Looking my exit.. Again {Bradley}

Angelina salió del baño de alumnas rápidamente, queriendo escapar de allí cuanto antes, y luchando por contener las lagrimas que se aproximaban. Otra vez le habían dicho que era una niña cobarde y llorona, pero esta vez a sus espaldas. Ella estaba lavandose las manos, cuando escuchó a un grupo de chicas de su mismo curso, hablando de ella cruelmente. ¿Pero que les había hecho para que la traten así? ¡Nada! Si ni siquiera les hablaba ni les dirigía una simple mirada. Esquivando a todos, se dirigió al único lugar donde no podían molestarla, al lugar donde podía pensar y estar tranquila, o simplemente al lugar donde ella podía llorar tranquilamente en silencio, la biblioteca.

Cuando cruzó las puertas comenzó a caminar normalmente, observo el ambiente y agradeció internamente porque, como siempre, la biblioteca estaba casi vacía. Camino hacía las estanterías y comenzó a buscar un pasillo que este vacío y casi al final, cuando encontro uno, camino hacía la pared y se sento allí cerrando los ojos. Amaba el silencio y la paz que había en ese lugar. La biblioteca era su lugar favorito por muchas razones, sobretodo por la tranquilidad y por estar rodeada de las cosas que más le gustaban, libros. Se acomodo el cabello y largo un suspiro. Si tuviera la posibilidad de vivir allí, lo haría sin dudas.
De repente volvió a sus pensamientos la razón por la cual estaba allí. Abrazo sus piernas y comenzó a pensar. ¿Porqué era así? ¿Porqué? Ella odiaba ser como es, se odiaba, se sentía tan débil y miedosa, pero sobretodo, se sentía tan sola. Las personas no la entendían, ni siquiera ella se entendía, aveces le gustaría desaparecer para siempre. Se puso de pie y comenzó a observar los libros, cuando estaba por tomar uno, escucho que decían su nombre, y de repente se empezaron a escuchar pasos que se dirigían hacía allí.

Bradley se había levantado de humor ese día, había quedado con Angelina para ir juntos a clases, pudo dormir tranquilamente, en el comedor habían servido su postre favorito y su madre le había mando el libro que él tanto había esperado, se podía decir que se la sonrisa no se le borraba. Luego de ir a su habitación en busca de sus cosas para la próxima clases, se dirigió a esperar a Angelina cerca de la biblioteca, saco el libro que le había mandado su madre y comenzó a leerlo, después de un momento, se dio cuenta de que Angelina estaba retrasada, le parecía extraño porque ella siempre era puntual y más con las clases. Una chiquilla de tercer curso se le acerco y le dijo que había visto Angelina ir hacia a la biblioteca gracias a que unas chicas la habían insultado por ser como es. El muchacho le agradeció a la pequeña, tomo sus cosas y corrió hacia la biblioteca tratando de esquivar a los alumnos que se dirigían a sus clases, algunos lo veían como si fuera una clase de criatura anormal y los otros solo se preocupaban de llegar a clases. Se sentía molesto por lo que había ocurrido con Angelina, ¡Demonios! siempre era lo mismo, ¿por qué no pueden dejarla en paz?


Al llegar a la biblioteca, el muchacho comenzó a buscar a la chica. -¡Angelina! ¿Donde estás?- decía sin importarle que la bibliotecaria lo regañara, al llegar al ultimo pasillo de la biblioteca, logró ver a una pequeña figura tomando un libro, se apresuró al llegar a donde estaba: -Angelina, ¿qué sucedió?- la miró tratando de encontrar respuestas mientras que colocaba detrás de su oreja un pequeño mechón rubio que caía sobre su cara.

Cuando vió a Bradley caminando hacía donde estaba, largo un suspiro de alivio. Dejo el libro en su lugar y fue a abrazarlo rápidamente, escondió su rostro en el hueco del cuello de el y aspiro su aroma tratando de calmarse. Bradley le preguntaba que había sucedido, ella, aún abrazandolo, le respondió. -Lo de siempre Brad, ya lo sabes.
Bradley Rumsfeld era una persona especial para ella, todos los días agradecía por haberlo conocido, el era increíble, lo adoraba muchísimo, siempre estaba para ella, la escuchaba, la defendía, la consolaba y la apoyaba. Aveces se preguntaba que haría sin el, posiblemente llorar y llorar como una magdalena solitaria por el resto de su estadia en hogwarts, ese pensamiento la hizo reir un poco, Brad la miro con confusión, seguro que pensaría que estaba loca, pero ella sabía que el nunca la iba a dejar y la iba a juzgar como los demás. -¿Cómo me encontraste? -le pregunto separandose un poco y observando sus preciosos ojos, que siempre le encantaron. Además de ser una buena y divertida persona, Brad era precioso, tenía esos ojos y esa sonrisa que le daban seguridad. Siempre se preguntaba porque el la había elegido a ella, si era una cobarde antisocial, nadie la queria, es más, la mitad del colegio posiblemente no sabia de su existencia. Hizo a un lado ese pensamiento, si seguía se echaría a llorar, no podía evitarlo, era muy, demasiado, sensible, no le gustaba llorar delante de el,  seguramente el pensaría "Oh que hago aquí con esta niña llorona y miedosa", Angelina frunció el ceño y se puso seria, luego recordo algo. -¡Diablos Brad tendríamos que estar en clase justo ahora! -y rápidamente se tapo la boca como callandose a ella misma, ya que estaban en la biblioteca. -Todo es mi culpa, lo siento. -Negó con la cabeza. -Perdimos la clase por mi culpa, soy una tonta, como siempre. -Ahora se sentía bastante culpable, el había perdido la clase solo por ir a buscarla, se pegó una cachetada mentalmente por ser tan idiota.

