Mañana sin clases || Jo

La llegaba a Hogwarts había sido de todo menos tranquila ese año, a él aquello se la traía floja, había recibido un par de heridas por el accidente del tren, pero nada grave, le habían recolocado el hombro que quedó un poco un poco maltrecho y las heridas superficialmente obviamente curaron rápido. Ese día había tenido una sutil discusión con un compañero porque lo había visto salir del tren sin ayudar ni hacer nada por nadie. Aquello lo había llevado a pensar, por un segundo, si no había sido un bastardo egoísta por pasar de la gente, pero bah, que le dieran al mundo mientras él estuviera bien.

Quizás ese era el motivo exacto por el cual andaba a solas, porque no tenía ganas de que nadie le echara en cara que era un maldito egoísta. Había salido del castillo y se había sentado donde siempre, en un lugar apartado y medio escondido por el que pocos pasaban, donde se juntaba con sus colegas, los que de verdad le agradaban, y podía fumar y dejar de fingir que era un puñetero alumno modelo. Porque de verdad, esa carga era pesada y muy aburrida.
Para cuando llegó a esa zona del patio vio una silueta bien conocida, en ese momento dudó sobre si alegrarse de verlo o ahí o darse la vuelta antes de que lo viera, pero, que demonios, era Jo, él no iba a echarle en cara nada y como mucho le regalaba alguna cerveza de las que metía sin que nadie lo viera en la escuela.

-Ey Joseph - dijo aún sabiendo que no le gustaba que usaran su nombre completo, se dejó caer junto a él, ahí donde estaba sentado y directamente sacó la caja de cigarrillos para fumarse uno - ¿qué haces aquí tan solo? Creo que aún no terminaron las clases de la mañana... - le ofreció el paquete, por si quería pillarse un pitillo y antes de guardarlo miró la hora en su reloj de muñeca, estaba en lo cierto, seguían en horario de clases, él se había saltado la última hora antes de la comida, no le apetecía estar ahí -hemos empezado el curso de puta madre ¿no?

Lo miró levantando discretamente las cejas, divertido. Al menos él era buena compañía, en teoría.

El accidente que había sufrido el tren de camino a Hogwarts había provocado que casi todos los alumnos salieran heridos. Jo por su parte se había ganado algunos cortes por los brazos y dos en la cara, los cuales dejarían cicatriz probablemente. Eso le daría más pinta de duro y problemático de la que ya solía lucir normalmente. Bah, como fuera. Le daba más bien igual. No iba a dejar de ligar por esas marcas, al contrario quizá incluso ayudasen más a esto.

Jo era de los que menos tiempo había pasado en la enfermería al llegar. Las encargadas querían despejar el lugar cuanto antes para tener espacio para aquellos que habían sufrido heridas más graves y necesitaban pasar algún día ingresados y con cuidados. Después de darle los puntos al moreno lo largaron de allí igual que al resto de chicos con leves cortes como él. Tras eso, de lo que menos ganas tenía era de escuchar la pesada charla sobre historia de la magia, ¿de que coño iba a servirle eso para ser auror? Ya estudiaría sobre los presos de Azkaban si e hacía falta y punto. Solo quería relajarse un rato y ahí no iba a lograrlo.

Salió con cuidado de que nadie le viera hacia los jardines y se escabulló hacia la parte de atrás, en un lugar donde nadie solía estar. Solo cierto grupo que, como él, acostumbraba a fumar y beber. Esas malas influencias, como solían llamarles algunos. Sacó el ladrillo indicado para sacar una de las cervezas que tenía escondidas allí y volvió a meter el ladrillo en su lugar. Dio un largo trago al contenido de la lata tras acomodarse sentado sobre el muro bajo. Escuchó su nombre completo a sus espaldas. Se disponía a soltar alguna lindeza o un puñetazo incluso, no estaba de muy buen humor esa mañana, pero al reconocer que se trataba de Nils simplemente esas ganas de calmaron. -Jo.- Soltó con firmeza dando otro trago a la cerveza. Creía que ya se lo había dejado claro suficientes veces antes. Encogió los hombros ante su pregunta sobre las clases. -¿Tengo pinta de empollón Nils? No me apetecía ir a clase y ya está.- No, no estaba siendo grosero. Esa era simplemente su forma de hablar y actuar, sobre todo con la gente que le caía bien. Con los que le caían mal era borde. Cogió un cigarro de la cajetilla que Nils le acercó. Dejó ir una leve risa y señaló con el cigarro aun apagado las dos marchas que tenía en su cara. -Y que lo digas.- Le ofreció de su cerveza al pelirrojo.

