Remember when... {Lorraine}

Desde hace tiempo había decido por darme un descanso, así que no había nada mejor que ir a La Cascada para relajarme. Había descubierto ese lugar desde mi primer año en Hogwarts, mi padre también me había hablado mucho sobre él, me contaba que siempre iba ahí con sus amigos a darse un refrescante baño o solo a pasar el rato.


Por fin había llegado el sábado, me desperté a eso de las 9:30 hrs para tener tiempo de poder ir a tomar el desayuno y algunos bocadillos para comérmelos en la Cascada, al finalizar, me dirigí a La Cascada tratando de que nadie me viera, me gustaba la compañía, pero en este caso prefería estar sola. El camino me lo sabía a la perfección, creía que ya hasta había perdido la cuenta de cuantas veces había ido ahí, me encantaba ese lugar, era muy relajante y era el mejor como para leer un buen libro en paz.


A medida que me iba acercando podía sentir el aire húmedo e iba quitando las ramas que había en el camino, una sonrisa se dibujo en mi rostro al llegar, me acerque a la orilla y me incline doblando las rodillas para tocar el agua helada con mis dedos, me pare con firmeza y deje mi mochila  en una roca que había ahí, respire el aire fresco del lugar y me senté un poco cerca de la orilla, estaba a punto de sacar un libro y algunos bocadillos cuando escuche unos pasos, fruncí el ceño y dirigí mi mirada hacía donde provenía el sonido con curiosidad, una sonrisa picarona se dibujo en mi rostro al ver a la persona que había llegado. -Pero mira a quien tenemos aquí...- dije mientras me levantaba y le sonreía de manera amistosa a mi acompañante.

Lorraine despertó con una sonrisa, no tenía idea de porque, pero realmente tenía un muy buen humor. Cerró los ojos y disfruto la sensación de estar en su comoda cama, largo un bostezo y volvió a abrir los ojos, la habitación estaba totalmente iluminada, miro hacía la ventana para ver un sol radiante y un cielo despejado y celeste, amaba los días así, le daban alegría y buen humor, quizás por eso se levanto tan bien. Se sento en la cama y se trato de arreglar un poco el cabello, miro en toda la habitación y noto que ninguna de sus compañeras estaban allí, al parecer ella fue la última en levantarse. -Espero que no sea muy tarde.. -dijo y luego se puso de pie para vestirse.

Después de prepararse la rubia tomo rumbo hacía los baños, cuando termino con sus necesidades fue a lavarse las manos y se observo en el espejo. -Vaya, la misma cara de zombie como todas las mañanas.. -Negó con la cabeza- Arreglemos esto -Dijo y comenzó a lavarse la cara. Cuando ya estaba lista, se miro al espejo una vez más y se sintió a gusto del resultado, por lo menos se veía mejor.

Llegó al comedor y tomo asiento al lado de sus amigos, estuvo charlando con ellos un rato y cuando termino de comer, se despidió y se marcho de ahí, tenía planeado volver a la sala común a realizar unas tareas pero.. era sábado, así que se encogió de hombros y mientrás caminaba pensaba en lo que podía hacer. Antes de seguir pensando se dió cuenta de que un poco más adelante estaba Kylie, y al parecer se dirigía a los exteriores "Bueno, ya que no sé que otra cosa hacer.." dijo en sus pensamientos y comenzó a seguir a la morocha, cuando salió del castillo comenzó a imaginar a donde era que se dirigía por el camino que había tomado. Podía llamarla y decirle que la esperara así caminaban juntas pero prefirió llegar al destino y luego aparecer.

Luego de caminar y caminar, Lorraine por fin llegó a donde estaba Kylie, su amiga se había sentado e iba a comenzar a leer. -Es una pena que llegue yo a interrumpir.. -largo una risa y se acercó a ella- Perdona, es que ando buscando que hacer, si quieres me voy para dejarte leer un rato -dijo Lorraine mientrás observaba la cascada. Era un lugar precioso y súper relajante como a ella le gustaba, quizás Kylie buscaba relajación y la rubia solo fue a molestarla, la miro como disculpandose y esperó a que le respondiera.

Puse los ojos en blanco y le dedique una sonrisa a Lorraine, su presencia nunca me llegaba a molestar, más bien me alegraba. -¿Eres tonta? tu nunca me molestas...me alegra que hayas venido...- suspire y me volví a sentar en donde me encontraba hace unos segundos y le hice una seña a Lorraine para que hiciera lo mismo, al principio quería estar sola, pero cuando había llegado aquí, me dí cuenta de que hubiera sido mejor si hubiera venido con alguien para conversar y pasar un buen rato, la alegría invadió mi cuerpo cuando vi a Lorraine.


Tome mi mochila y saque una caja de Grageas de Todos los Sabores, le pase a la caja a Lorraine y le dedique una sonrisa juguetona. -Vamos, toma una y veamos que sabor te sale...- tome una y agradecí porque me había salido una con sabor a fresa, a pesar de que a los 7 años había comido una con sabor a cera de oído, seguía siendo mis golosinas favoritas, deje la caja entre el medio de las 2 y suspire mientras que miraba la cascada, el agua era muy cristalina, en realidad, era un buen lugar para relajarse después de una semana llena de tareas.


