► 01X02 Bad Girls, Bad Boys.

El negro era un color que le hacía sentir cómodo, y que por lo general, le sentaba de maravilla. La túnica de Randall ondeaba con la brisa propia de la noche. Decenas de alumnos de todas las edades y clases se agolpaban para presenciar de cerca el anhelado espectáculo; esta vez el maestro de ceremonias sería el Jefe de Ravenclaw y a Randall no le parecía ni bien ni mal. Era un tipo discreto y aplicado en su materia, si quizás pecaba de algo era de protagonismo y poca discreción, al menos eso opinaba el chico serpiente. Randall amaba la discreción y el pasar oculto entre avalanchas de gente; en realidad puede que ese fuera el motivo por el que se encontraba allí aquella noche. Sentía que tenía que poner en práctica su entrenamiento, sentía que Ellos podrían aparecer en cualquier momento para requerir su colaboración y ayuda. No tenía información al respecto, pero él interpretó lo del Expresso de Hogwarts como un auténtico y esperado milagro.

El joven caminó cabizbajo entre los alborotados estudiantes más jóvenes de Hogwarts. La gente sonreía, se abrazaba, vitoreaba, y en general mostraba gran excitación por la llegada del otoño. Muchos habían tardado poco en colocarse unas cuchillas y dedicarse a planear sobre el hielo. Randall pensó lo irónico que le resultaba todo aquello; cuando vivía con su padre se había convertido en un experto patinador sobre hielo. Por un instante se evadió y recordó aquellos inviernos muggles en los que pasaba días junto a su hermana patinando en el parque de su ciudad. – Curioso. Todo ha cambiado y mucho - .

El alboroto le estaba resultando demasiado así que decidió alejarse unos metros de la zona en la que el Jefe de Casa daba el discurso. Fuera del grupo se sentía una vez más libre, aunque también le resultó curioso sentir el frío propio de la soledad. – No soy igual a ellos. Nunca lo seré por mucho que me empeñe en cambiar – Randall creyó reconocer algunos rostros que iban llegando al lugar. La noche era bastante fresca y oscura, si a eso se sumaba las túnicas negras y las capuchas, toda seña de distinción de rostros familiares quedaba entredicha. Una hilera de luces procedentes de velas y varitas recorría la distancia entre el área de encuentro y las murallas del castillo. Pese a ser como era, Randall esbozó una tonta sonrisa, pues tenía que reconocer que aquella estampa era realmente hermosa. Bajo la luz de la luna el chico del emblema de serpiente esperó a que el tiempo pasara y la noche se manifestara per se.

Me parecia una gran idea poder desconectar un poco de todos problemas con un poco de patinaje, estos dias habian sido tensos, no por que pasase nada, si no, por que todos los profesores se veian preocupados, temian que pasara algo malo y la verdad, yo tambien.

Habia tenido alguna pesadilla y tambien alguna de mis extrañas sensaciones, pero no habia vuelto a ver a esa mujer, esa mujer tan parecida a mi...pero algo mayor. No queria pensar en eso, hoy no, me lo queria pasar bien y no pensar en tonterias.

Vi como katherine habia iluminado el cielo con esas palabras y aplaudi mientras la miraba:

-genial kath-le comente, mientras me colocaba los patines, no era una profesional del patinaje, pero no se me daba nada mal, me enseño mi abuela y ella era bastante buena, desde niña patinaba en londres y me encantaba. Mis patines eran negros decorados con unos dibujos blancos, hacia poco tiempo que los tenia y me encantaban. Me coloque sobre el lago, ahora pista y comence a patinar, la sensacion de libertad era genial, asi que fui cogiendo velocidad hasta dar un salto con un pequeño giro, me sentia feliz y sonreia sola

Mientras seguia patinando vi a los chicos que festejaban, pronto me acercaria a ellos, pero frente a mi vi unos ojos verdes penetrantes, pero no me daban miedo:

-morgana tenias que quedarte en la sala comun-la tome entre mis brazos- pero no te pierdes ni una fiesta verdad?, vamos pequeña pronto van a llegar los demas-ella me miro, mientras yo le colocaba un pequeño lazo rojo, no solia usarlo, pero no queria perderla de vista. En poco tiempo vi a mis amigos y les recivi con una sonrisa

Spoiler:

Las heridas de la cara que le habían provocado los cristales del tren ya eran solo cicatrices decorando la piel de Jo. Aunque el moreno no necesitaba ninguna clase de excusa para apuntarse a una fiesta. ¿Desde cuando se perdía una de todos modos? Leyó la nota y como era tradición el moreno vistió una túnica negra para acudir al lago negro esa noche. Aunque obvió los patines. Lo del patinaje sobre hielo no era lo suyo, en realidad ningún deporte. No consideraba divertido estrellarse el culo en el hielo. Era de los que prefería emborracharse un fumar un rato, como hacía siempre.

En cierto modo lo de las túnicas negras y todo el ambiente tan tétrico le daba cierto mal rollo. Le recordaba a las historias que le contaba su madre sobre mortifagos años atrás y esas cosas. Claro que todo ese mal rollo se iba en cuanto empezaba la fiesta, así que a fin de cuentas... Como fuera. Katherinne Hamilton les dio la bienvenida a la tradición del lago oscuro. Lo único por lo que Jo se tomaba la tradición en serio es por que implicaba fiesta, así de simple y claro. Jo observó con cierto asombro el giro que daba la chica sobre la nieve con sus patines.

Jo de dejó caer sobre la hierba que rodeaba el lago. Hacía algo de frío, pero la túnica ayudaba bastante a no sentir tanto el frío del lugar. Sacó una de las cervezas que había llevado, abrió la lata y comenzó a beber con tranquilidad. También llevaba una cajetilla de tabaco en uno de sus bolsillos, pero de momento no le habían entrado ganas de darle al cigarrillo. Había ya bastantes personas a su alrededor que se habían unido a la fiesta. Entre ellas compañeros de casa con los que no tenía mucho trato como Wright.

