tienes recursos - dijo aquello riendo, realmente él no había planeado nada pero había confiado en que su acompañante si que supiera - tendrás que enseñarme donde está - salió del bar junto a él y miró a su alrededor, se había subido la capucha de la capa para evitar ser fácilmente reconocido y se sintió como un prófugo escapando de la ley o algo así, a veces esas cosas resultaban divertidas - ¡vamos rápido!

El Slytherin, aún medio borracho y con el sentido del equilibrio por debajo de mínimos saludables salió corriendo mientras reía en dirección a la tienda de dulces. No miró atrás pero sabía que Cédric lo seguía, iba rápido, si, pero también vigilaba, de algún modo se sentía mucho más libre sin su horrible y aburrida consciencia diciéndole que guardara las apariencias y fuera más serio y responsable. Llegó al lateral de aquella tienda y se paró, tratando de recuperar el aliento, sonriendo. Miró a Céd y levantó ligeramente las cejas.

-Ahora mandas tu ¿por donde se supone que tenemos que entrar?

Se rio tras escucharle –No no podría, estás bien gordo. – lo que en realidad se encargo de hacer saber que era una broma por medio de un guiño de ojos y una carcajada. Camino con elegancia gatuna a través de HoneyDukes. – Que hot suena todo eso de mandar yo –volvio a bromear mientras hacía que miraba la mercancía con falso interés hasta que el encargado se despisto un poco. Tomó a Scorpius con fuerza de su mano y lo arrastro a una puerta que había a unos pasos de ellos, se introdujo lo más rápido y silencioso que pudo y  se aguanto una risa. El pasillo era demasiado pequeño, tenía sus brazos rozando a Scorpius mientras se sostenía con la pared. Mucha proximidad. Le miro a los ojos y luego le indico que bajarían las escaleras y así fue. Fue unos minutos sin embargo tampoco es que fuere muy cerca. Cuando llegaron cerca de la estatua de la bruja tuerta Céd se sentó en el suelo y acomodo la botella y los vasos a su lado.

 – Somos prófugos de la justicia – dijo quitándose al capucha para revelar su ancha sonrisa. Se movió un poco el pelo en busca de aplacarlo un poco sin mucho esfuerzo aunque dejo de preocuparse al cabo de un rato. Palmeo el sitio a su lado e invito a sentarse a su compañero el Slytherin – Tengo algunos recursos si, cuando dedicas la mayor parte de tu vida a divertirte. Te encuentras con muchos secretos. -  sonó tan filosofo que no se pudo aguantar otra carcajada y se sirvió un trago que se lo tomo como si fuera agua. Lo necesitaba hacia un rato que no se bebía uno. Hizo una mueca al pasarle por la garganta, cerraba los ojos  y al perder el efecto volvió a abrirlos. – Vamos sigamos jugando que para eso vinimos. ¿O tienes en mente algo más? –sugirió mirando a su acompañante de escape. ¿Quién pensaría que el intachable de Malfoy se prestaría para saltarse la hora de vuelta a Hogwarts.? En fin el no quiso darle mucha vuelta. -  Se quito la túnica para disminuir el calor que hacía en aquel lugar, quedo en una camiseta blanca y unos vaqueros. Suspiro con pesar y se bebió otro trago con mayor facilidad que el anterior – Yo nunca nunca he… -pensó en un instante – sacado notas de supera las expectativas en clases – le enseño la lengua. Malfoy era un chico muy aplicado, y Céd lo había estado observando por años. Claro que había sacado esas notas y tendría que pagar por ello está noche. Cédric solo buscaba un momento de distracción para terminar de olvidar el accidente del tren. Accidentes era igual a heridos que podían ser posibles muertos y la muerte le recordaba a sus progenitores, por eso había pasado totalmente solo la mayor parte de la mañana y la tarde antes de encontrarse con Rose y los chicos en el tres escobas. Scorpius a pesar de lo que pensaba Céd de él, se estaba convirtiendo en alguien bastante divertido y eso significaba que no era tan rigido como pensaba.