-¿Recuerdas la primera vez que vinimos aquí?- le pregunte a Lorraine mientras que seguía viendo la cascada, yo le había enseñado este lugar cuando yo estaba en tercer curso y ella en cuarto, al principio solía venir sola, pero con el tiempo Lorraine se convirtió en alguien muy importante para mi y decidí por mostrarle mi "escondite". Los recuerdos venían a mi mente, me había sorprendido por lo rápido que había pasado el tiempo, Lorraine ya no era aquella pequeña rubia que me había invitado a sentarme con ella en el expreso y yo tampoco era la misma niña de primer curso que había compartido sus varitas de regaliz con ella, una sonrisa de lado se dibujo en mi cara, me había puesto sentimental y eso no me gustaba mucho. -Todo esto me trae recuerdos y me pone muy sentimental.- solté una pequeña carcajada para luego poner toda mi atención en Lorraine, era su ultimo año y no sabía que iba hacer cuando ella ya no estuviera en Hogwarts, era mi mejor amiga y la iba a extrañar mucho, negué divertida con la cabeza para luego tomar otra gragea e introducirla en mi boca, esta vez me salió una con sabor a vómito, inmediatamente la escupí y puse una mueca de disgusto, mire a Lorraine y luego solte un risita, mire la caja de grageas y se la volví a pasar para que tomara otra, solté otra risita mientras que esperaba a que la rubia tomara otra, quería que tomara otra para ver si salía un sabor que no le gustara y poder reírme un poco de ella.

Su amiga le hizo una seña para que se sentara a su lado. Lorraine sonrió divertida y se sento junto a Kylie. -Lo sé, mi presencia siempre alegra a todos -dijo y se tiro el cabello para atrás. Luego de unos segundos comenzó a reírse a carcajadas. -Vaya, me encanta hacer eso -largo una risita y nego con la cabeza. Kylie también había largado una carcajada, estaba acostumbrada a ese tipo  de bromas, siempre imitaban a las creídas del colegio. -Hablando enserio, me alegra de que no te moleste, porque de lo contrario te juro que no sabría a que otra parte ir -rió. Amaba pasar tiempo con Kylie, era su mejor amiga y la conocía más que nadie.

Luego de unos minutos, de su mochila, Kylie saco una caja de Grageas de Todos los Sabores. La rubia abrió los ojos con emoción, amaba esos dulces. Le paso la caja, Lorraine saco uno y se lo llevo a la boca. -¿Recuerdas ese día que hicimos una competencia de quién comía más de estas? -se rió al recordarlo, las dos habían terminado en el baño, descompuestas y con ganas de vomitar. -Tendríamos que repetirlo -dijo mientras masticaba la golosina que por suerte le había tocado una con sabor a algodón de azucar. Kylie dejo la caja en el medio, y Lorraine tomo otra, que esta vez tenía sabor a pasto, hizo una mueca de  asco y miro a su amiga. -Si lo recuerdo -le dijo la rubia en respuesta a la pregunta que anteriormente le había hecho. Lorraine observo el lugar y largo un suspiro.

Lorraine conoció aquel lugar cuando estaba en cuarto curso, en realidad, Kylie se lo había mostrado. Recordó su mirada de adoración cuando vió aquella preciosa cascada. Ella amaba las cascadas, eran tan preciosas, y el ruido del agua callendo era tan relajante, que desde Kylie se lo mostro, comenzo a ir más seguido por allí. Miro a su amiga que también estaba observando el lugar. Kylie era un año menor que Lorraine, la había conocido en el expreso, la rubia le había pedido que se siente con ella "Siempre tan amistosa" se dijo a ella misma en sus pensamientos. Desde ese día habían sido las mejores amigas, siempre se apoyaron entre sí, en los buenos y malos momentos, y todavía lo siguen haciendo. Lorraine adoraba a su amiga, y el pensamiento de que el próximo año ya no la vería más, le puso muy triste, demasiado triste. -A mi también me trae muchísimos recuerdos -le dijo sonriente y vió como la morocha tomaba otra golosina y se la llevaba a la boca. Lorraine la observó con atención, Kylie hizo una mueca de asco y escupió a un lado el dulce. La rubia abrió los ojos con sorpresa y comenzó a reír a carcajadas. -¿Que sabor te ha tocado? -le pregunto entre risas. Su amiga le dijo que el dulce tenía sabor a vomito y Lorraine rió más fuerte. -¡Oh Dios mio que asco! -nego con la cabeza y se acerco a tomar una golosina, rogando que el dulce no tenga sabor asqueroso. Afortunadamente, mientras masticaba, sintió un delicioso sabor a malvavisco y le saco la lengua a su amiga, mientras que la otra todavía seguía asqueada por el sabor del otro dulce.

La rubia se puso de pie, se saco la capa y los zapatos. Luego se acerco hasta la orilla del agua, y piso con sus pies el agua cálida, observo la cascaja y luego volteo la mirada hacía Kylie, le hizo una seña para que se acercara y espero.