Aquel lugar de la escuela le gustaba demasiado, era, sin duda alguna, el sitio más adecuado para relajarse de todo el campus, y es que Nils tenía esa estúpida manía de no ser él mismo frente a la gente. Le gustaba tener esa actitud de perfecto estudiante frente a todos cuando sabía, él y cualquiera que lo conociera, que en realidad no era nada de eso, se metía en tantos problemas como era necesario para conseguir emanciparse, por lo que junto a su tío tenía la bonita costumbre de trapichear con cosas poco legales pero muy rentables.
Era en ese rincón de la escuela donde dejaba sus buenas compañías y se libraba de la carga de parecer bueno, para, como no, pasar a ser un poco más él mismo que nunca, acomodarse contra la pared del castillo y fumar con la tranquilidad de quien no lo ha hecho durante demasiado tiempo.

-Yo creo que si, a veces tienes pintan de que te gusta un buen po... ah no, que has dicho empollón - comenzó a hablar muy serio, fingiendo haberle entendido mal, obviamente solo bromeaba e incluso se preparó para recibir algún que otro pequeño golpe amistoso por la broma estúpida que acababa de gastarle - no me des en el brazo derecho que aún me duele.

Aceptó  de buen grado la cerveza y le dio un trago, sabía a puta gloria, sobre todo porque hacía algún tiempo que no probaba ninguna bebida graduada, ser menor de edad era una mierda y desde que dejó la casa de Liam (su tío) no había quien lograra ni un puto trago.

-Yo creo que esas marcas son la mejor forma de comenzar todo, te darán un aire peligroso cuando empieces a trabajar - sonrió y tras darle un corto segundo trago le devolvió la cerveza al que era su compañero y amigo - pero si quieres eliminarlas te puedo conseguir alguna poción para ello, solo tienes que esperar a la próxima luna... una semana o así, mi madre es fácil de leer, volverá a mandarme para fumar y las pociones de rigor y ya sabes que no me importa compartir.

Le miró de reojo con gesto cómplice, cualquier amigo suyo (al menos los reales) sabían de su condición especial, sobre la licantropia, y por supuesto justo ese tipo de amigos, Jo y un par más, sabían que su madre había descubierto de joven que con amapola, o mejor dicho, opio, el dolor que sentía después de las transformaciones amainaba bastante.

Alzó una ceja mirando a Nils casi desafiante por su frase y cuando la terminó distinto esbozó una mueca. -Que idiota eres Nils.- Soltó sin más antes de que la mueca desapareciera de su boca. Esa clase de bromas eran normales entre ellos. Simplemente Jo estaba en uno de esos momentos en que le invadían las dudas. Y tener cerca al pelirrojo no ayudaba a que se disipasen, si no todo lo contrario. Le vendría mucho mejor tener cerca a una de esas chicas fáciles a las que solía acudir en esas situaciones. Sin embargo, había preferido venir a este pequeño escondite a beber y estar alejado de las clases. Claro que, la mayor de esas chicas seguramente estarían en clase como él debería estarlo. Rió ante lo del brazo. -No voy a pegarte... al menos de momento.- Bromeó el moreno.

-Si bueno. La mayoría de los aurores suelen ganarse las marcas en duelos y peleas. No en sangrientas batallas contra la ventana del tren que les lleva al colegio.- Comentó encogiendo los hombros. Le robó el cigarro al pelirrojo para encender el propio, luego se lo devolvió tras dar la primera calada. No se consideraba un adicto al tabaco, pues podía pasar horas sin ello cuando estaba en el castillo en las clases o en la sala común donde no podía fumar. Igual con la bebida. Lo hacía por simple diversión y no por necesidad. Aunque si que había personas, aquellas que conocían sus "hobbies" y no los compartían que le llamaban borracho y cosas similares. Como si realmente a él fuera a importarle lo que decían los demás sobre en ese sentido.

Sacudió la cabeza ante el ofrecimiento de Nils sobre conseguirle una poción para eliminar las cicatrices por parte de su madre que le enviaría sus pociones para la transformación. Expulsó el humo del cigarro por los labios antes de hablar. -Na. Paso. Si en el fondo me gustan. Me dan pinta de tío malo. Y eso a las tías les encanta. Ligaré más incluso. Y eso ya es decir he.- Soltó en un tono un tanto chulesco.