Llegar hasta aquel lugar había sido un poco incómodo. Cuando entraron a aquel lugar tan estrecho tuvo que apartar la mirada del tejón, estaba cuerpo con cuerpo y Malfoy se sintió total y completamente incómodo por eso, era culpa de él, de haberse acercado antes tanto en la mesa y decir aquellas cosas. Y no es que se sintiera incómodo pensando que él pudiera gustarle, menuda tontería, era... bueno ¿y si era a él a quien le atraía el hufflepuff? Nunca lo había pensado, pero mientras estuviera casi borracho su mente podía ir por cualquier lado inesperado hasta el momento y no quería ni pensar en ello.

Finalmente aquella situación pasó (por suerte) y le siguió. Cuando él se sentó dudó. Se quitó la capa y la volteó, dejándola parte interior fuera, y se sentó sobre ella, era un poco escrupuloso de cualquier modo.

-Supongo que a veces es bueno ser un poco “ilegal” - dijo aquella palabra con un tono distinto, bromeaba, pero realmente le había gustado descubrir esa salida. Esperaba recordarla para otra vez - No tengo nada en mente más que un montó de alcohol que no sé que hace ahí así que sigue - le hizo un gesto con la mano para que siguiera y al oírle puso los ojos en blanco ¿en serio? Aquello de los estudios se tornaba aburrido así que se tomó el trago rápidamente y frunció el ceño - ya me aburrí de todo esto, así que vamos a jugar pero no vale hablar de notas, clases ni temas escolares, porque yo ya sé que tu eres muy despreocupado y yo un estudiante concienzudo... así que yo nunca he estado enamorado - él dudaba de aquella afirmación, pero una duda considerable, daba por hecho que Céd no sabría nada de su vida amorosa así que podría colar, además, lo más parecido a un enamoramiento había terminado con esa persona en la cama con otra, así que... en fin - bebe, no te cortes.

Sonrió de medio lado, no quería ni pensar en eso. En realidad estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de no pensar en él, tanto así que ahora de pronto lo miraba de otra, desvió la mirada y se puso a juguetear con algo que tenía en el bolsillo de la capa, no se podía dejar dominar por el alcohol. Esperaba que él si se hubiera enamorado alguna vez, sentía curiosidad pero no quería beber de nuevo, ya comenzaba a no controlarse bien.

El estaba totalmente sonriendo, porque ya era costumbre, era difícil dejar de sonreir, después de todo era su mascara del dia a dia.  Pero fue en ese instante con aquella pregunta que borro la sonrisa de su rostro, por una sola razón y multiples interrogantes iniciadas por el mismo hacia el. ¿Podia responderse? No lo sabia, sentía algo bien distinto a lo que jamás había sido capaz de sentir por Sammuel pero sin embargo no sabia que significaba, cuando le conoció había tratado de ser amable, había querido preocuparse por el, había sido un buen chico y el bueno no se intereso mucho por sus intensiones, le trato mal y le uso como cuan muñeco, le beso contra su voluntad y Ced le partió la cara. Pero aun así, ese beso significo más que ira para el porque sus labios habían sido perfectos y había influenciado sobre el…  Así que se decidió que no estaba enamorado, no era amor, en lo absoluto, era repugnancia, era odio, jamás amor. A parte de Sam no tenía ninguna historia similar al amor.

-Señor Malfoy, creo que usted se ha equivocado de chico. Le toca beber… Jamás he estado enamorado. Soy tan virgen que me beatificaran en diciembre. Tanto de alma como de cuerpo, debería considerar que milagros podré conceder después de muerto. “San Cédric que mi cuerpo aguante mas de un polvo esta vez”  – bromeo recuperando su sonrisa con una falsa alegría, estaba haciendo un esfuerzo más por el Slytherin que por el mismo, era parte de su día a día buscar momentos inolvidables y sonrisas hermosas en la gente que le rodeaba y Scorpius era su veinte y algún día de septiembre del dos mil catorce y no quería arruinarlo con sus propios problemas internos. – Entonces las preguntas deben ser más personales ¿no? Algo que te desnude el alma, como me la acabas de desnudar a mi… si, ando bien poético. – se carcajeo y luego flexiono sus propias rodillas para abrazarlas porque abrazar a sus rodillas le traería paz a sus brazos y necesitaba sentir el contacto con algo, asi fuese si mismo. -  En fin. Y si lo cambiamos a verdad solamente? Es muy difícil pensar en lo que he no he hecho para apuntar a lo que tu si. – se llevo una mano a la cabeza mientras se peinaba un poco, aunque en realidad se despeino más. – Así que dime ¿Quién es la persona que más te gusta actualmente?, si no quieres responder bebes o te quitas una prenda. – rio por lo último, estaba seguro que Malfoy preferiría todo menos a una prenda.

