Nada más sano. Priv Rosie

Hacía rato que había terminado de almorzar de manera no muy copiosa, como solía hacer normalmente. No era de mucho comer y eso podía verse claramente en su complexión. De algún modo estaba fuerte, quizás simplemente porque hacía bastante ejercicio, aún cuando podía usar la varita para cualquier cosa Adnan siempre había sentido un gusto especial por golpear cosas. Le hacía sentirse poderoso el sentir la piel del otro romperse bajo sus puños, mancharse las manos era simplemente placentero. Él no llegaría a ser de ese tipo de magos que pensaban que tocar algo era signo de debilidad y que los que peleaba a puños no eran más que magos con poco poder. Esos estirados nunca habían probado lo que era dejar KO a alguien con sus propias manos, el subidón de adrenalina que te recorre, el éxtasis que se llega a sentir mientras das golpe tras golpe...

Dejó de pensar en ello, porque a veces ese tipo de pensamientos terminaba siendo bastante negativos, sobre todo teniendo en cuenta que ahí estaba en calidad de profesor, un hombre responsable, en teoría. Siguió calentando, que era lo que llevaba rato haciendo, y comenzó a correr. El único lugar habilitado dentro de la escuela para hacer ejercicio era aquel campo de quidditch, le faltaban cosas para ser adecuado para sus entrenamientos de fuerza usuales, pero lo dejaba pasar, el correr al aire libre le ayudaba bastante con su rehabilitación y aún cuando no podía hacer todo lo que desearía no dejaba de acudir allí a diario, esperando de manera inútil que realmente terminara por preferir el ejercicio a la droga tal y como le habían aconsejado.

Mientras corría trataba de poner sus ideas en orden, la tarde apenas comenzaba, los viernes por la tarde no había clases y no tenía nada que hacer. No había tutorías, no tenía, en definitiva, nada que él pudiera emplear para distraer su mente. Podría salir pero ¿para qué? Su prometida estaba lejos y a esas horas en aquel país sería tan tarde que ya ni sentido tendría una visita. De algún modo la distancia estaba comenzando a aplacar su deseo de verla, era raro, quizás simplemente había sido un capricho demasiado pasajero ¿como no sentirte enamorado de una mujer que te ayuda a encauzar tu vida cuando más perdido estás? Pensando en ello, y sin prestar atención al camino terminó por estar a punto de tropezar con una chica que entraba recién a la zona de entrenamiento. La vio a tiempo para evitar el contacto, pero aún así se paró en seco, y, respirando bastante entrecortadamente se la quedó mirando.

-Perdona - dijo por el posible golpe que acababa de evitar - señorita Huntington - continuó hablando al verla mejor, la reconoció de clases, obviamente -¿tienen hoy entrenamiento de quidditch? - esperaba que no, apenas había comenzado las rutinas y no le apetecía, en absoluto, detenerse por el momento.

Por fin era viernes las clases estaba realmente tranquilas, todas mis tareas y deberes estaba terminadas así que el día estaría tranquilo me asome por la ventana de la habitación, se miraba totalmente tranquilo estire mi cuerpo un poco, después de comer algo y tomar un poco de fruta para comer cuando me entrara el hambre salí del gran comedor me encontraba aburrida a decir verdad no había hecho planes ese día además no me encontraba de humor para tratar absolutamente con nadie las acciones que algunos de mis compañeros en clases me habían molestado.

La tarde estaría buena para practicar algo de deporte al aire libre tenía que poder en movimiento mi cuerpo después de una semana casi sedentaria solo de clases, comida y dormir, tenía un buen físico pero para mantenerlo bien necesitaba de una buena condición física, me puse una ropa deportiva mientras le daba una que otra mordida a la fruta, amarre mi cabello en una coleta para después salir a la sala común algunos de mis compañeros se encontraban en el sofá recostados.

Muévanse holgazanes-dije pateando el mueve unos solo me miraron sin decir nada–Por personas como ustedes no obtenemos puntos vagos…- di media vuelta para salía hacia las escaleras, quería practicar algo de gimnasia así que el campo de quidditch seria por el momento el más idóneo así que me dirigí a esos rumbos. Empecé a recordar lo sucedido hace poco en el colegio me encontraban tan abstraída en mis pensamientos que no note como alguien se aproximaba a mí, la voz de aquella persona hizo darme cuenta de lo tan cerca que estuvimos de chocar. Le mire detenidamente era aquel nuevo “profesor” alece una ceja mirándole de pies a cabeza, estaba ejercitándose menuda coincidencia.

