Veamos quien puede mas|| Dylan

Estaba recorriendo los corredores del colegio buscando algo que hacer, esa noche no cenaría por que no tenia hambre así que se me dio permiso, bueno dar permiso por ahí no mas por que se escapo de las garras del jefe de casa de Hufflepuff que le tiene en la mira por ser el centro de bully mas grande que existe en Hogwarts, desde que Draco Malfoy dejo el colegio. Dylan, era el típico rubio de ojos claros que tenia un buen cuerpo, popular por su carisma, por su forma de ser, tanto entre los chicos como entre las chicas, así que digamos que era popular mas allá de su apellido, nació para ser una estrella deslumbrante, tanto en su mente por su inteligencia innata si no también en el mundo social, a diferencia de Derek que era mas centrado, Dylan aunque algo inmaduro era siniestro, quizá un tanto demasiado, no todo lo que brilla es oro.

Cuando llego a la zona de castigos un profesor le entretuvo antes de llegar al salón donde estaba Rosie por ende este le miro alzando una ceja. Dylan era prepotente demasiado y claro estaba que nunca estaba de mas ligarse un castigo aunque esta no seria la situación ni el momento.

-Que hace fuera del gran comedor?.-le pregunto el profesor cruzado de brazos.

-Lo siento, necesitaba salir a caminar, he tenido una mala racha, no me siento bien, lo siento.-bajo la mirada triste.

El profesor se quedo mirando al alumno para después poner una mano en su cabeza para dejarle seguir como si nada. Cuando se distrajo atravesó la puerta al abrirla de la zona de castigo y pudo ver a su ex novia acostada sobre el escritorio como una actrices porno, el aula era un desastre por ende saco su varita. La alzo como todo un profesional empezándose a elevar cada cosa y empezándose a acomodar todo en su sitio dejando el lugar limpio en dos o tres minutos. Pero al parecer la otra estaba metida en su mundo y no se daba cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor. Como estaba acostada sobre el escritorio se agacha un poco para verle las bragas "moradas" no le extraña la verdad, seguramente olía a fresas, ese perfume corporal le hacia erizar los pelos del cuerpo, la recordaba demasiado bien.-Aguamenti.-comento mientras apuntaba con la varita a Rosie, un chorro de agua salio de la varita pegando contra el cuerpo de Rosie para mojar todo su cuerpo.-Ahora si.-se esconde rápido detrás de un armario donde no se le ve a ver si ella lograba encontrarle.-

Escucho el grito para reírse aunque estaba intentando no ser encontrado, cuando ella le encuentra se le queda mirando los pechos, menudas tetas. Fue entonces que la vio sonrojarse para irse a cubrir por ende alzo su varita para murmurar cosas que solo él podría entender, una brisa se formo alrededor de ellos yendo a rosie, envolviéndola para secar toda el agua que portaba su cuerpo, incluso su cabello quedo perfecto, la magia del fregotego con algunos arreglos especiales. Se guardo la varita mirando al escritorio, el agua se empezó a secar lentamente hasta desaparecer, era muy bueno con la magia, era de los pocos que podían usar magia sin nombrarla, sin varita, era bueno aunque aun no lo controlaba bien para algunos hechizos.-Uhmm, fue divertido mientras duro.-comento sin mas, cruzándose de brazos para sentarse sobre el escritorio seco, observando lo ordenada que estaba la sala, fue entonces que un profesor entro en aquella sala mirándolos a ambos, al parecer era él que la castigo. Se acerco observando la sala pero detecto a la chica sin camiseta y a Dylan en la sala por ende alzo una ceja.

-Antes que me diga algo del por que esta así todo diré. La chica estaba siendo sujetada por duendes de cornualles, esas escorias aun rondan por aquí, tuve que ayudarla a que la dejaran en paz. ¿donde están los duendes se preguntara?, pues les mate, me se mis mañas.-dijo sin mas, el profesor miro a ambos diciéndoles que se vayan a sus salas comunes y salio de la sala para irse de allí como dudando y estando enojado por que al parecer no esperaba encontrar todo tan limpio. Alzo una ceja de mala gana por ese comportamiento tan infantil por parte de un adulto, saco un cigarrillo y lo prendió dejando la caja con los cerillos a un lado de él, soltó el humo por su nariz mirando a su ex aun en tetas.-Aprecio que seas tan dulce para que te vea en tetas pero amor venga, ya tapate.-le fastidiaba por que amaba hacerle eso, ademas era divertido, se baja del escritorio caminando por la sala mientras le daba otra calada a su cigarrillo para ver el lugar con suma atención.

Tenia ese aire cargado de misterio, ese semblante masculino pero al mismo tiempo aniñado, había dejado de ser un niño risueño de antes. Era mas grande en cuanto a madurez ademas su físico cambio mucho la verdad, se había transformado en una persona tan hermosa que todo el mundo aprendió a verlo como algo atrayente. Dylan era conocido por dormir en la cama de todo el mundo pero no de cualquiera, era selecto muy o quizá demasiado. Miro con atención a Rosie, recordando lo que ambos fueron en el pasado, ambos cortaron por cobardes, por tenerle miedo al mundo, por temer a algo serio, ambos se habían enamorado en serio y ninguno fue capaz de enfrentar eso pero Dylan nunca dejo de quererla.-Estas mas hermosa, hace mucho que no hablamos. Siento que me esquivas cuando estamos solos.-se acerca, apagando el cigarrillo y lo mete en el cajón del escritorio, quedando frente a frente con ella, alzando la mano le acaricia la mejilla.-Aun sigues siendo tan hermosa cuando te sonrojas.-