-¿Nunca? ¿En serio? Pareces... bah, venga, que me lo bebo - dijo torciendo el gesto en una sonrisa que dejaba bien claro que ya le daba bastante igual, claro que no quería que el alcohol y la embriaguez lo dominaran, pero estaba pasándolo bien, Céd tenía cosas que no esperaba y de algún modo hablar con él lo estaba haciendo olvidarse de aquello que realmente lo tenía con tantos dolores de cabeza. Si ese rubio podía jurar gustar de los hombres sin haberse enamorado y sonreír tranquilo ¿porque él no? ¿porqué él iba a estar todo el día pensando en lo que sentía o dejaba de sentir? Quizás era mejor simplemente olvidar todo aquel tema, total, no pasaría nunca nada con el Sly.

Le dio un trago, no muy largo a la botella después de robársela al Huffle, algo había cambiado dentro de él, tras llegar a la lógica de que no tenía que preocuparse por nada un botón rápido y raro se activo y le hizo estar más cómodo. Ambos eran “prófugos” como decían, estaban escondidos y divirtiéndose, tenía que olvidar todas las normas que le habían metido en la cabeza desde niño, su rectitud, su comportamiento ideal, su reticencia hacía todo lo que no fuera “normal”.

-No creo que seas tan bueno como para que te beatifiquen, menos con esta botella entre nosotros. Te fallan cualidades Lemoine - dijo burlón mientras soltaba la botella en el espacio que había entre ambos, sonrió, se sentía raro ese gesto en su boca, pero en el sentido agradable... - me gusta esto de jugar a la verdad. Pero trata de no desnudarme mucho, no quiero perder la virginidad aquí, sería raro y húmedo - dijo aquello sin pensar y cuando lo oyó él mismo soltó unas cuantas carcajadas, menuda idiotez acababa de soltar - ay, no me hagas caso, es que me vuelvo demasiado sincero cuando bebo - aquello pensó que lo había pensado, pero ¿como? Si acababa de decir que él sería un candidato tanteable en su elección de la personan con la que perder la virginidad, claro, no en el sentido real, simplemente en el sentido físico.

-A ver... que esa pregunta lleva trampa ¿actualmente? Hay demasiada gente que me gusta, el castillo está lleno de personas con un físico excepcional - dijo mintiendo tan mal como siempre que bebía, había sonado a ironía aún cuando él trató de decirlo en serio. Se rascó un poco la cabeza y desvió la mirada - no quiero quitarme prendas, pero no te voy a decir el nombre del tipo que me gusta, es demasiado ... - se quedó callado, acababa de decir “el tipo” masculino, notó como el calor se le iba de la cara, siempre era pálido, pero en ese momento seguro parecía un muerto en vida. Tomó la botella y dio un trago, sin pensarlo siquiera, comenzando quitarse la corbata que llevaba sobre la camisa - no voy a decir eso.

Se la sacó y de paso se abrió los primeros botones, acalorado aún cuando se le había cortado un poquito el buen rollo que tenía por su error, esperaba que no se diera cuenta, estaba también bebido.

-Tu tendrías que decirme... entré en bucle Céd, no se me ocurre nada interesante, creo que ya estoy muy borracho, solo pienso en alcohol y en hacer idioteces Tendríamos que haber ido a la casa de los gritos para ponernos a pelear ahí o para perseguir fantasmas...

En realidad si que estaba muy ido, se había hiperactivado un poco y no estaba del todo seguro de si realmente quería ponerse a saltar por ahí o ir en busca de Albus y plantarle un beso en los morros o si besar a Céd para ver si se sentía distinto besar a un hombre. Su cabeza era un remolino de ideas nada lógicas.

