Visita al bosque [Priv. Madd]

Buscar algo de tranquilidad se hacía bastante difícil dentro del castillo, llevaba dos horas intentando escapar del bullicio, pero no sabía hacia donde exactamente, el día había comenzado bien, pero a lo largo de él lo único que quería era desaparecer del mundo. Era casi imposible silenciar los murmullos, y aun más difícil encontrar un lugar en total tranquilidad. Ya casi la única opción era escaparme del castillo, al menos por un buen rato, había evitado tener que pensar en eso, pero tampoco me daba la tranquilidad que buscaba, estar dentro de la habitación.

Salí sin más de la sala común, casi escapando como podía verse, esperando a encontrar aquel lugar, bajé rápidamente las escaleras y me escabullí por entre los pasillos del castillo, si era posible salir de aquel sería mucho mejor, esperaba no ser vista por nadie, tener problemas sería lo último que buscaría, una vez salí de la gran puerta que me separaba del bosque prohibido, sabía a los peligros que me enfrentaba, pero no me sentía atemorizada, por lo que poco a poco comencé a adentrarme en el, ya olvidando por completo el bullicio, olvidando que ya no estaba rodeada por gente.

Mire a mí alrededor, por fin silencio, lo que más me gustaba de este tipo de lugares. Aun no anochecía por lo que podía ver a la perfección el camino de regreso al castillo, no era tan complicado, tampoco estaba muy alejado después de todo. Una sonrisa tranquila se poso sobre mi rostro, mientras me sentaba apoyando mi espalda contra el tronco de un árbol. Llevaba un libro de bolsillo, que había conseguido días antes de tomar el expreso, desde antes que tenía ganas de leerlo, pero no me había dado el tiempo ni de ojearlo. Lo abrí y comencé a leer sin prisas, pensaba volver antes de que el sol desapareciera por completo, pero faltaba bastante para que ello pasara aun.

Había pasado un buen rato luego de haber comenzado a leer, cuando unas pisadas bastante sonoras por el crujir de las ramas que se encontraban en el piso, me estremecí un poco algo asustada, quizás era uno de esos tipos desquiciados que se habían llevado a Cedric, mire a mí alrededor con rapidez, pero no había nadie, quizás solo era mi imaginación, volví a abrir el libro, si se repetía aquel sonido me vería en obligación de irme de aquel lugar, no quería que me pasara algo.

Estaba cerca de la cabaña del guardabosque, podia observar como habian muy grandes calabazas, todas grandes y jugosas. Me escabulli por las barandas de madera que las aguardaban, me imagino que era para que nadie entrara a tocarlas, pero me llamaron la atencion y no iba a permitir que mis manos dejaran de apreciarar su forma esferica. Cuando mis pies pisaron aquella tierra mojada, me entro una relajacion por todo el cuerpo, si, me habia quitado los zapatos, solo para sentir la tierra en mis pies. Camine entre las calabazas tocandolas con mis manos para luego presenciar que se encontraban muchos cuervos postrado en un pequeño muñeco de paja-Oh pero que horribles son!-murmuro, sacando mi varita para espantarlo con cualquier hechizo.

Alce mi varita y pronuncia el hechizo, pero creo que no fue muy bien del todo y las calabazas empezaron a explotarse una a una, mojandome toda con su relleno. Los cuervos se alborotaron y volaron hacia mi cabeza, picoteandola, me jalaban de los cabellos, ropa y me picaban la piel-Auch, malditos, dejenme!-gritaba, moviendo mis manos y brazos para que se fueran, tambien me tapaba la cara no queria que me hieran la cara, no queria quedar deformaba.

No recordaba que estaba el guardabosque en la cabaña y encendio las luces de la pequeña aunque a la vez grande casa. Si me quedaba me descubririan y me castigarian, recogo las orillas de mi tunica, para empezar a correr. En el intento de escabar tropiezo con la cerca de madera y me llevo un gran pedazo contra el suelo, caigo de rodillas, con la varita en mano. Sali corriendo hasta donde mis pies me llevaran con algunos cuervos aun picoteandome la cabeza.

Corri tanto que no me di cuenta que estaba adentro del bosque prohibido. No estaba muy segura que camino tome, creo que me perdi por estar corriendo como una cabra loca por los terrenos del colegio, ademas los pajarracos negros no me dejaban ver hacia donde iba. Suspire hondamente, mi cuerpo estaba cubierto de liquido de calabaza, mis cabellos desordenados y tenia algunas heridas por los cuervos. Estaba hecha un desastre. Empece a caminar por el bosque, agradecia que aun no fuera de noche, se veian los arboles y con quien te enfrentarias en ese extraño lugar.

Continue caminando hasta que veo aquella pelirroja sentada a las orillas de un arbol, me extrañaba que estuviera sola en un lugar como este, queria morirse, eso era claro. Me quede pensando y sonriendo maliciosa porque se me ocurrio una idea, claramente desde donde estaba podia oler su miedo. Apunte hacia un tronco del arbol que estaba, con mi varita e invoque susurrante un hechizo para picar este pedazo en dos y que le callera en frente. Asi fue sucedio, cayo en frente de la chica si esta no fuera quitado rapidamente los pies de en frente le fuera caido el tronco en sus delicados pies.

