Se desvela poco a poco el origen(libre)

Me dolia la cabeza horrores, la verdad es que sentia que me explotaba, odiaba esas estupidas pesadillas, que hacian que me despertase a mas de media noche y ademas, me ponian de un humor de perros, pero bueno en la enfermeria me sentia bien, la señorita Pomfrey siempre me decia que lo mio era ser sanadora y no Auror, y la verdad es que me lo replanteaba, ya que si me gustaba sanar y crear pociones curativas, pero tambien me gustaba el oficio de auror y poder atrapar a magos oscuros como....como mi padre, la verdad es que si algo me decidio a ser auror creo que fue la traicion de este y hoy mismo no tenia un buen dia, asi que mas que nunca le culpaba a el de todo

Fui hasta la pequeña botica de la señorita pomfrey y tome un analgesico, ella no estaba, y vi que tenia varios libros abiertos y pociones de curacion, me acerque a uno de los libros y vi la foto de unas plantas, donde habia hadas a su alrrededor y junto a las fotografias habia una pequeña reseña que hablaba del cuidado que daban las hadas a estas, sobretodo las hadas consideradas de la corte bendita. En ese momento abri mi mochila y de ella salieron algunas cosas, bueno bastantes, un espejito que jamas usaba, libros, plumas,una brujita de la suerte, una pulsera de hilos que habia hecho hacia un año, en fin tenia de todo alli, pero por fin di con mi libro de hadas, alli se hablaba claramente de la corte maldita y bendita, pero porque me llamaba tanto la atencion?, algo me pasaba estos ultimos meses eso era seguro, pero quizas no tenia nada que ver con esto o si?.

Me coloque frente a un espejo de la enfermeria y me mire, no habia nada de especial en mi, era totalmente normal, y no debia hacerme ideas tontas, sin embargo...algo me hacia querer nombrar a esa corte, querer invocar tal y como el libro lo ponia, invocar a la corte maldita, tenia curiosidad:

-yo Atalaya invoco a los seres de la corte maldita-no paso nada, todo seguia igual, yo frente al espejo como una tonta y mirandome, como si fuera idiota, suspire y cerre el libro, eso eran puran tonterias...

-nos perteneces...-escuche- eres el pago del tributo

Mire el espejo y vi a una mujer, era guapa, alta, cabello oscuro y piel blanca, estaba loca, eso no podia pasar:

-estoy alucinando....

-no...estas viva gracias a mi, quien hace un trato conmigo, debe pagarlo, pronto seras mia, me perteneces, tu sangre y la mia...

-estas loca, yo no soy nada tuyo-le dije temblando

-tu madre era demasiado fragil para tener una hija sana, lo mas facil fue decirte que tu padre habia usado todo para salvarte, pero no fue asi...

-callate!!-no queria escucharla mas

-tu padre me prometio que volverias conmigo y lo vas a hacer, hicimos un trato

-que te calles de una vez!!!!-le grite al espejo, mientras este se rompia en mil pedazos , haciendo un estruendo y salpicando toda la enfermeria de pequeños cristales rotos, mientras yo me veia de rodillas asustada y sin saber que pensar, tenia que hablar con alguien de esto, tenia que hacerlo

-Roseline...tienes que esforzarte mas ¿enserio crees que eso es suficiente? de los tres fuiste la única metamorfomago, la única que heredó ese gen...mi gen y aparte de todo la única Doménech que reniega su orgullo a sus ancestros - bufó mi padre con descontento mientras le miraba con bastante resentimiento ¿en verdad tenía siempre que salir con el mismo discurso? Gracias a Edward mi aflicción por no ser lo que mi padre deseaba se había esfumado, no sentía vergüenza, era feliz siendo lo que era y haciendo lo que hacía aunque siempre una parte de mi deseaba mantener a mi padre por lo menos tranquilo pero nunca indiferente hacia mi ¿como explicarlo? admiraba su trabajo, sus conocimientos y habilidades - Yo no reniego nada, estoy aquí....¿lo volvemos a intentar? - mencioné esperando que mi padre ignorara el resto y volviéramos a empezar. Al parecer mi respuesta lo mantuvo contento de momento porque volvió a enseñarme aquello que deseaba aprendiera...y lo intenté. La escena era extraña...borrorsa pero mantenía una secuencia, hasta que sentí como un golpe en el estómago...luego otro ¿de dónde venía ese horrible dolor...