-Auch, que ha rudo ha sido eso. Y yo pensando que era bueno y todo. – comento jocoso, ¿Cómo había podido pensar que Malfoy era aburrido? Lo estaba pasando de maravilla con el, y por supuesto le estaba embriagando demás, pensó en parar el juego pero luego se retrajo por el hecho de que después de todo estaban ellos dos solos en un lugar del cual no muchos conocían. Así que podrían seguir divirtiéndose sanamente.  Cuando Céd escucho a Scor decir aquello, se atragando con el alcohol , como si fuera posible.  A pesar de ser tan extrovertido y suelto para hablar tenia una debilidad y al parecer lo era el sexo del cual el jamás había probado, aun era un chico, teniendo como objetivo a estar divirtiéndose que a perder su inocencia física.  Fue inútil no imaginarse a Scorpius medio desnudo en aquel lugar junto a el y aprovecharse de eso, y se sintio mal.

 – Para nada Malfoy, dejaría un mal rato dos vírgenes perdiendo su virginidad ¿Quién guiaría?  - inquirió con gracia mientras bebía un trago mas directo desde la botella, buscando excusas que no le dejarían tocar a Malfoy aquella noche, de pronto se toco los labios recordando el beso de Sam y sintio impotencia al mismo tiempo. – Yo soy sincero sin beber así que descuida. – le guiño el ojo mientras se acomodaba en su “asiento”.

Fue inútil tratar de contener la risa ante su respuesta, hasta se llevo ambas manos a la barriga sin dejar de carcajearse. Hasta que se paró en seco, Céd no había bebido lo suficiente para pasar desapercibidos algunos detalles.  – Pues entonces yo sigo preguntando y asi te hare perder el conocimiento.  – dijo al tiempo que pasaba su mano por los cabellos dorados del chico y los despeinaba un poco – Tranquilo, te aseguro que no soy un volador ni pretendo serlo – sonrio y se peino asi mismo esta vez reacomodando mejor su cabello.- ¿Quién es el?, el chico del que has hablado. Eres hetero, no has besado a chicos, pero te gusta un tipo. Todo es bien lógico – dijo con ironia y una mueca en su rostro-  no juzgo en lo absoluto pero ya que lo has dicho me muero de la curiosidad. ¿Cómo sabes que te gusta? Yo ni siquiera puedo diferenciar entre el detestar y el gustar y eso ya es extraño – se confeso, se refería a su relación con Sam, aquel Slytherin tan imbécil que le había tratado como si el francés hufflepuff fuera de su propiedad, como si pudiera tomar sus labios siempre que quisiera. De tan solo recordarlo apretó el puño.

Divertido, seguía riendo por cada tontería que decían, la risa era cosa sencilla cuando se está bebido y cosa aún más sencilla cuando se está con Lemoine al parecer. Era buen chico, mejor de lo que habría dicho cualquier otro día.

-Está bien saber que no tenemos esas intenciones - dijo aún riendo por su tontería, cualquier desvirgamiento sería húmedo e incómodo, él lo dijo más por lo estrecho del lugar y que era pura tierra, pero daba igual, estaba bebido, estaba divirtiéndose y desde luego, no iba a pensar más de la cuenta en ese momento sobre si había soltado una tontería o no -y mejor que seas sincero, porque hoy me tienes que cuidar, ya creo que ni siquiera sabría llegar a mi sala común - dicho aquello llegó el momento de la pregunta, el momento de su cagada y cuando se quitó la corbata, era muy tranquilo, así respiraba mejor, y además, abrirse un par de botones de la camisa le hizo sentir aún más libre.

-Es un poco injusto que solo preguntes tu. Pero supongo que es mi culpa - dijo, dándole permiso con ello. Pero al oír la pregunta agachó un poco la cabeza, tenía razón, le había dado motivos para tener curiosidad, era culpable de ello y aunque apestara realmente... o lo pensó más, sin más habló - me gusta Potter - fue lo más sincero que había dicho en su vida, y lo había dicho por primera vez, su primera confesión y él no estaba delante, bien - es fácil saber que te gusta, yo.. lo niego, ya sabes ¿como me va a gustar? Siempre me han gustado chicas, es más fácil, si es guapa y simpática. Además, es lo normal pero que pasa si no paras de pensar en un chico, si no puedes no sonreír al mirarle. Traté de retomar mi amistad con él pensando que lo extrañaba a nivel amigo, después me di cuenta de que no es eso.  