Sonrei bajamente, tocandome mis pies desnudos me picaban por la grama que se encontraba raspando mis pies. Ahora tendria que recuperar unos bellos zapatos y darme un buen baño, se que mas alla de ese bosque quedaba una linda cascada.

Estaba totalmente concentrada en leer, casi la noción del tiempo podía perder en aquel minuto, me encantaba leer, y mucho más si era al aire libre, sostenía el marca páginas sobre  una de mis manos, mientras que con la otra solo sostenía el libro. Nuevamente se oían pisadas sobre el piso, mire a todos lados y luego de eso lo único que oí  fue como el tronco del árbol en que me encontraba se rompía y acababa de caer frente a mí.  –Joder, no se puede estar tranquila sin que algún estúpido venga a molestar –Gruñí furiosa, marqué la pagina del libro y me levante, sin dirigir mirada alguna y limpiándome la tierra de la ropa. –Gracias. –Dije sarcásticamente, no era algo para agradecer, no tenía idea de a quien era que me enfrentaba, quizás era uno de esos tipos locos, pero no me importaba, en ese minuto el enojo me dominaba. –Arruinaste el único lugar en tranquilidad. –Agregué mientras me volteaba a ver a quien había  hecho tal broma, pero al encontrarme con la mirada de Madd deserte en decir cualquier otra pesadez.

Suspire indignada, era una broma tal como las provenientes de ella, tan malvada y a la vez para si misma graciosa, con mi mano libre me ordene el cabello. -¿Qué haces aquí?- Pregunte dudosa y bastante confundida, la mire de pies a cabeza.  -¿Estás bien?- Pregunte al ver que estaba descalza y con algunas heridas leves en sus brazos, y obviamente su cabello despeinado, eso sin dudas despertó el  instinto preocupado que había en mí  y ya me había olvidado por completo lo que había hecho me  acerque a ella.

Sabía que la castaña era de meterse en problemas, pero con lo que veía podía imaginar que le habían hecho cualquier tipo de cosa, no me daba  buena  pinta, quizás le habían hecho algo y ella de verdad estaba mal. Esperaba al menos algún indicio de que ella estaba bien con una sonrisa bastaba, comencé a ordenarle el cabello poco a poco, estaba bastante despeinada y sonreí. –Sabes te vez mejor así que tan ordenada. –Bromeaba pesadamente con ella, mientras seguía quitando algunas hojas de su cabello, no tenía idea con que se había peleado, pero si que necesitaba un baño y con urgencia.

Me seguia escondiendo en el arbol donde yo me encontraba. Observaba como Cait estaba enojada por lanzarle aquel arbol en frente de sus narices, se habia asustado lo suponia, pero no queria que me viera. Me daba risa cuando se enojaba de aquella manera, hacia que dentro de mi se encendiera algo. Siempre me pasaba aquello cuando hacia enojar a personas, era realmente exquisito y excitante. Me mordi el labio inferior de mi boca, mientras seguia escuchando sus sarcasticos comentarios y enojo, casi le salia espuma por la boca.

Me arme un poco  de valor y sali de aquel arbol donde me encontraba escondida, para que ella me pudiera ver y asi fue. Cuando se dio cuenta que era yo cambio rapidamente de animo. El ceño que tenia fruncido ya lo habia relajado y se acercaba hacia donde yo estaba. Me hacia preguntas las cuales aun no contestaba simplemente me le quede observando, se que tenia un libro y eso me dio curiosidad, saber que leia. Continue mordiendome el labio mientras la miraba con cuidado todo su cuerpo.

Por alguna extraña razon comento que me veia mejor asi de aquella manera tan desarreglada, simplemente me sonrei de lado, no era tampoco que me vistiera tan elegante cuando estaba normal. Deje que me quitara las hojas de la cabeza, mirandola con cara de tristeza, de hipogrifo regañado. Decidi hablar porque todo estaba muy silencioso. Aparte su mano de mi y se las coloque a cada una a cada lado de su cuerpo-Tranquila luego me ire a bañar, pero no ahora-le respondo con suma tranquilidad- Con lo que me preguntaste hace rato, solo vengo a pasear de esta manera por el bosque prohibido para que los animales me coman-digo sarcastica mientras me sonrio maliciosa-No... solamente me perdi, venia corriendo sin mirar hacia donde me llevaban mis pies y plaz cai aqui, luego te observe y quise matarte con el arbol-le acaricio su cabello rojo el cual me gustaba mucho.

Me vuelvo a separar recorriendo circularmente el bosque, mas que todo el lugar en donde nos encontrabamos, los arboles hacian una circunferencia. Eran muy altos y arriba se notaba el claro cielo que poo a poco podria ir oscurecieno a pasar las horas-Y tu que haces aqui?-me voltee a verla de nuevo. No comprendia que estaba haciendo sola por estos lugares.

Continuaba con mi mirada plantada en ella, y seguía  quitándole hojas del pelo, casi con tanto cuidado de  no tirarle el cabello,  la observaba cuidadosamente, notaba aquel rostro de tristeza y solo esperaba que no le hubiese pasado nada,  ella aparto mi mano y me vi obligada a dejarla allí, si no quería  que le ayudase era por algo, y no tardo en hacérmelo saber. –A bueno –Dije con una  sonrisa tan leve en el rostro que  desde lejos seguramente ni se notaria. No basto mucho más para que volviese a ser la misma chica de siempre, y la sonrisa en mi rostro se pronuncio aun más.