Dando tragos de cuando en cuando a su lata sintiendo el líquido ambarino, algo frío para esa noche, recorrer su garganta. Buscó con la mirada a Nils, Albus, Madde o cualquiera de sus amigos. Pero ciertamente era difícil reconocer a alguien con esas túnicas y capuchas. Jo por su parte llevaba la capucha bajada prácticamente desde que salió del castillo. Así que sería más fácil de reconocer por sus amigos.

Desde el acontecimiento del tren el rubio se encontraba algo perturbado por su seguridad. Había asistido a clases, reído lo suficiente, bromeado  menos de lo común. Las experiencias cercanas a la muerte le recordaban a sus padres los cuales ya no le acompañaban desde hacia más de diez años. La nostalgia había invadido su cuerpo de una manera egoísta. Si tan solo fuese sido una situación peor, él fuera podido volver a ver a sus progenitores. Negó con la cabeza mientras comía un helado en Hogsmeade, estaba solo, vería a Molly y a los chicos más tarde. Deseaba compartir tiempo consigo mismo. Se paseo por la librería,  compro un par de túnicas nuevas y luego se encontró con Rose, compartieron e intercambiaron buenas anecdotas. Había evitado a Sam en todo momento, no quería verle. Con solo verle se le revolvía el estomago. Idiota.

Él había recibido la carta y sin pensarlo mucho se puso su túnica negra con la capucha hasta arriba. Aquello de usar esas ropas era que instaba al misterio pero en realidad era una reunión bastante tranquila que solían realizar los alumnos cada año. Las ropas oscuras y hasta arriba cubriendo su identidad solían dar seguridad a los nuevos para interactuar con el resto, en el caso de ser tímidos. Pero al final de cuentas había terminado siendo la vestimenta típica de aquella tradición
Llegar y ver a una persona encapuchado hasta arriba le recordó el manchón negro que había en el cielo el día del accidente: El atacante. Se puso rígido por un momento y luego se calmo cuando Katherine mostró su rostro. Al inaugurar la pista de patinaje el rubio lo primero que hizo fue buscar a su alrededor a sus ya conocidos amigos, Albus, Molly, Rose, y al resto pero nada de eso sucedió. Camino entre la gente en su búsqueda pero se rindió al cabo de unos minutos para ponerse sus patines y subirse a la pista. No era un experto, sabía poco ciertamente, la última vez que había subido a una pista de patinaje había sido hace mucho y había resvalado hasta dar contra el piso varias veces, su trasero le había dolido de tanto caer. Pero hoy era otro día y estaba dispuesto a aprender, siguió su camino con lentitud  sonriendo ante sus resultados los cuales no eran del todo malos sino al contrario estaba patinando sin la necesidad de sostenerse del barandal que había en las pistas comunes. – Oh cielos, estoy patinando y no me he caído – comento para si mismo con entusiasmo antes de que su patín derecho se deslizara de más y se cayera haciéndose bola, bufo e intento volver a ponerse en pie sin mucho éxito.

Resignado a no poder levantarse de tanto resbalo se abrazo a si mismo buscando su propio calor.  Hubo un destello de recuerdos sobre  su niñez mientras era feliz al lado de sus padres, quienes le tomaban cada uno de un brazo llevándolo en la pista de patinaje. Ellos no le enseñaron lo suficiente y Céd no se preocupo por aprender.

Volvió al presente frotándose los brazos en busca de contrarrestar el frio.

El suelo estaba helado ¿Cómo no estarlo? Era hielo después de todo. Deseo no haberse montado en la pista, pero no por haber hecho el ridículo, eso no le afectaba. Más bien era porque no hallaba la manera de salir de ella ahora. Se sintió frustrado. Le recordó inmediatamente un momento en el cual sus sentimientos más potentes se unieron, donde  se había sentido complacido y humillado, aquel día en el que le partió el labio a D’Lioncourt por besarle a la fuerza. Se sacudió la cabeza como si con eso fuese a expulsar aquel pensamiento impuro, el cual no sabía a qué dirección se dirigía al final de cuentas.  Inhalo y Exhalo para calmarse luego de escuchar aquella voz hablarle. Esa peculiar voz que le arrebataba la serenidad en un santiamén. Cerró los ojos y divago entre quitarse la capucha y decirle unas cuantas verdades o huir de la escena a gatas y esperar más gritos del Slytherin.

Negó con la cabeza.

-¿A quién le has dicho culogordo? –espeto aún sin levantarse ni girarse – Idiota!.

Y como era de esperarlo gracias a Sammuel había conseguido el equilibrio necesario para ponerse en pie y darse media vuelta, revelo su rostro al quitarse la capucha y le fulmino con la mirada. Realmente tenia temor interno de moverse y volver a caer así que sin  moverse se dirigió a él –Menudo idiota. – repitió cerrando los ojos intentando calmarse…sin éxito por supuesto, siempre había sido un impulsivo sin remedio alguno. - ¿Es que no tienes nada mejor que hacer que estar burlándote de los demás? – estaba totalmente seguro que si fuese sido otra voz la que le fuera espetado aquello, Céd ni siquiera se habría inmutado. Sino por el contrario; le fuera ignorado o le fuera devuelto el chiste con algo ingenioso que se le ocurriera. Pero claro, de entre toda la gente que estaba allí tenia que ser aquel imbécil apedillado: D’Lioncourt. Céd estaba hecho una furia. ¿Cómo es que Sam podía lograr aquel efecto en Céd apenas gastándole una broma?.  – Bueno. –repuso aparentando estar más calmado mientras se sacudía la túnica oscura. – Es cierto, después de todo eso es lo mejor que sabes hacer.- acuso mostrando una sonrisa llena de ironía.  –Seguro no eres para nada capaz de dar tres pasos sin caerte en la pista –le reto y deseo no hacerlo, Sammuel a la vista de Céd parecía ser muy autosuficiente aunque el rubio jamás lo admitiría.

Todo parecia tranquilo, claro que solo lo parecia por que al poco tiempo de ponerme a patinar, escuche como alguien se quejaba de haberse caido, me gire y vi que era cedric, pobrecito, si no sabia patinar seguro que le era dificil, yo me cai muchas vece antes de aprender era normal.