-Descuide profesor- le dije de una forma seria mientras negaba con la cabeza en respuesta a su pregunta- No, he venido a ejercitar un poco el cuerpo, para no entrar en el sedentarismo, usted debe de saberlo mejor por lo que veo – pocas veces le había tratado fuera de clases me gustaba mantenerme alejada de algunos profesores pero si estaba vez se daba la ocasión para conocer mejor a este porque desaprovecharla, el lugar estaba algo tranquilo.

-Espero y no sea mucha molestia que le acompañe en su rutina- esperaba que la respuesta de aquel hombre fuera un sí y aun que fuera negativa le insistiría no me gustaba escuchar un no por respuesta, además podía mantener rutinas pesadas, era lo bueno de tener un padre sobreprotector me había enseñado a mantenerme en forma además de realizar ejercicios algo rudos.

A Adnan lo que más le podría haber fastidiado la tarde era enterarse de que había entrenamiento de los estudiantes de Slytherin a esa hora. Realmente podría ir a correr al bosque o cualquier otra zona del paraje del castillo, pero obviamente donde mejor se entrenaba la resistencia era en lugares sin obstáculos, eso era otra forma de ejercitarse y no era la que él necesitaba.

-Que bueno, y si, es saludable ejercitarse un poco entre clases, la rutina de esta escuela es demasiado sedentaria, tendrían que ampliar las actividades físicas para obligar a los alumnos a tener una vida un poco más sana - dijo respondiendo. Realmente él no creía en llevar una vida sana, pero sabía que realmente era muy fácil caer en malos hábitos si no se sentía una cierta rutina de movimiento diario.

De momento se limitó a tratar de recuperar el aire, llevaba tratando de mantener una vida sana cosa de un año, no estaba, ni de lejos, acostumbrado a ello, sobre todo porque aún seguía fumando, sus pulmones eran un pozo de alquitrán envenenados y respirar de modo adecuado mientras corría se le hacía como la cosa más compleja del mundo.

-No me molesta en absoluto, aunque realmente hago poca cosa aquí, me faltan recursos - le dijo sonriendo de lado, en realidad se limitaba a correr, haces abdominales y flexiones y para terminar bateaba la bludget tantas veces como le apetecía, aquello le hacía ejercitar los brazos y le relajaba, aunque suponía que con ella allí aquello último estaría más complicado, a no ser que fuera buena con el bate - no esperes mucho de mi, soy fumador empedernido - le dijo, solo por avisar, tampoco quería hacer el ridículo frente a una de sus alumnas, tan solo tenía unos tres años menos que él y ya bastante era tratar de ganarse su respeto como profesor como para que encima se riera de él en la cancha - por cierto, mejor mientras estemos fuera de clases dejamos las formalidades, que tenemos casi la misma edad y aquí me siento viejo, todos llamándome de usted - dicho aquello estiró un poco las piernas y se puso a trotar sin esperarla - tu calienta, y cuando puedas me sigues.

Para decir aquello último se había dado la vuelta sobre si mismo, mirándola mientras trotaba lento de espalda, quizás podría resultar bien el entrenar con alguien más, una distracción, con suerte así no pensaba en parar y ponerse a fumar cada tres minutos.

La mayor parte del tiempo me ejercitaba sola, la verdad me gustaba concentrarme bien, no sabía si el profesor tenía el mismo pensamiento que yo, además no sabía si la presencia de una de sus alumnas le molestaría, las respuesta de Adnan le agravan –Para que los alumnos hagan algo de movimiento o actividad se les tendría que torturara, han estado algo flojos en estos días- era verdad solo algunos de sus compañeros practicaban o se ejercitaban , cuando decidía ejercitar un poco hacia las rutinas de gimnasia ya que eso le recordaba cuando era más pequeña o solo me dedicaba a trotar y de poco a poco aumentar la velocidad dado que mi actividad favorita, la natación no se apetecía con aquel clima.