-Gracias por el toque, pero lo de matarme ya te fallo… –Dije con sarcasmo, mientras sabía que acariciaba mi cabello, solo me deje, no pretendía  volver a enojarme por ello, ya era suficiente lo dolida que estaba  como para ahora enojarme con Madd, no podía, algo en mí  tampoco me dejaba.  La miraba con mucha atención al ver como recorría el lugar, era una chica que daba muchísimo a pensar, sacudí mi cabeza, y le enseñe  el libro que sostenía en una de mis manos. –Pues leía, no quería estar allá encerrada –Admití, además de las otras mil  y un cosas que hacían que encontrar tranquilidad  fuese imposible.  –Además son todos unos odiosos – Dije más bien molesta por todo, y sin hacer referencia a ninguna de las cosas por las cuales finalmente  había decidido salir de allí.

-No entiendo como no te quejas del dolor por andar descalza – Dije riendo levemente burlándome al ver sus pies, no sabía si me causaba más  gracia verla descalza o que lo tomara con total calma a tal punto en que seguía caminando sin problemas y con total tranquilidad. –¿Me  vas a decir lo que en realidad te paso? –Pregunte curiosa, ciertamente no podía atribuir esas heridas a una caída simple, tal como lo describirá. –Segura que no te duele nada -Pregunte alzándome de hombros, intentando ayudar realmente me preocupaba y no podía llegar y tomarme a la ligera eso.

Sabía que estaba siendo sobre protectora y aun así continuaba en ello,  odiaba ese tipo de cosas en mí, no era algo tampoco que yo supiese controlar, solo nacía de mi cuando realmente apreciaba a alguien, miré fijamente otra vez a la castaña, pero esta parecía tan concentrada que ni parecía notarlo, era una chica tan curiosa, y a la vez tan interesante que me causaba esa sensación, y no podía dejar de mirarla, pero sin embargo aun asi separe mi mirada de ella.

Capto que no necesitaba ayuda y eso me alivio, no soportaba que pensaran que no podia hacerlo, que no podia hacer nada, pero le quedo claro que luego me bañaria, arreglandome en mi habitacion gustosamente, mientras que bebia chocolate caliente. Rasque mi cabeza un poco, la tierra que habitaba en ella me hacia dar un poco de alergia-Esta bien que hayas captado lo que quise decirte no siempre necesito ayuda Cait, pero gracias linda-le guiño un ojo divertida cuando observo que me esta mirando de aquella mirada que no sabia porque lo hacia. 

Solte una carcajada en el momento que me reclamaba indirectamente sobre el tronco que habia lanzado contra ella. Alce mi ceja y me le quede mirando-Pero yo no fui-menti-Porque crees que fui yo? Porque piensas que en esa mente roja que tienes, yo querria matarte?-pregunto, sonriendo de lado un poco con maldad pero con natural inocencia tambien-Bueno por mi parte puedes pensar lo que quiera querida, si alguien quisiera matar no creo que fallaria en lanzarlo en frente y no en tu cabeza-me cruzo de brazos fastidiandola, para luego escuchar sus demas palabras. Pude notar que estaba leyendo algun libro, pero no me fije muy bien porque se movia demasiado de aca para alla, ademas que se quejaba-Porque todos son odiosos?-cuestiono de nuevo curiosa-Te han hecho algo? yo pienso que si porque se te nota en la voz que estas como un poco enojada. Algun novio?-me muerdo el labio inferior divertida, dandole una mirada un poco picara para despues desviarla otra vez hacia los arboles.

Como estaba toda distraida no me di cuenta de que tenia los pies descalzo, aunque si notaba como me pinchaban algunas cosas en la planta de los pies-Ah...como?-pregunte distraida mirando mis pies-Ohh si, si duele solo un poco, pero me he acostumbrado, donde vivo lo hago con mucha libertad-le explico, tratando de tomarme un pies para observar como lo tenia de sucio cubierto de ramas, mugre, hojas, pantano y un poco de relleno de calabazas-En realidad estaba en la cabaña del guardabosque y bueno me puse a espantar pajaros por detras donde se encuentra las calabazas, se explotaron algunas y los pajaros empezaron a ataacarme, sali corriendo y llegue aca-le cuento la historia sonriendo.

Ella seguia preguntandome si estaba o me sentia bien, sacandome un poco la paciencia-Si, Caitlyn estoy bien, estoy perfectamente bien, no me ves?-pregunto dando una vuelta para que me viera, algo entre divertida y odiosa, pero no queria que se enojara-Pareces a mi hermana-me quejo, pasandome las manos por mis cabellos esgrifados.