Estaba mareado, el mundo le daba vueltas y ni pensaba sus palabras, le estaba dando mucha vuelta a todo ¿no? Pero por primera vez sacaba aquello frente a alguien, ni su mejor amigo sabía que pensaba eso, menos aún él mismo, siempre que lo pensaba acallaba a su mente, o lo negaba. Se sentía bien decirlo en voz alta.

-¿Piensas que es raro? ¿Qué diga algo así? - preguntó mirándole a la cara por primera vez desde que había comenzado a hablar - ni tan siquiera he besado a un chico y ya voy diciendo todo esto - soltó una carcajada y un bostezo, casi seguido - es la primera vez que me divierto bebiendo y encima.. bueno, he dicho todo esto,¿sabes? Me siento bien, mejor si no se lo cuentas a nadie... no me gustaría que se corriera la voz - se humedeció los labios y después lo miró de lado -¿a ti quien te tiene confundido...?

-Oye que no. –comento en aquel tono divertido y cantarín mientras le miraba y le señalaba con el índice. –No hare nada que no pidas – bromeo  y alzo ambas cejas repetidamente unas tres veces dándole un expresión chistosa en el rostro.  

Habló, rió y escuchó mucho y atentamente a su acompañante, de una forma que cualquiera pensaría que eran amigos de años, una serpiente y un tejón, algo bastante impredecible. Suspiro y bebió un trago más para aliviarse un poco. Le gustaba nada más y nada menos que Potter, que complicado era aquello, eran amigos, y Céd no sabía si eso era bueno o malo, porque lamentablemente si intentaban algo y no tenía mucho éxito podrían arruinar esa amistad que llevaban construyendo con años.

– Lo haces parecer tan fácil… yo cuando pienso en el quiero besarlo y luego golpearlo por ser tan arrogante- echo la cabeza hacia atrás y frunció los labios. Una expresión que demostraba su desconocimiento de lo que pasaba por su propia cabeza y su palpitante corazón. – Es raro, son dos casos totalmente distintos pero me siento comprendido. – Bebió otro trago, no sabía si hacer más preguntas o tener ese momento en el cual se olvidaban del juego y compartían ciertos detalles de su vida con la simple excusa de ser escuchados.

-Sammuel D’Lioncourt, está en séptimo. De tu casa– confeso un tanto miedoso, ni siquiera sabia si era posible que Sam sintiese algo mas por el que no fuese asco, pena u odio. Si algo había quedado claro en aquel encuentro donde todo comenzó, es que tanto Cédric como sus opiniones y lo que fuese no le importaban en lo absoluto, un D’Lioncourt siempre hacia lo que quería. Idiota, eso es lo que era.

Céd apretó los dientes. – ¿Sabes? La verdad es que es bastante obvio que no me gusta, de hecho es un asco de persona.¿Como podría considerarlo? –dijo cruzándose de brazos. – Albus es buen chico. No podría darte algún consejo aunque quisiera, mi experiencia en estos casos es bastante nula, tampoco es que sea el más experimentado con los chicos, me he mantenido al margen de ello. – acorto la distancia entre ellos sentándose aun más cerca.  Sus rodillas casi rozan entre si.- Te digo algo? Me caes genial, y no es fácil que lo diga muy a menudo, menos ebrio. – sonrió ampliamente – Eres sincero, y amable después de todo. Albus seguro verá eso.- le enseño la lengua para restarle seriedad al asunto, y le paso la botella – Te toca, para que no te quejes que el único que pregunta aquí soy yo. –le guiño el ojo amistosamente.

Malfoy no dudó en reír, divertido, ante su confesión. Besarlo y luego golpearlo de algún modo le resultaba muy gracioso, algo que él había pensado antes con otras personas, relaciones de amor odiosa. Ni tan siquiera estaba pensando en todo lo que él mismo había contado. Acababa de desvelar su secreto mejor guardado a un completo desconocido, pero estaba tan borracho que le importaba muy poco. Y lo que quizás era peor, se sentía bien por haberlo hecho, por haber encontrado a un amigo con el que poder sincerarse.