Me acerque a el y le intente ayudar a levantarse:

-estas bien?-le ofreci mi mano- vamos levantate, no pasa nada, es normal caerse, asi se aprende- pero de pronto escuche como otro joven se burlaba de el, al principio no sabia quien era, pero despues le vi , era Sammuel, y por supuesto era de slytherin, no entendia por que no podiamos llevarnos bien ambas casas, es que era absurda esa rivalidad- Sam ya vale, todo el mundo puede caerse, ademas el puede aprender, no te burles

Cedric se levanto mas por el enojo, que por su habilidad, pero lo hizo y parecia hecho una furia, ayy dios aqui habria lio, y encima Sammuel seguia burlandose de el y la verdad se estaba pasando, pero si era cierto que dudaba que cedric pudiera ganar a sam, no por que no fuera capaz, simplemente patinar no se le daba tan bien, yo hacia años que sabia hacerlo, pero no todos aprenden a patinar, yo en otros deportes era un pato:

-chicos, chicos, no teneis por que hacer una absurda carrera-mire a cedric y le susurre- no se te da bien patinar...-despues mire a sam- y tu tampoco te hagas el experto y deja de burlarte de el, ademas si tan bueno eres-me cruce de brazos- por que no corres conmigo?-sonrei- llevo años patinando y es mas justo que corras la carrera conmigo que con cedric y si como creo esto esta lleno de testosterona-les mire a los dos- competid en algo que se os de bien a los dos-mire de nuevo a sammuel- por que nos odiais tanto?, somos compañeros, es por la estupidez de la sangre limpia? eso es una tonteria, vuestra sangre es tan roja como la nuestra-le mire a los ojos, como casi todos los de slytherin era orgulloso, pero por el que mas temia era por cedric, solo faltaba que ambos se rompieran la cabeza en la pista

En la mañana Britt se encontraba algo relajada al fin ya que no dejaba de pensar en lo sucedido en el tren, aunque aun temía al igual que todos, que algo pudiera suceder nuevamente. Esperaba una distracción para no pensar en ello.
Asistió a Hogsmeade, como el resto, aunque quería estar este día sola. Paseo por todo el lugar, fue a lo un lugar neutro que le gustaba mucho. Estuvo sentada un largo rato en los bancos,solo llevando aire fresco, y tomando el cálido sol de la mañana decidió leer un libro. Así transcurrió el día hasta que se fueron al colegio nuevamente.

Al Dia Siguiente –

Luego de a ver asistió a sus clases y a ver pasado el día en la noche luego vio que algo venia en forma de avión llego a sus manos y vio que era una carta, donde le daba la "Bienvenida y nos invitaron a todos al lago donde estaría una pista de patinaje para disfrutar un rato con las amistades", Britt se alegro Pensó “No es una mala Idea nos hace falta a todos distraernos un buen rato” Sonriendo –
Fue Rápidamente a la Habitación. Se coloco su Túnica, ya cuando se iba dijo “Como se me van a olvidar los patines”. Los busco y dijo tiempo sin verlos me encantan estos patines eran Blancos y muy bonitos los adoraba

-Llegada al Lago-

Llegue al lago y vi como Katherine alzo su varita y en el techo invisible del lago ”Feliz año nuevo”
La mire y le dije -Bien hecho Kat!- sonreia ampliamente .
Subí a la pista de patinaje. Hacia ya mucho tiempo era muy buena en esto. Sin embargo tenia tiempo sin practicarlo      
 "Bueno Britt trata de dar una buena impresión como siempre."                                  
Comencé a patinar cerré mis ojos,y recordaba como lo hacía antes eran momentos muy felices junto a mi padre quien fue que me enseño a deslizarme sobre el hielo, casi todos los viernes iba con el a la pista de patinaje que estaba muy cerca de nuestra casa. Pero esos eran viejos tiempos. Mientras pensaba en ello recordé y empecé hacer unos trucos como los de antes, los cuales no había olvidado.                               Abrí mis ojos y vi como se divertían todos estaban contentos,  yo también lo estaba .
Vi que hasta la gata de Atalaya también estaba aquí. Ella le colocaba un lindo lazo rojo así que me acerque Sonriendo salude a Atalaya- ¡Hola! te estás divirtiendo es bueno tener una distracción para no pensar mucho en lo ocurrido en el tren tu que crees?-  acariciando a su linda gata -ah y por cierto lindo lazo! - Solo buscaba socializar un poco y Atalaya me caía muy bien ya hasta pensé ,en que seria mi mejor amiga.

patines :

Cédric se sentía mucho más seguro con su compañera de clase a su lado. Aunque no le gustaba del todo sentirse tan vulnerable y ella al defenderlo como una madre a sus hijos, lo dejaba en aquella posición en la cual realmente se sentía que no podía defenderse el solo. Sin embargo con los puños apretados rebusco en su mente aquel día en el cual Sam se había pasado de la raya y la razón primordial de la tensión evidente que existía ahora entre ambos. Eso fue suficiente para recuperar sus ánimos llenos de furia.

El destello del fuego  se reflejaba en sus ojos tras recordar aquella escena. Miro a Atalaya y  asintió en su dirección  - Gracias – alzo la mirada para encontrarse con sus ojos –Eres una gran amiga, no cualquiera se metería a defenderme de un Sly- le guiño un ojo y como pudo le dio una palmada en el hombro mientras al contrario de lo que todos fueran pensado, Céd se bajo de la pista de Hielo. –Esto lo resolveremos lejos de aquí, sin nadie que se pueda involucrar.- llevaba meses deseando poder retarlo con todo lo posible. Tanto tiempo deseando poder volverle a partir el labio, detestaba que Sam en todo momento encontrara una excusa para burlarse de él. Era incomodo y esa puntada en el pecho cada vez que le veía le incomodaba. El estomago se le revolvía. Ya no podía más con la situación. Necesitaba un desahogo y lo conseguiría.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca del hombre castaño con quien acababa de tener aquella diferencia que le había dado el valor de hacer lo que haría; le tomo por el brazo contra su voluntad lo arrastro lejos de todo aquel alboroto,  claro sin antes volverse a Atalaya y Brittany mirandolas con ánimos – Ustedes diviértanse, si ven a Roseline. Le dicen que me he ido por ahí, no le digan que he terminado en peleas. Se preocuparía. – dio sus instrucciones y camino arrastrando al Slytherin en contra de su voluntad.  Este sería el primer año al que se escaparía de la tradición del lago, año tras año había asistido y bueno, jamás se había escapado hasta que la daban por concluida. – Sam. Ya que estás tan deseoso de desafío. Te reto a un duelo. Uno de verdad. – sabía que esté no se negaría así que le miro a los ojos lleno de aquella actitud  de autosuficiencia. Aunque realmente no estaba seguro de nada. Podría salir incluso mal herido pero no tenia miedo de hacerlo porque estaba cumpliendo su deseo. Así que lo haría lo mejor que pudiera.