-Si, no se preocupe, con lo que hagamos creo yo que bastara lo que importa es estar en movimiento-dije mientras hacia una pequeña mueca simulando una media sonrisa no era muy dada a llevarme con los profesores pero vamos!, este no se miraba en lo absoluto tan mayor si no le conociera como mi profesor bien podría decir que es un chico al cual le gustaba estar metido siempre en problemas –El cigarro mata…-le dije en forma de broma, también fumaba solo en algunas ocasiones ya que como le decía su padre “las señoritas se ven mal” si su padre se enterar de todo lo que hacía estaría con las canas verdes, volví a poner mi atención de nueva cuenta en la voz del profesor –Bueno, ya que ust..perdon lo estás pidiendo…Adnan ¿cierto? Soy mala con nombres de profesores-me encogí de hombros mirándole despreocupada –muy bien en un momento estoy contigo- empecé primero con el cuello, haciendo movimientos lentos mientras le miraba empezar a trotar de espaldas, era de complexión delgada un poco más que la mía, hacia escuchado uno que otro rumor de aquel profesor adicto a cosas indebidas no era quien para juzgarle, seguí calentando sin quitarle la vista de encima.

Unos minutos después me encontraba trotando hacia él, note como me miraba y su vista se posaba por unos segundos en mi pecho, puse los ojos en blanco por un momento –Podría preguntarle algo o prefiere que entrenemos en silencio, por mí no hay problema además me llama un poco la atención si no estoy mal tienes un hermano, ¿cierto?- hablaba muy poco con Ayyub a decir verdad casi nada era un muchacho un tanto “distante” esperaba que su hermano fuera al menos un poco diferente y le gustara charla un poco más.

Para él en realidad no era suficiente estar en movimiento, prefería ejercitarse con pesas y algo más consistente que su propio movimiento, pero para eso estaba las bludget, eran su complemento ideal, al batearlas había que poner fuerza suficiente como para impedir el movimiento de una pelota que volaba a una velocidad bastante alta, al menos existían esos sustitutos dentro de la escuela... y ya alguien le había hablado de una sala donde podría encontrar cualquier cosa que necesitara, pero no terminaba de entender su funcionamiento, así que no lo había intentado aún.

-Si no te acuerdas de mi nombre dime tu, es más fácil - le había respondido, sin darle importancia alguna a que no se aprendiera su nombre, algún día todos ellos lo sabrían, de un modo u otro, simplemente era un hombre paciente. Después de aquello comenzó a correr, sin esperarla, para no perder el ritmo que había logrado alcanzar en un principio.

Cuando notó a la chica corriendo a su lado no pudo evitar mirarle, era hombre, como no, pero desvió sus ojos al frente en cuanto pudo, tratando de olvidarse de ello, de algún modo esa chica parecía haberse desarrollado mejor por la parte superior que la mayoría de sus compañeras.

-No me molesta conversar, siempre y cuando sigamos el ritmo - dijo un poco entrecortadamente, culpa de su respiración agitada y su falta de amplitud pulmonar - en realidad no es mi hermano, si no mi hermanastro, supongo que hablas de él, Ayyûb, está en tu mismo curso y casa, deberías conocerlo.

Después de decirlo recordó como era su hermano y esas conversaciones tan poco productivas que tenía con él sobre “no me interesa el resto de la sociedad”. Suponía que simplemente estaba en su clase como un florero más. Aquello lo hizo fruncir el ceño y siguió corriendo en silencio por un momento más.

-Supongo que no tienes porque conocerlo - dijo al final del silencio, y la miró de reojo, su poca costumbre de compartir el tiempo deportivo con alguien más le hacía sentir un poco raro al estar corriendo en silencio con ella cerca - él es un chico difícil de tratar - sonrió de medio lado al pensarlo y recordó la alianza que tenía metida en el cajón de su cuarto, ni tan siquiera sabía como decirle aquello, y era su propio hermano. Distraído como estaba, no se dio cuenta de en el césped que adornaba la parte inferior del campo de quidditch había un pequeño (gran) bache, un agujero donde no debía, pisó en él de mala manera y cayó de bruces contra el no tan mullido suelo.

-¡Me cago en la puta...! - gritó al caer el suelo pero se calló rápidamente, aunque hablaran con confianza más o menos no iba a despotricar libremente frente a ella, acababa de hacer el ridículo, con eso le valía - malditos elfos inútiles ¿que no saben ni cuidar bien el césped? - frunció el ceño y se quedó sentado ahí donde había caído, se levantó el bajo del pantalón para ver, porque le dolía la espinilla y vio una fea magulladura, al menos era lo único que sentía así que no iba mal - Rosie ¿no tendrás tu varita aquí verdad?