Llevaba observándola por bastante tiempo, pero sin haber estado muy consiente como creía, pero luego volví a tomar conciencia de aquel acto, y su carcajada quitándose la culpa de encima. –Sobre todo por que  eres la única persona cerca y te estabas escondiendo. –Dije  mirándola de reojo, cuando ella explicaba  fastidiándome más que nada.  –Pero me has dado un buen susto. –Dije  mientras alzaba ambas cejas a la vez, ella de forma  poco intencionada estaba asumiendo el acto. Pero en cuanto me cuestiono  aquello que había dicho antes, la miré firme, y con certeza de lo que me pasaba.  –Por qué no te dejan leer tranquila –Dije haciendo referencia hacia a mí, pero en realidad era mucho más que eso, pero simplemente no quería contarlo. –No olvídalo, no vale la pena. –Dije sonriendo mirando  a la castaña mientras se formaba una sonrisa en mi rostro.

Ella parecía inhibir el dolor de sus pies, mirando totalmente distraída a lo que le rodeaba. – Te vieron cara de mala y por eso te han atacado. –Bromeaba en realidad no creía que Madd fuese mala,  era una chica con carácter, y bromas un poco pesadas, pero llevaba tanto tiempo acostumbrándome poco a poco a eso,  paso de ser de una conocida a una  buena amiga, no podía decir la mejor, porque no podía confiarle algunas cosas, pero sin embargo me hacía olvidarme de la existencia del mundo al estar con ella.

Me cayó algo pesado que me contestara de esa forma, en realidad estaba preocupada por ella, no respondí nada ante ello y solo me quede en silencio un minuto, no quería volverme cargante  frente a la situación, detestaba eso, y deseaba evitarlo a toda costa.  –Entonces,  ¿Qué piensas hacer ahora? –Pregunte curiosa, tras unos  minutos es que preferí  no decir nada más al respecto, no pretendía ser un problema al preocuparme por ella, ni mucho menos una molestia, aun buscaba agradarle.  Aun tenía ganas de seguir dando vueltas por el bosque, pero sola no me atrevía a ello, era un tanto temerosa ante ello, luego de todo lo que había pasado en el colegio, no me  atrevía  a avanzar mucho más allá sola, por lo que me nacía la idea de que junto a ella podía seguir merodeando aquel lugar, con mucha tranquilidad.

Me hecho a reir bastante fuerte por lo del susto que le habia pegado-Lo lamento queria asustarte me gusta cuando se te agrandan esos ojos por miedo-me recorde sobre los momentos que hemos estado en peligro y ver la cara asustada de Cait, era unica-Bueno al caso-me coloco las manos en la cintura observandola de arriba abajo Dejaba que aun me siguiera hablando, pero no me sentia convencida por lo queme decia. No me creia nada en absoludo de que no tuviera nada-No me engañas-digo aquello con voz cantarina-Y ahora que no te creo tendras que decirme la verdad, dime que es lo que te preocupa. Que tiene esos ojos grandes tan pequeños? Ademas eso de leer se puede hacer claramente si te concentras, no importa cuanta gente haya alrededor-alzo la ceja y me cruzo de brazos-Asi que queridita ve soltando la sopa, tenemos mucho tiempo aqui-le sugiero, mientras que sigo observando el lugar tan grande que teniamos a nuestro alrededor.

Suspiro recordandome lo del ataque de los pajaros contra mi-Puede que haya sido eso o porque los espante de su morada en las calabazas, a veces no soporto mucho los pajaros. Me escripan los nervios-le confieso, acariciandome mis brazos, estaba comenzando hacer un poco de frio-Aun espero que me digas la verdad Cait, quiero saberla, anda-le ruego, sentandome sobre un tronco llano que estaba sobre el suelo-A lo mejor no confias en mi, tampoco pido que lo hagas pero puede que te pueda ayudar a solventarlo-me miro las manos distraida, moviendo mis pies de adelante hacia atras.

Claramente habia caido perdida en este bosque por estar corriendo como una completamente loca, no tenia ningun plan que hacer en ninguno de los sitios, pero como me habia conseguido con ella puede que todo cambiaria y se formara en mi cabezas muchas ideas nuevas. Era una pelirroja muy bonita, una chica amable en cierta parte , algo que a mi me resultaba vomitivo pero con ella era un poco mas diferente que otras personas-Nose que hacer, pues me perdi y te consegui aqui, puedes que me sirvas para mi entretenimiento crepuscular-le menciono, mordiendome el labios-Si te das cuenta pronto se oscurecera el cielo, todo quedara completamente oscuro-digo misteriosa-La oscuridad no es mi aliada, pero es muy benefactora para ciertas cosas-me levanto del tronco y camino hacia ella en cuclillas, saco mi varita.

Cuando llego en frente de ella mi varita se pasea por sus cabellos rojos, me gustaba esa mezcla, sonrio un tanto psicopata para que despues mis ojos viaje a los suyos-Me diras o me diras que es lo que te pasa?-pregunto nuevamente, no se iria sin decirme que era lo que me pasaba, era caprichosa, queria que me dijera y si no lo hacia se lo sacaria de esa boca tan bella que tenia- Oh juguemos.... Tic toc . Quien es?-pregunto enrollando la varita en su cabello divertida-Quiero jugar aldo divertido Cait, acompañame en esto-le pido sonriente tomandole una de sus manos con mi mano libre.