Le devolvió con fuera el abrazo, ella quedaba pequeña delante él, pensar en esto le dibujo una sonrisa en el rostro, su respiración contra su cuello hizo que la piel se le erizara. -Tranquila, ya estoy aquí...- le respondió en voz baja sin querer dejar de abrazarla. La miro confundido al ver que se había reído, pero también hizo lo mismo luego de unos segundos, se le quedo mirando como si fuera la mujer más hermosa del mundo, lo que más le gustaba eran sus ojos azules, una sonrisa se volvió a dibujar en su rostro. El recuerdo de la primera vez que se conocieron cruzó por su cabeza, cuando esa pequeña rubia se había tropezado con él por ir leyendo un libro, ella se había sonrojado y se disculpaba cada segundo y él solo le sonreía y le decía que no se preocupara.


-Una chica de primero me contó lo que había ocurrido...- la miro fijamente a los ojos, acuno la cara de Angelina entre sus manos para darle un suave beso en la frente, le sonrió y la volvió a abrazar, si que la quería. Notó que tenía un poco de ganas de llorar, pero ella siempre se hacía la dura, negó con la cabeza, se sobresalto un poco cuando Angelina grito sobre lo de las clases y luego ella misma se callo, lanzó una carcajada y luego se sentó en una de las mesas que se encontraban ahí, se cruzo de brazos y le dedico una mirada cariñosa. -Angelina, eso es lo de menos, ahora podemos tener más tiempo juntos y comer chocolate...-metió una mano en su bolsillo para sacar una barra de chocolate. -¿Quieres?- le sonrió y la tomo de la mano para hacer que la pequeña Angelina se sentara junto a él.

Angelina largo un suspiro, Brad le beso la frente y luego le dió una de sus encantadoras sonrisas, la rubia se sonrojo un poco y bajo la mirada, el largo una carcajada después de lo que ella había dicho, no pudo soportar y se rió también, amaba verlo reir con alegría, era tan hermoso. Luego vió como Brad caminaba hasta una de las sillas que habían ahí y se sentaba, se cruzo de brazos y le dijo "Angelina, eso es lo de menos, ahora podemos tener más tiempo juntos y comer chocolate.." la rubia sonrió, ella pensó que Brad de verdad se lo iba a tomar mal, pero cuando dijo eso, Angelina largo un suspiro de alivio, lo que le faltaba era que el se enoje con ella, y si eso pasara.. sería demasiado triste y horrible. De su bolsillo, Brad saco un chocolate y Angelina abrió los ojos como platos. -Si quiero -Respondió mientras asentía con la cabeza a lo que el le había preguntado. Brad tomo su mano y la acerco hacía el, Angelina tomo asiento junto a su novio y se comió un trozo de chocolate.

"Su novio" esas dos palabras sonaban en su cabeza y le provocaban mariposas en el estómago, era difícil creer que el fuera su novio, es tan hermoso, dulce y sociable, quién iba a pensar que iba a terminar junto a la más seria, amargada y antisocial de hogwarts. Cuando lo conoció, no podía dejar de mirarlo y sonrojarse, fue el destino que ella se haya chocado con el, esas cosas no le pasaban, siempre tenía mala suerte.. Pero esa vez fue tan de sorpresa, el se había comportado tan educado y dulce. Angelina lo miro mientras el comía su chocolate, era tan adorable, sonrió y luego de unos segundos le pregunto. -¿Porqué me elegiste a mi? -sintió como sus palabras retumbaban en la biblioteca e hizo una mueca de desagrado. -Ya se que es raro que pregunte esto de la nada, pero estaba pensando y me parece algo extraño.. -se miro los pies. - Hablando sinceramente Brad, ¿Quién querría estar conmigo? -negó con la cabeza. -Es ridículo, yo soy ridícula -Se puso de pie. -Te repito esto todo el tiempo pero es que es cierto, y no lo tolero -Se cruzo de brazos y se acerco a el. -¿De verdad eres real? -le pregunto mientras tocaba suavemente sus mejillas- ¿Como puede ser que alguien tan maravilloso como tú pierda el tiempo conmigo? -Largo un bufido y le dió un abrazo rápidamente. Nunca podría soportar que el se alejara de ella. -Te quiero, y mucho -Con un poco de vergüenza se acerco y le dió un beso en la mejilla, luego recostó su cabeza en el hombro de el y tomo su mano.