La cosa prometia ponerse divertida, al menos es lo que Sam pensaba hasta el momento de la aparición de la chica Hufflepuff.Realmente lo que le molestó fue que la chica diera por hecho que tenia algún tipo de problema con Cédric debido a la casa a la que pertenecía; aún más escandaloso le pareció que asumiera que se debía a esa estupidez de la pureza de sangre e hizo una mueca de incredulidad mientras ella parloteaba.Frunció el ceño-mira Stein, esto no va contigo, es algo entre Lemoine y yo y no tiene nada que ver con esas gilipolleces de las que estás hablando-dijo con seriedad, mirando a la chica fijamente pero decidió que no tenía por qué darle explicaciones.

Era muy típico que los miembros de las demás casas achacaran que si tenías problemas con alguien era por una cuestión de sangre y aunque eso le repateaba pues para él eso nunca había sido un problema no se molestó en desmentirlo más, allá ella si pensaba eso de él, se la traía muy pero que muy floja.

Le tembló el labio inferior de rabia; sentía mucha rabia contenida en ese momento pero era una persona cabal, no se dejaba arrastrar fácilmente por nada ni nadie, o eso creía porque antes de poder protestar vio como el Hufflepuff había llegado a él y lo estaba arrastrando lejos de la pista de patinaje.Aunque en un principio forcejeó con él y se avergonzó de si mismo por dejarse arrastrar por un crio de sexto curso luego le siguió gustosamente para alejarse de miradas indiscretas; si se tenían que dar de hostias mejor que fuera con intimidad.

Una vez pararon miró a Lemoine con suma curiosidad pero también de manera inquisitiva y alerta a todos sus movimientos.Cuando le escuchó retarle a un duelo rompió a reir con ganas-pero que dices Lemoine? tú quieres morir joven o qué?-dijo mientras se acercaba, mirándole altivo y muy seguro de si mismo.Se encogió de hombros, no podía decir que no a un duelo, su orgullo se lo impedía, era problema del otro desafiarle y por Salazar que le iba a hacer arrepentirse de haber osado a hacerlo-bueno, por mi que no quede-sentenció clavando sus ojos oscuros con determinación en los del Hufflepuff, el desafio había sido lanzado y aceptado.

Por suerte en esa guerra de...hombres o no sabia muy bien de que, me acompaño Britt, ella era una amiga a la que queria muchisimo, tanto como a Roseline, se podia decir que era mi mejor amiga, al verla le di dos besos y despues me quede a su lado , mientras veia como esos dos se peleaban:

-has llegado a tiempo, pero cedric y sam no se...es que se van a matar, no entiendo por que tanta pelea, se supone que hoy tenemos que divertirnos-cedric se acerco a mi y aunque me dio las gracias se notaba que queria solucionar las cosas solo, los hombres eran asi- cedric no hagas tonterias, por dios

Vi como tomaba a sam del brazo y ambos parecian irse a pelear, pero note algo extraño en ese encuentro,era como si en esa pelea hubiese quimica, era algo raro, casi como tension sexual, mire a britt y negue con la cabeza:

-espero que no se hagan daño, si pasa mucho tiempo y no los vemos ire a buscarlos, pero dime que tal estas despues de lo del tren?-patine junto a ella- me alegra que no te pasara nada, pero eso fue raro seguro que no fue un casi aislado, pasan cosas algo raras

Britt era hermosa, era la tipica chica a la que todos miraban sin que ella se diera cuenta, por que era como un hada, patinaba de maravilla y me sentia muy unida a ella, por que ambas eramos timidas, las dos tuvimos un buen padre y aveces nos sentiamos algo solas:

-siempre has patinado muy bien-le dije mientras vi a morgana perseguir una luciernaga- pero...acaso patinas mejor que yo?-bromee- ahora enserio, que tal una carrera? pero pacifica eh?-le di la mano- te digo algo? te temo mas a ti que a sam, tu patinas mucho mejor-sonrei- hagamos una carrera y despues podemos disfrutar un poco de la noche-suspire- apenas hemos podido hablar estos dias? estas bien?-yo no le habia contado mis incidentes y ya era hora de hacerlo- me han pasado ciertas cosas, en la enfermeria alguien se me aparecio...ya te contare, Roseline me vio y se lo conte, creo que algo no esta bien en mis origenes, pero y tu? te veias feliz en la pista, pero aveces te noto algo triste, quizas son solo cosas mias...

Junto a la pista de Hielo, con Randall buscando a Derek

Hogsmeade, Sabado 28 de Septiembre de 2019

Llevaba semanas esperando esta salida, siempre me había gustado el pequeño y acogedor Hogsmeade, con sus tiendas y casas mas bien pequeñas, sus calles siempre concurridas por magos y jamás por muggles. No es que tuviera algo contra los seres no mágicos, pero siempre era bueno saberte totalmente rodeado de los tuyos, pues al menos a mi, me brindaba mayor confianza pues el señor Woodcroft había creado esta aldea tras ser perseguido por muggles así que cierta protección brindaba ¿no? Además como había mencionado el profesor Van Hart en clase de Historia de la Magia es que anteriormente el trato entre muggles y magos era mas bien caótica y amenazante, pro suerte esos eran otros tiempos...de cualquier forma apreciaba los escenarios de muggles como el de magos ¡había que disfrutar la vida en sus diferentes formas! ¿no?