-Nos une la incomprensión - dijo bromeando, se sentía más como él mismo que nunca. Altivo, feliz por ser él, orgulloso de corazón. Aquella sombra de sentimientos por un hombre llevaba semanas convertida en una cortina de humo que le impedía ver su reflejo tan grandilocuente como usualmente lo veía, pero Cédric lo veía algo tan normal que le hacía sentir que realmente era así - y claro que conozco a D`Lioncourt, pero puedes estar tranquilo que no le diré nada - respondió guiñándole un ojo, juguetón, si él abría la boca recibiría lo mismo, era como una especie de pacto entre hombres - yo podría darte algún consejo con Sam si tuviera un par de tetas y llevara falda, pero estoy en tu misma situación así que mejor no escuches nada de lo que te digo, que quizás te vuelves a tu dormitorio esta noche con un ojo morado si te ayudo a colarte en su cuarto - le sonrió de medio lado y después negó con la cabeza.

-No quiero que Al me vea así, ya estoy en su lista de amistades, salir de ahí será imposible con amabilidad y sinceridad creo, y conquistar hombres es complicado igual si le sonrío así me lo llevo directo a la cama ¿no? - sonaba un poco confuso con esas palabras pero le regaló a Lemoine su mejor sonrisa, la que tan entrenada tenía frente al espejo y después se carcajeó un poquito - debo de parecer un idiota. Y ya te dije que no sé que preguntarte, a no ser que... - se humedeció los labios, pensativo, y lo miró fijamente a los ojos. Seguía con aquel mismo deseo, correr hasta la cama de Albus, despertarlo y darle un beso en los labios pero ¿como se besaba a un hombre? ¿Sería distinto? Preguntarlo era inútil, había admitido no haber estado con ninguno antes pero tenía la opción de darle un beso, probar como era antes de hacerlo con quien realmente quería hacerlo - vale, una pregunta aunque no es muy del juego ¿si? - carraspeó un poco y se reacomodó para estar un poco más frente a él, aquello estaba divirtiéndolo en serio - ¿es muy mezquino si le pido a un nuevo amigo que me deje darle un beso para ver si besar a un hombre es muy distinto a hacerlo a una mujer? - las comisuras de sus labios se curvaron, acababa de preguntarle en realidad si podía hacerlo. Quizás aquel bello facial extra no le gustara, o los labios un poco más finos que los de las chicas, o el cuello más ancho, la piel menos suave... cualquier cosa, no quería poner cara de “no me gusta” frente a Albus.

Estiro las piernas para ponerse mas cómodo, el lugar era estrecho y sobre todo un poco lúgubre. Se dio cuenta que el y Scorpius tenían cosas que común, eso le hacía sentirse un poco más comprendido y mucho mejor. Por encima se sentía en confianza y se reprocho por eso. Se poso de modo que sus hombros rozaran y estuvieran lo suficientemente cerca para no tener que alzar la voz.

– Veras, los hombres no son para nada complicados de conquistar. Se guian mucho por sus estúpidas hormonas. Y tu con esa sonrisa seguro te llevas a cualquiera a la cama si es eso lo que quieres. – lo dijo serio y mirándolo de cerca, quería que todo pareciese fácil ya que conocía un poco la vida social de Scor en donde era un chico que le gustaban las chicas, se imaginaba lo difícil que tuvo que haber sido para el admitirse a si mismo que le gustaba su mejor amigo y se compadeció. – Entiendo totalmente tu punto, es como hacerte notar como vulnerable y en cualquier instante el puede aprovecharse de que gustas de el, te entiendo completamente –repitió para sí mismo, mirando a la pared del frente sin verla en realidad.

Al escuchar la voz e Malfoy se giro para prestarle la mayor atención posible a su pregunta. Se fijo en sus labios siendo relamidos y por ende se relamió los propios. – ¿Supongo que depende de ese amigo no? Como lo vea el y eso, no queremos a otro chico confundiendo amor con amistad en el mundo – se carcajeo y luego se dio cuenta que la cosa era metafórica y era muy posible que con eso se refiriera a el mismo. Se señalo con ambas manos- Espera, es conmigo? – inquirió lleno de intriga y curiosidad por saber si era cierto. Entonces lo considero. ¿Sentiría lo mismo que sintió besando a Sam al besar a Scorpius? También quería averiguarlo, sin embargo lo que si era cierto era que Scorpius era un chico demasiado atractivo y corría el riesgo de que le gustara y ciertamente terminara siendo el chico que confundía el amor con la amistad. Se rio en su fuero interno de si mismo.

