En la noche mas oscura (EVAN)

A veces me pregunto en silencio si el insomnio se trata de un trastorno hereditario, siempre olvido buscar en la biblioteca la respuesta a mi pregunta pero debo aceptar que me gusta esto de no saber la respuesta, me da pie infinito a insultar a mis padres, si se trata de un trastorno hereditario espero que ellos estén sufriendo exactamente lo mismo que yo (o más) y es que tener que pasarme la noche caminando por el colegio, o en su defecto, observando al techo no se adecua muy bien a mi concepto de entretenimiento. Los minutos querían tardarse, sé que sí, el reloj principal de la habitación sonaba muy bajo pero firme y me hacía saber que faltaban demasiadas horas para el amanecer. Tenía mis manos posadas en mi nuca, me había aburrido de lanzar la varita al aire y ahora la mantenía posada en mi pecho... Pensé en todas las posibilidades, quizá podría leer un poco o quizá podría despertar a alguien y joderlo hasta aburrirme, ambas ideas aunque no eran malas no me parecían lo suficientemente satisfactorias, joder, que es molesto no tener ni la menor idea de qué hacer. Soy demasiado inquieto, ese es mi problema, tengo que mantenerme haciendo algo, así sea disfrutar de una vista o simplemente hacer levitar objetos aleatoria pero el caso al fin es que necesitaba hacer algo.

Me senté de un tiro y me alboroté la cabeza, hablando en serio ¿por qué todos dormían tan temprano? Venga, la noche es excelente, oscura y comúnmente fría, sé que la única razón por la que me gustaría dormir es porque no puedo hacerlo... Si no sufriera de insomnio estoy seguro que igual y estaría despierto viendo qué carajo hacer. De un segundo a otro la ansiedad empezo a consumirme y por tanto decidí lo más usual y lo mejor: Salir de la sala común, ir a los terrenos. Amo los terrenos de noche, son tan silenciosos que casi me hacen dormir, es encantador. Me puse una sudadera y un pantalón más decente (Que traía un mono, vamos) y baje las escaleras con un silencio tremendo... Los prefectos de Gryffindor son bastante raros y aunque los conozco me causa gracia lo poco eficiente que pueden llegar a ser. Ya tenía una especie de rutina, sabía donde hacían guardias y demás, era imposible me agarraran entre los pasillos o inclusive allí mismo en la sala común. Salí por el retrato y camine con rápidez en dirección a las zonas verdes... Lo único que traía conmigo era la varita y una caja de cigarrillos, todo bien posado en el bolsillo de mi sudadera.

El frío se adueno de mi cuerpo de una manera raramente grata... Oh, adoraba la noche aunque quisiera detestarla, de verdad que era agradable ver la luna mientras caminas sin destino a lo largo de los terrenos. Todo tan verde, todo tan sereno. Llegar a las cascadas fue cosa de minutos, estaba acostumbrado al camino, no era fácil perderse. Me quede idiotizado cuando escuche el agua, era una melodía que parecía fuese cantada por una Veela... Joder, que relajante era y eso que aun no me encontraba tan cerca como para verla. Saque un cigarrillo cuando ya estaba por llegar y lo pose sobre mis labios, blah, blah, ya sé que no está en las normas esto de andar fumando en el colegio, pero técnicamente estoy fuera de él, hecho que casualmente tampoco esta en las normas.

Bam, me quede paralizado, no porque haya visto algo nuevo sino porque no todos los días vas paseando y te consigues con una mujer desnuda al frente. Mis ojos se colocaron como par de platos y aunque supongo que cualquier chico respetuoso se habría dado la vuelta... Pues no, yo me quede quieto observando, tan quieto que aun mantenía el cigarrillo en mi boca (Sin encender)  y poco me importaba. Hasta cambie de angulo mi cabeza para visualizar mejor a la chica que tenía al frente... Pero venga, la conocía, era Rosie, la rubia de Slytherin. La vi colocarse el traje de bano y finalmente entrar en el poso. No lo niego, quería tirarme al suelo de la risa, se pondría furiosa de saber que la estaba observando con tanto descaro y que ella no había tenido la sensibilidad auditiva suficiente como para notarlo. Deje que se adentrase un poco y encendí mi cigarrillo con mi varita. -Incendio.- Susurré muy bajo, la intensidad de la llama fue leve. Camine hasta posarme al lado de su ropa y sonreí ampliamente mirándola a lo lejos. -Heeeeey guapa, aféitate mejor la próxima vez.- Sí, así soy yo, no tengo tacto de ninguna especie y además me gusta descolocar a la gente con cómo no lo tengo. Reí a carcajadas al final, dando una calada y soltando el humo poco después, observando su ropa con aire divertido pero sin decir nada. -Con esa camisa seguro que me vería irresistible ¿Tu qué dices, rubia?- Le hablaba con un tono de voz alto pues entre la lluvia de agua de la cascada y su lejanía es fácil suponer que no le es sencillo escucharme. -Podría llevármela para probármela a ver qué tal.- Sólo quería fastidiar, amenazarla para asustarla un poco, dudo mucho quiera quedarse sin ropa en el medio de los terrenos de Hogwarts, seguro pasaría un mal rato con el frío que llevaría.