Le conocía muy poco la verdad casi nada, no sabría cuál será realmente lo que haría o en este caso haríamos cuando alguien me acompañaba a ejercitarme era yo quien daba las órdenes la mayor parte del tiempo, decía que estaba bien y que no, el tiempo que era requerido para cada actividad, haciendo memoria al fin recordé el nombre de aquel profesor , Adnan un nombre algo peculiar algunas veces cuando realmente me entraba la curiosidad investigaba sobre aquellos nombres pero en esos momentos no estaba muy interesada.

-Créeme, puedo seguir el ritmo muy bien – dije a la par de el siguiéndole fácilmente el ritmo mientras me respondia lo de su hermano bueno hermanastro dejándolo más en claro ahora , Ayyub estaba conmigo en algunas clases y me tocaba toparme con el en la sala común aun que no era un muchacho del todo sociable y alegre  a  decir verdad nunca le había mirado sonreír por nada lo poco que le miraba en ocasiones nunca había sido mi iniciativa  tener un trato directo con el, una que otra vez en algunas clases nada de importancia.

-Solo lo he visto en ocasiones-seguí manteniendo el ritmo tomando algo de aire – la verdad con muy pocos  chicos de mi casa trato  digamos que chocamos mucho –le dedique una sonrisa por aquello y era verdad siempre alguien trataba de demostrar quién era mejor que el otro,   eran contadas las personas con las que podías contar pero cuando era trabajar juntos por una causa que valiera la pena olvidábamos todo eso y nos uníamos.

Seguía a un buen paso dado que sentía el ritmo algo lento pero de un momento a otro observe como caía bruscamente al suelo, me detuve en seco después de escuchar aquella “maldición” si a eso se le podría llamar así, le mire alzando una ceja se notaba que no estaba preparado para algo asi –Claro que si, algo que nunca olvido es la varita- nunca le dejaba, sin importar el lugar donde me encontrara uno no podía andar por allí sin protección alguna, levante un poco la parte trasera de la playera dejando al descubierto mi bolsillo sacando la varita, apunte directamente  por instinto –Perdón, la costumbre- la mantuve aun en mi mano, lo mas razonable es que quisiera que se la prestara otra seria que yo le tendría que curar el golpe, hice una mueca sin tener en claro que era lo que tenía que hacer, no solía prestar mi varita para nada pero bueno, nada malo podría pasar –Aquí tienes Adnan-le entregue la varita esperando para poder continuar.

Tan distraído iba, pensando en Ayyûb (últimamente solo le daba dolores de cabeza) que no vio aquel agujero en el camino, tropezó y su caída, además de dejarlo en ridículo frente a su alumna, le hizo una magulladura bastante dolorosa en la zona de la espinilla.
Él había dejado su varita en la capa con el resto de cosas antes de salir a correr, cuantas menos tentaciones tuviera a mano mejor, pero ya tras aquello no estaba tan seguro de querer seguir con aquello. Tendría que convencerse a si mismo de que merecía la pena, con magia la magulladura desaparecería en un momento, eran sus ánimos los que no tenía forma de recomponer.

-Pues que suerte la mía - dijo al oír que ella si llevaba la varita encima - odio no poderme aparecer dentro de este maldito lugar - ahora ya si había perdido por completo el modo profesor. Que le dieran a las limitaciones de su comportamiento, aquello le había jodido, no tanto por el dolor, pues ya estaba acostumbrado al mismo, si no también por el simple hecho de que estaba tratando de re-ubicar su vida y aquello era una parte indispensable ¿que no se suponía que si tratabas de hacer cosas buenas pasaban cosas buenas? Al carajo con el Karma, él ya lo debía tener color negro carbón - me toca la polla esta mierda de... - levantó la cabeza, iba a pedirle que ella misma le curase la pierna pero por su rostro se cruzó una sombra rápida al verse apuntado por la varita de ella, por eso dejó de hablar y frunció el ceño, pero ni dijo más porque la chica se había disculpado muy rápidamente - no importa - dijo rápido ante su disculpa y tomó la varita cuando se la ofreció.

La puso un momento sobre el suelo y se remangó el pantalón para que quedara a la vista aquella fea herida ligeramente sangrante, seguro que parecía más de lo que a él le dolía.