– Scorpius… me encantaría besarte, pero si me gusta mas de lo debido será completamente tu culpa –sonrió de medio lado algo tímido, mirándole fijamente a los ojos. Entonces se acerco lentamente, entreabriendo los labios y sin dejar de fijarse en sus claros ojos y su cabello dorado. Acaricio su cabello con suma delicadeza – Eres hermoso eh!! – susurro antes de tomarle en posesión. Suave, tierno, delicado, un beso lento y suave que poco a poco se fue profundizando pasionalmente.

Cuando le dijo aquello de su sonrisa se sintió tan bien como podría hacerle sentado que se lo dijera una chica. Llevaba años aprendiendo a sonreír con aquella gracia natural (no era fácil ser naturalmente atractivo ante gestos que normalmente uno no controla), saber que ante los chicos también funcionaba era un auténtico alivio.

-Realmente no pienso que Albus pueda aprovecharse de mi, es un buen tipo. Pero no son cualidades que denoten mi hombría, y que me atraiga un hombre no me hace menos hombre - entrecerró los ojos para decir aquello, como si deseara mirarlo mal para que entendiera que estaba siendo serio, pero no pudo evitar reír, menudas tonterías estaban hablado. Sobre todo le dio un ataque de risa cuando él no malinterpretó sus palabras como supuso que haría y respondió aquello, sobre todo cuando preguntó - claro que es contigo... idiota - añadió una carcajada más para suavizar el insulto, era algo amistoso, sin ánimo de ofender al muchacho.

-Esto se puso muy serio, no voy a gustarte, es solo un juego - añadió, ahora si, entre risas y apartó la visa por un momento porque él casi le hacía sentir como habían hecho las chicas en su momento, con esas palabras y esas miradas tímidas ¿en serio iba a ponerse todo con ese ambiente? La poca luz ayudaba a que al menos no fuera muy notable que se había puesto nervioso, había sido su idea al fin y al cabo. Igualmente todo parecía indicar que lo iban a hacer, él ya hasta había cerrado los ojos porque estaban cerca y de pronto oyó lo que tenía que decirle... Y eso fue lo culpable de que la unión de sus labios durase tan poco. Un beso corto y por su culpa nada pasional - ¿en serio se te ocurrió decir eso? - dicho aquello contra su boca comenzó a carcajearse de mala manera. Hermoso. No podía imaginarse a si mismo usando ese calificativo para alguien más antes de un beso, y además, nunca lo habían llamado así antes tan directamente. Sus carcajadas rompieron totalmente el ambiente pero para arreglarlo le dio un golpecito en la espalda. Suave - perdón, no quería interrumpir, es que tienes unas ideas raras, tío.

Sonrió, divertido, sincero y le miró a los ojos, entonces fue él quien levantó las manos y posándolas en su cuello lo besó con ganas. Iba a compensarle perder el ritmo, además, era un buen besador, o eso decían.

Sabía que era un juego y por supuesto que solo era una prueba para Scorpius y para él, nada más. Pero mientras se esmeraba en el beso y la carcajada de Scorpius estalló, se sintió algo ofendido. –No son ideas raras, que sepas que eres guapo y quería recordártelo,  pero me reservare comentarios para la próxima si te parece tan alocado – comento con una sonrisa en los labios para que pensara que no hablaba en serio cuando en realidad lo hacia, era un buen actor de todos modos y  después de todo no había dicho mentira alguna, Scorpius era varonil de rasgos muy atractivos, de un cuerpo bien tallado y expresiones faciales que captaban la atención con rapidez. Además todo ser humano tenía derecho a que le hicieran sentir hermoso, pero claro, a Malfoy le pareció un simple chiste. Céd se mantuvo completamente en silencio durante aquel instante, recordando a Sam. ¿Se reiría Sam por un halago?, se rasco la cabeza bastante confuso or las acciones que tomaba la gente últimamente, les hacían parecer extraños delante de él, sin embargo estaba considerando ser él, el del problema.