Me quede en el sitio, mirando despreocupado como la figura de la chica se trasladaba hacia la orilla del agua, es decir, a espacios cercanos a mi estancia. Era predecible y hasta algo decepcionante, habría preferido una serie de insultos que a una tonta con aires de "No toques mis cosas, verte me recordó como necesito tener mi ropa cerca", ya se acercaba, ya arruinaría la diversión... O no. Sonreí un poco al apreciar como sus brazos daban con el agua a una velocidad envidiable, casi me creí que se encontraba preocupada porque me llevara su ropa prestada y además puesta, supuse no me reconocía al estar tan lejos y quizá esa era la razón principal de su preocupación. Me causo gracia, no podía creer que se sintiera tan amenazada. Observe a la rubia salir del agua y con un gesto de obvia burla me dispuse a saludarla con la mano, moviendo mis dedos de manera graciosa y manteniendo con ello una expresión divertida en mi rostro, estaba aburrido y iba a sacarle a la situación lo más que pudiera.

Baje la mirada, soy un tipo, no pude evitarlo. Sí, lo confirme, tenía las curvas tal y como las mostró cuando se desvistió (Que a la lejanía no pude observar con tanto detalle, lo justo y nada más), una vista grata para cualquier cuerdo debo aceptar, aunque claro, eso no lo se lo diría. Me agache, atento a sus movimiento, aunque sigo manteniendo una postura despreocupada no por ello tengo que ser un completo tonto, sé por experiencia como se mueven las varitas de las chicas una vez el enojo les llena el cuerpo. Su ropa seguía a mi lado y en cierto modo por eso fue que me agachaba, para dar a entender que aun mantenía control sobre sus prendas, su presencia no era razón de intimidación. -Oh, ¿te parece?- Mi tono de voz fue bastante dramático, fingía que me sorprendía lo que sus palabras indicaban, clararamente estaba siendo sarcástico. Sonreí un poco y negué con la cabeza. -Vamos, rubia.- Hice énfasis en el "rubia" tal y como ella lo hizo en el "rubio", burlándome de su intimación. -Para verme irresistible lo que tengo que hacer es quitarme la camisa ¿No es de eso lo que tus amiguitas y tu se la viven hablando?- Quise fastidiarla un poco al mostrar mis aires de superioridad, no me tomaba en serio mis palabras pues sólo las mencionaba para fastidiarla. Mencionar a Madd me pareció una idea encantadora, otro lado por el cual picar un poco a la chica.

La chica volvió a hablar pero le preste poco caso, estaba ocupado dando una calada a mi cigarrillo, aunque sin embargo no despegue mi mirada de su silueta, de su rostro como tal incluso. Le vi agacharse justo a mi lado y sonreí nuevamente sin poder evitarlo. En cuestión de segundos le soplé el humo en la cara,fingí un rostro de completa satisfacción. Le deje tomar su capa, siendo sensato aunque agradecía la vista que me daba no puedo mentir que igualmente me producía un deje de lastima, empezaría a temblar a morir si se mantenía en esas condiciones y por muy "jodedor" que sea no le deseo una pulmonía a nadie, menos cuando estamos tan lejos de la enfermería. Por otro lado, como decía, le deje tomar la capa pero no por ello el resto de su ropa, estaba consciente de que esa capa negra bastaba para que se regresara a su sala común pero sabía por otro lado que podía ganar su atención quitándole lo demás. Básicamente salté hacia un lado, apartando la posibilidad de que se me lanzase encima y finalmente tomase lo que le acababa de quitar. -Es que, joder, me encanta estar aquí.- Tiré su ropa en el suelo y me acosté sobre ella, usándola como mi "toalla", así no me ensuciaría. Me acomode como si nada, poniéndome cómodo allí mismo. -¿Sabes qué creo yo? Deberías de seguir nadando en vez de prestarle atención a alguien del cual "no quieres su compañía" ¿no te parece inteligente, rubia? Sé que las serpientes no tienen mucho de ravenclaw y sé que las rubias aun menos, pero vamos, puedes tomar mis consejos y quitarte el peso.- Le guiñe un ojo, sonriendo de medio lado.