-Si, soy un odioso, no sabes cuanto amo serlo.-molestar a Dylan con insultos no servia para nada, nadie le ganaba en una pelea verbal era imposible, nada le dolía, nada le afectaba en eso se parecía mucho a su padre, era una persona tan rara pero también tan cruel, Dylan solo los miraba, los anotaba en su mente, no se olvidaba de su rostro después de todo un asesino debe tener una lista elite de victimas a matar. Camino a su lado hasta quedar frente a la gran pizarra en donde tomo una tiza para escribir garabatos sin sentido, se dio la vuelta soltando un conjuro en el pizarrón que le dio vida a las letras haciendo que estabas formaran un hermoso grafiti que decía "DS estuvo aquí" su marca personal para que le encontraran, amaba que intenten encontrarle por que era casi imposible se sabia los mil y un pasadizos del castillo por ende agarrarle era casi imposible a menos claro que enviaran a Derek por él entonces ahí las cosas cambiaban mucho, pues Derek si sabia como dar con Dylan antes de que intentase siquiera huir.

-Bajate del caballo princesa que el ego te va a llegar al techo.-comento riéndose para caminar con tranquilidad hasta el fondo del salón, alzando una ceja cuando esta le habla de que estaba mejor ahora que antes. Eso era verdad, había dejado de ser un niño escuálido para ser un chico con mucha masa corporal, era lindo eso hasta él lo sabia, de hecho siempre lo fue pero nunca le importo mucho que digamos. Se separo de la pared corriendo hasta ella por la distancia y pego un salto mortal hacia atrás para quedar frente a Rosie, se corría el rumor de que dylan solia hacer mucho ejercicio en el colegio pero nadie sabia de que tipo, cuando era mas pequeño aprendio algo de estas acrobacias con amigos en el plano mortal, sabia como moverse bien debido a su fisico ademas de que le agradaban estas acrobacias, era una forma de levantarse chicas la verdad.-Bien, ya que hice eso, vamonos de aquí, me aburre tanto silencio.-dice caminando a la puerta abriéndola y saliendo de aquel salón, sabia que vendría detrás de él, la conocía muy bien.

Se giro para meterla en uno de los corredores oscuros mientras un grupo de profesores pasaba rápido, al parecer algo paso en el patio pero le dio tiempo a saber que estaba apretado con ella en un espacio oscuro y pequeño y para colmo la tenia bien cerca..-¿Sabes una cosa?, puedes golpearme después de esto si quieres.-se acerca a sus labios robándole un suave beso, pero no cualquier beso, de esos que él solía darle a ella cuando estaban de novios, esos besos que parecía alejarte de la realidad en lo cual uno se dejaba llevar lentamente. Le lleva los brazos alrededor de su cuello mientras sus manos se ponen en la cintura de la rubia, siguiendo con ese beso de manera cariñosa después de todo le agradaba estar en ese momento con ella.-

Siempre con ese aire despreocupado a ese chica le importaban y afectaban muy pocas cosas en realidad  le miro moverse por todo el salón por un lado me fastidiaba por el otro no tanto, era algo difícil de describir y de sentir le miraba y recordaba tanto el pasado aunque fuera un años más chico que ella fue su primer novio “formal”  pero su separación había sido por su bien le quería se habían llevado bien estando alejados eran buenos amigos pero de nuevo volvía a aparecer en ella ese interés por aquel que ya no era un niño ahora era más maduro no solo de cuerpo sino de mentalidad, claro estaba no podía dejarle ver mi interés por él. Le mire raro después de que realizo unas acrobacias hasta llegar enfrente de mí, siempre demostrando que era el mejor, puse los ojos en blanco suspirando. Sentí un pequeño retortijón en el estómago, estaba ambienta termine de ponerme la ropa que me faltaba tomando mi capa mirando cómo se dedicaba a abrir la puerta.

Mi idea era ir por mi varita y asi poderle lanza uno que otro conjuro para vengarme por lo que me había hecho, estaba claro que no podía dejar las cosas así, que fuera guapo no le daba el derecho a librarse de mis venganzas  pero sentí un jalón que me llevo a entrar a un lugar estrecho y oscuro, lo sentía cerca de mí ,podía sentir su mirada, el lugar era oscuro nuestra respiración se mezclaba  sabia a donde iba todo eso cuando le dijo que podría golpearle después, eso de golpearle era su parte favorita; cuando sentí el tacto de sus labios me quede inmóvil, pero después seguí aquel beso cerrando los ojos, nadie nos miraba podía por fin después de tanto tiempo besarlo, volver a sentir su piel junto a la mía, estaba vez podía dejar de ocultar mis verdaderos sentimientos pase mis manos sobre su cuello alargando aquel beso, se separó solo unos segundos para recuperar el aliento –te odio-dijo  casi en un susurro, pero de nuevo nuestros labios volvían a estar juntos, sentía un cosquilleo en los labios, una sonrisa se dibujaban en ellos, sabía que estaba mal, le demostraba lo que creo yo, el ya sabía, que nunca le deje de querer.


Cuando por fin pude librarme de sus labios mire el suelo sin dejar de abrazarle, la oscuridad nos rodeaba apreté mis labios con el sabor de los de Dylan aun -¿Por qué haces esto…acaso apostaste con alguien?- sabia de aquel humor que caracterizaba además todo el colegio sabía que le gustaba liarse con quien fuera, gracias a que era guapo no se le dificultaba eso, además de que tanto como hombres y mujeres morían por poder dormir al menos una noche o algunas horas a su lado, me quede callada escuchando solo el ligero latido de mi corazón esperando respuesta.