Me revolví en la cama despertándome de momento, me dolía horrible el estómago y comenzaba a sentir naúseas. Salí entonces de mi cama y corrí al baño más cercano, al menos llegué a tiempo...pero el dolor seguía....seguro fueron las alitas de pollo que cené, tenían mucha grasa pero ¡santo cielos! no pensaba que me harían semejante daño.

Me quedé unos minutos en el baño, esperando sentirme mejor...quizás con deshacerme del mal que había ingerido sería suficiente pero comenzaba a creer que no, el malestar permanecía con pequeños intermedios de mejoría, que siendo honestos de mejor poco tenían, era como un pequeño oasis en el desierto que despertaba en mi la ilusión de que todo estaría mejor...pero se quedaba en eso, la ilusión. Tomé un poco de aire y me decidí a ir a la enfermería preguntándome con gran pesar por qué estaba tan lejos ésta de mi sala común es decir ¿qué si había una emergencia? una mas fuerte que la mia de ser atendida a tiempo, y con "a tiempo" me refería a no quedarme a medio camino retorcida de dolor en el suelo. Pero lo mejor era comenzar ya ¡entre antes avanzara antes me sentiría mejor..." o eso en verdad esperaba.

Como pude, y en pijama y con una abrigo encima, salí de mi cuarto y avancé escaleras arriba a un paso mas bien lamentable, una de mis manos se aferraba a mi estómago mientras que la otra se sostenía a los barandales conforme cada paso que daba, a medio camino tuve que buscar de nuevo los baños del piso...¡horror! de verdad en parte agradecía que todos estuvieran dormidos, pero otra parte de mi ...si aguien estuviera despierto como mi Stefan, Derek o Dylan seguro me acompañarían hasta la enfermería de una forma más eficiente, pero no había forma de avisarles ni deseaba despertarlos.

Luego de un tiempo que a mi me pareció una eternidad por fin llegué a la enfermería desde donde provenían voces extrañas, al parecer a alguien también le habían hecho daño las alitas. - Buenas noches señor Peters... - llamé esperando que el sanador estuviera despierto o por ahí porque de verdad me urgía verle. Sin embargo me sobresalté al escuchar un grito, la voz me parecía familiar. Me acerqué mas ahora mas bien indignada ¿por qué tenía yo que callarme? yo también me sentía horrible. Cuando por fin llegué al despacho del enfermero enarqué una ceja al toparme con Aya ¿qué hacia ella a mi ...otra de las alitas? - ¿por qué debo callarme? me siento horrible y solo he llamado al sanador - dije frunciendo el ceño ligeramente, no por sentirme ofendida sino porque el estómago zumbaba...así que terminé sentándome en la silla más próxima y me incliné hacia adelante - por cierto ¿y el señor Peters? ¿también te han sentado mal las alitas?...es mas ¿que es todo eso que tienes ahi? - pregunté lentamente comprendiendo mi escena, ella no parecía estar enferma y la conocía demasiado bien para saber que se atrevería hacer algo malo pero entonces ¿qué hacía aquí?

Escuche una voz, era una voz real, o almenos no era una voz de un ser que no conocia, era Roselin, sin darme cuenta ella escucho como yo le gritaba a esa mujer y penso que se lo decia a ella, me gire y la vi,llevaba el pijama seguramente algo le dolia, si no, no habria salido de la habitacion. Intente hacer como si nada, como si todo estuviese bien, pero no habia nada bien, todo estaba mal:

-Roseline yo...no te estaba gritando a ti, es mas ni me habia dado cuenta de que estabas aqui-en mi ropa aunhabia pequeños trozos del espejo roto y me acerque a ella lentamente- te han sentado mal las alitas?-busque algunas pastillas para su estomago, pero estaba tan nerviosa que no logre encontrar nada, es mas seme cayeron unas pequeñas grajeas que tome- no se donde estan las pastillas-dije apunto de llorar, no sabia como haria para ocultar esto y es mas ya no deseaba ocultarlo mas, no con Roseline- Ros...me estoy volviendo loca, soy una loca que ve cosas y escucha cosas

Me acerque a ella y tome sus manos, estaba nerviosa, queria contarlo de una vez, solo esperaba no terminar encerrada:

-hace meses que sufro pesadillas, veo a mi padre y a una mujer, siento que me llaman, siento frio en alguna ocasion, es como si unos brazos gelidos me acariciaran la frente, es horrible-la mire- en el vagon antes del accidente, en el libro aparecio sangre, pero no fue por que me cortase con el papel, aparecio solo y ahora...estaba investigando unas cosas en mi libro-tome el libro temblando y le mostre lo que ponia de la corte bendita y maldita-me mire al espejo y llame a la corte maldita, era un juego una tonteria, pero aparecio una mujer, no me la invento,te lo juro-mis mejillas estaban llenas de lagrimas- ella me dijo que yo tenia su sangre, era...era guapa, alta, era...-mire los ojos de Roseline, esos ojos que siempre eran amables- era muy parecida a mi, era casi como yo, pero con un vestido, me dijo que yo era suya, le grite y...se rompio el espejo