Sonreí de forma inevitable, cuando la escuche disculparse  acerca del lo del troco, ya no podía seguir tomándolo con enfado, poco a poco el libro dejo de tener importancia y las preguntas que hacía la castaña se volvían todo lo que mis oídos escuchaban. Negué con la cabeza quitándole importancia al asunto, tampoco debía seguir dándole importancia al tema.  –Pues se me hizo difícil con el bullicio –Interrumpí, de algún modo había estado evitando todo tipo de conversación acerca de lo que me pasaba,  pero mis pensamientos y solo pensar  en aquello me hacía dar vueltas y vuelta, había llorado, algo bastante anormal, ya que siempre andaba feliz  y sin tomar ninguno de los problemas que tenía enserio.  –Juro que no es nada importante. –Dije intentando mostrarme segura de lo que decía en aquel minuto.

Ella continuo y parecía saber a toda costa lo que de el hecho se trataba, solté mi risa, nunca la había visto tan curiosa, nunca me había sentido tan intimidada por tantas preguntas. –Vez eres una malvada, ellos no te hacían nada. –Le dije intentando cambiar severamente el tema,   pero ella simplemente no cedía.  En realidad si confiaba en ella pero mi corazón me forzaba a mostrar que estaba tranquila. Me quede mirándola sin entender mucho acerca de que hablaba,  ¿Entretenimiento?, vamos, si que lo necesitaba pero aun asi no entendía que era lo que intentaba explicar.

Pero no basto mucho para que volviera al mismo tema de antes, rodé mis ojos, al parecer no me dejaría  en paz hasta que le dijera. –Me he peleado con alguien, y me dejo mal, solo eso. –Mire hacia un costado intentando evitar que eso volviese a afectarme, ahora solo quería distraerme y olvidarme del resto por un buen rato. Sentía como con su varita jugaba con mi cabello. Tome su mano casi por inercia y la mire  nuevamente a los ojos. –Vale, entonces  juguemos algo divertido. –Respondí resignada dando un suspiro bastante profundo, de pronto todo se había  vuelto tan raro, y solo sonreía como una niña estúpida.  – ¿Qué tal si mejor vamos a dar una vuelta antes de volver? –Le  dije alzando mis  cejas, con mucha curiosidad. –Te prometo que volvemos para cuando todos estén cenando, así no se darán cuenta que ni tu ni yo nos  hemos escapado. –Aun sostenía su mano y la jale de esta misma para iniciar a caminar, daríamos un paseo por el bosque, o al menos eso pretendía.

Si me habia tomado de la mano, queria seguir mi juego, esto se ponia interesante. Me arrastro junto con ella hacia el bosque para comenzar a dar vueltas por ahi a pasear si eso requeria ese nombre "Pasear". Nose si nos perderiamos mas de lo debido, si nos conseguiriamos a alguien mas criatura o humano, o que realmente pudieramos conseguir en ese gran bosque tanto en el exterior como en el interior. Mire a Cait, mientras que caminabamos, mi mano apreto mas la de la chica y pude notar que las dos eramos del mismo color, palidas muy palidas, pareciamos un fantasma del castillo. Sonrei un poco y luego mire hacia el frente.

Notaba como mis pies se hundian en el fango, en el cesped humedo, recordando lo que ella me habia contado anteriormente sobre que era lo que le causaba preocupacion y el cual la tenia desganada, con una cara de que habia llorado hace poco-Ya entiendo...quien fue el maldito?-pregunto arrugando el ceño levemente-Porque me imagino que ha sido un chico, no?-pregunto de nuevo, seguramente era su novio. Ella podia tener los novios que quisiera porque era muy hermosa para estar sola, pero es que aveces los hombres eran unos idiotas, por eso no me habia ni molestado en conseguir a uno-Podemos matarlo-digo con cara psicopata, apretandole mas la mano-Me gusta la sangre, mas que todo la que le escurre del cuerpo humado despues de herirlo o matarlo-le confieso mientras caminabamos por el bosque, entre unos arbustos mas altos, pero que estaban en hilera no circularmente como el anterior.

Recorde lo de llegar antes de la cena, que nadie no notaria de que no estabamos alli. Pero obviamente de mi si se iban a dar cuenta por como estaba-Sera de ti, porque si es por mi se daran completamente cuenta de que no estoy en las fachas adecuadas para cenar, pero ya eso no me importa, no se si saldremos de aca a tiempo como para ir a comer. Sabes? El bosque es muy misterioso, puede que nos trague enseguida-digo misteriosa, para luego fijarme en un arbol cercano.

La jalo de su mano fuertemente para arrastrarla hasta el arbol que me habia llamado la atencion-Mira ese arbolote-se lo señalo hasta que llegamos a el. Lo inspecciono reprobatoriamente desde abajo hasta arriba-Vamos a subirnos-le ordeno aunque con diversion- Puedes subirte tu primero, yo te sigo desde atras-queria notar como subia el arbol, si era buena trepando y de que color eran sus bragas, me gustaba mucho la ropa interior-Cuando llegues arriba me avisas-le informo, pegandola a ella contra el tronco del arbol para que comenzara a trepar.

Seguía tomada de su mano y podía sentir como en un momento me la apretaba un poco, ya casi me había acostumbrado a ello  y así me aseguraba de que me seguía, me voltee a mirarla pero parecía seguirme tranquila, lamentaba tener que haberla hecho caminar descalza pero ciertamente  quería dar un paseo, si es que asi podía llamársele, para despejarme de todo lo que inundaba mi mente.