No pude evitar sonreír cuando vi que su capa cayó al suelo, obviamente le miraba en plan morboso con el único propósito de fastidiarle el rato. No voy a mentir, nuevamente tuve que mirarle de arriba abajo... ¿Cómo una mocosa de colegio podía tener una figura de mujer? Y no, no de cualquier mujer, se trataba de un cuerpo de revista, la miraba y terminaba preguntándome qué se supone hacía en sus tiempos libres ¿Evitaba comer mientras hacía ejercicio?. Casi rio ante mis pensamientos pero logro enfocarme únicamente en sus varios pasos, tenía mi varita bien guardada dentro de mi pantalón, estaba consciente de que a cualquiera le podrían dar ganas de lanzarme una maldición imperdonable, en ocasiones mi simpatía puede irse a ramas como esta, ramas donde mi principal finalidad es arruinar paciencias, y claro, la paciencia siempre va de la mano de la cordura.

Lo último que esperaba era que ella terminara encima de mi, y sí, me refiero a todo lo que el "encima de mi" puede plantear. Hice una mueca de desagrado al sentir la humedad de su cuerpo, me estaba mojando buena parte de la ropa por lo que entendí enseguida ese era su objetivo, molestarme con su cuerpo mojado. Trate en lo posible por volver a mi sonrisa de adolescente morboso, así no le daría el gusto de notar mi desagrado, al contrario, así le haría ver que estaba disfrutando de tenerla tan cerca y además tan húmeda, siempre con mi expresión de hormonado presente. Solté unas varias carcajadas cuando escuche sus palabras, alzando par de veces las cejas de manera insinuante... No me importaba jugar, al final era un experto en ello. Evite hacer una mueca cuando me quito el cigarrillo, nuevamente tenía que controlar la información a demostrar, no quería que se agarrara de mis molestias, eso no sería algo muy inteligente. Me mantuve algo quieto aunque aun sonriente, mirando en silencio como soplaba el humor fuera de su cuerpo. -Nos podríamos tratar del todo si no tuvieras ese bikini puesto, rubia.- No, no me iba a cansar de llamarla rubia, y no, tampoco tenía intenciones de parar las insinuaciones.

Estaba pendiente de sus manos y la presencia de una varita en ellas, de lo que no estaba pendiente era de su fuerza y sus ideas maestras... Así es, me tomo totalmente desprevenido, cuando pude reaccionar ante su fuerza ya era demasiado tarde para intentar contrarrestar la velocidad en la que nuestros cuerpos rodaban, íbamos directo a la orilla y por más que quisiera apartarla ella parecía mantener un complejo intenso de garrapata. Bam, me sumergí en el agua, el peso de la chica se retiro pasado pocos segundos por lo que supuse que se haría cargo de salir lo más rápido posible... No intente agarrarla ni reaccionar demasiado rápido, estaba demasiado ocupado volviendo a la superficie y tratando de manejar el peso que mi ropa mojada ejercía sobre mi flote. Otra cosa que no esperaba era que sus dientes terminaran mordiendo mi labio, apenas y estaba acomodando mi húmeda visión para cuando pude notar su cercanía y repentina lejanía. Parpadeé par de veces y arrugue mi entrecejo, ocupado en mantenerme en la superficie como para pensar demasiado en su manera de decirme "He ganado". No me gustaba, de hecho, me molestaba un poco, me había mojado por completo y me había dejado como un tonto. Poco a poco me acerque a la orilla, ya saben, para finalmente tocar tierra firme pero entonces la vi caminar con aires de superioridad, yendo directamente hasta sus prendas como si las hubiese ganado de vuelta.

Mi mente proceso todo con una rapidez envidiable. -Aguamenti.- Para antes de que ella pudiera volver su mirada ya estaría completamente empapada, es decir, no ella precisamente sino su ropa y su jodida capa (Así es, todo, TODO había quedado mojado). Mi varita bien posada sobre mi mano había reproducido un chorro gigantesco de agua, supuse que la potencia vino de la mano con mi molestia de ser nombrado indirectamente perdedor. Sonreí de oreja a oreja, mirando como ella estaba tal y como yo estaría si saliera del agua. -Disfruta del agua, "querida".- Me hundí por si en un impulso de furia le daban ganas de asesinarme con un Avada Kedavra, me tome mi tiempo en salir nuevamente a la superficie, algo más lejano a la orilla (Había nadado un poco) por si quería venir a matarme con sus propias manos. -Al final vas a venir y nos conoceremos más ¿Cierto?- Le grite un tanto lejos, riendo a carcajadas durante unos varios segundos y entonces me dispuse a quitarme la sudadera, me estaba creando un peso que incomodaba mi nado. Lancé la sudadera con bastante fuerza para que cayera cercana a la orilla en sí, no me importaba si la tomaba, al final estaba tan empapada como su misma ropa y dudo que pudiese hacer mayor cosa con ella. -Venga, rubiaaaaaaaa... Vamos a divertirnos, hasta puedo hacer que te sientas húmeda de otras maneras.-