-¿Solo una semana he?- Preguntó cogiendo la cerveza de las manos del chico para dar un trago él mismo. -Nunca me acuerdo de cuando es luna llena. Creo que he mirado el calendario cuatro veces en mi vida, si no menos.- Tan solo sabía que era luna llena por Nils, por que no estaba por ahí esa noche y cosas por el estilo.

Le sonrió de medio lado dejando de estar en posición de “defensa” ante su posible golpe por lo que le había dicho. Lo conocía demasiado bien y las bromas como aquellas no faltaban nunca, en realidad solo lo hacía para molestarlo, sabía que ese tema no era su favorito, y pues, él, como buen amigo, se pasaba el día metiendo el dedo en la yaga. Pero bueno, si había decidido no seguirle la tontería no iba a decir más, porque igual y ya lo enfadaba del todo.

-Tonterías, las cicatrices da igual como se ganen, y si te preguntan, tu dices que te las hizo un hombre lobo, me presento a ser el malo por una vez - comentó divertido, mientras esperaba a que le devolviera el pitillo y le daba una calada. Exhaló el humo, viendo, en silencio, como ascendía frente a su rostro, se quedó por un momento pensando en ello, en que si que se le veían bien las marcas, incluso en ese momento cuando aún apenas estaban comenzando a curar y se veían mucho más de lo que lo harían dentro de unas semanas - está bien, quedatelas todas porque no puedo rebatir esa lógica tuya - se encogió de hombros ligeramente, no iba a darle la razón, no era muy dado a soltar halagos sin más, pero tal y como había dicho, resultaría imposible negar que iba a estar bastante atractivo con eso (o sin eso, qué más da en realidad) - y despreocúpate, en realidad esas fechas solo me vienen mal a mi, soy como una mujer, con “esos días del mes” aunque creo que un poco más insoportables si te toca estar a mi lado - dijo aquello riendo, no le interesaba que sus amigos se preocuparan por su condición porque eso solo lo haría todo mucho más incómodo, por eso -y por otras muchas razones- le agradaba tanto él, no pensaba más de la cuenta en casi nada.

De pronto algo se le cruzó por la cabeza y se giró a mirarlo, entrecerrando un poco los ojos mientras lo hacía, como si estudiara su perfil a la perfección.

-¿Donde te has metido durante todo el verano? Acabo de caer en la cuenta de que solo te he visto... en aquella fiesta que hubo en Julio en la playa donde nos juntamos todos. Y estuviste la mitad del tiempo con la boca ocupada -dijo aquello fingiendo estar molesto, cuando en realidad solo trataba de hacerse el indignado, pero era un actor malísimo así que pronto se le notó en la cara que no hablaba en serio - quizás el que se haya perdido haya sido yo, vete a saber, pero bueno, cuéntame ¿algún cambio desde junio?

No volvió a apoyar la espalda en la pared, ahora lo miraba interesado, era una forma discreta de preguntarle si, literalmente, había cambiado algo desde la última vez. Lo conocía lo suficiente para saber que se habría pasado todo el verano de tipa en tipa y, personalmente, prefería que fuera así a que comenzara a decir que se había enamorado o alguna pollada parecida, lo pasaba bien con él.

Soltó una risa. -Anda, si tu eres de los que ladran mucho pero muerden menos de un hamster.- Sinceramente nunca había estado presente durante las transformaciones de su amigo. Pero aunque sabía que cuando estaban en su forma de lobo perdían totalmente cualquier sentido de quien era su amigo o su hermano, no podía imaginarse a Nils haciéndole daño a alguien. Podía ser tan cabrón como el propio Jo si se ponía. Pero eso no era tan malo como a algunos les gustaba decir.

-Ya verás los resultados cuando se hagan cicatriz, ya verás como tengo razón.- Su carácter algo chulesco no se le iba ni con agua caliente. Aunque el chico tampoco pretendía dejarlo de lado. Como había dicho muchas veces, le gustaba ser tal como era. Y a quien no le gustase podía darse media vuelta y buscarse a otro más agradable. Seguro que esto último no era tan difícil de encontrar.

Encogió los hombros. -Más que nada es para anotar cuando no tengo que meterme en el bosque prohibido o ir a buscarte para tomar unas birras. Sería mucha vara tener que dar vueltas buscándote para que luego resulte que no estás aquí.- Dijo con un atisbo de sonrisa en sus labios. Se preocupaba por el pelirrojo. A fin de cuentas era su amigo. Pero Jo no era de los que decía las cosas tan literalmente. Era más de demostrar su cariño dando puñetazos en el hombro, tirándote al suelo de un placaje o llamándote imbécil cada dos por tres. Cada loco con su tema, ¿verdad?