-Episkey - conjuró contra su propia pierna, y vio como poco a poco comenzaba a predominar su tono oscuro de piel y no las grietas que había causado el golpe. Se dejó el pantalón subido por un poco mientras aquello seguía curando y le cedió la varita a su auténtica dueña - tendré que buscar un pantalón con bolsillos para ir tan preparado como tu - comentó, si siquiera pensar en que dar las gracias era una opción en ese momento - voy a acercarme a por un cigarro un momento, puedes seguir corriendo, yo ya no caliento más por hoy - dijo aquello esperando no infortunarla, pensaba seguir con el ejercicio, pero no con ese - después del pitillo iré a por las flexiones y si me echas una mano haré los abdominales también - le comentó mientras comenzaba a caminar en dirección a sus cosas que estaban en un lado del campo - si fumas te invito  a uno, seguro no has probado cigarros como los míos.

Sonrió de lado y le dio la espalda ya sin esperar una respuesta, que ella hiciera lo que quisiera, después de un poco de nicotina seguro que ya sería capaz de hablarle como si fuera su alumna y no una chica más, seguro...

Le seguí observando tirado sobre el pasto, era realmente joven tan solo unos años mayor, le mire detenidamente primero su mentón, después los pómulos, los labios, la nariz, todo detalladamente, trate de no soltar una risita al escucharle maldecir, era tan gracioso ver a mis superiores por así decirle molestarse y maldecir ya que siempre tenían esa postura de personas educadas que no conocían las maldiciones –Desde pequeña me inculcaron eso de estar preparada para la peor de las situaciones mi padre es una mago que bueno, no le gusta que lo tomen desprevenido- me encogí de hombros tomando de nuevo mi varita peo esta vez la mantuve en mi mano para no guardarla mirando su magulladura recuperarse poco a poco, era una de sus cosas favoritas de la magia que con unas palabritas y una varita se podían hacer cosas en segundos.

Le escuche con atención mientras se levantaba dando un paso atrás para dejarle acoplarse de nuevo, en ningún momento se escuchó un gracias, pero que más podía esperar daba lo mismo –Bueno, doy una vuelta más y en un momento estaré contigo- le dedique una ligera sonrisa comenzando a trotar de nuevo mientras lo hacía guarde la varita por el momento las cosas estaba tranquilas, mire por encima de mi hombro, Adnan le estaba dando una calada a un cigarrillo sonreí mientas negaba aquel chico realmente era diferente algo así como su hermano pero este tenía más a “hablar” ya era una ganancia. Termine de trotar hasta llegar donde estaba el  a punto de terminar el cigarrillo –Bueno, creo que he tardado un poco- dije recuperando la voz, estaba sedienta, saque la varita –Aguamenti- dije señalando mi boca para que un pequeño chorro de agua diera directo en el blanco, bebí y me refresque dejando que una que otra gota resbalara por mis labios empapando mi blusa, me retire las pocas gotas que me quedaban con el brazo, sabía que me estaría mirando, ese no era el comportamiento de una “señorita”.

-Apenas venía a pedir un poco-dije refiriéndome al cigarro- pero veo que lo necesitabas mas que yo- me senté a un lado suyo abrazando mis piernas con los brazos observando el campo de entrenamientos –Ya quiero que empiecen los entrenamientos o mejor aún tener un partido para patearle el trasero a las otras casas y a uno que otro sangre sucia…-me percate de lo que decía así que decidí callar mientras que liberaba una mano empezando a jugar con la varita –A qué hora empezamos con esas flexiones- dije recordando lo que tenía planeado hacer antes de que se pusiera a fumar¬.

-Tu padre es un hombre inteligente, seguro. Está bien estar siempre preparado - le respondió sin darle mayor importancia. Él no se consideraba un hombre inteligente, él era mañoso para las pociones, se le daba bien hacer ciertas cosas, era diestro en cuanto a aprendizaje rápido, pero no era inteligente, alguien así seguramente no se habría enganchado a la mierda que él si ni habría dejado caer su vida en picado por cosas tan manejables. Un buen mago habría obtenido su venganza y resurgido de sus cenizas.

Pero dejando de lado todo aquello él estaba bien con su vida, más aún ahora que se podía poner a fumar tranquilamente, mirando a aquella chica -casi una mujer, a decir verdad- correr mientras él simplemente descansaba. Se observó la pierna viendo como ya no había ni rastro de la herida, estaba claro que aún siendo ligeramente torpe seguía en plenas capacidades mágicas.