Por un minuto pensé que estaba hablándome frente al espejo, la misma clase de preguntas con las que yo seguramente invadía a otros comenzaban a salir de  sus labios, sonreí levemente, al sentir cierta preocupación por parte de ella. –Sí, pero ya no tiene importancia. –Dije mientras continuaba  caminando sin un destino en especial, solo dando un simple paseo por el inmenso bosque. Me voltee a mirarla de golpe, algo atemorizada por lo ultimo que había  dicho, pero entendía que quizás lo estaba diciendo por juego. –No, no es necesario matarlo –Asegure de manera radical, ni por un minuto se me pasaría aquella idea por la cabeza, pero luego intente  cambiar el tema de forma abrupta.  –Pues  yo me refería a que nos  saltáramos la cena –Me alce de hombros, al entender que no  me había entendido lo que yo había dicho unos minutos antes. –Me gusta lo misterioso –Esta vez tenía una sonrisa aun más amplia, siempre me encantaba recorrer los lugares, y más aun si eran curiosos o tenían algunas cosas en particular, eran casi como un desafió innegable para mi.  

Basto poco, para que finalmente dejara de ser yo la que la jalara y ahora era ella quien me guíaba hasta un árbol. –Es… inmenso –Dije asombrada  la chica parecía estar igual que yo, si el resto de los arboles eran del mismo tamaño  o parecido a ese no eran iguales, mire a mi alrededor,  y ninguno se parecía en su exactitud.  – ¿Qué? –Dije sacudiendo mi cabeza al escucharle, me había parecido escuchar mal, pero no quería  que subiéramos a aquel árbol y ciertamente las ganas por subir me mataban por dentro. Solté su mano con suavidad.–Vale, vale está bien –Acepté  mientras cuidadosamente comenzaba a escalar en el, en ese minuto me dejo de importar que andaba con falda y que pudiese verse mi ropa interior, hacía mucho tiempo que no hacía algo parecido, y la verdad anhelaba  subir  hasta alguna de sus  ramas inmensas, parecía tan firme que cuando llegué a una de ellas  que me parecía segura, me senté, dándole algo de lugar a Madd. –Creo que aun no e perdido la práctica –Reí  casi como si ella supiera que cuando pequeña me encantaba escalar en los arboles.  –Parece que te gusta escalar… -Dije sonriendo  mientras miraba a Madd sentarse junto a  mí, desde la  altura en que nos encontrábamos, la caída seria como para recibir un golpe bastante fuerte, lo que ayudaba era que las ramas de él eran  firmes y no del todo angostas, me sentía segura.

Acepto mi peticion, se subiria en el arbol como yo lo habia sugerido. Sonrei satisfecha, dejando que ella subiera poco a poco por el tronco del arbol, se le dificultaba un poco pero luego tomo una gran rapidez y agilidad. Me asombre porque parecia una ardilla recorriendo toda la superficie del tronco. Segui mi vista en sus movimientos, aprovechando que su falda se levantaba pude notar como se le veia su ropa interior que era muy bonita, ademas tambien se le veia perfecta, me gustaba como hacia contraste con su piel tan palida. Me recorrio un escalofrio por todo el cuerpo no sabia porque, me sonroje, esperando aun por mi turno. Desvie la mirada, era como cuando me veia yo misma mi ropa interior en el reflejo del espero, pero aca era distinto.

Ella termino de escalar hasta llegar arriba, diciendo que no habia perdido la practica, me supongo que antes lo hacia con frecuencia pero ya no-Ya veo que no lo haz perdido-comento divertida, empezando a escalar yo el tronco, estaba un poco resbaloso, haciendo que mis pies se deslizaran derepente, ademas estaba descalza se me estaba haciendo algo dificil subir, pero de todas maneras nada me detenia, asi que segui. Cuando llegue hasta arriba, mire que me habia guardado espacio. Tome ese lugar, me puse en forma indio acomodando mis pies y sacudiendolos un poco de las hojas seca, grama y mas que todo de barro. Escucho su pregunta-Si me gusta mucho escalar, pero hace mucho tiempo que no lo hacia, aunque aqui en el colegio me gusta hacerlo pero aca en el bosque prohibido que es donde se encuentran los arboles mas alto-le contesto aun con mi mirada sonrojada, fijandola en ella.

Pense en nuestra conversacion anterior, arrugando ligeramente el ceño-Porque no lo quieres matar? Cuando alguien nos hace enojar hay que matarlos, hay que exterminar esa plaga de escorias -digo entre dientes seriamente-Pero bueno claramente no creo que tengas esas hagallas-comento odiosamente, cruzandome de brazos-En realidad tendras que hacerle algo a ese chico porque no se puede quedar asi como asi-sigo cruzada de brazos-Que fue lo que realmente te hizo?-pregunto de nuevo con curosidad.

Mis ojos paseaban de sus ojos a todo su cuerpo hasta que se poso en la parte de su falda-Me gusta tu ropa interior, en donde la conseguiste?-inquiero interesada sonrojandome otra vez, en realidad no le queria decir que pensar en eso hacia que sintiera un frio en el estomago o otras sensaciones extrañas en mi cuerpo. En realidad me fascinaba la ropa interior y mas la morada, roja o negra. 