Dio un largo trago a la lata de cerveza, el líquido ambarino ya empezaba a agotarse entre los continuos sorbos de ambos amigos. -En Liverpool.- Confirmó. Puesto que tenía bastantes amigos en Londres, había pasado algunos días en la ciudad, también en el Londres mágico quedándose con la familia de su madre. Pero el resto del tiempo estaba en su ciudad. -Había demasiadas tías buenas como para no aprovechar la ocasión tío.- Admitió con sinceridad. -¿Y tu que? ¿Te cepillaste a alguna?- Inquirió curioso. -Ninguno, la verdad. Aunque dudo que vuelva a follar en la playa a no ser que sea necesario. La arena es un puto asco.- Espetó el moreno a bocajarro, tal como hacía siempre él. Dejó la lata casi terminada en el muro y se pasó una mano por el pelo que empezaba a molestarle por la cara. Una larga calada al cigarro y comprobó que llegaba al filtro. Apagó este en el mármol. -¿Hay carne fresca este año?- Obviamente no se refería a niñas de primero. Si no más bien a esas que tenían 15 o 16, las cuales el año anterior aun eran niñas pero el verano había hecho un buen trabajo con ellas y habían crecido, sobre todo por el pecho.

-No lo he negado, y no tengo ganas de verlo, ya bastante amor propio te tienes - dijo riendo un poco, aún con la idea de no darle la razón, porque si algo era Nils, es bastante orgulloso. Además  de que no quería hacer crecer su ego, eso si era cierto - eres un vago, Jo; pero no voy a negarte que hay días en los que nadie querría cruzarse conmigo.

Al ver como su compañero apagaba el cigarro bajó la mirada para ver como el suyo estaba a nada de comenzar a quemarle el dedo, suspiró, porque apenas si había fumado, despistado, se la había pasado hablando, pero no encendería otro por el momento. Simplemente le escuchó y enarcó una ceja ante el comentario de la playa, sonriendo tras eso.

-Pues yo es algo que quiero probar desde hace tiempo, pero que va, conocí a un tipo y terminé follando pero no esa noche exactamente - dijo sin dar demasiados detalles porque sabía que no eran necesarios o que simplemente no querría oírlos - supongo que me viene bien saber que es un asco, así igual se me pasan las ganas.

Se estiró un poco justo después de pasarle la lata de cerveza, el último trago que lo diera el dueño de la misma, y trató de hacer memoria sobre las chicas que había visto en el tren hacía poco, las nuevas “buenos fichajes” entrecerrando los ojos.

-Una de las Weasley, Roseburn, o Rosealgo... creció bien, pero no sé, creo que la mejor adquisición es la enfermera nueva, la que está de practicas, así pelirroja, bien formada, muy muy joven. Supongo que la has visto - levantó las cejas así como quien decía algo para que solo un amigo lo entendiera, estaba claro que los pelirrojos le atraían ¿no? Al menos podía bromear con eso sin dar muchos datos - no me he fijado demasiado, pero si te interesa alguna de mi curso te la presento, ya están todas bien curtidas, e incluso hay alguno que merece la pena...

Se encogió ligeramente de hombros y soltó un bostezo mal disimulado. Apenas acababa de comenzar el curso y ya comenzaba a aburrirse de estar ahí encerrado.

-¿Tienes pensado pasar tu último año en el castillo trajinandote a todas las tías a tu alcance o algo así? - desvió la mirada de él, no celoso, no tenía porqué,  simplemente no quería que él entendiera aquello como algún tipo de queja, se la traía floja lo que hiciera, por más que le molestara pensar que según lo visto, iba a pasar de él lo que restaba de año.

Soltó una carcajada, amor propio. Probablemente si, tenía bastante, para que mentir. Encogió los hombros. -Me se algunos hechizos que dejarían KO hasta a un trol.- Comenta como si nada. Aunque realmente no le haría nada a Nils ni en su estado de hombre lobo. Como mucho quizá le dejaría inconsciente por un momento para poder huir de él si era necesario. Nada letal, vaya.