La tienda que no pude evitar en mi vista fue la casa de plumas ¡tenían unas tan hermosas así como coloridas! Y esta vez, como las anteriores, no pude reprimir mi deseo de comprar una pluma, elegí una morada con lineas negras, me decían que las mejores eran las de colores naturales, pero yo adoraba lo que tenía chispa y color, no precisamente lo tradicional.

Al salir de la tienda me encontré de espaldas a Cee ¡como adoraba a ese rubio! al verlo no pude evitar saltarle por la espalda y abrazarle. El resto de la tarde me la pasé paseando con él por todo el pueblo hasta que tuvimos que volver al colegio. Fue un tiempo bien invertido, a pesar de que siempre lo veía en mi sala común y me daba mi tiempo para molestarle nunca nos faltaba tema de conversación ¡ah! eso si, cambié el color de mi cabello para que combinara con el suyo tan rubio e impecable...era como un tipo de juego entre nosotros...una vez ambos anduvimos de fosforescentes por el colegio.

Domingo 29 de Septiembre de 2019

Siempre había adorado las fiestas, los bailes...cualquier actividad que estuviera relacionada con el convivir con los demás. Y la fiesta del lago oscuro no era la excepción a la reglas ¡es mas! era parte de la regla. Desde que comencé a formar parte de la tradición como cada uno de los alumnos del colegio en mi primer año ¡la adore! aunque por unos días me pasé reclamando a Dylan y a Derek por no haberme hablado antes de ella, me dejaron a mi suerte ir en mi primer año y entrar medio en coma del miedo...aunque si, todo era parte de la gran experiencia. Este año los de primero sentirían eso que yo sentí, que todos sentimos en nuestro momento y aquello me animaba.

Llegué con el resto a la hora planeada, portando aquella capa negra como era tradición en el evento, aunque debajo de ella traía un bonito conjunto ¡siempre traía algo que considerara lindo los fines de semana! pero pocas veces se patinaba en hielo, así que había elegido con cuidado las prendas, incluso si nadie las veía, el caso era sentirme bien conmigo misma. Así que debajo de mi túnica negra traía un vestido a cuadros café con mallas blancas, al hombro colgaban mis patines.

Katherine dio la bienvenida a todos de forma espectacular tras lo cual fuegos artificiales iluminaron el cielo oscuro. Tras aquello varios comenzaron a ir a la pista de hielo y otros tanto decidieron quedarse mas bien rezagados. Yo había quedado con Derek de vernos aquí, pues en los últimos dias apenas un hola y un adiós habíamos logrado cruzar. Pero no lo veía por ningún lado. En mi andar me encontré con un Randall un poco apartado del resto y, curiosamente, sonriendo un poco. Dudé un poco en acercarme o no, no eramos precisamente los mejores amigos pero al menos ¿me toleraba? terminé decidiéndome por acercarme y saludarle, el saludo nunca le quitaba algo a alguien ¿o si? - es muy bonito todo ¿verdad? - pregunté sonriente colocando una mano dentro de una bolsita de la capa negra - como que la noche le da todo como un toque distinto sin olvidar que la pista de hielo me parece fenomenal...ni en invierno luce tan bien como ahora - le comenté de forma agradable viendo a lo lejos con interés comoe ra que Britt y Aya se divertían en la pista. Sino encontraba a Derek iría con ellas y a lo mejor lograba que Randall igual pusiera un pie en el hielo, pues aunque ya sabía de personas que les agradaba el silencio de su soledad a mi no me solía agradar ver a las personas apartadas.

Derek había decidido aprovechar la paz interminable que le ofrecería el castillo al no albergar a tanto estudiante por sus grandes pasillos. Y así fue, aunque no fue el único dentro de aquellas paredes lo supo disfrutar enteramente. Paseo por los jardines, pensó en su futuro y por supuesto estudio un poco más con el libro de defensa contra las artes oscuras que recién se había comprado y ya estaba por terminar.

Lo cierto es que hacia todo eso para despejar su mente porque en realidad se hallaba preocupado aún por Dylan quien parecía ser el más grave de entre los heridos y sinceramente dio gracias a Merlín por salvarle la vida a su hermano. El estomago le daba vueltas con solo pensar en la desaparición del menor.  


El estaba seguro que la tradición que seguían los estudiantes cada año, estaría hoy vigente. ¿Por qué? Eran los últimos días de septiembre y ya no había otro fin de semana que le perteneciera a dicho mes. Y Efectivamente recibió su invitación la cual leyó con una expresión sería.  Camino hasta su habitación donde se coloco la túnica color medianoche para cubrir su cotidiana  vestidura dominguera, la cual consistía en unos jeans y sweter blanco. Nunca se subió la capucha
.
Fue a donde su hermano y palmeándole el hombro le aviso que lo vería en el lago. Derek había quedado en encontrase con su prima en aquella reunión. Se aseguro de que nadie le viese en su huida del castillo. Y al llegar al lago fue inevitable fijarse en los fuegos artificiales en el cielo. Katherine siempre robaba la atención de todos. Aarón era un total afortunado.

No se había decidido aún a subir a la pista, su principal misión era ponerse al día con su prima y de allí partirían sus planes. Así que miro a su alrededor hasta dar una vuelta y encontrarla situada cerca de una silueta conocida. El ravenclaw arrugo la nariz insconciente.  Camino hacia ellos a paso firme, con las manos en los bolsillos de su túnica y su rostro descubierto.
  
Entonces llego y para sorpresa de muchos. La abrazo por la espalda y estrecho su mejilla contra la de ella como cuan gato mimoso. – Es hermoso, si . –respondio dedicándole una mirada al Slytherin. - ¿Cómo están? – inquirió para ambos  con naturalidad. – La verdad es que he venido para romper nuestra propia tradición de Hola y hasta pronto, Rose. – Derek sonrio de medio lado. A veces solia ser tan inexpresivo que costaba pensar que había frotado su mejilla con la de su prima hacia unos minutos. – Tengo que apreciar estó, el otro año, ya no estare- repuso en voz baja cerca del oído de su prima. Para hacerle entender que esperaba que le divirtiese aquella noche. Había traido sus patines solo por si acaso, quien sabe si a su prima se le ocurririan planes mejores. Esperaba la llegada de Dylan tambien.