Mire los pedazos rotos y por mi mente pasaron muchas cosas, desde mi posible locura hasta que esa mujer fuera real y que no mintiese:

-y si esa mujer no miente? y si no soy lo que ves? quizas tengo algo malo o...-negue con mi cabeza- mi padre es el unico que puede responder a estas preguntas, pero esta fugado y mi abuela...ella no le puedo decir nada, ya tiene suficiente con mi madre y...el frio, me abraza, pero son brazos frios, estoy loca verdad? por favor no lo digas, no me mandes a san mungo, necesito encontrar respuestas

Me seque las lagrimas y despues vi que todo estaba hecho un desastre y ademas la pobre roseline seguia esperando:

-te duele mucho? tienes que tener cuidado con las alitas y perdoname, te asuste?-acaricie su pelo de forma amistosa- cuando llegue el señor peters me va a matar, el espejo esta hecho añicos, sera mejor repararlo antes de que venga-en parte tenia miedo de repararlo por si volvia a ver a esa mujer en el...

Reparé entonces en los pedazos del espejo tirados sobre el suelo y algunos trozos sobre la ropa impecable de Aya ¿había ocurrido una pelea aquí? ¿un accidente? a lo mejor no eran las alitas lo que le sentaron mal, otra cosa menos dolorosa y en su apuro en venir rompió aquél espejo ¿podría ser no? en realidad no me explicaba nada con claridad. Ví a mi amiga apurada buscando por todos lados las pastillas para el dolor de estómago, pero con un ansia y desesperación poco común ¿qué le estaría pasando? ¿tendría un ataque de nervios? - Si esas alitas...son un engaño tan ricas y dañinas por la noche - dije haciendo una ligera mueca escuchando como el estómago hacia ruidos muy raros pero al menos agradecía que justo ahora se hubieran detenido las nauseas. - pero ¿tu que estas haciendo aquí? ¿te ha sentado algo mal? ¿te duele algo? ¿te caíste, te pegaste?¿quizás gripa? - comencé a preguntar hasta que de pronto pareció colapsar y explotar. Me asusté al verla así, ¿por qué creía que se estaba volviendo loca? yo la veía bastante cuerda.

Tomé sus manos y las apreté entre las mias acariciando el dorso con mi pulgar de forma tranquilizadora, me hubiera gustado pararme y abrazarla, pero es que aquella posición en la que estaba era tan buena para mi estómago que temía que al levantarme volviera a sentirme mal. No obstante guardé silencio escuchando todo el relato con bastante asombro, y contrario a lo que ella creía, no pensaba que estuviera loca y que fuera necesario conducirla a San Mungo, mas bien creía que había que encontrar la forma de ayudarla con aquello de las cortes que no entendía. Bien, podía irme aceptable en clases pero no todos los temas captaban mi interés ¿era eso de cuidado de criaturas mágicas? me sonaba a eso o a lo mejor si estaba mas perdida de lo que creía.

Miré a mi amiga de forma comprensiva, sin soltar en ningún momento sus manso hasta que condujo uno a mi cabeza como siempre solía hacer, recordaba que cuando iba en primero y ella en tercero me molestaba que lo hiciera pero ahora me agradaba, era una de sus formas de mostrar afecto - si...me duele un poco pero ya pasará ahora lo importante eres tu Aya - suspiré profundamente y miré los escombros en el suelo -mira intentemos recoger todo esto y escondamos esto en tu mochila, si llega a venir el sanador le decimos que yo en mi prisa pro llegar tropecé con el vidrio y pam se rompió ¡2 años de mala suerte! ¿o son 7? - comencé a decir dedicándole una sonrisa animada a mi amiga para luego observar nuestro entorno con bastante atención, el desastre se concentraba en el escritorio y quizás mi historia funcionaría...eso esperaba.