-Deberían. Es mucho mejor la parte trasera de un coche.- Alega con sinceridad. Escucha su escueta historia y sonríe levemente. -Al menos follaste, esa es la idea...- Sin hacer mucha alusión a lo de que había sido con otro tío. Él no tenía problema en que sus a amigos les gustase tirarse a tíos. Su problema era lo de querer hacerlo él. ¿Por que? Tan difícil de explicar que probablemente ni siquiera él lo sepa en realidad.

Frunció los labios mostrando renovada atención al escuchar sobre una nueva enfermera. -¿Enfermera he? Si, me suena haberla visto en la enfermería. Pero creí que era una alumna.- Puesto que tal como había dicho Nils si que era bastante joven para ser enfermera. Seguro que acababa de salir de la universidad recientemente. -Me gustan las pelirrojas.- Objetó como si no fuera bastante evidente ya que Nils estaba entre sus ligues.

-Tendré que fijarme en la sala común. A pesar de las gilipolleces por herencia familiar que pueden llegar a pensar sobre la pureza y esas mierdas de Salazar. Si tienen la boca cerrada y no entras en conversación no están nada mal.- Comentó pasándose le lengua por los labios divertido. -Estaría bien. Échales un ojo.- No hizo alusión alguna a si se refería a las tías o a los tíos. Aunque si le preguntaba seguro que diría que se refería únicamente a las tías, claro. No iba a admitir que si había algún tío bueno quizá... No, le iban pelirrojos y no había demasiados.

-A lo mejor si. No es tan mala manera, ¿he?- No es como si esperase respuesta en realidad. -DCAO es lo único de lo que me interesa aprender. En lo demás con aprobar me sirve.- Aunque eso su amigo ya lo sabía. -Tu aún tienes dos años para disfrutar.- Comentó. Él por su parte sabía que cuanto entrase en la academia eso de pasar de todo y dedicar su tiempo tan solo a divertirse iba a ser prácticamente imposible. La vida de un auror no es tan fácil como la de un estudiante. No dejaría de intentarlo de todos modos. -¿Piensas pasar el año estudiando y siendo un niño bueno?- Preguntó en un tono casi travieso.

Se desentendió de aquello sin decir más, de la parte de atrás de un coche o el apartamento de ese tipo, como él decía, lo importante era haber pillado, él se aprovechó un poco más de la situación y pasó allí unos cuantos días, no le gustaba su casa, ni su relación con su tío, cuando no estaba en Hogwarts solía ir a casa de amigos o hacer cosas como esas, encontrar a algún chico o chica que vivía solo y disfrutar un par de días de dos cosas que le encantaban, el sexo sin compromisos y la libertad parental.

-Pues si te gustan tendrías que dejarte dar un buen par de golpes para ir a visitarla, está en practicas, según me han contado, así que seguro que se encarga de ese tipo de cosas sencillas - no le faltaba el veneno en la lengua al decir aquello, claro, las pelirrojas, como no, chicas así había bastante, los Weasley se habían encargado de hacer que Hogwarts estuviera lleno de ellos. Por suerte, chicos no había muchos. Esperaba en serio y de verdad que su amigo simplemente hablara en femenino por costumbre. No esperaba un trato especial por ser el único chico que se había acercado así a él, pero si esperaba que aceptara algún día en voz alta que eso había pasado.

-Ya me fijé en una de tus compañeras...  para que mentir, tu sala común está jodidamente bien surtida, pero sabes que Maddeleine es mi favorita - dijo aquello recordando a la otra, a Rosie, se había alegrado las vistas con ella en verano aunque era demasiado borde y creída para su gusto - y como dices tengo dos años para disfrutar de ellas, así que sin prisas, que por ahora están un poco de puritanas - comento eso tras recordar de pronto como  Madd le había dado calabazas el año pasado tras liarse, eso Jo lo sabía porque se había pasado al menos una semana quejándose del calentón que le había dejado aquella “puta loca” después de su rollete - ya me voy a poner de mal humor por pensar en ello, pero ni-lo-pien-ses - le respondió a su pregunta destacando cada sílaba mientras una sonrisa se dibujaba en la comisura de sus labios - ser un niño bueno se sale de mi vocabulario, y espero que del tuyo también, o será muy aburrido tener que hacerlo todo con mi perfectos amigos de Gryffindor.

Rió un poco y se tumbó en el suelo, simplemente dejándose caer hacía atrás que no tenía la espalda contra la pared, se le antojó otro cigarrillo pero luchó contra las ganas o se quedaría sin existencias demasiado pronto.

