Little white shadows {Maddeleine Reichmann}

No era una novedad, cada vez que me sentía aburrido o con niveles elevados de creatividad me paseaba inocente a lo largo de los pasillos del séptimo piso con la única finalidad de quedar posado frente a una curiosa pared. Aquel día había asistido a todas mis clases, sí, así es, el mismo Evan Gianetti se había tomado su tiempo para asistir a todas las aulas que tenía planteadas para ese día, quizá todo fue porque mis ánimos eran demasiados, aparentemente cuando tienes un día de sonrisas no importa cuantas clases aburridas veas, todas serán igual de geniales. La tarde tomo un curso inesperado, nuevamente, sí, así es, el mismo Evan Gianetti se había dejado influenciar por par de Ravenclaw's emocionadas, supongo que puedo excusarme diciendo que se trataban de par de chicas preciosas y que bien ni en el peor de los casos podía decirles que no... En fin, el caso es que termine en la biblioteca dando una "tutoría" con respecto a criaturas mágicas. Fue un chiste, la verdad, básicamente ellas me estaban ensenando a mi, yo nunca había sido fanático de ese tipo de curiosidades pues no creía posible que un hipogrifo fuese a aparecer en mi patio un día cualquiera.

Cuando me quede dormido sobre un libro las chicas perdieron cierto interés en mi pero ¿Qué podía hacer? De verdad me valía mierda todo lo que estaban diciendo. Deje que las horas pasaran, salí a los terrenos, fui hasta la sala común y hasta inclusive me di el tiempo como para adelantar una tarea... Ya, había llegado el momento de hacer algo más placentero y menos detestable, era la hora de pasear por el séptimo piso. Siempre pensaba en lo mismo cuando estaba allí, "Un lugar donde pueda leer e inventar hechizos" y casualmente siempre entraba al mismo lugar. Una habitación aaaaaamplia y con cofres en los alrededores, cada cofre contenía entre libros y objetos alternativos, habían espejos guindados por todos lados y un sillón bastante largo donde podía echarme a leer o bien sea a esperar que mi hechizo funcionara. Desde que era muy chico hacía acto presencia en aquel lugar, lo disfrutaba como nunca pues se trataba de la soledad unida a par de cosas que me pueden entretener durante horas ¿Durante horas? Se preguntarán, y con eso me refiero a que cuando estoy aquí dentro suelo perder la noción del tiempo. Solté un suspiro, ya había abierto la puerta y me encontraba adentrándome tranquilo al lugar como tal. -¿Qué haremos hoy?- Murmuré para mi mismo, arrugando el entrecejo y yendo hasta una estantería cercana, porque sí, también habían estantes. Había literatura de todo tipo, aunque públicamente no parezco un chico que lee mucho realmente soy un fanático de historias alternativas, me divierten montones y me hacen conocer culturas distintas. Literatura muggle, mágica, hasta estaban allí los libros de texto que nos manda a comprar el colegio. No me decidía, trataba de recordar cual fue el último libro que empece a leer pero difícilmente recordaría su nombre.