Mientras ella se acercaba él simplemente trató de no mirarla demasiado, aunque era casi imposible, estaba bien formada y acababa de mojarse más de lo que habría sido necesario de solo querer beber un poco. Le daban ganas de ofrecerle de su botellita, pero ¿para qué? Si se la veía muy bien así, solo tenía que recordar que en ese castillo él era profesor y no un igual aunque pudiera comportarse como tal frente a las alumnas fuera de clase.

-No tardaste tanto, ni siquiera me terminé este - levantó un poco la mano haciendo un gesto obvio hacía el cigarrillo y le sonrió torciendo solo la mitad de la boca, en un gesto algo burdo, no acostumbraba a sonreír sin más - puedo ofrecerte uno si es que quieres, están ligeramente mentolados, para el aliento - dijo tranquilo mientras se sacaba la caja de la capa y se la ofrecía, si quería que cogiera, a él de eso no le faltaba, movía a veces mercancías algo peores así que justo eso no se le dificultaba. Que además, según lo que iba oyendo aquella chica era alguien interesante, hacía años que el término “sangre sucia” estaba un poco fuera de circulación en grandes grupos, no estaba mal encontrarse con alguien que seguía usándolo, era como... una declaración de intereses - nos ponemos con las flexiones y demás en cuanto me termine esto, o tu el tuyo si al final querrás.

Dicho aquello, y siendo como siempre ha sido (hombre de pocas palabras) se quedó en silencio y dio una fuerte calada al cigarrillo, aspirando todo el aire contaminado y por supuesto, disfrutando de la mezcla de sabores. No eran unos tal cual comprados, ni mucho menos, él se liaba sus próximas mezclas con hierbas de su país, sabían mejor y según había comprobado era ligeramente más sano que un cigarro normal.

-¿Sabes cuando comienza aquí la temporada de quidditch? Tendría que empezar a ponerme al día con esas cosas del castillo, es muy distinto a donde estuve la última vez, en Alemania tan solo hay un mes de vacaciones para los jugadores, aunque supongo que aquí os ajustáis más al horario escolar ¿no? - preguntó aquello por simple curiosidad y porque ella lo había mencionado, además de para hacer tiempo, después se puso en pie y aún con el cigarro en la boca se puso a estirar un poco - ya mejor empezamos y dejamos el fumar para más tarde ¿no?

Le seguí mirando, intentando averiguar que pasaba por los pensamientos de aquel chico encantador, las palabras que utilizaba eran las adecuadas para cada momento, le agravada pero no podía demostrarlo, no quería mostrarle confianza en tan poco tiempo además, no dejaba de ser un profesor aun que no estaba de mas tener a uno que otro profesor de mi lado en años anteriores bastaba con unas miraditas para poder convencerles de muchas cosas, pero esta vez todo era diferente. –Bueno entonces creo que fui más rápido de lo normal- me encogí de hombros diciendo esto –Si, por mí no hay ningún problema además fumo muy poco, no acostumbro a hacerlo cuando pongo en forma mi cuerpo es…contradictorio- me agache para tocar mis tobillos y así estirar un poco más mi espalda sin dejar de escucharlo.

-Sí, equilibramos las clases con los entrenamientos, ya sabe, para poder estar al corriente con los dos, actualmente no se nos ha notificado nada sobre los entrenamientos, ya tendríamos que estar en ellos pero bueno, tengo a algunos compañeros que son muy holgazanes tienes que amenazarlos casi con un maleficio para que se les plazca moverse-coloque las manos en mi cintura negando pero era lo que pasaba actualmente a muy pocos compañeros les tonaba interesados de verdad por que comenzaran los entrenamientos y los partidos – Vi a los est…Hufflepuff entrenar hace unos días eso me molesta a un más, no puedo creer que algunas personas que no tengan ningún lazo directo con la magia se estén preparando antes que nosotros –empecé a moverme de lado sin quitar las manos de la cintura.

-Por cierto…está del todo bien tu rodilla por lo que estoy notando-ahora le miraba la pierna y después el rostro deje de moverme colocando una manos en mi mentón mirándole pensativa, tenía que tocar aquel rostro tan misterioso, sus ojos cansados estaban llenos de misterios y secretos, sin decir más me aproxime a él obligando a detener sus flexiones, me miro por un momento coloque una mano con delicadeza en su mejilla sintiendo el frio de su piel, seguí mirándome pero le notaba incomodo, retire mi mano –Alemania…en que otras partes has estado- ahora pasaba la otra mano por su cabello, era sedoso, suave, levante una ceja para retirar de nuevamente mi mano como si aquello fuera normal para los dos, aunque sabía que no era así, aun éramos por decirlo de una manera ”extraños” solo que había algo en aquel hombre que mi intrigaba por completo no descansaría hasta saberlo.