-Jo ¿tienes pensado... dejar de fingir que nunca nos hemos liado? - aprovechó a estar mirando al cielo para decirlo, no mirarle a la cara ayudaba a no pensar que estaba haciendo una pregunta muy estúpida. Aunque a decir verdad se arrepintió de decirlo en cuanto las palabras salieron de su boca - bah, olvídalo. Es una gilipollez de pregunta ¿no? Sé que te van las tías, creo que eso lo saben todos.

Sonrió de medio lado y cerró los ojos. Ahora solo quedaba esperar a que ese estúpido momento incómodo que él había provocado se olvidara.

-¿Tienes más cerveza?

-Ya termino en suficientes peleas como para buscar una.- Soltó con sinceridad. No era ninguna novedad que Jo estaba entre los más problemáticos de la escuela. Claro que a su modo de ver no tenía la culpa de que hubiera gente tan imbécil como para cabrearlo. No se guardaba un golpe ni iba a quedarse parado si se metían con él. Defensor de las causas justas sonaba más poético, aunque pocos lo pensaran en realidad. ¿Importaba? No. -Siempre puedo ir a que me revise las heridas.- Lo de ir de debilucho y creer que una herida tan leve como las que tenía en la cara, podía infectarse y cosas así no era su estilo, pero esa tía no lo sabía. Así que era una buena opción. Después de todo en la casa Slytherin no había muchos pelirrojos a decir verdad. Los Wesley tenían casi el monopolio y eran la mayoría Griffyndor.

-A mi me lo vas a decir.- Hizo crujir sus dedos y después su cuello simplemente por mantener las manos ocupadas. -Ya bueno, Madde es bastante mojigata. A mi me lo vas a decir.- La castaña estaba en la lista de los dos y sin embargo ninguno de ellos había sido capaz de tirársela. La pequeña Slytherin era dura de roer en ese sentido. Estaba comprobado. -Te contaré si alguna de ellas ha mejorado en verano.- No solo se refería a lo físico, que era más evidente, si no también a el detalle de ser más...¿abiertas? Si, abiertas era exactamente lo que a ellos les gustaban. Bueno, solo a Nils, pero a ojos de los demás a Jo también. Dejó ir una carcajada ante la respuesta de su amigo pelirrojo. -Eres la oveja negra de la casa entonces.- Bromeó. Aunque en cierto modo él mismo se consideraba la oveja negra de su casa. Ya que no solo no compartía en absoluto los ideales puristas de Salazar. Si no que tampoco era tan ambicioso, ni hacía las cosas con disimulo, como la mayoría de sus compañeros. La sutileza no era lo suyo en ningún aspecto. Sinceramente tampoco pretendía que fuera así.

Jo seguía apoyado en el muro mientras Nils se tumbó en el suelo boca arriba. No pudo evitar ponerse un poco tenso ante la pregunta de su amigo. Tardó unos segundos en reaccionar, en responder. -No finjo que no ha pasado.- Dijo finalmente, mintiendo un poco quizá. -Somos amigos y no creo que tenga que dejar de serlo por habernos enrollado alguna vez.- Confirmó lo que había dicho antes. Eso si, de haber alguien presente probablemente ni habría admitido que se había liado con Nils. Quizá la cerveza había empezado ha hacerle efecto, no solo una cerveza era demasiado poco. Va. Fuera como fuese se vio sentado a horcajadas sobre la cintura del pelirrojo que aun estaba tirado en el césped. Aprovechando que tenía los ojos cerrados para que fuera una especie de sorpresa. -¿Es que quieres repetir?- Se abstuvo de confirmar o rebatir que solo le gustaban las tías, mentiría dijera lo que dijese por que no iba a admitir la verdad. Lo de las cervezas simplemente lo ignoró, no iba a levantarse para ir a por unas.

Madd, la eterna pesadilla de todo hombre. Le costaba entender como aún seguía queriendo mantenerse entera, si estaba para comérsela en cualquier momento... alejó ese pensamiento de su mente, porque en realidad era algo un poco aleatorio, asintió a su propuesta, claro que le interesa saber si las seguían igual tras el verano, no porque tuviera intención de mojar demasiado, ese año de algún modo había aprendido una valiosa lección tras lo ocurrido con Dylan, y era que, estar en más frentes de los que podías manejar siempre conllevaba problemas y no siempre se salía airoso de esos líos si involucraban a sus amigos.

-No me gusta considerarme una oveja, pero supongo que de serlo, si, destaco en no muy buen sentido.