Yo me encontraba en la parte puntiaguda del tronco ella estaba en la parte en donde su espalda podria recostarse del tronco. Solo esperaba que esta rama no se partiera, porque las dos nos dariamos un buen golpe si nos cayeramos de esa altura.

Terminé de escalar el árbol inmenso en el que ahora me encontraba cómodamente sentada, sonreí  y puse mi mirada sobre ella. Me preocupe un poco al notar que se le hacía un poco dificultoso trepar,  sus  pies constantemente se resbalaban de donde pisaban, solo esperaba que  por causa de ello esta cayese  o algo parecido. Di un suspiro aliviado al notar que finalmente había logrado llegar arriba, era una gran altura desde cualquier punto que se viese, y el golpe sería de  una magnitud  bastante amplia. –Es verdad,  son los más altos –Sonreí, estábamos en uno gigante –Y bastante  raros también  -Agregué mientras que con mi mirada observaba los otros árboles que nos  rodeaban.

Había jurado que había dejado el tema atrás, pero no fue así, y no tardo en volver a agregar mas palabras  a ello. No dije nada hasta que ella  finalizo que lo decía, no era tanto como para matarlo y sabía muy  bien eso quizás, solo seguía molesta, solo era eso. –No es necesario, en serio.. –Dije sonriendo, sabía que las intenciones de la castaña por saber  incrementaban. –Solo peleamos por unas cosas que habían sucedido,  pues ya sabes me moleste, solo eso –Intentaba quitarle importancia nuevamente, si había venido hasta aquí no sería para hablar de ello, al contrario era solo por buscar paz, algo de calma a cualquiera le venía  bien.

Apoye mis  brazos ambos costados de mis piernas, continuaba mirando a mi alrededor, el viento con suavidad balanceaba  las ramas de algunos árboles,  parecían danzar y esto me mantenía casi hipnotizada. Me sonroje  en cuanto dijo lo de mi ropa  interior, no podía ser lo que estaba preguntando. ¿Acaso me había  visto las bragas mientras  subía? –Pues las compre en una tienda de ropa –Dije  confundida, ya ni recordaba donde exactamente, pero más confundida  por lo nerviosa que me puso aquella pregunta. La mire algo nerviosa,  y aun sonrojada, no sabía que era lo que debía decir exactamente ante  ello, era algo inusual, y bastante extraño. –Me miraste… las bragas? –Pregunte directa, pero me sonrojaba aun más con cada palabra que decía. –Supongo que  si me preguntas de donde son es porque te gustaron… -Dije intentando  tomarme a broma aquello, pero de alguna forma el sonrojo no desaparecía de mi rostro, la castaña era bastante rara  si  podía decirlo de alguna manera.

-¿Qué  otras cosas son las que te gusta  hacer? –Pregunté curiosa, de algún modo quería dejar de estar sonrojada, sentía con claridad como mis mejillas ardían.

Finalmente terminamos estabamos arriba del arbol,  sentadas una en frente de la otra. Nos mirabamos la una a la otra. Mis piernas quedaron suspendidas en el aire una a cada lado del tronco en donde nos encontrabamos sentadas. Todo se veia tan fantastico desde donde estabamos, pero si podiamos desviar un poco nuestra mirada hasta abajo de seguro nos daba mareo y podiamos caer desde aquellas alturas y darnos un gran golpe, asi que evitaba mirar tanto hacia abajo, no queria caerme y parecer ridicula.

Al parecer no queria seguir conversando sobre aquel problema, aquella pelea con ese chico, creo que le habia afectado bastante y si estaba en este lugar seria por esa misma situacion-Bueno... en realidad no es que me importe tanto que fue lo que paso contigo y aquel chico, creo que es su problema, pero... Eres mujer, no debes dejarte pisotear por ningun hombre, tenemos que pisotearlos nosotras a ellos-sonrio maliciosa, cruzandome de brazos, suspirando hondamente-Con esto se concluye esta sesion-me aprieto la boca para no conversar mas de ese tema.

Me distraje mirando el cielo de nuevo, cerrando los ojos, relajandome por el sonido del viento que susurraba en mis oidos hasta que la chica volvio a interrumpirme con sus palabras. Mis ojos se abrieron, notando como la chica se sonrojaba con la pregunta que le habia realizado anteriormente sobre sus bragas. Se me escapo una debil sonrisita timida, para despues mirarla otra vez-Sin querer te las vi, cuando ibas susbiendo el arbol. No es mi culpa que la brisa te la levantara de vez en cuando-contesto tranquila mientras sonrio picara-Si, me gusta mucho la ropa interior-le contesto, lamiendome los labos porque los tenia resecos-Eso es malo?-inquiero con las mejillas sonrojadas.

Iba a seguir con el tema de la ropa interior para luego escuchar su pregunta-Porque quieres saber eso?-inquiero arrugando el ceño, balanceando mis pies-Nose, varias cosas, pero no tengo una en especifica-me encogo de hombros-La principal es comer chocolates-le confieso-A ti que te gusta? A parte de comprar ropa interior atrevida-le digo astidiosa, para ver que me contestaba. Me habia gustado como se habia sonrojado. Me acerco mas hacia donde esta ella solo pata tenerla mas cerca y ver sus acciones. 