Sabía que ella tenía razón, pero él estaba lleno de contradicciones. Amaba la guerra y estaba fingiendo ser un emisario del aprendizaje y educador orientado a la paz, adoraba las drogas y lo que desencadenaban pero las había dejado, o al menos lo intentaba. Y sobre todo, su mayor contradicción, era ejercitarse. Su cuerpo estaba ya tan deteriorado (probablemente) que ni toda la magia del mundo podría sanarle por completo, pero él, para tratar de purgarse, dedicaba todos los días una hora a aquello, correr, moverse, saltar. De normal usaba pesas en realidad pues era lo menos molesto para él, pero aún no las había trasladado al castillo.

-Se me hace raro oír que personas que están en equipos deportivos son vagos, pero supongo que tiene que haber de todo en el mundo - le respondió divertido, disfrutando, como no, de las vistas que ejercitarse con una mujer ofrecía, ella no paraba de moverse y estirar y él, fingiendo mirar al infinito para no embobarse robaba pequeños fragmentos de su cuerpo que alegrarían la retina de cualquiera. De cualquier modo no insistió, le había llamado la atención el comentario sobre los tejones ¿que acaso todos eran impuros en esa casa? Tendría que echar un vistazo, tenía en realidad que aprender mucho aún sobre esa escuela y sus estudiantes. Sobre todo de chicas como ella, que, lejos de ser pasivas frente a un profesor tenían ciertas... familiaridades, que, de estar fuera de ahí, él no habría consentido. No era muy dado a dejarse tocar o interrumpir por cualquiera.

- Claro, está perfecta ya... - dijo mientras notaba el tacto de su suave piel en comparación con la suya tan curtida y dañada por todo lo que había en sus espaldas. Por suerte ella parecía notar que se había tensado, y sobre todo, incomodado demasiado. Cuando retiró la mano y siguió sosteniendo sus rodillas para las flexiones fueran mejor se relajó. No se llevaban tanto tiempo, él aún no estaba oficialmente casado... iba a tener complicado pasar un año completo rodeado de chicas como ella, las mayores, con sus miradas, sus faldas, sus movimientos... suspiró y continuó con lo suyo, tratando de no pensar en ello, tratando de fingir que aquella mano que había pasado por su cabello era una mano conocida. Se fijó en los ojos de ella, intrigado por el “porqué” de esa forma de comportarse, da igual como lo miraras, no era normal para una alumna y un profesor, por más joven que él fuera -  ¿Donde más? En demasiados lugares, Egipto ¿lo conoces? Mi padre vive allí. Pasé unos meses en Viena, y por supuesto gran parte de mi vida en Londres... y ¿has estado alguna vez en Nueva York? Es una ciudad magnífica, si no fuera por... - desvió la mirada ¿porqué? ¿por los muggles o porque ya tan solo hablaba sin pensar? No podía delatarse tan fácilmente aunque ella no parecía tener pelos en la lengua con sus comentarios -  por los muggles, claro. Demasiados, enturbian un bello paisaje de altos edificios y fiestas sin cesar.

Sonrió de medio lado y la hizo apartarse de él en un rápido movimiento sutil. Se había puesto en pie. Y desdibujó aquel buen gesto que le había dedicado por tanto rato ¿que estaba haciendo con ella? Le estaba dando la espalda cuando cambió el semblante, ser simpático y agradable fue una de sus órdenes más directas, tratar a todos con amabilidad. En su mente se había encendido una lucesita, estaría bien aquello siempre y cuando no pasar a más ¿verdad?

- Está bien, te toca comenzar, deja que te sostengo las piernas - se acercó a donde ella estaba y esta vez las flexiones correrían de su cuenta -  ¿a ti te gusta viajar, quizás? - preguntó solo por seguir la conversación mientras ponía las manos en sus gemelos, suaves y tersos, no estaban para nada mal. Las bajo despacio en una suave caricia que bien podría ser simplemente la forma de acomodar las manos para poner sostenerle mejor las piernas ¿verdad?