Dicho aquello el tema se olvidó porque él, como siempre, había hablado antes de pensar. Ni tan siquiera estaba del todo de acuerdo con lo que había dicho, estaban bien como estaban, tan amigos como siempre, solo era que... bueno, hablar de tías, o de rollos, o de follar en sí, le daba ganas de volver a hacerlo y él parecía tan ajeno a aquello que le molestaba. Si no había terminado en la cama con el tipo de aquella fiesta fue porque se pasó media noche gruñendo y enfadado porque ni se había podido acercar al que era uno de sus mejores amigos.
Trató de evadir el tema, de cambiarlo y que él, quizás incómodo con su pregunta, pudiera rellenar el silencio con una cerveza, pero para su sorpresa no pasó aquello, si no que tras oír aquello que había dicho, con lo que estaba totalmente de acuerdo, notó levemente su peso encima y abrió los ojos. No tardó en clavar su mirada en la de su amigo.

-Supongo - respondió sin apartar la mirada, si él iba a ser así de atrevido y molesto no iba a preocuparse en fingir pudor, aunque la duda no era fingida, le atraía, como pocas personas lo hacían pero su actitud lo molestaba tanto que trataba de tenerlo siempre fuera de su cabeza - nunca me he negado a esa opción.

Aprovechó que había sido él quien se había aproximado primero para molestarle un poco, puso una de sus manos sobre la cadera del chico (usando la otra como apoyo, para estar ligeramente enderezado y no mirarle desde tan abajo) y sin apretar demasiado la movió en una caricia medio rara, tanto por la posición como por el lugar que había elegido tocar - es más, creo que es mi opción favorita - se valió de la mano que había ido atrasando por su espalda para incorporarse un poco, dispuesto a, quizás por molestar o solo por propia diversión, darle un buen morreo, pero que él estuviera sobre su cintura complicó la cosa y todo quedó en una maniobra frustrada y un leve dolor de espaldas para el licano. Notar su fallo le hizo romper a reír y volvió a quedar tumbado, cubriéndose parte de la cara con una mano, abochornado en gran medida por el ridículo de aquel movimiento que Jo seguro había notado - acabo de parecer un idiota, puedes reírte, así igual recuerdo a la próxima que tu si pesas y me ahorro estás idioteces.

Suspiró y en un intento de dejar de reírse se mordió el labio inferior, entreabriendo los dedos de la mano que le tapaba los ojos y las mejillas para poder mirarlo, divertido. De algún modo era muy cómodo poder ser así con él, que fueran colegas sobre el resto de cosas.

-Quita de encima, no seas cabrón, vas a terminar por calentarme.

Rodó los ojos por lo de la oveja. -Es un decir.- No hizo más alusión a las ovejas, a Madde, ni a sus respectivas casas. Simplemente lo dejó pasar. Con Nils igual que con el resto de sus amigos desde el principio no había sido un problema el pertenecer a otra casa. Lo único por lo que le molestaba era el no poder pasar noches en el dormitorio emborrachándose hasta las tantas de la madrugada y hablando de gilipolleces. Ya que obviamente una de las principales reglas del colegio es que solo los miembros de cada casa pueden estar en sus respectivas salas comunes y dormitorios. Claro que, por otro lado, habían sabido arreglárselas para poder quedar a emborracharse donde fuera.

Jo se quedó mirando al pelirrojo desde su posición, sobre las caderas de este, esperando por la reacción de su amigo. Frunció los labios divertido escuchándolo. Saber que él siempre era una opción para Nils le subía el ego considerablemente. Era evidente que en ese momento quitarse la idea de un tío, en concreto Nils, de la cabeza ya era imposible. Aunque al moreno no parecía preocuparle demasiado entonces. Quizá más tarde cuando estuviera solo en su sala común y el tiempo para pensar fuera demasiado. Por suerte Jo vivía en el presente. Dejó sin problema alguno que este le incorporase levemente. Claro que Jo a pesar de no jugar al quidditch ni nada de eso era más fuerte que Nils, incluso aunque su amigo era más alto. Sintió la mano de este en la cadera, ni la apartó ni actuó de un modo esquivo como podía hacer otras veces y como obviamente haría en público. Se pasó la lengua por los labios con una mirada casi traviesa y un tanto desafiante posada en los ojos de Nils. Esperaba que su amigo le hubiera entrado, pues le habría seguido. Era muy distinto a si era él quien debía entrarle. Mucho más complicado a su modo de ver. Claro que la postura no lo hizo fácil en absoluto.