La brisa se estaba haciendo mas propensa al igual que la neblina, casi desde donde estabamos no se notaba el camino, todo se estaba cubriendo a nuestros pies y el tiempo oscurecia cada vez mas.

Vi a la chica intentando desviar la mirada, parecía temera  caer de esa altura, la verdad es que me parecía tan normal, estaba tan acostumbrada tener que volar a esta altura o más al momento de jugar  Quidditch, en un principio lo veía tan peligroso, pero luego aquello termino gustándome, mire hacia abajo con tranquilidad, después de todo esto no era nada si lo comparábamos. Ella hablaba nuevamente del tema, se preocupaba demasiado por  aquello y  luego la  forma de concluir me hizo sonreír. –Tu tranquila que eso no pasará –Le devolví  aquella sonrisa integrando un guiño, jamás dejaría pasarme a llevar por alguien pero es que en realidad estaba tan dolida que no lograba  controlar mis propias emociones, solo eso y ya.

La castaña que tenía en frente era sin dudas  una chica  tan curiosa que no sabías con que cosas te podías encontrar, tal como una caja de pandora,  o algo con muchas cosas dentro de sí. Seguía un poco sonrojada, después de aquel comentario quien no lo estaría, y lo que continuaba agregando ahora solo lo volvía más complicado, mis mejillas ardían y no sabía dónde esconderme para que aquello no se notara, pero ya era  evidente. –Ya veo –Dije breve mientras la seguía escuchando, la mire  con detención como relamía sus labios y comenzaba a aparecer ahora  el rubor por sus mejillas. –No, supongo que no –Dije  algo nerviosa, la verdad es que no sabía cuál era la respuesta correcta a aquella pregunta.

Pude notar como algo de lo que había preguntado no le había sentado del todo bien, intente revertirlo pero ya era  tarde. –Curiosidad supongo –Emití aquella frase sin pensarlo, pero no podía controlar lo que decía de algún modo solo quería cambiar el tema, sonreí al ver que finalmente si respondió.  –Me gusta muchísimo leer –Respondí casi como por inercia. –Bueno y  muchas más cosas pero no acabaría nunca  -Agregué riendo en realidad si eran bastantes, pero escuche  lo que continuo diciendo y sentía que debía defenderme. –Hey no es mi culpa que tu los hayas  visto –Dije frunciendo un poco el ceño, en cuanto se acerco un poco más a mi me quede inmóvil, no sabía que decir y me sonroje un poco. –Además no son atrevidos –Defendía lo que creía en voz un tanto  baja, me  inquietaba que la chica se acercara tanto, pero aun así no quería  tampoco alejarla.

Sin duda mi acercamiento no le habia gustado del todo a la chica estaba realmente roja. Hacia contraste con sus cabellos y vellos, ademas sus ojos se veian mas claros y profundos que los otros dias en que nos habiamos tropezado por casualidad. Era como verla aquel dia con lo del Calamar Gigante, asi que comprendi que se sentia asustada, nerviosa, intimidada. Quizas. Pero no me aparte de en frente de ella, mas bien me acercaba mas y mas hasta un punto en que nuestros rostros estaban casi unidos-Tambien me gusta leer-dije susurrante en su cara. Mirando las facciones de su cara poco a poco, sin duda creo que hasta sudaba frio, o a lo mejor era todo mi imaginacion.

Tome uno de sus cabellos rojizos entre mis manos-Otra cosa qe sin duda me gustan son las Zanahorias y tu te me pareces a una, toda anaranjada-comento divertida, sonriendome en frente de su cara-Me gustan mucho los pelirrojos, son sin duda algo alumbrante para mis ojos-le confieso en sus labios por fastidiarla para luego dejar caer sus mechones de cabello hacia su hombro y apartarme de nuevo de ella, quedandome sentada sobre el tronco del arbol.

Mis pies flotaban y los hacia mover junto al viento-Tambien me gusta de esta manera el clima, es algo escalofriante, misterioso y frio, me encanta el frio-sonrio de nuevo, desviando mi mirada hacia donde se encontraba la neblina que ocultaba algunos de los caminos desde donde estabamos-Si miras, parece que estuvieramos encima de una de las nubes del cielo-comento curiosa, rascandome para luego mi cabello.

Mis manos tomaron la superficie del tronco, como si lo estuvieran abrazando para luego cruzar tambien mis piernas alrededor de este, haciendo que tambien lo abrazara. Despues me deje caer hacia el vacio, pero no me cai, solo quede colgada por debajo del tronco viendo todo de cabezas. Era divertido hacer aquello. Igual estaba aferrada al tronco  del arbol con fuerza para no caer. Me deslice poco a poco hasta donde ella y desde alli pude notar como sus nalgas blancas y su ropa interior se juntaban con el color de la madera del tronco. Me heche a reir fuertemente, haciendo ecos en el bosque prohibido, se me olvido que podia despertar a algun animal del lugar. Alguna criatura temerosa. Aunque puede que despertara la fiera que tenia la chica por dentro por lo que estaba haciendo-Me gustaaaaan!!! siinn duda tus bragas!!-digo fastidiosa gritandole para que escuchara-Aunque mira, tienen un roto ahi-me suejeto con un solo brazo y el otro lo estiro para tocarle su intimidad sin querer pero a la vez queriendo, donde supuestamente tenia el roto.