Me había encontrado con Maddie durante la mañana de aquel día, desde que comenzamos a llevarnos bien, lo que más abundaba en nuestras conversaciones eran risas, no podía evitarlo y por mucho que algunas veces me molestara no podía evitar reír. Una nota en forma de avión llego a las manos de la castaña, e hice un gesto de duda ante el contenido de esto, al momento de leerla lo recordé.  Mi mente divagaba por otro lado y había olvidado por completo la existencia de ese evento.  Basto con que la Slytherin me lo dijera, la verdad es que no rechazaría la invitación, era un hecho nos  encontraríamos en el lago oscuro a la hora acordada en el avioncillo de papel.

Vistiendo la túnica negra y con aquellos patines en la mano me dirigí sin más al lago,  la verdad es que era el gran bullicio reconocible de todos los alumnos deslumbrados con aquella pista de hielo, y más aun con aquel asombroso  saludo en el cielo que seguramente Katherine había hecho.  No podía distinguir quién era quien, la túnica negra lo dificultaba bastante,  y así jamás encontraría a mis amigos, ni siquiera hallaría a Madd, o a cualquiera.  Me apoyé en uno de los árboles y me quite la capucha de la cabeza, el brillo de la luna era magnifico, y me quede absorta por unos momentos en ella. Cuando sentí que alguien me tocaba la espalda, di un respingo mientras que mi piel comenzaba a erizarse, y aquella risa traviesa tan conocida se hacía presente.  –Acaso me quieres matar de un infarto. –Le dije a Madd de inmediato, mientras expulsaba  con rapidez el aire contenido en mis pulmones.

Tome mi pecho en señal de alivio, la verdad es que mi mente siempre pensaba lo peor y la verdad este era uno de los casos, sin más sonreí y observe a la chica con sus patines.  –Pensé que no vendrías o que no te encontraría jamás –Señale a los demás que poco podían distinguirse, tomé de la muñeca a la chica. –Ven vamos a la pista. –Dije con emoción, mientras que una sonrisa amplia se posaba en mi rostro, me encantaban este tipo de cosas, tenía un buen equilibrio, además de que se me daban algo bien los deportes, continué caminando junto a la chica para acercarnos más a la gran pista.

Junto a la pista de hielo, observando el panorama

Aquellos primeras horas desde la vuelta a la escuela habían transcurrido con el habitual ajetreo, habían pasado rápidas y habían resultado ser toda una locura después de lo ocurrido en el tren.A Aleksey le alegraba de estar de vuelta en Hogwarts después de las vacaciones.Nadie en el mundo sabía por el infierno que pasaba cada vez que llegaba el periodo de descanso y tenía que regresar a aquella casa.Odiaba profundamente a su abuelo y en su fuero interno deseaba fervientemente su muerte;puede que fuera un pensamiento mezquino e incluso cruel pero solo Alek sabía los motivos que su corazón tenía para albergar dichos deseos y sentimientos.

Después de las clases había intentado centrarse en la lectura de una novela en la sala común pero aquello era una locura, la gente aún se seguía contando sus experiencias durante las vacaciones y no paraban de cuchicher, reir y hacer el estúpido en general, sin contar por supuesto con que el tema estrella había sido durante toda la tarde el dichoso tren y lo sucedido en el.Sus compañeros le  exasperaban los nervios, de modo que decidió irse a su cuarto y al llegar vio el sobre con la invitación para acudir al evento del lago.

En ninguno de sus años anteriores en Hogwarts había acudido a dicho evento y no pensaba en un principio cambiar aquello pero tras unos minutos en los que se quedó mirando la invitación dubitativo, sopesando la posibilidad de acudir decidió que quizás resultara interesante.Él no socializaba demasiado y cuando lo hacía era por pura conveniencia o por curiosidad hasta que esta era satisfecha y luego si te he visto no me acuerdo y no pensaba cambiar ese hecho, pero quizás hasta resultara divertido en cierto modo; nunca le había importado ser un observador pasivo, de hecho lo prefería y que aquella reunión tuviera como tradición el que los participantes ocultaran su identidad definitivamente le gustaba.No tardó ni diez minuts en buscar la ropa adecuada para ir al lugar del encuentro.

Para cuando llegó ya había bastante gente concurriendo el lugar como era de esperar y no tardó en mezclarse con ellos pasando desapercibido gracias a su atuendo.Pudo observar como varios grupitos se iban formando, la gente yendo y viniendo e incluso lo que parecía ser el inicio de una pelea pero que luego quedó en nada.La gente era tan simple! cómo los despreciaba.

En el lago, interactuando con Caitlyn:

Muchos dias pasaron desde aquel dia en donde fue atacado el Expreso de Hogwarts,  todos estaba por los momentos tranquilo desde aquel dia, aunque aun seguian investigando el secuestro de un enfermero del colegio, todo aquello estaba muy extraño. Yo aun seguia con algunas leves puntada sobre mi cabeza, debido a que habia recibido un gran golpe en ella, contra la puerta del compartimiento y el suelo del mismo, pero ya estaba mucho mejor que en esos dias.

Esta noche se celebraba una nueva tradicion que habia tomado el colegio para conmemorar la llegada de los almunos viejos y los nuevos, todos teniamos que vestir con tunicas negras hacia el lago que estaria completamente congelado. Era una reunion de todos los alumnos para pasar el rato y conocerce entre todos. Yo no era muy buena socializando con las demas personas, solament tenia a pocos en ese puesto de confianza. Todos los alumnos estaban invitados, pero aun no sabia si ir o no, estaba dudosa.