El momento se volvió cómico cuando Nils no logró lo que quería y se dejó caer de nuevo totalmente tumbado en el césped. Jo dejó salir una carcajada mirándolo en la misma posición que llevaba manteniendo un rato. -No se como ligas tanto con lo torpe que eres.- Soltó en un tono burlón solo por meterse con él. Ambos tenían un buen promedio en realidad. Aunque las de la lista de Jo no le satisfacían en la misma medida en que lo hacían las de Nils, puesto que el moreno no estaba tan interesado como se hacía creer a si mismo y a los demás.

Miró hacia arriba un momento tras la petición de Nils de que se quitase de encima rascándose la barbilla, la cual estaba cubierta con una fina capa de barba de un par de días. Volvió la mirada al pelirrojo con una sonrisa de suficiencia. -No. No veo el problema en eso.- Teniendo en cuenta la situación no veía problema en absoluto en calentar a Nils. Conociéndose como se conocía esas situaciones no pasaban cada dos días precisamente. -Suele ser el objetivo de sentarte ha horcajadas sobre un tío.- Suerte que hablaba sin pensar. Si lo hubiera pensado antes no lo habría dicho, tampoco pensó en ello después. Así era mejor para los dos.

Se inclinó hacia delante agarrando la parte delantera del jersey de Nils para incorporarlo un poco y le comió la boca literalmente. Esta vez fue más fácil dado que Jo no estaba incorporado como antes. -Así es como se hace.- Dijo nada más que el beso se cortó. La sonrisa de suficiencia seguía en sus labios. El incentivo de picar a su amigo y vacilarle un poco hacía bastante más sencillo el liarse con él sin comerse la cabeza. El no pensar también ayudaba mucho.

-Y para colmo te ríes de mi - dijo él aún medio avergonzado por su hacer tan jodidamente torpe de hace un momento - mi torpeza suele resultar muy tierna - comentó, solamente por defenderse, porque le había dejado reírse e incluso lo había invitado a ello, pero aún así tenía su pequeño deje orgulloso. Después simplemente le tocó esperar, a que se pusiera en pie, porque no es que fuera tan fácil de calentar, simplemente lo dijo porque de algún modo había llegado a la conclusión de que lo haría si le daba aquella escusa, que se quitaría.

En su gesto, en cuestión de segundos, se dibujó una expresión de obvia perplejidad. Aquello que acababa de oír de sus labios era como la antítesis de todo lo que él solía confirmar. Acababa de usar el masculino; “sobre un tío”, era gratificante sentirse reconocido al menos de una manera tan casual. Por supuesto esa expresión duró lo que tardó él en hacerlo incorporarse, entonces simplemente fijó su vista en los ojos del contrario, y tragó saliva de manera discreta, un poco nervioso, quizás. Siguió aquel beso sin demorarse ni un segundo en cuanto los labios de Joseph rozaron los suyos. Pero en cuanto sus labios se vieron libres sintió aquella sonrisa que dejaba claro aquel “ves? Así se hace” que tan poco le gustaba al gryffindor, por lo que aprovechó el momento para quedar sentado, y que Jo, aún sobre él, ya no estuviera apresando su cuerpo entero, si no solo sus piernas.

-No te pienses que no sé hacer eso, porque sé hacerlo mucho mejor.

Él no se limitó a besarle si no que puso ambas manos en su cuello, una para impedir que se separara de él, sobre su nuca, la otra simplemente acariciaba un trozo de su cuello, por jugar. Mientras duraba el beso sintió aquel calor en el estómago y el nudo en la garganta. No era su reacción habitual, pero lo ignoró y separó sus labios de los de su amigo con un suave bocado final, juguetón.

-No me gusta que piensen que no sé hacer mi trabajo - comentó medio serio, tratando de aguantarse la sonrisa porque de algún modo volver a repetir aquello era algo que le agradaba, no es como si fuera a raptarlo para su cama en ese momento, pero sus labios sabían bien, a una mezcla de cervezas y cigarrillos que era, de algún modo, característica de él.
Tras comentar eso y sin querer decir más para no espantarlo miró disimuladamente hacía un lado, asegurándose de que no había nadie cerca, debían de estar en clases, con algo de suerte, así que bajó la mano que hacía un segundo estaba en la nuca por su espalda, esperando, sin dudarlo, que aquello continuara por un ratito más, por lo que volvió a lanzarse para besarlo.