Traté de levantarme y dar un rápido abrazo a mi amiga, me hubiera gustado que fuera mas largo pero necesitaba poca presión contra mi cuerpo y mucho aire. Tras aquél gesto y una sonrisa alentadora tomé el libro que me había mostrado y comencé a leer lo de las cortes con el ceño fruncido y tomando ya mas enserio lo que me dijo, comencé a analizar palabra tras palabra en mi cabeza - Aya ya hablando enserio y volviendo a lo que es importante aquí es ¿por qué no has dicho a alguien esto que te pasa? enserio que suena muy mal, no creo que estés loca...no he escuchado antes de algo similar pero ¡vamos! luego sucede cada acontecimiento...lo que no entiendo es por qué querías contactar con las orden - suspiré leyendo que había dos tipos de cortes, el tema era ligeramente - nada es un juego Aya ¡imagina que el rostro que viste que se parecía al tuyo hubiera echo algo, si apareció una vez... - y no quise completar aquello, porque no estaba segura de si era eso posible y porque sonaba demasiado malo. Estiré mi mano y tomé una de las suyas y la apreté para infundirle un poco de fuerza a la vez que quería darle a entender que no estaba sola - y no eres una persona mala Atalaya si lo fueras entonces ya les habrías pateado el trasero a esos gryffindors y ravenclaws odiosos que luego se han atrevido a decir cada idiotez - bromee ligeramente - pero vamos Aya contigo no hay nada mal, que estés viendo eso no suena bonito pero tenemos que encontrar el origen, las razones y/o buscar a tu padre fugado porque me niego a creer que tu tengas algo mal ¡no señor! te firmo lo que quieras - dije con bastante seguridad aunque poco después sentí un escalofrío por mi piel y mas movimiento en mi estómago ¡cielos divinos! ¿de todos los días que podría enfermarme éste tenía que ser? Me moví un poco en mi asiento y respiré profundamente cerrando los ojos - Aya no estas sola en esto - dije de pronto tranquilizándome a mi misma y a ella, a mi por el dolor de estómago que me movía horrible las ideas y ella, porque al fin de cuentas lo suyo en verdad me preocupaba y me disgustaba verla tan despeserada

La verdad es que ella tenia razon, podria haberlo contado a alguien podria haber dicho mis miedos, pero pensaba que si lo hacia era peor, por que yo sabia que en el fondo algo me unia a esos seres, a esa mujer que vi y saber mas, seria mas doloroso:

-algo me une a esa mujer-aprete su mano aun nerviosa- es que lo se...ros...yo no quiero pero se que esa mujer no me miente y si no lo dije, es por que...-me encogi de hombros- mi madre esta fatal desde que mi padre se fugo y mi abuela...quele digo a ella? que su unica nieta puede que no sea lo que ella piensa?-suspire y me levante para comenzar a recoger los vidrios- pense muchas veces en escribirte a ti o a britt, a ambas, pero que habria logrado? asustaros, por que todo empezo este verano, me siento como acorralada, como si siempre me vigilaran y tambien senti como si me rozaran, una mano muy fria

Al mirar los vidrios, pense que podriamos reparar el espejo con un conjuro, asi no tendriamos que dar cuenta a nadie:

-reparo-saque mi varita y poco a poco vi como el espejo se formaba y el reflejo de Rosalie y mio se podia ver claramente, pero yo aun pensaba en esa mujer...una mujer parecida a mi, que no era yo, pero que tenia mi mirada, mi mismo tono de pelo, si alguien nos viera juntas, pensaria que eramos familia- ella dijo que yo tenia su sangre

Volvi junto a roseline y recivi su abrazo con gusto, puesto me sentia mucho mejor con ella aqui, pero muchas dudas venian a mi mente, sobre mi, sobre mi origen, pense en mi padre y como actuaba, siempre fue cariñoso conmigo, bueno...pero con mi madre?, eran felices? jamas los vi muy juntos, eran casi una pareja separada, y siempre pense que era por culpa del trabajo de mi padre:

-Roseline, crees que me parezco a mi madre?, es decir ella no se parece mucho a mi, es castaña, ojos castaños, pero ni ella ni mi abuela se parecen a mi, yo me parezco a papa-sonrei y pense que la pobre debia de estar fatal del estomago- tienes que tomar algo para ese estomago y anque me cueste, tendre que hablar con mi abuela

Me hizo gracia su broma sobre los chicos de grifyndor:

-me caen bien enserio...solo que aveces me ponen de los nervios, Ros...si me dieran permiso, me acompañarias a ver a mi abuela?-tome el libro y se lo di a rose, habia una pagina que hablaba sobre bebes cambiados- algunas hadas cambiaban bebes al poco de nacer...bebes fragiles por fuertes, tengo que investigar mas sobre eso-suspire- y tomate algo, esas alitas te vas a matar un dia-la mire y sonrei- gracias, sin ti, me habria vuelto loca esta noche