Hasta que en cierto instante fue el rubio Slytherin quien se hizo posesión de los labios del francés. Céd coloco sus manos encima de las de Scor, pensó en cortar el beso pero luego se vio mas involucrado y se sintió relativamente cómodo con aquellos labios sobre los suyos, deslizo sus tersas manos sobre los brazos del contrario hasta tomarle de los bíceps. Prolongo el beso hasta donde pudo, quizá fueron un par de segundos pero el los sintió eterno. Al soltarse se mantuvo con los ojos cerrados por un rato, asimilando lo que había sucedido, aun sin soltar a Malfoy. Abrio la boca para decir algo pero se quedo en silencio volviéndola a cerrar. Se sento en la posición anterior, miro a la pared del frente y tomo la botella de alcohol para darle un largo sorbo hasta que ya no aguanto más, esperaba perder la consciencia, estaba apenado. – Bu-bueno, y que tal? Contento con el resultado? – le pregunto sin tan siquiera volverse a mirarlo.  Scorpius besaba perfectamente bien, le había gustado …mucho. Mas de lo que había esperado de hecho.  El podía besarlo hasta desgastarle los labios, pero si lo hacia podía instar a algo mas y seria incomodo debido a la procedencia de su relación improvisada aquel dia. Podia ser mal interpretada por ellos mismos, podían llegar a tener confusiones y al parecer ambos tenían suficientes.

Sus carcajadas se quedaron un poco cohibidas ante su respuesta, tampoco era eso, es solo que era el primer hombre que admitía que era guapo o algo así y como siempre que alguien de su mismo sexo le hacía un comentario como ese él lo tomó como una broma o algo para hacerle reír. No iba a decir que no hubiera pensado alguna en algún chico como alguien hermoso, no había que ser muy alocado para imaginarse quien imperaba en su mente día y noche bajo esa palabra, pero aún así no había podido evitarlo, y ahora se sentía algo mal. Un cambio de humor quizás algo brusco por culpa del alcohol acababa de llegarle, y era justo por ese motivo por el cual se había lanzado a besarlo, así como para acallarlo y acallarse a si mismo.

Aquel beso le supo a gloria. Y no porque de pronto se hubiera enamorado de Cédric, ni porque los ángeles sonaran tras de él, ni tan siquiera había un ejercito de mariposas en su estómago (es más, si fuera así se alejaría mucho, no quería accidentes desagradables)... simplemente fue el mejor beso de su vida hasta el momento porque acababa de despejar su mente más que ninguna charla parcial o sueño revelador. Al notar sus labios, tan distintos y a la vez tan iguales que los de una mujer se dio cuenta, no había que preocuparse por nada, en lo esencial todo era igual. Había sentido aquella chispa de pación en Lemoine al ser besado de esa forma, como le habría pasado a una chica; había notado ese cosquilleo en la boca el sentirse correspondido y por supuesto algo se había encendido en él; algo que hace unos meses jamás habría osado pensar que se despertaría al besar a otro hombre.

-Bastante contento - le respondió con una amplia sonrisa, sincero y además extremadamente feliz. Él si que estaba mirándole, no podía evitarlo, era como si mundo enorme y nuevo acabara de abrirse frente a él, un sin fin de nuevas oportunidades y... quizás fuera el alcohol el culpable de tanta euforia, pero no podía evitar sentir ahora de pronto algo de cariño hacía el hufflepuf, no tanto por el beso o por aquella pasión corta y frágil que habían tenido, si no por ser él quien de manera totalmente altruista acababa de abrir la rejas de una cárcel sentimental muy estrecha.

-Céd, en serio tengo que agradecerte muchísimo que me hayas dejado hacer esto - le puso una mano en el hombro y no dudó en abrazarlo, sobrio no lo habría hecho, realmente por más de un motivo (posición incómoda, momento equivocado, malos entendidos y además siempre es raro abrazar a un amigo sin más) pero claro, en ese momento cualquier razón para no abrazarlo pesaba mil veces menos que la única que tenía para si hacerlo - te besaría una y mil veces, que sensación más maravillosa es la que tengo ahora mismo por todo el cuerpo - dicho aquello lo soltó para darle algo de libertad y se lo quedó mirando en silencio, sin darse cuenta ni siquiera que había generado, quizás, un silencio algo incómodo.