Me sente sobre una silla en mi habitacion y le escribi una nota a la pelirroja amarilla que conoci en el tren, aunque ya la habia visto por los pasillos, solo que no eramos tan unidas en ese entonces. La invite para que fuera conmigo, desde aquel accidente estabamos muy apegadas, me caia bien, no me convencia que aun fuera una Hufflepuff, tenia madera para algo mas. Termine de escribirle y en forma de origami, forme un avioncito y con un hechizo que salio de mi varita hice que saliera por la ventana y llegara hasta donde estaba ella.

Bueno la chica acepto mi invitacion y concordamos que iriamos juntas al lago. Me vesti, me acomode un poco el cabello, aunque igual iba a estar oculta con la capucha, pero no importaba. Tome mi papelito en forma de avion porque ese era el simbolo para poder distinguirnos dentro de tantas personas, y por ultimo tome mis patines morados.

Llegue al lago y todo estaba tan repleto que me entia asfixiada y mariada, no me sentia bien cuando habia mucha gente a mi alrededor, pero trate en enfocarme en Cait. Camine  y camine chocando contra personas que me contestaban y yo lo hacia devuelta, hasta que por fin la encontre, estaba contra un arbol. Me ecabulli por detras del gran tronco y la salude, asustandola-Hola Zanahoria-le digo divertida, sonriendome. Ella se asusto como queria contestandome de esa manera-Puede que si o puede que no, si te quisiera matar seria de otra forma-le contesto, observandola. 

Estaba pensando no venir, pero luego dije que si, pero mi mente decia que no, fue una gran confusion, pero todo me resulto facil y gano en que viniera, aqui estoy-abro los brazos contenta, pero luego ella me toma la mano y me lleva hacia la pista-Dejame colocarme los patines-le digo mientras me arrastra hacia el lago-Espera!-grito, me detengo y me los colocos-Ahora si-sonrio.

Me encantaba el patinaje sobre hielo, era mi deporte favorito, lo hacia mucho en casa junto a mi hermana, me preguntaba como estaria ella despues de todo, no le habia hablado desde aquel problema en el tren, luego la buscaria-Espero que sepas patinar, no quiero verte tirada en el suelo-digo silvando, para tocar el hielo y comenzarme a deslizar suavemente por este.

El golpeteo constante de su índice contra su escritorio era lo único que resonaba en aquellas cuatro paredes de la enfermería.  El había sido un estudiante como todos y estaba en pleno conocimiento de aquella tradición que se producía a los alrededores del lago oscuro. Sabía que no era invitado y que nadie le esperaría allí pero aún así se alisto con una gran túnica de seda negra que terminaba arrastrando el piso, por debajo llevaba unas botas negras, pantalón blue jean y una camisa apegada a su esbelta figura. Aun cuando estaba oculto bajo aquellas ropas largas le gustaba ir bien en caso de emergencias.  

Permaneció un buen rato con la túnica puesta en plena habitación de enfermería, aun divagando entre ir y no ir. No porque no quisiera, sino porque se suponía que estaba de guardia hasta un par de horas que Kendra volviese. Solto un suspiro pesado pensando en que se había acabado de dar por vencido a seguir allí esperando que algún alumno viniese por su ayuda así que busco una pluma y papel : escribió una nota con alta caligrafía corrida y la dejo en mesa del escritorio echándole un vistazo.

“Kendra...
Em, bueno me he ido un poco antes. Me he sentido mal y he decidido irme a mi habitación. De todos modos dudo que algún alumno venga, todos están en… ya sabes dónde.
Pd. Deje grageas en la primera gaveta
Pd2. No te las comas todas


Con los labios fruncidos luego de releer su nota él se subió la capucha y se dispuso a andar hasta el lago, con su identidad completamente en incógnita. Salió de la enfermería sin que nadie le viese y así siguió su trayecto con impecables pasos silenciosos hasta salir del castillo.  Observo el espectáculo que daba la hermosa joven Ravenclaw, desde un árbol al cual estaba apoyado de espalda, con los brazos cruzados, esbozo una casta sonrisa al aprecia la habilidad de la chica Ravenclaw. Al cabo del tiempo se acerco a un joven al cual no terminaba de reconocer, quiso hacerse pasar por un estudiante a pesar de su tamaño.  – Hola ¿Qué tal?  -saludo a Alek sin saber que era él. Por muy Alumno que quisiera hacerse pasar, su estatura era más alta y su voz gruesa,  aún así aposto por la ignorancia del otro chico para con su persona. –

Casi a la orilla del lago. Con Albus y muy cerca de Jo Maxwell

Él era un chico de tradiciones, le gustaban. Eso y las fiestas. Aquel día, como cualquier otro, había asistido a sus clases, al entrenamiento y por supuesto se había pasado casi toda la tarde siendo un aburrido estudiante modélico. Pero sabía lo que tocaría por la noche y eso lo estaba manteniendo de un humor excelente. La notificación de los alumnos de séptimo le llegó como a todos, eran ellos quienes organizaban aquello, elegían el día y hacían que el lago fuera una hermosa pista de patinaje. Scorp no era muy dado a ese deporte, por llamarlo de algún modo, pero tras seis años patinando en el lago y llevándose sus buenos golpes ya tenía algo de práctica.

Había quedado con Albus a la salida de su sala común, Scorpius se puso la capa oscura, como la tradición mandaba pero llevaba la capucha baja por el momento, al verlo atravesar la salida de aquella mazmorra lo saludó con una sonrisa. Después de su visita al hospital aquella relación lejana había vuelto a ser un poco más cercana, como antaño, la posibilidad de lo que podría haberle pasado en el tren hizo que Malfoy apreciara ese pequeño vínculo inocente que siempre habían mantenido.

-Vamos a llegar los últimos - le dijo como saludo, ya había visto marchar a media sala común antes de que Potter llegara - ¿traes los patines o no piensas montarte sobre el hielo?

Caminó junto a él hasta el patio, hablaban de las mismas cosas de siempre, añadiendo, por supuesto, el intento de convencer a Albus para que patinara con él un rato esa noche.

-Si dices que no quedarás como un gallina aburrido, solo serán un par de vueltas, una carrera, amistosa, sin trampas ni apuestas, podemos decirle a algún compañero que se una a nosotros... - mientras hablaba se subía la capucha, parte del juego era no ser fácil de reconocer y su porte y cabellera lo delataban, siempre. Ya estaban rodeados de gente cuando comenzó a hablar de eso, de una pequeña carrera, un juego simple y entretenido, a él no le gustaba beber y las fiestas se le hacían tediosas cuando todos comenzaban a querer emborracharlo como si no hubiera mañana. No tenía buenos recuerdos de la última vez que se dejó llevar - Ahí está Maxwell, le podemos decir que se una a nosotros o que haga de juez, este llevas bien con él, seguro te da ventaja.

Las clases se le habían hecho bastante tediosas en el instante en que había recibido la nota de los alumnos de séptimo curso, comunmente los alumnos mayores preparaban aquella velada para todos, incluido al prefecto de Slytherin que también hacia parte de la diversión de la noche. El entrenamiento fue un relajo ante la idea que se aproximaban, pues le gustaba patinar, aunque fuera un asco en ello, pues terminaría con variados moretones y si tenía suerte no se partiría la cabeza contra la superficie de hielo que sería el lago en aquella noche de Septiembre. Ya tenía la mayoría de edad para el ministerio, había cumplido el primer día del mes, así que ya tenía acceso a magia fuera del colegio, pero eso no importaba ahora, simplemente importaba que se encontraba terminando de arreglar, poniéndose la túnica negra con una capucha para cubrirle el rostro. Los últimos arreglos y salía de la común, con una leve sonrisa observando que Scorpius se encontraba esperandole. Sonreía pues se alegraba que su relación se hacía un poco más sólida luego de haberse distanciado bastante.

-Vale, vale... pero no exageres.- le sonreía, pues recordaba ver a algunos ya salir en dirección al lago, pero no le daba importancia.- Nah, no traigo... para eso tengo varita.- Sacaba esta  mostrandosela al rubio, sonriendo.- No quiero cargar peso extra.- Se encoge de hombros, mientras que caminaba al lado del rubio yendo en dirección al lago, conversando con el chico a medida que iban llegando al lado ambos, escuchando la propuesta del otro, o mejor dicho su intento para convencerle, sonriendo de medio lado, poniendo los ojos en blanco.

-...Te llevo diciendo que me voy terminar con moretones hasta donde no debería tener si me pongo a patinar.- decía, con un tono divertido, poniendose la capucha de la túnica negra cuando se encontraba cerca de la orilla, escuchando al chico en sus intentos para convencerlo.- Vale, Scorpius, patinare contigo, pero tu me llevas a la enfermería.- le apuntaba con el dedo, en un gesto divertido, con un tono de broma. Se adentraba en la multitud, intentando no perder de vista al Slytherin mayor entre tantas capas parecidas, el propio prefecto también llevaba la suya, lo único que lo distinguía era que en la oscuridad que generaba la capucha en su rostro, solo destacaban sus ojos claros que había heredado de su abuela Lily, el único de sus hermanos que había obtenido esos genes. Adentrandose en la masa de túnicas negras cuando Hamilton hacía las presentaciones iniciales como Premio Anal... digo Anual. Cambiando la mirada a Scorpius.- Vaya, no sabía que te fueras tan impaciente.- Le picaba un poco, con una sonrisa blanca en un gesto de broma.- Hey, Max! ¿Quieres ir a patinar? levantaba en un gesto para Captar la atención de Jo Maxwell.

La pista cada vez estaba mas llena y Britt y yo estabamos solas, aunque era muy timida, pensaba que almenos deberiamos saludar a nuestros compañeros, mientras seguia pensando en Cedric y Sam, a saber que harian esos dos, pero bueno, mejor no pensaba mucho en eso, solo esperaba que no terminasen muy a mal. Mire a britt y tome su mano:

-vamos tenemos que hacer un poco de vida social, he visto a roseline, pero creo que esta con su primo-en ese momento vi como Evan entraba en la pista y tambien Albus y Scorpius, Albus me caia muy bien, y bueno a scorpius apenas le conocia, pero sea como sea, ya era hora de hacer un poco mas de vida social. Junto con Britt me acerque a evan y le salude, conocia a evan desde siempre, solo que no eramos intimos, nos saludabamos , pero jamas tuvimos una amistad mas alla.Lo vi algo inseguro sobre la pista , asi que me acerque a el:

-hola evan, que tal? es nuestro ultimo año aqui asi que sera nuestro ultimo año de esta tradicion-sonrei- que tal te van los patines?,si quieres te ayudo-le dije bajito para no avergonzarlo, los chicos eran muy ogullosos- quieres unirte a nosotras?-aunque no lo pareciera,esa pregunta me costo dios y ayuda, ya que era demasiado timida- solo si quieres claro

Cerca de nosotras estaban Albus con Scorpius, les salude con mi mano, pero dudaba que quisieran unirse a nosotros, aunque me gustaria que asi fuera y pasarlo bien en grupo:

-Hola chicos-les salude y volvi mi atencion a Evan- que me dices? te unes a estas pesadas?

En ese momento escuche un estruendo y de pronto un enorme pulpo sugi del lago, todo paso tan rapido, que ni sabia como reaccionar, era enorme y estaba furioso, escuche a mi compañera decir que el animal estaba envenenado, es decir que alguien lo dejo asi, seguramente en ese estado atacaria a todo ser que viera, me coloque frente a britt y saque mi varita:

-no hay dia traquilo aqui verdad?-vi uno de los tentaculos del animal y en ese momento lo apunte con mi varita- bombarda-eso hizo que el retrocediera un poco su tentaculo, pero aun asi el miedo y el caos era horrible-mirad-vi a ese hombre, le reconoci, era el del tren, su aspecto era lugubre casi como un ser de historias de miedo- que has hecho?-golpee la barrera que habia creado, mientras me coloque tras el niño de primero- no se que pretendes, pero no te vas a salir con la tuya-mire a mis compañeros y teniamos que destruir esa barrera, tumbarla de alguna forma pero tambien debiamos parar a ese pulpo-tenemos que paralizarlo-lo apunte de nuevo lanzando el hechizo-Petrificus Totalum-esperaba que funcionara, pero era tan grande que tenia mis dudas